CAPITULO 1: PRELUDIO DE LA DESOLACIÓN
AÑO 2215
Desde hace más de doscientos años nuestro planeta fue devastado por un virus incurable; denominado K-98 dicho virus afectaba a las personas haciéndolas enfermar repentinamente, intolerables a los rayos UV, sus orbes tornarse rojas y la sangre circular con ritmo en un 20% menor al normal; el virus afectó mundialmente; doctores y científicos trabajaron arduamente en una cura, hasta que, siete meses después del azote; la anunciaron.
Fue un éxito- después de varios intentos- y de inmediato se aplicó a la población restante; a nivel mundial el virus terminó con el 40% de la población.
Sin embargo, la cura tuvo otros resultados; a la semana de haber sido implementada, fue que; en parte de aliviar a los pacientes devolviéndolos a un estado normal; sus capacidades motrices vieron un incremento pues manifestaron una fuerza sobrehumana; capacidad de regeneración inmediata y reflejos rápidos; además de un ritmo cardiaco permanentemente elevado.
Los científicos trataron de erradicarlo, pues aquellas condiciones disminuirían su esperanza de vida; a pesar de que algunos se mostraron renuentes a la nueva intervención; la población afectada fue sometida nuevamente.
Se esperó por algún signo de variación durante dos semanas, y al ver que no había cambios; las personas regresaron a sus casas y; en caso de que se encontrase otra solución serian llamados nuevamente.
Pero la solución no llego; pues las personas poco a poco comenzaban a mostrar un nuevo síntoma: una gran necesidad de hemoglobina y sus componentes; en pocas palabras, sangre.
Esto debido a que su propio organismo no la producía lo suficientemente eficaz, dando la respuesta del porque su ritmo cardiaco acelerado.
Pero aquella necesidad no se vio a primera instancia, sino a los pocos meses; con una serie de ataques espeluznantes, pues personas que no tenían el virus fueron asesinadas en extrañas circunstancias, la única pista que dejaban los atacantes eran dos marcas de caninos en el cuello de la victima.
Al ver el incremento en los ataques; la policía actuó; y dieron con los responsables, varias personas que habían sufrido el virus y que habían sido vacunadas con la segunda dosis de la cura.
El diagnostico era obvio, una mutación ocasionó aquel evento, y la vista a futuro indicaba que muy pronto se vería otra catástrofe.
Y no tardó en presentarse, pues al saberse el ataque, como si fueran bombas de tiempo, en varias partes de las ciudades hubo detonaciones de agresiones en forma masiva, huir o cazar y asesinar a los "vampiros" como la colérica sociedad denomino a los afectados con esta mutación del virus.
Se construyeron refugios para proteger a los sobrevivientes, la orden era detener a todo el que se acercase para lastimar a los refugiados, pues aún había rastros de humanidad en esas personas; entonces, cinco años después, lograron crear una droga más poderosa que la anterior, capaz de mantener el nivel de hemoglobina estable, y por ende, evitar los ataques.
Fue implantada, con muchos obstáculos, pero al cabo de cien años después, se podría decir que había sido un éxito rotundo, y una nueva raza nació.
A pesar de que la sepa original del virus fue erradicada los descendientes de los infectados heredaron las nuevas características a lo largo del tiempo, las condiciones fueron las mismas, pero los beneficios esta última tercera dosis perduraron, pues las nuevas generaciones ya la traían en su sistema, una nueva raza de seres dotados de sorprendentes habilidades, regeneración asombrosa, longevidad, velocidad, y una asombrosa fuerza, pero también tenían palpables debilidades como la necesidad de sangre aunque en menor grado y la incapacidad de caminar bajo la luz del sol.
Cuando esta nueva raza se consolido; el gobierno buscaba erradicarlos a cualquier costo, previniendo algún futuro ataque.
Escondidos en la sombra de la aparente utopía que vivían "vampiros" y humanos, conviviendo en armonía, los científicos que trabajaban para el gobierno, silenciosamente creaban una nueva vacuna; que buscaba devolver a la normalidad a los "vampiros", o exterminarlos.
En cuanto se supo; muchos Vampiros se mostraron indignados, y siendo así; decidieron aliarse en una hermandad, para protegerse y seguir siendo lo que eran.
En medio de aquel caos cuando todo apenas iniciaba, el amor prevalecía, Nowaki y Hiroki eran dos estudiantes universitarios que se amaban a escondidas de sus padres, tenían planes para fugarse después de graduarse y aprovechaban todo los minutos que tuvieran libres para encontrarse y amarse como si fuera su ultimo día, se habían jurado mil veces jamás separarse, hasta aquel terrible día.
Aquella mañana Nowaki vio signado el final de su existencia cuando su piel no toleró el avance de la mañana, los rayos del sol que se metían por su ventana lastimaron su piel terriblemente, y al correr al baño y mirarse en el espejo su corazón se rompió, en sus ojos el vestigio de una terrible condena, la marca de la terrible enfermedad que comenzaba a desolar el mundo.
