Tres palabras…My Sweet Prince.
Estoy en un viaje muy largo, no puedo evitarlo y sonrío nostálgico…dejo escapar un largo suspiro, nadie sabe que estoy haciendo este viaje…mmm…bueno, a excepción de los Weasley… eeeto…y de la profesora McGonagall, hum…y de Remus y Sirius… - me rio sarcástico - vaya… y eso que es un viaje del que se supone nadie debería de saber…salvo… ¿toda la Orden del Fénix? O ¿será por que me acompañan Ron y Hermione? Aunque…no quiero parecer ingrato, pero…a pesar de que me acompañan, siento que...la soledad me come día con día, y cada nuevo día que amanece me siento más y más perdido y termino preguntándome…si realmente sé a donde me lleva mi destino, un destino que ni siquiera escribí yo y en el cual tu no apareces y entonces todos los días inevitablemente termino pensando en ti…
Una noche basto, para que me despertaras de ese letargo, solo una noche y…te grabaste en mi piel, en mi corazón, en mi alma…te adueñaste de mi vida de cabo a rabo, tantos años de peleas… ¿odios? No… yo nunca te odie…jamás podría…y después de aquella noche eso es imposible de hacer…
Nunca pensé que me harías sudar… y te sentí y…
Nunca pensé que yo te haría lo mismo… y te olí y…
Nunca pensé que me llenaría de deseo… y te vi y me descubriste y…
Nunca pensé que me sentiría tan avergonzado…
Y ahora cada día sin importar qué, me descubro pensando en ti, cierro los ojos y nos veo así…
Yo y el Dragón…
Podemos ahuyentar todo el dolor,
Así que antes de que acabe mi día,
Recuerda…
Mi dulce príncipe…tú eres el único…
Mi dulce príncipe…tú eres el único…
Después de esa única vez, sentí que por fin había encontrado mi razón para vivir, para poder afrontar eso y más y estaba más que dispuesto a todo, cuando me impusieron está maldita tarea, que me aleja cada vez más de ti…
Nunca pensé que tendría que retirarme… dolor…
Nunca pensé que tendría que abstenerme… deseo…
Nunca pensé que esto saldría tan mal… rabia…
Cerrando el agujero de mí vena… más sufrimiento…
Pero entonces apareces de nuevo en mis sueños y te vuelvo a ver junto a mí y digo entre fantasías…
Yo y mi valioso amigo…
Podemos llevarnos todo el dolor lejos,
Así que antes de que acabe mi día,
Recuerda…
Mi dulce príncipe…tú eres el único…
Mi dulce príncipe…tú eres el único…
Tú eres el único
Tú eres el único
Tú eres el único
Tú eres el único…
Me lo repito una, dos, tres…mil veces, tú eres el único, eres mi fuente de inspiración para seguir hasta el final, te escribo una carta, aunque…sé que está prohibido, pues con esto arriesgo todo y a todos…pero no lo puedo evitar, necesito saber de ti, necesito saber que estás bien…aún donde estás…
- Harry, Harry… - se acerca la castaña preocupada por su amigo, hace días que lo ve triste, nostálgico y no puede evitar preguntar - Harry… ¿extrañas a alguien? - lo ve suspirar y no puede evitar entrometerse - ¿Ginny?
- No… - esconde la carta para que la chica no la vea, aun así sabe que no puede engañarla - bueno…si, extraño a alguien - la mira pidiéndole guardar su pequeño secreto no revelado - pero no puedo decirte quien es…
- Lo siento… - le sonríe a modo de disculpa - se que te hemos tenido un poco abandonado, es solo que después de la desparticion de Ron, siento que debo estar un poco más al pendiente de el…
- Si…no te preocupes - volvió a suspirar melancólico - Hermione… ¿Cuándo acabara todo esto?
- No te desanimes Harry… - intento animarlo, pero sintiéndose de la misma forma, pues lo encontraba muy difícil.
Pasaron muchas cosas entre ellas la prácticamente huida de Ron, que los dejo en medio del bosque y se fue muy enojado, sintiéndose menospreciado.
A los dos chicos no les quedo más remedio que seguir en su búsqueda, y en esa exploración fueron a parar a Godric´s Hollow, estando ahí, Harry aprovecho y mando la carta a escondidas de la castaña.
La mansión Malfoy o Malfoy Manor como normalmente era llamada, estaba custodiada por muchos mortífagos, pues siendo el cuartel general de Voldemort, este la tenia completamente rodeada de mortífagos y hechizos por mayoreo, pero no solo a los de afuera los tenia bien vigilados, también a los de adentro, sobre todo a lo integrantes de la rubia familia que le servía de anfitriones, se entero que el rubio menor recibió a una lechuza y con ella una pequeña carta, no pregunto de quien era pero no lo perdió de vista. Le gustaba divertirse con ellos, viendo como intentaban engañarlo, así que solo lo siguió con agudeza.
