Hoy es el aniversario de la batalla contra Majin Buu.
En su llegada, la paz cubrió el mundo en una reconfortante sensación de normalidad y, desde entonces, la vida a florecido de nuevo, burbujeante y brillante. Las personas prosperan en sus actividades cotidianas con un optimismo que nace de la promesa de un futuro lleno de esperanza y prosperidad.
Yo, por el contrario, he estado viviendo en estado de agitación constantemente durante los últimos dos meses, cuando mi relación con Vegeta comenzó. Desde entonces, has sido una carrera sin fin a través del camino de la serpiente, con estancias de lujo en el cielo y bajadas al infierno desalentadoras.
Lo que pude nunca haber imaginado, ni siquiera en mis sueños mas delirantes, mi existencia se tome como un curso inesperado.
Nadie sabe de nosotros, mi príncipe y yo. Quiere mantener nuestro romance no contaminado por el tiempo que sea posible, un secreto protegido donde nadie, ni nada puede contaminarlo o pervertirlo.
Es tan difícil, cuando todo lo que quiero hacer es correr a sus brazos, gritando a mi desenfrenada para que el mundo me escuche.
Envidio a las parejas que veo en el parque cogidos de la mano o sentados en un banco susurrándose cosas dulces y besándose. Me gustaría que pudiéramos hacer todas esas cosas tontas. Cosas que sé que nunca que nunca haría. Sin embargo, me gustaría soñar.
Yo no quiero seguir mintiendo y engañando a mis hijos y ni a mi esposa.
Entiendo, sin embargo, todos sus escrúpulos y reservas, su temor de que mis amigos a tratar de mantenernos separados si lo superan. Teniendo en cuenta su trágica historia de pérdidas y desgracias, no es de extrañar que sea tan paranoico, por lo que desconfiar en los demás y sobreprotector de lo que él ama.
Hoy nos hemos visto obligados a asistir a una de esas reuniones con toda la banda, esta vez para celebrar la derrota de Buu. Llegué a la residencia de los Briefs, (tarde como de costumbre), acompañado por mi esposa y mi hijo menor. La mayoría de mis amigos de inmediato gravitado hacia mí como un enjambre de abejas alrededor de su reina, jadeando en estado de shock y bombardeo de mí con una gran cantidad de preguntas y felicitaciones a mi atuendo.
Estoy vestido con un satinado, de color gris acero traje de Valentino que muestra mi figura, se aferra en los lugares perfectos sólo lo suficiente para sugerir sin ser demasiado apretado o reveladora. Y una descolorida camisa azul bordada finamente que complementa mis músculos bastante bien.
Me maravillo de cómo dos piezas simples de tela puede hacer esa diferencia. Yo soy el mismo Goku edad que han conocido durante años y aquí están, sorprendido frente a mí de la misma manera que haría a la vista de una buena comida.
No puedo culpar a ellos, sin embargo. Ninguno de ellos se utiliza para mostrar como de la sofisticada elegancia de este bobo rústico.
Y no me importa en lo más mínimo. Toda mi atención se centra en el último rincón de la sala bulliciosa, donde sé que mi príncipe se queda apoyado contra la pared. Sus ojos me han estado rondando, como bestias feroces hambrientos de carne, desde el momento en que entré. Puedo sentir los fijos en mí, después de todos mis movimientos, cenizas ardientes y áspera pequeñas lenguas que hacen de mi piel de gallina y la espina, lamiendo mis nervios y quemando mis carnes con su gran intensidad.
Hemos estado juntos en una manera más íntima a sólo unas horas y ahora aquí estoy, sintiendo mariposas en el estómago, las manos nerviosamente tirando y girando en mi faldón de la camisa. ¿Va a aprobar mi elección de la vestimenta o va a ser decepcionado? Mi cabeza, carretes con docenas de preguntas triviales, como asimismo me sonrojo y se estremecen como un adolescente tímido, enamorado, emocionado y abrumado bajo su escrutinio.
