Capitulo 4
Jinki suspira algo irritado, un tanto tenso.-Es... Estoy bien.- dice en un murmuró e intenta mirar al que tiene enfrente, con nulos resultados.
Estúpida suerte suya, estúpidos anteojos que habían salido volando a quien sabe dónde.
-De verdad lo siento, escucha al otro disculparse y Jinki intenta enfocarle.- No me fije.
- No es… es mi culpa.- un murmuro escapa de su garganta y Jinki se pone de pie con ayuda del otro chico.- es mi culpa.
Minho mira a su alrededor y encuentra aquellos anteojos que le pertenecen al mayor, sin micha prisa se dirige hacia ellos y los toma entre sus manos.
- mmmm…- se acerca a Jinki y le mira de cerca sonriendo ante el esfuerzo del otro de mirarle “no se ve tan mal” piensa al observarlo por unos momentos- ¿No ves nada sin esto… cierto? Le pregunta y remueve unos mechones de cabello de la frente del más bajo, Jinki se tensa ante esto y Minho sonríe mas que complacido.- “nada mal” piensa de nuevo sintiendo agradable el tacto tan suave de aquella piel.- No te muevas.- dice y sin más coloca los lentes en los ojos del mayor.
Guapo.
Así es como Jinki describe al chico que tiene enfrente de el, Jinki le mira fijamente unos momentos y el otro le sonríe ampliamente. Alto muy guapo y demasiado cerca de su espacio personal piensa Jinki, por eso desvía la mirada y da un pequeño paso hacia atrás, Jinki suspira e intenta ocultar aquel tonto sonrojo que cubre sus mejillas, mientras se maldice mentalmente por ver a otro hombre de esa manera, genial, aparte de antisocial resultaría gay?
- ¿Enser estas bien?- Minho de nuevo se acerca y Jinki traga saliva pesadamente y una tímida sonrisa escapa de sus labios
-Lo estoy- sonrisa que Minho encuentra linda. -perdona mi descuido.- sonrisa que, le parecía, iba muy bien con esa actitud tan dócil, tan agradable.
- Me alegro.- le dice revolviendo los cabellos del más bajo, Jinki sonríe mas ampliamente ante esto y Minho descubre que esa sonrisa que Jinki le regala es hermosa...mucho
-¿Tu estas bien? - le pregunta Jinki tímidamente y Minho sale de su trance y asiente amablemente, sintiéndose extraño por sus propias reacciones ante lo qur es el primer acercamiento con Jinki.
Pero Minho sacude la cabeza y recuerda su propósito
- pero mira tú bicicleta. - por eso se olvida de aquella sonrisa y se dirige hacia el misionado objeto y lo levanta observándolo con preocupación, Jinki se acomoda sus gafas y camina detrás de Minho.
-Mi bici...- dice lamentándose, sus manos en sus cabellos y su vista fija en aquel rin doblado y manubrio chueco.- ¿Como te paso esto? Ahhh como...-Jinki se revuelve los cabellos ansioso pues no tiene dinero para mandarla a reparar, se muerde el labio ansioso y maldice su suerte
Maldita, porque nunca le sonríe.
- No te preocupes hyung.- pero siempre pasa que el mal de uno es el remedio de otro y Minho lo sabe, porque ve en este incidente la oportunidad precisa para de menos, hacerse amigo del sujeto de bonita sonrisa. - conozco a alguien que puede repararla, así que estará bien.-Minho dice con sonrisa confiada y el otro le mira desconfiado, porque a Jinki nunca nadie le quiere ayudar, porque Minho es demasiado para siquiera mirarlo y porque Jinki no confía en nadie.
-no te molestes.-Por eso intenta tomar si bicicleta y alejarse, pero Minho es más fuerte y se niega a soltar su manubrio.- Yo puedo solo...- dice en un susurro y baja la mirada.
Estúpida falta de confianza en sí mismo, estúpida timidez que le impide mirar al otro a los ojos.
- Solo déjame ayudarte esta vez.- Minho pide y Jinki no dice nada, porque hay algunas miradas sobre él y Minho es muy popular ahí, molestarle no sería bueno, el mayor rasca su cabeza en señal de ansiedad, porque Minho le parece tan guapo y amable que quiere dejarse llevar y pasar un ratito mas con él.
Estúpido cerebro que había decidido apagarse y dejar tomar el control a su idiota corazón.
- Tomare eso como un si.- le dice y Jinki solo le mira fijamente. -vamos.- le dice y después pasa lo que Jinki nunca pensó y lo hiso sentir como todo un estúpido.
Minho tomo su mano y Jinki solo se deja llevar sin ser capaz de quitar si vista de sus manos juntas, sin poder calmar su acelerado corazón.