Por los siguientes días fue aislado, por más que Hiroki intento verlo no pudo, nadie le decía nada, Nowaki no contestaba sus llamadas, se estaba volviendo loco de desesperación; una noche no pudo más con el dolor que atormentaba su corazón, y se coló como pudo dentro de la casa de su novio, cuando logro dar con su habitación con las manos temblorosas abrió la puerta y entró.
Nowaki había pasado noches enteras anhelando volverlo a ver, volver a sentir su piel, sus labios, pero no se sentía digno de tocarlo de nuevo, cada vez que se miraba en el espejo veía un monstruo, ¿cómo podía manchar la impecable piel de su amor?, ¿cómo condenarlo a vivir a su lado?, miraba por la ventana como siempre pensando en él, entonces sintió que la puerta se abría, su horror creció hasta el infinito cuando vio los ojos llorosos de Hiroki, no podía estar allí, no podía verlo convertido en eso que tanto odiaba, sin pensarlo le grito ocultando su rostro:
- ¿QUE HACES AQUÍ? ¡LARGATE!…-
Hiroki intento acercarse pero él se lo impidió diciéndole con un tono amenazante:
- No te me acerques y vete de una vez…-
- ¿Nowaki que está pasando?, llevo días tratando de hablarte, ¿porque te escondes de mí?, ¿acaso ya no me amas?...-
¿Cómo podría no amarlo? Nowaki sintió que su corazón se paralizaba ante aquellas palabras, pero no podía decirle cuanto lo amaba no deseaba condenarlo a vivir al lado de un monstruo, o peor aún contagiarlo con aquel terrible mal, sin pensarlo le grito acercándose a él y dejándolo ver sus terribles ojos rojos:
- SOY UN MONSTRUO HIROKI, YA NO TENGO SENTIMIENTOS, LO QUE SENTI POR TI MURIO CON AQUEL QUE FUI ALGUNA VEZ, YA NO QUEDA NADA DE MI EN ESTE CUERPO, ASI QUE VETE, LARGATE DE AQUÍ, OLVIDAME, NUESTRO AMOR YA NO EXISTE…-
Hiroki sintió miedo al ver el rostro fiero de Nowaki, pero su amor era más grande, se acercó y acaricio las mejillas del joven diciéndole con amor:
- Para mí nunca serás un monstruo, ¿recuerdas que prometimos amarnos mas allá de la eternidad?, más allá de la muerte Nowaki, por encima de todo, yo te amo, no me alejes de ti, por favor déjame cuidarte…-
Nowaki se sintió a punto de sucumbir pero su miedo a hacerle daño pudo más y empujándolo le gritó:
- TE DIJE QUE TE FUERAS, ¿NO ENTIENDES QUE NO TE AMO?, VETE ANTES DE QUE TE HAGA ALGO PEOR…-
Hiroki lo miro con tristeza, se levantó del suelo, pues el empujón lo había hecho caer, y las lágrimas colmaron sus mejillas, Nowaki no estaba en aquel cuerpo, su amor se había ido lejos y el no pudo decirle adiós, le dio una última mirada al hombre que le daba la espalda y salió corriendo del lugar.
Unos días después, un paquete llego a casa de Nowaki, su padre se lo dejo en la puerta, pues ya el joven no salía de su habitación, cuando Nowaki abrió el contenido del paquete encontró una nota escrita por la madre del castaño que decía:
“Esto fue lo que el dejo para ti”
Adentro el anillo que el le había regalado de compromiso y una foto de ellos dos abrazados y sonrientes, en la parte de atrás de la misma un escrito que decía:
“Te amare por siempre, me voy para estar contigo en la eternidad y cumplir nuestra promesa, mas allá de la muerte”
Unos días después del suicidio de Hiroki la primera vacuna salió a luz dándole esperanzas a los contagiados, menos a uno que lo había perdido todo.
Doscientos años después…
Nowaki acariciaba la vieja fotografía en sus manos, años, muchos años habían pasado y en su corazón roto apenas fue ayer cuando vio su rostro por última vez.
- ¿Otra vez está en la azotea?...-
Preguntaba un arrogante y elegante hombre a uno de sus subordinados, el chico le contestó:
- Si jefe, hoy es el día…-
El hombre subió al imponente lugar desde donde se podía apreciar toda la ciudad, uno de sus mejores guerreros, y su mejor amigo, por años se perdía aquel día en específico y cambiaba su máscara de furia y frialdad por una de dolor y pena, cuando se paró a su lado observo el imponente paisaje diciéndole amablemente:
- ¿Cuándo lo dejaras ir?...-
Nowaki guardo la foto en su chaqueta y mirando a su jefe le dijo con tristeza:
- Jamás…-
Ni aunque pasaran mil años Nowaki lo olvidaría, siempre lo recordaría y rogaría por volverlo a ver, siempre, aunque le llevara toda la eternidad…
En el próximo capitulo: la esperanza renace, y algo hace parecer que los ruegos de Nowaki fueron escuchados, ¿puede alguien volver de la muerte?