Afortunadamente, y aunque parezca extraño, mis amigos parecen pensar que mi conducta atípica es una consecuencia de la atención espontáneamente atraído por mi aspecto. Por lo tanto, el juego y llevar la mano a la parte posterior de mi cabeza, inquietud y riendo en voz alta, con nerviosismo.
Pero lejos de sentirse incómodo en su reacción, no puedo evitar la atracción hacia el interior de orgullo y satisfacción, petulante Me deleito en el hecho de que la causa de esta conmoción poco a mi alrededor no es otro que un regalo de mi príncipe. Sí, todo lo que llevo en mí son regalos de amor.
La gente se sorprenderá de lo reflexivo, lo atento y galante amante de Vegeta es en realidad, a pesar de sus asperezas y los modales ásperos. Él tiene todos estos detalles maravillosos, más a menudo que no aparece en nuestra cita con motivos algo caro y delicado.
Supongo que es su forma de expresar todas esas emociones que no se atreve a expresar en voz alta. Las emociones que, sin embargo, que sacar brillo intensamente en su ojos, elocuente y tocar lo suficiente para mi corazón. Sin embargo, el niño muy contento en mi rebota y aplausos, desenvolviendo los regalos con los ojos brillantes y la risa alegre. Estoy seguro de que él se deleita en secreto en tales exhibiciones en mi nombre, a pesar de sus tibias quejas y comentarios sarcásticos acerca de mis payasadas absurdas y tontas.
Supongo que es su forma de expresar todas esas emociones que no se atreve a expresar en voz alta. Las emociones que, sin embargo, que sacar brillo intensamente en su ojos, elocuente y tocar lo suficiente para mi corazón. Sin embargo, el niño muy contento en mi rebota y aplausos, desenvolviendo los regalos con los ojos brillantes y la risa alegre. Estoy seguro de que él se complace en secreto en tales exhibiciones en mi nombre, a pesar de sus tibias quejas y comentarios sarcásticos acerca de mis payasadas absurdas y tontas.
El primer regalo que me dio, y el más emotivo, con diferencia, era un anillo de matrimonio, una réplica de la de mi matrimonio con Chichi. Sólo que, en el lado interior hay una inscripción - “Vegeta Kakarotto Forever”- tallado en nuestro idioma nativo. Lo llevo con orgullo, este símbolo de nuestro amor que todo el mundo piensa que para ser testimonio de mi lealtad a Chichi.
Soy consciente de la injusticia de este acto de infidelidad, mi familia y amigos sería totalmente sorprendido, indignado y decepcionado con rectitud de su buena Goku-su virtuosa e impecable, santificado héroe-si lo supieran.
Me sentiría vergüenza y el remordimiento, se inundó y se atragantó con la culpa de esta ignominia, pero compartir este secreto con él, esa complicidad pecaminosa me da una extraña emoción que fluye a través de mi esencia misma como la miel resbaladiza, la leche y caramelo, inundando mis sentidos con dulzura exquisita. Casi como sus besos, como la sensación de él dentro de mí.
Ese día, junto con el nacimiento de Gohan, sigue siendo uno de mis recuerdos más preciados.
En mi cabeza, el cielo puede parecer más límpido y el sol puede brillar con más intensidad de lo que realmente hizo. Las nubes hinchadas puede rodar con más gracia que nunca. La brisa se puede sentir como la seda en mi piel. Las hojas crujientes y canto de los pájaros puede murmurar y cantar dulces melodías en tonos de otro mundo con el único propósito de adormecer y el soporte de mi corazón. Todo, todo el mundo parece impregnado con los mejores perfumes, envuelto en esa belleza, esa especie de luminosidad que sólo aquellos que están locamente enamorados pueden percibir. Y para mí es todo cierto, porque eso es lo que se siente en mi corazón.