Ya en su habitación el heredero de los Malfoy, se tumbo en su enorme cama y desenrollo el pergamino, su corazón comenzó a latir con fuerza al darse cuenta de quien era dicha misiva, que aunque no traía remitente sabia de quien era… dejo escapar un enorme suspiro y poniendo una mano en su corazón comenzó a leer, no quería reconocerlo pero su corazón, su mente, todo su cuerpo respondió con alegría a esa carta, sobre todo el darse cuenta de que su contenido era prácticamente una declaración de amor, pues en ella Potter le decía que no podía olvidarlo y que él era su razón de vivir y ansiaba terminar cierta encomienda para poder regresar a su lado…
Dejo escapar un suspiro y un par de lagrimas resbalaron por su tersa mejilla, a la vez sintió alegría a la vez sintió una tristeza enorme y un enorme vacío en su corazón, ese amor era algo que nunca se podría realizar…
- ¿Qué demonios estás pensando Potter para cometer la locura de mandarme una lechuza? - se sentó y sacando pergamino, pluma y tintero de su mesita de noche procedió a responderle - ese es el problema Potter…que nunca piensas, ¿acaso no te das cuenta de que me pones en peligro? A los dos… - se dejo caer de espaldas sobre la cama y dejo escapar una lágrima por el rabillo del ojo y pensó con tristeza - tanto tiempo esperando por esto…y tener que acabarlo aún antes de empezar…
Tocaron a su puerta y limpiándose las lágrimas escondió lo más rápido que pudo la carta del moreno.
- Pase… - dijo mientras se levantaba de su cama.
- Hola hijo - era Narcissa que preocupada por la carta que recibió su hijo, no pudo aguantar la curiosidad y fue a preguntarle a la vez que le daba la noticia de… - ¿Quién te escribió amor?
- Blaise, madre… - le sonrió con ternura, la amaba demasiado, pero no podía decirle nada - estaba pensando en contestarle.
- Dale cariños de parte de nosotros hijo - se sentó a su lado y le dijo - el señor Tenebroso va a salir, así que puedes dormir tranquilo amor…
- Gracias madre… - llevaba días tratando de esconderse de Voldemort pues descubrió que siempre lo estaba mirando y no de una forma sana, se lo comunico a su madre y esta le dijo que ella ya lo había descubierto, pero que definitivamente eso no sucedería nunca, antes prefería la muerte para ellos dos…
La rubia se despidió con un beso en la frente de su adorado hijo, su más grande posesión…su más grande amor, y no permitiría que nadie ni siquiera lord Voldemort lo tocara así fuera lo último que hiciera en la vida…
La rubia salió de la habitación de su hijo dejando que le contestara a su amigo agradeciéndole por la carta.
Este suspiro y procedió a terminar con todo de una buena vez…escribió solo unas cuantas palabras y enrollo el pergamino, busco a la ave que le llevo dicha misiva y que esperaba por una respuesta, no tenía una dirección exacta pero sabia que dicho animal se guiaba por instinto…
Nunca se imagino que detrás de cada movimiento del señor Tenebroso siempre había una razón de ser…pues sin que el supiera siguieron al dichoso animalito hasta el paradero del moreno y sus amigos.
Harry recibió la tan ansiada respuesta antes de haber visitado al padre de Luna, el señor Xenophilius Lovegood, dicha carta le bajo la moral al suelo pues esta decía…
Todo fue una equivocación, no vuelvas a escribirme…yo no te conozco, así que deja de soñar con algo que no fue, no es y no será nunca, si acaso recuerdas algo que paso, seguramente solo sucedió en tus sueños, por favor no me comprometas…
Después de recibir semejante contestación, al moreno no le quedo de otra más que resignarse por el momento, sabía que no estaba en condiciones de ponerse a buscarlo además…leyó entre líneas que si volvía a escribirle solo lo pondría en peligro, porque… ¿eso es lo que decía entre líneas…verdad? Tenía que creerlo…porque esa creencia era una esperanza para poder seguir con todo hacia delante…
Aún después de esa carta se sentaba afuera de la tienda a hacer las rondas y no podía dejar de pensar en él, y cada día se hacía más cruel su soledad.
Nunca pensé que llegarías tan alto… ocupas todo mi corazón
Nunca pensé que joderías mi cerebro… no puedo pensar en otra cosa
Nunca pensé que todo esto podría expirar… aún así no puedo resignarme…
Nunca pensé que romperías la cadena… por favor…no me alejes de ti.
