El paso de la primavera
Mi nombre… es Naruto Uzumaki, yo no sé que es esta cosa llamada “amor”…. Simplemente pensar que alguien hace arder tu pecho… es algo que realmente nunca he experimentado.
Recuerdo estar entre los brazos de mi profesor aquel día, entre jadeos mis labios y mi voz entrecortada decían ‘sensei’, mi espalda chocaba contra una de las paredes del salón de clases de dibujo, realmente nunca me preocupe por eso, entre jadeos, entre embestidas, me olvidaba de mi dolor, me olvidaba de que estaba solo.
-lo siento Naruto, no tenía la intención de hacer esto…- pronunció mi profesor de arte en cuanto me estuve vistiendo, lo mire vacíamente, como siempre miraba a todos desde que mis padres habían muerto, cuando mamá murió sufrimos mucho, pero tiempo después papá volvió a casarse, mi hermana a parte de estudiar comenzó a trabajar y al tiempo, papá también murió dejándonos casi solos.
-por favor no se preocupe sensei- respondí cerrando los ojos compasivamente, -pero la próxima vez, realmente pinteme- dije agarrando mis cosas y caminando hacia la puerta para salir del lugar, y pensé, cuantas veces he dicho eso antes?, muchas, demasiadas, tantas veces que había perdido la cuenta y al fin y al cabo mis sesiones de ‘pintura’ siempre acababan con sexo en el piso o en algún escritorio. Ese día volví a casa, mi hermana observaba el teléfono celular mientras que sonreía tontamente, “es muy evidente” le oí decir y yo entre cerrando la puerta y ella ni cuanta se dio que estaba en el mismo lugar que ella hasta que le hablé, -qué es muy evidente?- pregunté y le provoqué un susto repentino.
-Naru-chan bienvenido- dijo mi hermana tratando de recuperarse del susto.
-creí que habías dicho que esta noche saldrías con tus amigos, conseguiste un nuevo novio o algo?- pregunté mientras me dirigía a la cocina a sacar del refrigerador algo de leche.
-eso es cierto!- exclamó mi hermana dando un brinco del sofá para llegar a donde estaba yo, -y eso no es todo!- continuó, -él es super lindo y soñador e incluso es un estudiante de medicina! Y esta viviendo en la misma ciudad y todo!!, esto tiene que ser el destino o algo asi!- me gritó ilusionada y emocionada.
-he!? Estudiante de medicina?- dije con grandes ojos mientras me servía mi vaso con leche y la escuchaba, -si te casas con él incluso podría heredar la consulta médica de la familia- dije sonriéndole mientras ella se quedaba pensando en la palabra ‘casarse’, supongo que en ese momento ella realmente no lo había pensado.
-Naruto-chan- dijo mi madrastra durante la cena llamando mi atención, -habías dicho que te unirías al club de arte, que paso con eso?- preguntó sonriéndome mientras servía la cena.
-bien.. todavía lo estoy pensando- dije seriamente bajando la mirada para comenzar a comer en silencio.
-mi hermana debe estar llorando en el cielo huh!?- dijo mi tío la tarde siguiente cuando fui a visitarlo-
-porque?, si tienes una gran casa- le dije mientras me sentaba a su lado, tratando de hacerlo del lado donde el humo de su cigarrillo no me alcanzase.
-lo digo por ti, ella debe estar mirándote desde las nubes- dijo bajamente mientras que alzaba la cabeza hacia arriba y miraba el cielo dejando escapar una bocanada de humo, -porque quiere saber que esta haciendo su mocoso de quince años, eres un estudiante modelo que no tiene problemas en abrir sus piernas para un profesor en su escuela…- dijo suspirando, -problamente a de estar llorando mares porque no recuerda haberte criado asi- mi ceño se frunció un poco, el recuerdo de mi madre era algo que siempre me hacía recordar aquellos viejos tiempos.
-y mi tío, que escribe novelas de sexo de mala calidad- dije bromeando sonando un poco sarcástico.
-pues esas cosas pusieron comida en tu boca, no puedes decir lo mismo acerca de tus hazañas- dijo en defensa mientras reía conmigo, mi tío, era el hermano mayor de mi madre, Jiraiya, vive solo en una casa de un piso en el mismo barrio que mi hermana y yo, desde que tengo memoria, él siempre ha estado ahí para mi y ha sido él el que desde siempre me ha cuidado, se podría suponer que, él es mi refugio.