El amor es ciego, dicen, pero que te enseña cosas que ni siquiera se atrevería a soñar. Un nuevo mundo con nuevos colores y canciones se desarrolla, que abarca todo su ser en constante donde quiera que vaya, su cada movimiento y gesto. Pero sólo cuando está con usted. Más tarde, cuando regrese a las noches de soledad, de la vacuidad fría de la habitación y la sordidez de su cama, dando a su cuerpo en la derrota al tacto áspero de las hojas de impíos, que profana la piel que ha significado solo por sus caricias o golpes , te pierdes en el pensamiento de él, porque todo a su alrededor se vuelve insípida, mediocre y desagradable.
¿Es que tus sentidos se alteran cuando son víctimas de esta fiebre, y la realidad, entonces aparece distorsionada para que coincida con la belleza que de pronto florece en su jardín interior cuando tu estás en su abrazo?
O más bien al contrario, crecen tan bien afinado, tan sensibilizado que puede hacer que fuera más allá que la falta de brillo permanente, empapando todo?
No tengo respuesta a eso, yo sólo soy un hombre sencillo con una mente simple y sólo mi corazón que me guíe por los caminos de la vida. Sólo sé que se ha convertido mi mundo al revés ... en el que estaba destinado a ser.
Ese día después de nuestra primera relación sexual, él apareció con un pequeño paquete y la puso puso delante de mi cara con groserías tales que retrocedí asustado, por instinto a la espera de un golpe. Parecía extraño mortificado, pero no había cierto nerviosismo en su mirada y una solemnidad inusual en su porte y semblante me desconcertó por un instante.
Yo lo miraba con curiosidad, pero ni una palabra salió de sus labios. En su lugar, simplemente me obligó con un aumento de la ceja a desenvolverlo. Mi anillo de boda era el mismo (o al menos eso parecía). Pensé que había perdido el día anterior.
Esta tortuosa, mi príncipe. Yo no tenía dudas al día anterior de que me pidas (por supuesto, nunca se pregunta, o ruega por nada) para llevarlo a cabo. "No voy a tomar, mientras que el uso de una muestra de su compromiso con el otro. Hoy vas a ser mío solo, sin rastro de nadie en su cuerpo y alma",fueron sus palabras exactas que sacudieron mi cimientos, sumiendo a mí en un estado de éxtasis he perdido toda la capacidad para reaccionar o pensar con claridad.
Entonces él me trató con uno de sus besos que soplan la mente y después de eso, todo se volvió borroso. La siguiente cosa que recuerdo es que yo estaba acostado sobre mi espalda envuelto en una sinfonía orgiástica de los sentidos. Ni siquiera puedo recordar cómo me fue despojado de todo lo que llevaba o de qué momento se hurtó el anillo.
Y cuando terminamos, yo estaba en una borrachera de clases con la sobrecarga de estimulación sensorial y emocional, demasiado aturdido y desorientado para recordar siquiera mi nombre, y mucho menos el anillo de infame. Yo sólo podía boquiabierto, incapaz de articular sonidos que no sea evasivas, sus ojos brillantes en la oscuridad eran lo único que me mantiene en contacto con la realidad.
Me tomó todo un cuarto de hora recordar dónde estaba y uno más para recuperar mi ropa, de entender lo que tenía que hacer con ellos y cómo se los puso.
Fue sólo en mi camino de regreso a mi pequeña cabaña en el bosque cuando me di cuenta, horrorizado, mi anillo de matrimonio me faltaba. Yo había sido infiel a mi esposa con otro hombre que pasó a ser mi supuesto archi-rival de todas las personas, y me había regocijado en él.
Por otra parte, yo no estaba arrepentido en lo más mínimo - no me arrepiento, no tiene sentido de culpabilidad en mí. Y no podía ni me identifico ni a asumir que mis acciones podrían herir y ofender a mi esposa ni a nadie en la materia. Simplemente quería podía sentirlo, -mi amor, mi dulce tormento- de la misma manera íntima de nuevo.
