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Decisiones por Aomame

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Notas del fanfic:

Esta es una nueva historia Kaname x Zero---me gusta llamarla KaZe como el viento jeje...en fin, espero que les guste, solo resta decir que estos dos, se enamoraran poco a poco y sin darse cuenta.

Notas del capitulo:

Mientras, solo mientras...seamos amantes.

Decisiones.

Primera decisión hacia el amor.

Siempre pensó que el amor era algo predestinado, escrito de antemano, dictaminado por alguien más, siempre lo pensó, no por nada su familia se había mantenido como de las pocas sangre pura que quedaban. Porque desde el principio el amor estaba dicho. Por ello el que él amará a su hermana Yuuki era de lo más normal, desde siempre había sabido que ella sería su esposa.

Entonces, si el amor ya es amor desde el comienzo ¿Por qué ella duda? No lo puede entender, ¿cómo le puede decir que no puede tomar una decisión? ¿Decisión de qué o qué? es absurdo.

Él no lo entendía porque, él jamás había tomado decisiones sobre el amor, ¿para qué? Si eso ya está predestinado...

+++

-¿acaso eres idiota?

Kaname volteo a ver a su compañero de copas que, por azares del destino resulto ser también su contrincante en amores.

-¿ah? El idiota aquí eres tú-le espetó como si con eso bastará para callar a alguien a quien no le duele decirle las cosas de forma cruel y carentes de tacto.

-Bah- dijo el peliplateado vaciando el contenido de su copa-hagas lo que hagas siempre estas decidiendo, ya sea la ropa que te vas a poner o que dulce te gusta más, no me vengas con que el amor es otra cosa.

-claro que sí, es algo que es de antemano, simplemente.

-si fuera así ya estarías casado con ella.

Kaname y Zero se miraron, el resentimiento era mutuo, por que el uno estorbaba al otro, una gran piedra en el camino.

-eres tan absurdo- Kaname extendió la mano y el camarero, subordinado suyo, le sirvió más. El hombre miro al joven negando la cabeza suavemente, si no fuera por quien era, a ambos jovencitos les habría prohibido beber, pero morir a manos de un Kuran por un capricho era estúpido así que se limito a hacer lo que se le pedía.

-¿absurdo? ¿Por qué?

-Si no ves la magia en el amor, ¿qué de hermoso tendría? Saber que en el mundo hay alguien para ti, que tarde o temprano le encontraras, ¿no es eso algo que no tiene precio?

Zero suspiró, si fuera así, entonces porque tanto amor por Yuuki, sino era para él, ¿para qué tanto?

-más bien ¿qué de hermoso tendría el amor? Sin esa expectativa, sin esa incertidumbre que guardan los sentimientos.  Si no se pelea por amor, ¿qué emoción guardaría?

Callaron otra vez y de un solo golpe vaciaron de nuevo las copas y al mismo tiempo extendieron el brazo para que fueran llenadas.

-ella no es para ti- dijo Kaname neciamente.

-no pelees entonces, perderás ¿sabes?

-claro que no, tu lo harás.

-como sea-dijo Zero- eso no lo sabremos hasta que ella decida.

-hasta que ella decida…

+++

Kaname trastabillo después de una ronda y otra, empezaron a decir incoherencias, divertidas incoherencias. Nunca pensó que pudiera llevarse tan bien con él, o tener una plática así. Hasta parecía irónico que justo ahora caminará arrastrando los pies, colgado de los hombros de Zero y este de los suyos, como dos amigos después de una parranda.

Pero era así.

-te tiraré en la puerta de tu dormitorio- dijo Zero deteniendo las palabras como si pensará mucho en ellas antes de pronunciarlas.

-¡No!- dijo el castaño- vamos al tuyo, no puedo llegar así.

-¿Por qué?

-qué bonito  ejemplo voy a dar al resto de los vampiros-dijo sarcástico- si llego así…

-jajaja, idiota, ¿te preocupas por eso?

-No molestes –dijo jalando la oreja del otro- solo llévame.

-como quieras, pero dormirás en el piso.

-sí, sí, pero intenta caminar más recto, quieres.

-si ya ves doble no me culpes a mí, Kuran

+++

Kaname trastabillo de nuevo cuando entro  llevándose consigo al piso a Zero que en igualdad de condiciones ni siquiera pudo meter las manos. Ebrios como estaban, en lugar de que el golpe les doliera se rieron como idiotas, tirados en medio del piso de la habitación del  peliplateado

Pensándolo bien no había sido tan mala idea quedarse a beber y regresar juntos. Ahogaron sus penas y se conocieron como personas, más que como enemigos.

-la verdad-dijo Zero mirando su mano, que parecían dos, con suma atención- ella no ama a ninguno de los dos.

Kaname se incorporó fallando un par de veces y sentado miró a su compañero que permanecía acostado.

-tienes razón-dijo-si lo hiciera, ya habría decidido entre los dos.