-algo me hace falta- le dije mientras que se terminaba su cigarrillo, dejaba escapar el humo de su boca y me volteaba a ver, -todos los días pasan tan tranquilamente pero..- continué, - siempre siento como este lugar dentro de mi no está satisfecho- dije señalando la parte donde va el corazón, -es como si estuviera buscando algo para satisfacerlo, cuando estoy teniendo sexo con alguien, me doy cuenta de que duramente no pienso en nada, -bajé la mirada, -no puedo decir que odio sentir el calor de otro cuerpo, pero pienso que una parte de mi realmente tiene sed de eso… supongo que allí afuera hay algo que quiero- finalicé mientras que miraba al cielo de la misma forma en que mi tío segundos antes lo había hecho, mi tío ahora sonreía.
-oh! Eso podría ser amor, el amor es genial, hace que todos los días sean color de rosa- pronunció devolviendo la mirada a la pequeña fuente de bambúes que tenía en su patio trasero.
-amor he..- pronuncie bajamente.
-quieres ir a la playa conmigo e intentar atrapar algo de amor?- pronunció con esa mirada pervertida que lo caracterizaba.
-no me interesan las chicas que quieren ser atrapadas- dije secamente y mi tío alargó su cara, como si le hubiera matado la diversión.
-a propósito, Moe-chan está bien?- preguntó y yo alcé mi cara preguntándome porqué de pronto preguntaba por mi hermana.
-super bien- contesté, -ella canta a diario las alabanzas de la vida universitaria- dije sonriendo, -algo debe de haber pasado en una de sus fiestas, al parecer se consiguió un gran novio.
-oh! Bueno, Moe-chan es encantadora ¬3¬ y no hace las cosas que tu haces… ella es alegre e inocente… ¬3¬ y no como tú…. Como es su novio?- dijo mientras yo lo miraba con cara de, ‘me lo estas echando en cara hasta ahora?’.
-no lo he visto, pero ella dice que es muy lindo y soñador y estudiante de medicina- dije recordando las palabras de mi hermana del día anterior, -dijo que hoy iba a ir al cine con él, supongo que ha de haber estado esperando este día con ansias- dije mientras que mi celular comenzaba a sonar y a vibrar, al verlo decía ‘Moe llamada entrante’
-Naru-chan!!!- escuché a mi hermana gritar mientras que… lloraba? O intentaba llorar, su voz se escuchaba rara, -creo que no voy a terminar!!- la oí decir tan alto que tuve que despegarme el teléfono unos centímetros, -aún no termino mi tarea! Y todo es para mañana!-
-pero hoy tienes una cita no es asi?, porque esperaste hasta hoy para hacer tu tarea?- pregunté desconcertado mientras que mi tío paraba la oreja para escuchar la conversación.
-bueno, tenía pensado hacerla en poco tiempo pero no la terminaré nunca!- volvió a gritarme, -quiero ir a la cita pero, en ese tiempo debería trabajar en mi tarea! Y no puedo contactarme con Sasuke-kun!- “así que su nombre es Sasuke” pensé.
-bueno, en donde y a que hora te quedaste de ver con él?- dije resignado, tendría que hacer de su portavoz una vez más.
-en frente de la estación a las 10 en punto!!- me gritó mientras que volteaba a ver el reloj de pared, eran las 12:56 y fruncí el ceño, mientras que Jiraiya comenzaba a comer, demonios, tenía hambre y tenía que correr hacia la estación, la comida debía esperar, -gomen tío, tengo que ir y dar un mensaje de Moe, te vere después- dije mientras que salía corriendo de la casa con la mirada atónita y sorprendida de mi tío siguiéndome, el calor era insoportable además de que no contaba con que él estuviera todavía en el lugar, no después de hacer más de una hora de la hora del encuentro, aun así seguí corriendo, casi al llegar comencé a sentirme mal, me recargué en las paredes del edificio para seguir caminando pero, mi visión comenzaba a tornarse oscura, cerré los ojos y recordé a Moe, recordé la ves que la vi llorar por un chico, la cabeza me daba vueltas y el calor seguía siendo insoportable, pero debía llegar y dar el mensaje, no quería ver la cara de mi hermana así de nuevo, no quería volver a verla sufrir. Al dar el siguiente paso sentí que caía, pero unos brazos me sostuvieron, “-oye!”- escuché que me dijeron y abrí los ojos.
-estas bien?- preguntó el chico que me sostenía, quien era?, no lo sabía, pero parecía lindo y soñador, “Sasuke?”, pronuncié bajamente antes de cerrar mis ojos y desmayarme.
Lo siguiente que supe al despertar fue que me encontraba en una banca y el chico lindo de cabellos azabaches y ojos color negro estaba a mi lado empapándome la frente con un trapo húmedo.
