Capitulo 1: ‘’el encuentro’’
El otoño estaba muy presente en el ambiente. Cho Kyuhyun, el famoso escritor coreano se encontraba tomando su café de la tarde. Su historia, una más de la tanta que se encontraban entre los chismes de la alta sociedad del siglo XIX. Poco le importaba que digieran las personas ajenas a el. Pero no le gustaba ver sufrir a su madre a causa de las habladurías de la gente, así que para evitar eso se caso.
A pesar de estar casado continuo frecuentando a sus amantes, que no eran más que hombres, a los que muchas veces les había hecho daño.
Entre ellos su gran amor, cuyo nombre solo lo sabia el y lo guardaba en recelo para si mismo. Como era su costumbre se encontraba leyendo una de las tantas obras de Oscar Wilde cuya historia era muy parecida a la de el, en pocas palabras su ejemplo a seguir y su mayor inspiración
-señor Cho el señor, el señor Park desea verlo, esta en la puerta esperando-anuncio el mayordomo
-hágalo pasar-ordeno, después de unos segundos entro un joven de aproximadamente 33 años de edad, tez blanca, estatura promedio con apariencia seria
-hey Kyu como haz estado-saludo Leeteuk el mejor amigo de escritor
-muy bien.. ¿Que tal tu hyung?- dejo a un lado el libro que se encontraba entre sus manos
-pues también de maravilla-sonrió-el motivo de mi visita es para llevarte a una fiesta en tu honor- se sentó en el amplio sillón que se encontraba situado a la derecha del escritor
-¿una fiesta en honor?-pregunto curioso-¿Quién la organiza?
-nada mas y nada menos que el poderoso conde Lee, al parecer te admira
-¿Qué pasa si no voy?
-esa es tu decisión-se levanto- si te interesa estarán muchachitos de esos que están dispuestos ha complacer tus caprichos de una noche
-sin duda sabes como convencerme- sonrió y se levanto- bien aprovechando que mi ``querida esposa´´ no se encuentra iré contigo
-entonces ve ha arreglarte de inmediato
Minutos después ya se encontraban en un coche rumbo al salón central de la hermosa ciudad de Seúl
-buenas tardes-saludo el alcalde-es un gusto que estén aquí caballeros
-buenas tardes-saludo Kyuhyun-lo mismo digo
Minutos después la fiesta que se había organizado ’’en su honor’’, se había convertido en una fiesta en la cual los invitados hablaban entre si acerca de su vida y para rematar su mejor amigo se había ido a ejercer su conquista de la noche. Entonces se dio cuenta que era hora de tomar un trago y comenzar con su típica conquista.
Camino decidido hacia donde se encontraban los licores en su cabeza solo tenia la idea de ir de conquista, en medio de su concentración tropezó con alguien he izo que esa persona derramara su licor
-lo siento no fue mi intención-se disculpo el escritor, perdiendo totalmente su concentración
-no se preocupe no me fije iba distraído- comenzó a sacudir unas gotas
-no enserio yo insisto que tuve la culpa…-cuando alzo la mirada vio al ser mas hermoso que jamás había visto, su belleza para el indescriptible ni en sus mejores cuentos había imaginado tal cosa- disculpa cual es tu nombre hermosa criatura-dicho esto el otro se sonrojo
-Lee Sungmin-susurro avergonzado- y tu eres Cho Kyuhyun mi escritor favorito- se sonrojo más
-que te parece hermosa criatura si hablamos en el patio aquí se vive un ambiente muy pesado-propuso
-me parece bien- ambos caminaron por el jardín durante mucho tiempo conversando acerca de arte en general , cosa que ambos tenían en común en realidad eran perfectos el uno para el otro como si el destino hubiese preparado ese encuentro para juntarlos ..para juntar almas gemelas.-perdone mi atrevimiento señor Cho
-Kyu por favor solo llámame Kyu-pidió
-bien Kyu ¿tu no eres casado?- el otro estallo en carcajadas-era una pregunta seria-hizo un adorable puchero
-si tienes razón mi hermosa criatura…pero mi matrimonio no es mas que una farsa que invente para mantener alejados los chismes de mi-suspiro-solo era para complacer a mi madre y que no sufra
-es una pena-miro al cielo
-si…la verdad pero nunca asumí el matrimonio ando por la vida como soltero y no me importa-sonrió
-lamento interrumpir su charla pero tenemos que irnos Kyu-Leeteuk anuncio
-bien mi adorable Sungmin espero poderlo ver de nuevo-le estiro la mano para despedirse y Sungmin solo le correspondió- hasta luego
-hasta luego Kyu-sonrió forzadamente puesto que no quería que se fuera de su lado inexplicablemente
Y así termino para ellos la fiesta en la que el famoso escritor Kyuhyun encontró de nuevo el amor y esta vez fue a primera vista.
Un silencio incomodo se presento de regreso a la morada de Kyu
-quien es el jovencito agradable con el que estaba hablando-pregunto Kyu rompiendo el silencio
-es Lee Sungmin, único hijo del poderoso conde Lee el dueño de la fiesta ,su orientación ha sido objeto de chismes pero no con tanta intensidad como los tuyos..es un muchacho muy agradable. Tiene muchos amigos y por lo visto el es orgullo de sus padres los condes Lee, nunca los defraudo, es mas siempre fue el primero en todo, su belleza impacta a mas de una persona y por lo visto a ti también mi querido amigo. Una cosa no es de esas persona de una noche al contrario es de aquellos que tienen relaciones duraderas y estables, tiene muchos admiradores pero todos son rechazados tanto hombres como mujeres..si te metes con el su padre te hará pagar ,ten mucho cuidado-concluyo
-no te preocupes no pienso en el como algo de una noche-le sonrió con los ojos brillosos- no lo quiero para satisfacer mis placeres, eso lo tengo por seguro, el de alguna forma toco mi corazón
-eso espero mi querido amigo no quiero verte sufrir-le sonrio
-hemos llegado-anuncio el chofer
-bien hyung muchas gracias por llevarme esta noche a esa fiesta, hasta mañana
-hasta mañana Kyu cuídate
-lo hare adiós hyung-se despidió. Permaneció el la entrada de la mansión hasta que perdió de vista le coche
Entro a la casa con cautela para no ser escuchado por los criados, se dirigió directo a su habitación donde se acostó a dormir suspirando por ultima vez aquel nombre del chico que le robo el corazón-Sungmin~
Tu y yo
Sea donde estés,
O donde yo me encuentre,
Piensa mucho en mí,
Que yo pensare mucho en ti,
Nuestro amor
Se escribirá en
Ciento de páginas.
Pero jamás llegaran
A mostrar lo mucho
Que un día fuimos