-pero en cambio nos da esperanzas a ambos.

-¿y si la mandamos al diablo?-dijo riendo y Zero le siguió el juego.

-estás loco.

-solo mientras decide.

-¿y qué vamos a hacer en tanto?- el peliplateado se incorporó y quedó al mismo nivel que el vampiro.

-no sé

Se miraron y Zero volvió a reírse.

-¿te han dicho que te pareces a Yuuki?- dijo recargando su brazo en el hombro del otro, notando que era así, ojos y cabello, incluso los rasgos tenían algo de ella.

-¿y a ti te han dicho que eres muy sexy?-dijo tomando con su mano el rostro de Zero, su extraño color de ojos hacia juego perfecto con su cabello y piel blanca, ¿dónde habían hecho algo así en este mundo?

Dejaron de reír, se miraron seriamente y un segundo después se estaban besando desesperadamente, como si no existiera el mañana. Cayendo de nuevo en el piso, el castaño tomo el control. Su lengua abrió los labios de su compañero y se interno en la boca húmeda.

-sabes a sake- dijo parando momentáneamente.

-tú también- dijo levantando el rostro buscando el contacto otra vez.

Kaname lo abrazó contra la madera, su cuerpo ardía y el de Zero también, influenciados por el alcohol, aunque curiosamente sus sentidos estaban muy consientes de él. Ese beso compuesto de otros más pequeños, se fue alargando. Cuando se detuvieron se incorporaron.

La bruma de la borrachera comenzaba a disiparse. ¿Qué iban a hacer? Eso…

-Se sintió bien- dijeron al mismo tiempo y luego rieron.

-¿quieres más, Kiryuu?- dijo Kaname relamiendo sus labios sensualmente.

-¿puedes dar más, Kuran?

-Pruébame.

-eso quiero-dijo a forma de reto. Reto que el castaño acepto sin vacilar.

Tomo a Zero del brazo, jalándolo para levantarlo y aventarlo después a  la cama, su cuerpo caliente cayó sobre él en una especie de tormenta de  besos correspondidos.

La ropa fue prácticamente arrancada, sus piernas entre lazadas, así como sus lenguas. Kaname abandono aquella boca que parecía un oasis, bajo hasta su cuello blanco justo donde aquel tatuaje sexy marcaba como si fuera esa la “X” bajo la cual se encuentra un tesoro, y claro que lo está, porque al morder justo ahí, la preciosa sangre emano llenando su boca.

Era deliciosa, aquella sangre, era más que exquisita, Zero gimió, haciendo la combinación perfecta que irgio por completo su miembro. Lujuria. En ese instante la lujuria comenzó a dominarlo todo. Zero bajo su mano y atrapo con ella aquella erección que golpeaba contra su muslo, su acción obligo al sangre pura a dejar de morderlo.

-¿Qué pretendes, Kiryuu?- dijo incorporándose, Zero también lo hizo pero sin dejar de masajearle.

-ya te lo dije, Kuran- dijo lamiendo el cuello del otro- probarte.

Y sus colmillos penetraron aquella piel, la sangre se derramó y fue el turno de Kaname para gemir.

-ba…basta- dijo tomando el rostro de su compañero obligándolo a detenerse, el chico lo miró, su mirada era atractiva y de la comisura de sus labios un hilo de sangre caía hasta su barbilla, eso debía ser tipificado como pecado, ¿cómo alguien podía presentar una imagen tan erótica?

Acercándose lamio su propia sangre de aquellos labios.

-si así lo quieres- dijo empujándolo contra la cama, al tiempo que abría sus piernas- yo también quiero probarte.

Sus dedos abrieron su boca y el joven los lamió, todo el tiempo mirándose a los ojos, retándose a un duelo que no tendría un ganador. Cuando sus dedos estuvieron lo suficientemente húmedos abrió más las piernas del peliplateado y presiono con ellos su entrada.

Lentamente, interno uno de ellos y lo movió, buscando dilatar más para que otro dedo entrara, Zero arqueo la espalda, no estaba acostumbrado a eso, pero extrañamente se sentía bien. Un segundo dedo entró, con la otra mano Kaname se encargo de dejar erecto su pene, saco un metió sus dedos, dilatando perfectamente.

Luego los sacó y se inclinó para lamer el palpitante miembro de su improvisado amante, Zero se aferro a las sabanas cuando el castaño succiono la punta, gimió de nuevo. Sonriendo por ello Kaname se estiró y se besaron de nuevo, se froto contra él, buscando más contacto. Sus manos tomaron los brazos de Zero colocándolos alrededor de sus cuello, profundizando el beso donde se comían uno al otro mordiendo, lamiendo… después tomó las piernas de Zero llevándolas a su cadera, enroscándolas ahí, su miembro parecía conocer el camino, solo basto acomodarlo un poco y después lo penetró, unos centímetros primero y después dio una sola estocada.