Aun así seguía pensando en los peligros que correría por él, por sus amigos, suspiro y dejo correr unas lágrimas, ¿porque todo tenía que ser tan difícil? ¿Por qué tuvieron que escogerlo a él para dicha misión? El solo quería ser normal, era un niño y se sentía un viejo, y aún más importante… ¿porque tenía que ser él quien tuviera que salvar al mundo mágico? Lo peor de todo es que sentía que ya no podía dar pasos hacía atrás, ya no podía decir que no a nada de lo que estaba pasando…ahora, tenía que acabar con todo…o todo acabaría con él…
Yo y tu nene…
Todavía hacemos que corra el dolor
Así que antes de que acabe mi día,
Recuerda…
Mi dulce príncipe…tú eres el único
Mi dulce príncipe…tú eres el único
Tu eres el único…tu eres el único…
Tu eres el único…tu eres el único…
Tu eres el único…tu eres el único…
Tu eres el único…tu eres el único…
No podía dejar de repetirse esa frase, sentía que se estaba volviendo loco, esa frase taladraba su cerebro una y otra vez, sentía que se volvería loco para cuando acabara todo eso, pues no tenía ni la más mínima idea de cuando sucedería tal cosa…
Solo necesitaba una señal, solo una y lucharía hasta el final…
No tuvo que esperar mucho, pues después de haber visitado al señor Lovegood, unos carroñeros los atraparon y los llevaron a la Mansión Malfoy, por suerte Ron ya había regresado arrepentido por haber dudado de ellos, entre todo su miedo al momento de ver su rostro, una luz de esperanza inundo su adolorido corazón, dicha esperanza llego hasta su alma al comprobar que el rubio a costa de su propia vida lo estaba protegiendo cuando su tía Bellatrix y Lucius su padre le preguntaron al encararlo con los tres prisioneros, si acaso los reconocía para poder entregarlos al señor Tenebroso.
No pudo evitar sonreír de felicidad cuando este negó reconocerlos, pues Harry tenia un hechizo en el rostro que Hermione le aplico segundos antes de ser capturado, y aunque el moreno ya sabía que Voldemort iba de regreso pues ya estaba enterado que los habían agarrado, pues el mismo les había tendido la trampa con la lechuza, cruzo una mirada con el rubio menor y descubrió la señal que tanto ansiaba, una mirada llena de amor, de ilusión, de esperanza…una mirada que no paso desapercibida a los ojos de Narcissa, esta conocía tan bien a su hijo que descubrir sus sentimientos no fue difícil para ella, lo amaba tanto que su corazón comenzó a sangrar en ese momento, pues esa era un arma de doble filo, ese sentimiento era un péndulo sobre la cabeza de su hijo…ella tampoco dijo nada aunque con esa mirada sabia que efectivamente ese chico con el rostro desfigurado definitivamente sí era Potter.
Después de recibir esa señal, el moreno y sus amigo comenzaron a luchar por salir de ese lugar, pelearon con todo y con ayuda de Dobby lograron escapar pero antes de salir, Harry corrió a quitarle las varitas de la mano a Draco y en su pequeña lucha alcanzo a susurrarle al oído…
- Mi dulce príncipe… - le sonrió y le guiño un ojo - regresare por ti…
No necesitaron de más…esas tres palabras les devolvieron la vida y las esperanzas a los dos chicos, Harry sabía que esa era su señal para seguir adelante y terminar con esa estúpida guerra y salvar de las garras del cara de serpiente al motor de su vida, y el rubio supo con esa mirada y esas tres palabras que el moreno lucharía por el hasta el final, se fue a su habitación repitiendo esa tres palabras una y otra vez en su mente, en su corazón, y su alma iba rebosante de felicidad a pesar de su encierro, sabía que el señor Tenebroso llegaría y los castigaría pero ya no le importaba pues, sabía que a pesar de todo aún tenían una oportunidad, no solo de salir con vida, sino de amar y eso le devolvió la sonrisa a su rostro…
- Mi dulce príncipe… - y repitiendo esas tres palabras se quedo dormido a esperar lo que viniera más adelante sin importar que…sabia que había alguien luchando por él, aparte de su madre…alguien que en verdad lo amaba…solo por ser él…
Mientras tanto el moreno de ojos tan verdes como unas esmeraldas había recibido lo que tanto había ansiado para poder seguir adelante y dentro de su mente y su corazón repetía esas mismas tres palabras…
- Mi dulce príncipe… - sabía que aún le faltaba mucho camino por recorrer pero eso ya no importaba, lo haría con determinación y esperanza…pues el mismo acababa de escribir las líneas más importantes de su destino…el mismo había incluido su razón de vida…
FIN