Capítulo 3
Sin rastro
Su mesa estaba, como siempre solía estar, llena de delicias; postres, platillos y guisados que le harían agua la boca a cualquiera pero que no lograban que Chase Young, Señor Dragón y Príncipe del Heylin quitara su atención de los anteojos con espirales que descansaban en su mano, los mismos que Jack Spicer solía utilizar y que el había recogido luego de ganar su duelo contra Hannibal Bean.
Siendo honestos, jamás imagino que el chico gótico hubiera sido capaz de hacer lo que hizo. Al principio, cuando lo vio frente a él y con la cara de sorpresa supuso que el muchacho había resbalado o tropezado como era su costumbre sin embargo cuando Spicer lo miro fijamente y le declaró su amor -a pesar de tener un tentáculo de Bean atravesándolo- se vio obligado a reconocer que el pelirrojo lo había hecho a plena consciencia para evitar que saliera herido en la batalla.
Al principio se enfado con él ¡Como si Chase Young pudiera ser derrotado por una legumbre como Hannibal! Pero al regresar a la pelea notó que ese día si tenía problemas para pelear, y cuando Wuya se alejo de la lucha para observar a los chicos le dio un respiro que lo ayudo a ganar el duelo por la Caja de Pandora. Cuando se dio cuenta de lo que pasaba vio como una ambulancia se llevaba a Jack dejando atrás una verdadera piscina de sangre... Wuya y Hannibal desaparecieron después y él se quedo ahí, observando el charco de sangre que el muchacho había perdido. Fue entonces cuando notó los anteojos abandonados en el suelo y los recogió.
El acto de Jack había logrado llamar su atención, tal vez el muchacho no fuera un cobarde como siempre creyó y solo necesitara un poco de entrenamiento... Por eso había guardado los anteojos, pensaba devolvérselos cuando Spicer regresara a los duelos por los Shen Gong Wu -porque estaba seguro que regresaría, si algo tenía el pelirrojo eran ganas de que trapearan el piso con él en cada oportunidad posible- y entonces lo llevaría a su ciudadela para torturarlo/entrenarlo. Al notar la aparición del siguiente objeto místico había aparecido en el lugar seguro de que el auto proclamado Joven Genio del Mal ya estaría recuperado y se llevo la segunda gran sorpresa que el pelirrojo había dado: Ya no quería nada con él.
Su dragón rugió en furia ¡Apenas se dignaba a fijar su atención en el pequeño gusano y ahora éste tenía la idiotez de rechazarlo! Era cierto que no le había propuesto nada, y que tal vez no fue muy atento con él luego de que cayó al suelo y comenzó a desangrarse pero no entendía semejante estupidez en alguien que se llamaba a si mismo genio ¡¿Rechazarlo a él? ¡A Chase Young! ¡Cómo si alguien se hubiera atrevido a hacerlo antes! Y mucho menos un muchachito enclenque y débil que meses atrás le confeso su amor... Había ido directo a su laboratorio días después solo para que la abuela del chico le confirmara que se había ido a Nueva York con sus padres y que Jonathan no tenía pensado regresar a China y mucho menos dejar que su pequeño Jackie pusiera pie en el país de nuevo.
Había estado a punto de destrozar el laboratorio y a la abuela Spicer con junto con el pero Robo Jack –o RJ como se presento-, un robot idéntico al pelirrojo, le informo que su amo recién había autorizado el uso de la fuerza letal para proteger su hogar y apenas salió ileso de la Mansión Spicer ¿Recién lo había autorizado? ¿Acaso les había prohibido a sus robots lastimar seriamente a sus enemigos? ¿Es que el chico era un demente? Todo eso no hizo más que aumentar su enojo y curiosidad sobre Jack Spicer, quería saber de lo que podía ser capaz pero también estaba furioso con él por atreverse a rechazarlo... Lo que lo hacía volver a su plan inicial de torturarlo/entrenarlo.
