Casa de locos por Sayaka

Casa de locos

Ahí estaba el enfrente de la casa del rubio – suspiro- ya no aguantaba mas era lo mismo desde hace tres años atrás, los que llevaban de relación,

Dio ligeros golpes ala puerta de aquella casa y no pasaron más de tres minutos para que un rubio le abriera para invitarlo a pasar.

Nee Sasu chan pasa – dijo el rubio de ojos azules, el azabache no dijo nada solo se limito a entrar ya estaba acostumbrado a lo que pasaría después.


Ya no puedo seguir aguantando tanto
A la infame de tu abuela y a tu viejo que es un espanto
A tu madre y su comida francesa
Que en vez de hambre me da tristeza.

Ni siquiera pasaron dos minutos cuando el había entrado y ya tenia a la abuela del uzumaki haciendo un espectáculo encima de la mesa con una botella de sake en la mano,

No era para menos aquella rubia de dos coletas y atributos exuberantes siempre hacia lo mismo o algunas veces variaba si no era subiéndose a la mesa era haciendo un striptis enfrente del azabache. No podía negarlo la primera vez le sorprendió pero con el paso del tiempo se fue a acostumbrando a ese tipo de hábitos de la rubia.

Mientras que el padre de naruto estaba tirado en el sillón viendo un partido de futbol con una cerveza en la mano – Suspiro – el azabache mientras el rubio lo jalaba hacia la mesa ya que parecía que solo lo estaban esperando para comer.

Estas molesto Sasuke – Dijo el rubio haciendo un puchero
Claro que no lo estoy dobe - dijo revolviendo los cabellos para después darle un beso en la frente.

Siguieron su camino hasta el comedor familiar, en donde en el centro se encontraba una especie de pudín que parecía tener vida y que en cualquier momento se iría corriendo de aquella casa.

Verdad que se ve rico – dijo Kushina con un brillo en los ojos

Si, ella era kushina una joven madre de cabello rojizo y ojos iguales a los del rubio que no sabia cocinar pero nadie decía nada para no sufrir las consecuencias de su ira.

La cena transcurrió sin ningún contratiempo o por lo menos eso pensaba el azabache ya que no había pasado lo mismo que las veces anteriores, un baile exótico por parte de su abuela o una batalla de comida por parte del hermano menor de naruto y su padre.

Ya no puedo seguir realmente estoy harto
Darte un beso o acariciarte en casa resulta más difícil que un parto
Y me economía ya no soporta
Tanto soborno para el idiota de tu hermanito.

(Sasuke Pov)

Nos levantamos de la mesa como era costumbre ya que parecía que más de uno quería salir corriendo a vomitar pero se aguantaban las ganas para no hacer llorar a kushina.

Caminamos rumbo al jardín era un hermoso lugar con flores naranjas, amarillas y rojas. Todas ellas cuidadas por el dobe, nos sentamos a bajo de un roble para comenzar a platicar.

Acerque mis labios a tu boca, maldición sentía que me volvería loco el cualquier momento los bese primero con suavidad y después con pasión y esmero.

Por un momento escuche como tosían así que nos separamos en el acto – Maldición- si no fuera por esa persona así que le dirigí una mirada asesina pero antes de seguir sosteniéndola mire hacía otro lado no era nada mas ni menos que tu familia que nos veía desde la puerta y ahí estaba junto a tu hermano Konohamaru, ese pequeño niño que me veía de manera burlona mientras sacaba la lengua.

Dirigí mi mirada hacia el rubio y tenia la cara completamente roja por lo que había pasado

Naruto puedes venir un momento – dijo tu padre mientras me miraba de mala manera acto seguido te levantaste y fuiste – suspire - sentía que con cada suspiro mi paciencia se extinguía, levante el rostro para ver como la luz pasaba entre las hojas del roble

Nee Sasuke, falta mi Cuota para dejar que le hagas cosas a mi hermano sin que padre los vea – Escuche que dijo Konohamaru ese mocoso cada vez que quería darte un beso tenia que darle dinero para que tu padre no interrumpiera

No lo are – respondí sin voletar a ver lo escuche que hizo un berrinche y se fue ahí. Ya estaba cansado se su soborno si tan solo se fueras a vivir conmigo todo esto acabaría pero no querías estar cerca de tu familia y eso era comprensible

Vamos para la sala Sasu chan – Escuche que dijiste y voltee para verte y ahí estabas para frente ami sonriendo no sabia desde cuando habías llegado solo me levante para ir caminando – lo siento… siempre es lo mismo cuando te invito a comer

No te preocupes dobe ya estoy acostumbrado – Mentí para no hacerte sentir mal cada día que iba a tu casa o me invitabas a comer era lo mismo, solo espere que no estuviera su tía.