No me malinterpreten, yo estaría dispuesto a, y con mucho gusto, dar mi vida por mis hijos y mis amigos en cualquier momento. Pero el amor apasionado es así: egoísta y excluyente. Tiene sus propias prioridades, la plena y exclusiva en torno al amado y olvidar todo lo demás. Es fanático y sectario en su adoración del objeto de su interés, -su único dios- causando estragos crueles alrededor, sin importarle cuántos corazones de los inocentes se hacen añicos, aplastado y pulverizado en su estela.
Mi única preocupación en este momento, extrañamente, fue la desagradable perspectiva de estar en el lado receptor de una de las rabietas de Chichi. Sin embargo, ya era demasiado tarde para buscar la maldita cosa. Además, yo estaba demasiado cansado y ya sólo quería poner a descansar mi cuerpo y espíritu en un colchón suave, entre sábanas limpias. (A: Me estoy cansando de traducir =.= R: No te quejes, que yo te tendré que hacer la tarea A: Queda mucho... lo subiré en varias partes =.=)
Afortunadamente, Chichi, no parecía darse cuenta ya la mañana siguiente, cuando Vegeta me dio el anillo, mi primera reacción fue de soplar en el puro alivio y la viga en él. Sus ojos tenían un brillo muy satisfecho, pero cuando le di las gracias por haberlo encontrado, su actitud cambió radicalmente. Parecía muy enfadado y agravado, y su mirada triste se cernía sobre mí como un presagio negro. Pude sentir un escalofrío correr por mi cuerpo y mi sonrisa marchita y arrugada en mis labios como una hoja de otoño mientras me preguntaba qué había hecho mal esta vez.
Contracciones, que recupera otro, un anillo idéntico, de su bolsillo. ESE fue mi anillo de matrimonio antiguo; él lo dijo entre dientes, pero en ese tono de voz un poco harto de que siempre me inquieta porque me deja la impresión de que está resignado por un hecho que cada vez se decepciona en mi nombre y la búsqueda inútil sentir ira más.
Sin embargo, mi desconcierto superado cualquier otro sentimiento que puede albergar en este momento y, por un lapso muy breve, simplemente parpadeó. [Sí, puede ser bastante denso a veces.]
Y cuando finalmente se reunieron mi ingenio y cogió comprensión de lo que en realidad estaba ofreciendo, simplemente curioseé estúpidamente en él, también estupefacto a reaccionar.
Nunca me había sentido tan avergonzado en toda mi vida. Para ser honesto, esta sensación de derrota era completamente nuevo para mí. Allí estaba yo, en la cúspide de un sueño hecho realidad, se propone que por el amor de mi vida, y sólo pudo balbucear un inaudible "oh".
Y mientras lo hacía, por alguna razón inexplicable, mi mente espaciada y yo sólo podía mirar en éxtasis por la forma en la luz del sol derrama oro trémulo de la obsidiana de sus pestañas y cómo las gotas de sudor brillaban allí como perlas diminutas, como las estrellas atrapadas entre las cuerdas de un firmamento aleteo.
Entonces se ahogó en los agujeros traseros de sus pupilas y, por un momento interminable, un incómodo silencio se extendía entre nosotros como un abismo insuperable. Él nunca había parecido tan lejano, tan inalcanzable.
Su expresión era ilegible, mal. ¿Parecía incómodo ...?
¿Estaba temiendo mi rechazo?
¿Fue que temen que la sombra nuble sus ojos?
Muy poco probable, con la firme confianza en sí mismo de él que no conoce fronteras. Además, él siempre ha sabido que mi corazón sienta.
Pero, ¿entonces qué? ¿Molestias? ¿El desencanto? Sorprenda a mi reacción, o más exactamente por mi falta de ella?
Sospecho que estaba esperando a que su ego de regodearse en una de mis manifestaciones exuberantes, pueriles de entusiasmo y mi comportamiento inusual silencio lo agarró con la guardia baja.