Pero había un enorme problema con su plan; hacía más de dos años que no tenía noticias del chico y la abuela Spicer, que confeso haber sido la que le inculco el gusto por la maldad a su nieto y le contaba historias para dormir sobre los sangrientos logros del gran Chase Young, era una verdadera tumba en cuanto a la localización de Jack. Solo una vez le dijo que Jack apenas y le enviaba un saludo al mes y últimamente podía pasar hasta seis meses sin noticias suyas.
Cada vez que intentaba encontrarlo usando la magia o los Shen Gong Wus aparecía una especie de barrera que le impedía localizarlo o verlo siquiera. Le preocupaba que Spicer se involucrara de nuevo con seres mágicos y más aún que ya no estuviera para adorar el suelo que pisaba. Además, su dragón ya lo reconocía como su propiedad... El hecho de que el pelirrojo se ofreciera a su servicio tantas veces y que le declarara su amor fue suficiente para el dragón que exigía tenerlo a su lado, al menos para que lo alabara ni se diga sobre poseerlo.
Y no era solo eso, el equilibrio en el Heylin se estaba tambaleando después de su partida y la del mimo que, luego de unos meses también dejo de presentarse en las batallas por los Shen Gong Wus. Incluso Katnappe se había alejado, al parecer había encontrado mejores cosas que hacer "Igual que Jack" Los únicos que quedaban era el ruso, el ninja con problemas de peso y el cíclope que era demasiado estúpido como para actuar por su cuenta...
-¿Acaso solo Hannibal y yo somos los únicos a los que Spicer no recluto? –el muchacho podía ser un verdadero dolor de cabeza pero también podía ser una pieza útil de vez en cuando, y fue un soplo de esperanza para el Heylin mientras Wuya se recuperaba y él mismo regresaba de sus vacaciones- ¿En qué estas metido esta vez Jack? –se pregunto cuando el Ojo de Águila se desactivo al no poder encontrar lo que buscaba-
...
En el templo Xiaolin los monjes estaban disfrutando de un merecido tiempo libre después de haber terminado con sus entrenamientos y deberes en el templo. Kimiko estaba sentada bajo un árbol gozando de la fresca sombra mientras presionaba su PDA como poseída.
-Kimiko ¿Aún no hay noticias de Jack Spicer? –la dragón del fuego apartó la vista de su aparato y miro al pequeño monje que estaba frente a ella.
-Omi sabes que es difícil que Jack conteste mis mensajes. Ya son tres años desde que se fue y solo me ha contestado dos e-mails. Y uno de ellos fue de dos líneas
-¿Y de sus padres? –le pregunto el pequeño amarillo con una mirada tan triste que Kimiko deseo poder inventar una historia de la nada solo para verlo feliz.
-Lo mismo. Me sorprende que tengan línea de teléfono y celulares si nunca entran las llamadas.
-Tal vez... Deberíamos... –Omi cambiaba el peso de un pie a otro luciendo muy incomodo, la chica se preparo para una sorpresa- ¿Pedir ayuda a Chase Young para encontrar a Jack Spicer? –Kimiko lo miro fijamente. Ya antes habían trabajado con Chase y aunque no era fanática suya reconocía que Young era un gran guerrero y un buen mago... Y también tenía Shen Gong Wus que podrían ayudarlos a encontrar al chico pelirrojo lo que era una prioridad para el dragón del agua. Hacía tiempo que Kimiko había notado que la atención de Omi estaba centrada en su antiguo enemigo gótico, como chica que era sus instintos le gritaban que su amigo estaba enamorado de Spicer. Lo peor era que Omi no lo sabía y ella no podía explicárselo sin tener que revelarle cosas que eran del tipo incomodas.
-Hay que convencer a Rai pero cuenta conmigo.
A Omi le costaron seis meses de suplicas, miradas tristes y unas cuantas labores convencer al brasileño de pedirle ayuda a Chase, pero Raimundo acepto finalmente y el señor dragón los recibió en su ciudadela.