Y tu tía que presume de pura
No hace más que enseñarme las piernas y guiñarme el ojo.

Un escalofrió recorrió mi cuerpo y casi en automático voltee hacia las escaleras de tu casa y ahí estaba tu tía, una chica de no mas de 28 años de pelo rosa que me enseñaba las piernas cada vez que tenia opurtunidad y que naruto no se diera cuenta.

Que pasa Sasu? – dijiste preocupado

No, Nada – respondí con una sonrisa – ¿por que?

Me estas aprentando la mano – dijiste en tono divertido mientras aflojaba el agarre, parecía que quería aferrarme a ti para que tu tía viera que te quería.

Llegamos a la sala y todo era un caos parecía como si hubiera pasado una hora con naruto.

Tu casa es casa de locos
Y tu también otro poco
Por seguir allí y no venirte aquí conmigo
Tu casa es casa de locos.

Tu madre estaba tejiendo como si no estuviera ahí, tu padre gritaba con cada jugada del partido de futbol, tu abuela cantaba a viva voz una canción que no conocía mientras tu abuelo se dormía en el sillón, parecía que todo era un mundo completamente diferente.

Nos sentamos a un lado de tu padre para ver el partido, tu te emocionaste igual que el, no cabía duda era una casa de locos y tu también lo estabas otro poco, por que varias veces que te había insistido que te fueras a vivir conmigo no querías.


Tu perro no me deja en paz ni un rato
En plena reunión familiar le hace el amor a mi zapato
Y los arañazos en mi espalda
Son por culpa de tu maldito gato.

Sentí como algo abrazaba mi pierna y se empezaba a mover de arriba abajo no quería voltear sabia de quien se trataba la ¨hermosa¨ mascota de la casa tu perro que no hacia mas que aparearse con mi zapato.

Parece que el perro te trae ganas Sasu – Escuche que decía tu padre para después reír, ese comentario me molesto de sobre manera pero no dije nada ya sabia que no le caí bien por haber robado a su primogénito.

Hice ademán de levantarme pero sentí como alguien empezaba a filar las uñas en mi espalda lo que hizo que apretara la mano de naruto, lo cual solo volteo hacia atrás para ver que su gato de color amarillo parecía que estaba contento.

Kizu basta – dijiste molesto – No vez que lastimas a Sasu

Cuando el gato se fue me levante completamente y camine rumbo a la puerta para decir un hasta luego que nadie respondió y sentí como me seguías nervioso intentando decir algo. Voltee para quedar enfrente de ti.

Naru – di una pausa – Te amo mas que todo en esta vida pero ya no puedo seguir aguantando tanto así que la próxima vez rechazare la invitación de venir de nuevo a tu casa, podemos ir a cenar pero no me pidas que venga a visitarte otra vez.

vi. como tu rostro se ensombreció pero ya no había marcha atrás… Si no lo decía iba a seguir a si toda mi vida y tal vez iba a terminar odiándote cosa que no quería.

Sasu… Esta bien – dijiste casi en susurro y me abrazaste para después despedirme con un beso sin importa que tu familia estuviera viendo desde la sala.

Por eso me vine a mi casa
Y prefiero extrañare a poner un pie en la tuya.

Habían pasado varios días después de aquella escena parecía que tenias ganas de invitarme pero te contenías, además ya no nos veíamos tanto parecía que me estuvieras evitando pero no me asombro por que fue como si hubiera rechazado todo lo que tu eres.

Ayer tocaron mi puerta y eras tu con tu maleta
Bajo el brazo y en francés un viejo libro de recetas
Y te abrace aunque comprendí
Que se repetirá la misma historia... ahora en mi banqueta.

La puerta sonó sacándome de mi letargo, puse el libro a un lado y fui abrir y ahí estabas tú con esa sonrisa que me vuelve loco.

Que haces aquí dobe – Dije con una sonrisa y recargado en la puerta de entrada

Me he venido a vivir contigo Sasu – dijiste apenado mientras dejabas tu maleta en el suelo, cosa que no paso desapercibida, te eche un leve vistazo y parecía que si era cierto ahí estabas parado con una maleta y un libro de cocina en la mano mientras escuchaba como alguien gritaba tu nombre.

No, Naru no nos dejes – decía tu padre con un par de lagrimas saliendo de los ojos – Te vamos a venir a visitar diario hijo

Y entonces comprendí que sucedería lo mismo pero ahora afuera del apartamento pero ya no me importaba ya que su familia se iría y el quedaría solo sin interrupciones sin los chantajes de su hermano todo era perfecto por que el estaría viviendo conmigo

Te amo Naruto – dije mientras besaba tus labios sin importar el ruido que se escuchaba en la calle.