Acababa de sonar la tan ansiada campana de salida, que anunciaba que el fin de semana había llegado oficialmente.
Agarro mi mochila con desgana y junto con mis amigos salgo de la escuela, frenando justo en la salida para conversar.
“Hey, que tal si nos juntamos en la casa de Adam a jugar videojuegos un rato” Propongo mientras me siento en el suelo al igual que mis amigos.
“Mh… yo en verdad no puedo hoy” Dice el chico de cabello rubio con ojos claros, aquel imbécil al que llamo mi mejor amigo, Adam.
“Carajo, no nos arruines el finde, marica” Se quejan los otros tirándole los bolsos encima.
“En verdad yo tampoco puedo… Tengo que viajar con mis jodidos padres a ver a unos familiares que no veo hace siglos” Comenta otro de los chicos, esta vez de pelo castaño oscuro con ojos color chocolate, llamado Mike.
“¡Ah, otro marica más!” Se queja el último, de pelo oscuro y los ojos azulados. “Mierda este fin de semana será horrible”
“Ah vamos, tampoco es para tanto Dan, aun esta Alex, pueden pasarse la noche jugando los juegos violentos que tanto les gustan”
“Jodete, sabes que odio a este pendejo hijito de mamá” Dice molesto, mirándome con cierto odio.
Dan y yo nunca nos hemos llevado muy bien, el siempre dice que soy un marica mimado, solamente nos juntamos por los otros chicos ya que somos amigos, pero nosotros dos normalmente casi no nos hablamos.
Cada vez que el hace comentarios así yo prefiero callar o sino terminamos golpeándonos sin parar.
“No empiecen de nuevo, ok? Además es eso o un fin de semana con tu mano y un computador infestado de porno.”
“Prefiero mil veces el porno” Responde con una sonrisa.
“Pero en verdad no entiendo porque rayos odias tanto a Alex.” Dice Adam, sacando un cigarrillo de su bolso y encendiéndolo.
“Pues… es un jodido marica que obtiene todo lo que quiere con tan solo pedírselo a su mami, la cual es una puta zorra que cogió con mi padre haciendo que mi mama tirara al viejo a la calle… no se si lo saben, pero eso caga infancias.” Dijo Dan rápidamente casi quedándose sin aliento, con una tono áspero pero a ratos se escuchaba triste.
Todos quedamos congelados, nunca habíamos escuchado esa parte de la historia.
Todos nos quedamos callados sin saber que decir, mientras Dan me miraba con rabia.
“Eh… okay, creo que es hora de que me vaya…” Dijo Mike al sentir el incómodo silencio que se había formado.
“S-si… yo igual debo irme… Adiós, chicos” Huyo mi jodido mejor amigo.
Yo, sin saber que hacer o decir, simplemente me quede callado mirando hacia el suelo, pensando en una buena disculpa o algo por el estilo.
“Da-Dan… yo no-no sabía eso… y pues… disculpa y… eh…sé que mi mamá a veces puede ser algo… algo…”
“¿Zorra?” Dijo con una sonrisa divertida.
“Iba a decir fácil…pe-pero es casi lo mi…mismo” No sabía porque mierda tartamudeaba tanto, quizás por el hecho de que esa ha sido la conversación más larga que he tenido con él. “No hay que tener remordimientos por… algo que hicieron nuestros viejos…”
“Pues en verdad me cagó la infancia… así que disculpas no aceptadas” Dijo mientras se paraba, con el ceño fruncido y tono molesto, dejándome ahí sentado con las palabras en la boca.
Doy un suspiro resignado y me encamino a casa.
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El viernes por la noche más aburrido de mi vida, comenzaba ahora.
Entro a mi casa y como siempre anuncio mi llegada.
“¡Llegue a casa, vieja!”
Nadie respondió… que extraño.
Me adentro en la casa buscando por mi mamá. Llego a la cocina y veo un papelito con algo escrito.
Lo que dice:
Hijo, debo ir a una reunión urgente con el jefe
te deje la cena lista en el microondas
Te quiere, tu mami (L)
Pd: no me esperes.
Lo que yo leo:
Hijo, debo ir a complacer los deseos sexuales de mi jefe
Te deje la misma jodida comida rápida en el microondas
Te deja por una polla, tu mami (L)
Pd: No llegare.
Rayos… quizás Dan tenía razón… mi madre era una zo… una zo…
Aun así no podía ni siquiera decirlo…
Suspiro y pongo la comida a calentar, y como siempre, la misma mierda comida rápida de siempre.
A esta altura ya no importaba, viviendo solo con mi mamá era siempre lo mismo.
El pito del microondas sonó, anunciando que la comida ya estaba lista. La tomo con cuidado y subo sin apuro hacia mi cuarto.
Ahí dejo el plato en el escritorio junto a mi computador, con desgana me siento, sin saber con qué perder el tiempo.
Me decidí por el computador, quizás había alguien conectado.
Pero no, nadie, todos estaban haciendo algo interesante menos yo. Genial.
Despues de estar unos aburridísimos minutos en el computador, me levanto con desgana y lo cierro. Me recuesto en la cama, cierro mis ojos y mil pensamientos se me vienen a la mente.
Recorde lo que había pasado con Dan en la tarde y me sentí realmente mal… no sabia que mi mamá había hecho eso pero de algún modo yo no podía aceptar que fuera real.
Dan… nunca he hablado mucho con el, según los otros chicos es bastante agradable… excepto conmigo. Dicen que es bastante popular con las chicas de la escuela por la forma en la que es.
Nunca lo he pensado mucho, bueno… si lo pienso seria gay. Pero no soy gay, así que no lo he pensado… hasta ahora.
¿Quizas les gusta a las chicas por como se viste? Es bastante desarreglado en verdad… Quizas… ¿su actitud? Es despreocupada, a veces esta serio y otras es bastante risueño.
O simplemente porque es lindo... espera… ¡le dije lindo!
Tener mucho tiempo para pensar es malo…
Me levanto de la cama con las mejillas ligeramente coloradas, rápidamente voy hacia donde está el play y me pongo a matar zombies como si nunca lo hubiera hecho en mi vida.