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Kibum odia a la gente estúpida, odia a la estupidez en sí, esa que de vez en cuando (casi siempre) se apoderaba de sus amigos y los llevaban a hacer tonterías como tirarse del bungee o ponerse ebrios un día antes de exámenes o apostar por cualquier estupidez
Ah!! Estúpidos amigos suyos, estúpido carro, que ni bonito era.
Kibum coloca su almohada sobre su cara y se traga su coraje, un largo suspiro y sus ojos se sierran lentamente, dormir, eso justo ahora le parece una muy buena opción.
- ¡Kim Kibum!- y eso hubiera hecho si la puerta de su habitación ni hubiera sido abierta tan abruptamente por su amado padre- ¿Qué demonios significa esto? El hombre gritaba mientras agitaba una hoja enfrente de el, Kibum se incorpora lentamente y mira en dirección a la puerta.
Tonto seguro que se le había olvidado.
-¿Que pasa padre?-Kibum le mira hastiado y el hombre solo se irrita mas.
-¿Que que pasa? -Pregunta furioso y le entrega lo que al parecer es la factura de su móvil, Kibum alza la ceja no queriendo parecer tan sorprendido por la cantidad a pagar, bueno, ahora por lo menos entendía la molestia.
- Yo... No se.- explicación no creíble pero cierta, porque si mal no lo recuerda Kibum jamás se había excedido en las llamadas que realiza, porque sabe su padre es muy estricto en esto de los pagos
-Ayer llego y déjame decirte que tú la pagaras, ah, pero tu madre tiene la culpa, ella y su tonteria de malcriarte, pero esta vez yo no me haré responsable...-su padre hablaba y hablaba y Kibum solo miraba la factura e intentaba buscar una explicación al elevado costo.
- Descarga de contenido...- leyó en la parte baja y al final venia señalada la mayor parte de la escandalosa cantidad a pagar.
-Pero déjame decirte que tendrás que trabajar para pagar.-Kibum escucha eso y no puede evitar la sorpresa ¿trabajar? ¿El?
-¿acaso estás loco? Yo no tengo la culpa
- Tu celular, tu culpa.
- Pero…
- Nada, nada.- el hombre comienza a tomar la salida de su habitación y Kibum le mira molesto. -Ah y no te preocupes.-le dice deteniéndose un momento. - esta mañana hable con un amigo y muy amablemente te dejara trabajar con el.-dicho esto abandona la habitación cerrando la puerta detrás de él.
- Ahh que gran tontería - Kibum se deja caer en su cama, sintiéndose molesto e indignado, mira la factura fijamente y su mente hace un extraño clic
Absurdo viaje a Japón, Tontos amigos suyos que se pusieron a descargar juegos desde su celular solo porque se sentían aburridos
-¡Idiotas!- grita en frustración mientras arruga la factura y la avienta lejos.
Estúpidos amigos suyos, estúpido dinero por el que tenía que trabajar.
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Minho, así es como se llama aquel amable chico, Jinki suspira cual quinceañera enamora y da un trago a si bebida, esa, que Minho tan amable le había invitado.
-¿En que piensas?- Minho le mira fijamente y sonríe ante la mirada distraída que el otro le dirige. - eres muy extraño, ¿sabes? Le dice y Jinki solo sonríe un poco in y baja la mirada, Minho encuentra esta actitud muy interesante y sabe que Jinki será fácil de convencer.
-En nada, Jinki rasca su nuca y no entiende a que viene tanto nerviosismo.
- No pareces no estar pensando en nada.-Jinki sonríe ante este comentario y Minho vuelve a embelesarse con esa sonrisa, sacude la cabeza negativamente y continua hablando. Y dime Jinki... Hyung… a donde ibas con tanta prisa cuando chocamos. - "Jinki le va muy bien" piensa y muerde su deliciosa hamburguesa, al hacerlo comienza a preocuparse pues apenas y conoce a Jinki y Minho ya siente que el chico le agrada, hasta se siente un poco culpable al recordar la razón por la cual debe hacerse amigo de Jinki.
- Bueno, a trabajar
-¿Donde trabajas?
-En un café, no muy lejos de aquí.- responde de Jinki e intenta ignorar el extraño cosquilleo que Minho le provoca
- Ya veo ¿y de qué? Si puedo saber.-a Minho las reacciones de Jinki se le hacen muy interesantes, le resulta un chico tan tranquilo, noble y de buen corazón, lo conoce apenas unas horas atrás y no le costó mucho deducirlo, una extraña incomodidad le embarga y Minho trata de ignorarla.