-¿A qué debo el honor de esta inesperada visita? –Chase estaba rodeado de sus guerreros felinos y los veía con una mezcla se superioridad y burla. Raimundo odiaba esa expresión, razón principal que lo alejaba de Young, además de que ya los había engañado antes y tratado de arrastar a Omi al lado Heylin.
Omi se adelanto y se planto frente a Chase, uniendo sus manos hizo una reverencia respetuosa antes de contestar la pregunta.
-Chase Young necesitamos tu ayuda para localizar a Jack Spicer.
-¿Spicer, eh? No sé nada sobre él... –la expresión de sorpresa del monje amarillo fue hilarante-
-P-pero... ¿No te importa donde pueda estar? Después de lo que hizo por ti tú... Podría estar en peligro, o secuestrado o... –Chase rompió las nubes de imaginación que provoco el pequeño antes de que se tornaran mas graves, suficiente tenía ya con su propia paranoia como para agregarle la de Omi también.
-He intentado localizarlo antes pero no tengo idea de su paradero, es casi como si hubiera desaparecido lo que es sospechoso ya que la última vez detecte una barrera que me impidió encontrarlo... –la música del celular del Kimiko empezó a sonar y todos la miraron molestos, sobre todo Chase a quien interrumpió. La chica se hizo diminuta de la vergüenza e iba a rechazar la llamada pero al ver el nombre en la pantalla contesto de inmediato.
-Hola señora Spicer ¡Que gusto saludarla!
-¡Es la mamá de Jack Spicer! Kimiko, dame el aparato para escucharla yo también –Omi se lanzo sobre la chica para quitarle el celular y comenzó a arañarla desesperado-
-Mejor pon el altavoz –sugirió Clay quitando a Omi de la espalda de Kimiko-
-Hola chicos, Hola Kimiko, lamento no haber podido contestar antes pero recién recibí tu mensaje. Creo que hay un problema con esta cosa, le pediré a Jack que lo revise... Pero bueno, tu mensaje me sorprendió realmente creí que Jackie te lo había dicho...
-No hemos hablado con Jack desde que se fue y solo nos ha enviado dos e-mails, demasiado cortos –el dragón interno de Chase rugió, el gusano se había comunicado con los monjes pero no permitía que él lo localizara... Lo haría pagar en cuanto lo encontrara...
-No me sorprende –contesto la voz de la señora Spicer con alegría- El pobrecillo vive tan ocupado que tenemos suerte de verlo dos veces al año
-¿Al año? ¿Ustedes tampoco lo ven?
-No mucho ¿No te lo dije? Hace casi cuatro años que Jackie no vive con nosotros. Fue un mes después de que llegamos a Nueva York, Jackie termino dos de sus carreras ¿Qué eran? ¿Electrónica y mecánica? ¿O era robótica? ¿Ingeniería? No estoy segura, son tantas... me estoy desviando disculpa. Jackie empezó a trabajar para una empresa y desde entonces vive solo y por su cuenta, por eso no me extraña que no los haya contactado ¡Ni siquiera tiene tiempo para su padre y para mí! Pero si le dejas un mensaje en su teléfono te contestara tarde o temprano estoy segura, es lo único que me funciona para comunicarme con él –de pronto la voz del señor Spicer se escucho de fondo aunque ninguno alcanzo a entender lo que decía- Lo siento tengo que colgar pero fue un placer saludarlos ¡Adiós chicos!
-Parece que el vaquero comenzó a arrear sus propias reses...
-¿Reses? ¿Jack Spicer ahora cría reses? –pregunto Omi confundido imaginando a Jack con un traje de vaquero idéntico al de Clay, Rai trato de explicarle la expresión.
-Eso contesta las preguntas de todos –Chase los despidió de su hogar y Omi le agradeció a pesar de que no los había ayudado en nada.
Se sentó en su trono de nuevo y se ensimismo; Jack había estado por su cuenta los últimos años. Toda una sorpresa tomando en cuenta que lo criaron como a un hijo de mami. Una parte de él estaba ligeramente orgullosa, la parte del dragón exigía su regreso para que besara el suelo por donde caminaba de nuevo y posteriormente hacerlo suyo.