Zero ahogó un grito.

-¿te gusta?

-cállate

Kaname sonrió y comenzó a moverse- a mi sí- dijo saliendo un poco para volver a entrar, acostumbrando al otro a su intromisión.

Aumento el ritmo de pronto, notando que estaba muy excitado, como nunca, golpeo el trasero de su compañero una y otra vez con verdadera pasión. Zero por su parte, después del dolor inicial, había encontrado el placer en eso, así que comenzó a avanzar su cadera para encontrar se con la de Kaname.

Gemían, suspiraban, se besaban. Una, dos, tres, una estocada larga y lenta, seguida de dos más rápidas y cortas, y juntos se corrieron. Temblando tomaron aire agitadamente, eso había sido tan genial…

Kaname se incorporo llevándolo con él, sentándolo en sus piernas aun dentro de él, se besaron nuevamente encendiendo el fuego otra vez.

Toda la noche, sin parar, se besaron y abrazaron, bebieron la sangre del otro de cualquier parte de piel expuesta, no importaba, cada vez que lo hacían su deseo se incrementaba, y ambos estaban felices con cada ola de lujuria. Perdieron la cuenta de cuantas veces se corrieron, de cuantas se besaron. Kaname perdió la cuenta de cuantas veces penetro a Zero, o de cuantas lamió el semen que quedaba en su vientre. Zero olvido  cuantas veces lo provoco para comenzar otra vez, cuantos litros de sangre bebió, o cuantas fue llenado por el caliente semen de Kaname. Ambos  olvidaron su condición de enemigos, de hombres…

Jadeantes, ensangrentados, pegajosos y sudorosos, en algún punto perdieron la conciencia, en algún punto llegaron a su límite y cayeron dormidos enredados en un amasijo de piernas y brazos.

+++

Dejo de pensar en el destino feliz cuando murieron sus padres, dejo de pensar en el amor cuando su querido hermano lo traiciono, se olvido de aquello  de que el destino te trae lo que mereces, era una estupidez, por qué ¿qué pudo hacer él a su corta edad para perderlo todo?

Así que no creía que el amor fuera algo predestinado, no, en  el amor, como todo en la vida, tenía que ser peleado. Había que luchar por lo que se quería sin dar un paso ni una mirada atrás.

Que Yuuki dudará de a quien quería, incluso estando comprometida, le daba una entrada para ganar su corazón.

Eso pensaba, que,  si ponía el esfuerzo suficiente conseguiría lo que quería. Solo eso, por ello no se sentaría a esperar a que ella decidiera, pero tampoco podía hacer mucho, entonces, eso que paso, con Kaname, ¿qué rayos era? O más bien ¿qué rayos le paso?

+++

Zero abrió los ojos, se quito de encima el brazo y la pierna de Kaname que se enredaban a su alrededor como una boa y se levantó de la cama, solo para notar que le dolía la cadera y que algo en lo que no quería pensar escurría de entre sus piernas.

Kaname dejo de sentir el calor que antes estaba a su lado, y despertó, la primera imagen del día fue el rostro enojado de Zero. Y sin embargo, tenía algo de agradable.

-¿qué tal?-dijo

-¿qué tal?- repitió su compañero- idiota.

-¿qué?

Se miraron, era incomodo. Bastante.

-¿qué hacemos ahora, Kiryuu?

-no tengo idea, tú empezaste.

-pero bien que me seguiste el juego.

Zero frunció el ceño- entonces solo olvídalo.

-no puedo

-¿por qué?

-porque fue genial, no lo puedes negar.

-entonces ¿qué? ¿Seremos amantes hasta que Yuuki nos de su veredicto?-dijo como burlándose

-¿y por qué no?

-¿hablas en serio, Kuran?

-no perdemos nada, y además, estaremos en sequía completa sin ella ¿no?

-¿te has acostado con ella?

-¡vamos! tú también ¿o no?

Un nuevo silencio. Sus mentes comenzaban a comparar ambos hechos, ¿cuál les había gustado más? Con ella había estado bien, pero acababan de pasar una noche desenfrenada, sexo como nunca, totalmente asfixiante, demoledor y placentero…sacudieron la cabeza intentando no comparar, porque si lo hacían acabarían por reconocer que el sexo gay resulto mucho mejor.

-¿amantes?-preguntó Zero

-amantes- afirmó Kaname.

-¿hasta que ella decida?

-hasta que ella decida.

Y de esa forma tomaron la primera decisión hacia el amor, sin darse cuenta si quiera que acababa de empezar.

 

Notas finales:

Hola, espero que les haya interesado, este fic promete muucho lemon jeje

ah mi mente enferma...

Ustedes con quien estan de acuerdo?, con Kaname y el amor predestinado? o con Zero y su lucha por el amor?

Yo digo que un poco de todo jaja

hasta la proxima!!

Continuará...

 


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