- soy mesero, no es la gran cosa, pero el horario se adapta a mis necesidades, además las propinas son muy buenas.- señala y esa bella sonrisa de nuevo adorna sus labios.
-¿Y Puedo ir a visitarte?
-bueno... No se... Como quieras. Jinki baja la mirada y Minho sonríe, esa actitud de Jinki... Es de esas personas que no merecen nada malo,
- Quiero ir...señala Minho y Jinki toma un pico de su bebida, sintiéndose feliz por este hecho.
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-Hyung... Estoy aburrido ¿Donde está Minho? Tú no eres competencia para mí.
Jonghyun suspira hastiado y pone pause en la pantalla, -Hago lo mejor que puedo.- pero tienes razón, no lo he visto en todo el día.
- Es muy extraño.
-Algo...
-Oye hyung... No crees que el chico de los anteojos sea muy raro, algo arisco y antisocial.
Taemin cambia de tema drásticamente y Jonghyun pone play de nuevo para terminar su batalla en contra de Taemin
-Se llama Jinki.- y no es tan así, es agradable. Jonghyun suelta sin pensarlo mucho y Taemin le voltea a ver.
-¿Agradable? Tae alza la ceja y pausa el juego.
-Bueno... Si, lo es
-Es extraño
-¿El que?
-Que le consideres agradable, digo, hace unos días no decías lo mismo.
Jonghyun pone play de nuevo y no dice una palabra más por varios minutos, Taemin tiene razón, y eso no le agrada.
-¡Sí! te gane de nuevo-Taemin festeja y Jonghyun se siente tan molesto.
-Esto es una tontería - Jonghyun avienta su control en el sillón y se pone de pie indignado. - me marchó. - dice y tomas sus cosas y sin más se marcha,
Tae solo le mira un tanto desconcertado, se hubiera sabido que así se iba a poner, le hubiera dejado ganar.
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Jinki mira su bicicleta y sonríe feliz, muy feliz porque luce como nueva, muy feliz porque no tuvo que dar ni un centavo, demasiado feliz, porque Minho aun continua con él,
Hyung... Hoy fue un muy buen día, me agrado pasarlo contigo.- Le dice mientas caminan tranquilamente por la acera de una avenida no tan transitada.
Muy ilusionado por las palabras que está escuchando, Jinki solo sonríe muy tímidamente y centra su vista en el suelo.
-yo también la pase genial- dice en un murmuro y es esta vez Minho el que sonríe casi imperceptiblemente.
Un par de minutos en silencio y Minho solo puede mirar a ese chico de aspecto descuidado y sonrisa única, Minho le mirra un poco mas y acepta que Jinki es mucho más que eso, acepta que un chico con un corazón muy dulce, alguien con quien no se debe jugar.
Y todo eso en un día, Minho no quiere saber que pasaría si se conocieran aun mejor, porque Jinki es un hombre justo como él, es alguien que se supone, no está a su nivel.
-bueno...- Minho es sacado de sus pensamientos por la voz de Jinki. - debo irme, tengo tareas y...
Jinki piensa que su mala suerte a regresado y mentalmente la maldice mientras escupe la poca agua que logro entrar a su boca, suspira y escucha Minho quejarse y maldecir por haber sido empapado por aquel vehículo que paso a alta velocidad, sus lentes totalmente empañados y Jinki comienza a reír, porque la escena en si le resulta graciosa, ver a Minho haciendo rabieta es algo que no espero.
Minho detiene sus palabras y observa a Jinki fijamente, sus lentes y cabello cubierto de lodo y no sonreír fue imposible.
Y Minho lo supo, el no podría ganar aquella apuesta.
-Hyung te ves muy gracioso. -le señala y se acerca hasta a él para limpiar su cabello, a Jinki le bastó este simple gesto para congelarse en su sitio. - deja te ayudo. Minho termina con el cabello y toma los anteojos para limpiarlos con su propia camisa.
Y Jinki sigue sin moverse.
-Hyung ¿No te han dicho que te vez mejor sin estas feas gafas No has pensado en usar de contacto?
Minho no sabe que paso o que lo motivo, sin embargo el saber que Jinki no le ve muy bien le hizo animarse a mirarle un poco más de cerca, bastante mas cerca.
Lo suficiente para que sus alientos chocaran, para que Minho quisiera saber si esa piel era tan suave como se veía, si eso labios podían llegar a ser tan dulces como el carácter de su dueño
Minho no lo pudo evitar y no es como si hubiera querido hacerlo, porque esos labios le llamaban, porque se sentían tan suaves, porque sabían tan bien.
Y Jinki, bueno el estaba algo sorprendido, bastante ilusionado.
C O N T I N U A R A