-si no te sientes mal, tómate esta bebida energética- dijo mientras me daba una botella de un liquido color azul muy frío.
-eres Sasuke-kun?- pregunté apenas pude abrir bien mis ojos.
-eres psíquico?- preguntó abriendo los ojos impresionado mientras retrocedía unos pasos.
-no! Soy el hermano menor de Moe-
-ha! Tú eres Naru?, no te pareces a ella!- dijo mientras que me miraba.
-mi hermana ni pudo venir, así que, vine a avisarte- dije lentamente
-ella no vendrá!!- exclamó mientras fruncía un poco el ceño, pero después me miró de nuevo y relajó sus facciones,
-realmente lo siento, debe haber sido un problema haber esperado tres horas pero…- comencé a decirle
-tres horas?- eclamó, -no he esperado tanto tiempo!... solamente he esperado una hora o…- dijo viendo su reloj dándose cuenta que ahora eran la 1:45 pm y su rostro reflejó sorpresa, -de alguna manera ha pasado tres horas… estaba perdido soñando despierto que ni me di cuenta…- dijo por lo bajo mientras que guardaba en su bolsillo un libro pequeño, pero alcancé a ver el autor, Ero-sennin, y sonreí.
-así que te gusta ese tipo de lecturas he?- dije sonriendo y bromeando, -mi hermana no acabó su tarea, maneja muy mal el tiempo.. asi que.. ella cree que debido a eso la dejaras, es muy.. complicada- el me sonrió y se sonrojo un poco cuando le dije lo del libro, por eso cambié de tema, -pero.. no le digas que te lo dije-
-no le dire!- dijo sonriendo, -así que tu no le digas que leo novelas de sexo baratas de acuerdo?- dijo y comenzamos a reir, -valla susto que me diste, nunca considere que alguien se desmallara en mis brazos-
-bueno.. el calor es insoportable y no he almorzado- dije mientras exprimía el pañuelo con el que Sasuke me había empapado la cabeza, -esta bien si regresas a casa Sasuke kun, yo voy a descansar otro poco así que…te regreso tu pañuelo- pronuncié mientras dejaba el pañuelo a su lado de la banca y yo subía los pies para esconder mi cara entre mis rodillas, pero una sacudida hizo que alzara el rostro, el brazo de Sasuke me rodeaba y me acercaba a él y mi corazón de forma extraña comenzó a palpitar.
-puedes apoyarte en mi, es un poco más confortable de esta manera, no puedo irme a casa y dejarte a ti en este estado- pronunció Sasuke mientras que su brazo me rodeaba, la sensación era agradable y mientras comenzaba a sentirme mejor, me acomodé en su hombro para descansar.
-Tadaima- pronuncié entrando a la casa dándole paso a mi acompañante.
-que.. que estas haciendo aquí??!!- gritó mi hermana sin verme dirigiéndose a Sasuke.
-me sentí un poco enfermo y él me acompaño a casa y como recorrió todo el camino pensé que querías verlo aunque fuera un momento- dije mientras me inclinaba un poco, mi hermana con cara de asustada seguía viendo a Sasuke.
-Moe, escuché sobre tu circunstancia por Naruto kun y realmente no estoy enojado, cuando hayas terminado tu tarea me mandas un mensaje de acuerdo?- pronunció cortésmente Sasuke mientras mi hermana corría a sus brazos y yo, bajando la mirada me daba la vuelta para subir las escaleras.
Su mano golpeaba tiernamente su cabeza mientras mi hermana una vez más pedía disculpas, podía verlos en el patio a través de mi ventana, yo, observaba aun sosteniendo entre mis manos el pañuelo con el que Sasuke había humedecido mi frente, su aroma aun perduraba en el, él le sonreía, viéndolo, pareciera que se llevan muy bien… y me dolía respirar, mi celular sonó nuevamente y lo contesté.
-Tío Jiraiya… si… estamos bien, las cosas están bajo control- le dije mientras me preguntaba aun más cosas, “como es él??”, me preguntó, -es genial, parece una persona maravillosa- conteste mientras sonreía y llevaba a mi nariz nuevamente el pañuelo.
Suspiré con resignación mientras me aventaba a mi cama.
Simplemente pensar que alguien hacer arder tu pecho es algo que nunca he experimentado. Pero ese día ciertamente, dentro de mi pecho unas brasas empezaron a arder. Ese día los límites que rodeaban mi mundo empezaron a cambiar, no pude ver todo color de rosa, pero en mis ojos, todo parecía brillar.