Pero yo estaba petrificado. Mi cuerpo se sentía pesado y un entumecimiento imprudente diseminado dentro dejándome inmóvil y mudo, incapaz de procesar lo que estaba ocurriendo. Me sentía totalmente desconectado de mis emociones, en una especie de estado comatoso de estupor, experimentando un extraño “Dèjá vu”. Como si yo fuera un mero espectador de una escena que ya había vivido en mis sueños.
En mi cabeza, todo lo que corresponde perfectamente como las piezas de un rompecabezas que, sin embargo, una vez completado dieron una imagen vaga y borrosa de una realidad distorsionada, y me dejó la impresión de que lo que había sucedido durante los minutos anteriores sólo era una mezcla de mi febril mente. Y sólo por una fracción de segundo que realmente creía que había me dejó inconsciente en el centro de una de nuestras sesiones de guanteo y, como resultado de la conmoción cerebral, estaba sufriendo una alucinación.
Sólo cuando mi sorpresa se escapaba por completo, la importancia de este momento comenzó a filtrarse en cada fibra de mi ser, me ahogaba con su gran intensidad. Y empecé a hiperventilar y casi me desmayo, por extraño que pueda parecer.
Este ... toda la situación era real, no una ilusión, no una de mis fantasías locas ... Los nuevos sentimientos de esos ataques del primer amor, tan abrumadora ... casi dolorosa.
¿Qué hay en esta emoción tan potente, tan demoledora, a veces más aterrador que cualquier amenaza o peligro que he tenido que hacer frente, eso me hace sentir tan vulnerable e indefenso?
Y lo extraño de todo esto es que no me importa en lo más mínimo. Además, yo estoy para ello.
Adoro esa sensación, esa dulzura, esa fragilidad que viene con él. Porque no me avergüenzo de mostrar esta necesidad de entregarse a la seguridad de sus brazos, temblando como un niño. Por una vez no es el héroe sin fisuras a la altura de las expectativas de todos los demás, me acaba de prima hasta la médula.
Antes de que lo conocí, antes de que este sentimiento, este amor, [Dios mío, que era posible - la vida sin él todo], que prosperó para convertirse en el más fuerte, para alcanzar la excelencia como un guerrero. No está en mis genes, supongo. Aunque en retrospectiva, me he dado cuenta de que era en parte también porque me faltaba algo. Pero yo no tenía ni idea al respecto.
Esta sangre de una raza extinguida, que fluye por mis venas, ansía de poder, la droga más adictiva. Pero hay mucho más a este impulso, a esta hambre que mi innata sed de sangre. Ahora me doy cuenta de que era una necesidad para la realización y plenitud.
Gracias a Dios, nunca fue el ideal de ser mis amigos proclamó. La perfección es un círculo de exclusión, una totalidad en sí mismo que no permite que en cualquier otra cosa. Nadie tiene la intención de ser perfecto por sí solo, demasiado cruel, condenado de por vida a una fría soledad. Sólo en los brazos de tu pareja a encontrar un sentido a su existencia y las cosas finalmente se siente como deberían.
Bamboleo en las piernas temblorosas y no confiando en mi voz en este momento, me dejé caer sobre su pecho en silencio, buscando refugio en su solidez reconfortante. Se sentía como el hacer lo correcto; que necesitaba para acabar con ese momento para siempre en cada célula de mi cuerpo con su calor.
El repiqueteo de mi corazón era ensordecedor contra mis sienes y mi rostro se metió en ese lugar familiar en el hueco de su cuello, a fin de tener en su almizcle picante.
Su aroma siempre me hace sentir como volver a casa.
Sin embargo, fue el golpe suave de la mano por la espalda, y luego el modo casual que se posó a descansar en mi cadera, que extrañamente me tranquilizó lo suficiente como para recuperar mis rodamientos. Sólo entonces, le susurré entusiasta "Sí, sí quiero” en su oído.