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Lo esencial es invisible a los ojos. por Itachiisgod

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Notas del fanfic:

Bueeeeeno, les contaré cómo surgió la idea... Estoy leyendo "el principito" y esa frase-la del título- me gsutó mucho para un ItaNaru... Y nada, eso xD Realmente espero que les agrade:3

Notas del capitulo:

Este Fan fiction se lo quiero dedicar a mi nee-san Mishogu *w* 

Les recomiendo que lean sus fics, son realmente geniales: http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewuser.php?uid=24401

Te quiero mucho nee-san, ojalá te guste este two-shot  :D

Disclaimer: Ni Naruto, ni Itachi ni Sasuke me pertenecen... Son del genio de Masashi Kishimoto *_* Por favor, lean el final del manga hasta donde salió ahora (590) y mueran de la emoción como lo hice yo xD Me quedé temblando por un buen rato :P No es para menos... Bueno, basta. Estoy emocionada xD

*Tanto el nombre del fic, como el nombre de la primera parte de este Two Shot pertenecen al maravilloso libro "El principito" de Antoine de Saint-Exupéry. Al cual admiro muchísimo. Pero, en fin. Espero que disfruten de este two-shot. El fin de semana estaré subiendo la segunda y última parte :D

Un beso~~

Riqueza. Poder. Fama. Sexo. Drogas. Alcohol.

Metafóricamente este tipo de cosas nos golpean en la cara. Muy rudamente, la  mayor parte de las veces.­ Pero… Antes de que consigan hacerlo  el placer que otorgan parece infinito. Más no deja de ser eso, un placer. Y como tal, es efímero. Lo que el hombre no consigue entender la mayor parte de las veces es que lo esencial es invisible a los ojos…

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   Un hombre de cabellos largos azabache, y ojos de igual tonalidad, descansaba  en un sofá individual de terciopelo rojo. Su vista se perdía en un punto incierto de la pared, se sumía en la tranquilidad y armonía que la marihuana le brindaba en esos momentos. Todo parecía perfecto, en paz. Y así le gustaba estar, rodeado por el silencio  de su enorme y lujosa sala. Silencio que por supuesto sólo obtenía bajo el efecto de la droga. Porque de no estar ésta en su sistema, su cabeza daba vueltas y sus propios pensamientos eran los que lo aturdían.

   Salió de su ensimismamiento al oír cómo la enorme puerta se abría, y dos personas de fuerte contextura física arrastraban a un rubio que, aunque intentaba zafarse, no lograba huir de los brazos que lo apresaban. El joven en cuestión no tendría ni siquiera dieciocho años cumplidos. El magnate sonrió complacido.

-           Al fin estás aquí, Uzumaki Naruto…

-          ¿¡Quién demonios eres!?- Preguntó colérico luego de aquellos dos monos lo lanzaran a los pies del moreno.

-          ¿Qué quién soy?- Se apartó el cabello de la frente y habló a sus empleados.- Kisame, Hidán, pueden retirarse. Gracias por sus, como siempre, bien realizados servicios. Este niño no huirá de aquí…- Y tras una reverencia, los aludidos dejaron solos a los otros dos.-  ¿Qué si no quiero responder a tus inquisiciones, Naruto?

-          ¿Cómo sabes mi nombre? ¿¡Por qué estoy aquí!?

-          Bien, te lo diré…- Suspiró, y tras una pausa, prosiguió.- Eres en extremo sensual, y te deseo para mí. A partir de ahora serás mi esclavo sexual. Tu padre era amigo del difunto mío, y…

-          ¿¡Quién eres, maldito!?

-          Uchiha, Itachi.

   Se hizo un incómodo silencio. Sí, el rubio conocía ese apellido.

-          No puede ser…- Se había quedado petrificado ante la revelación. Relamió sus labios, en busca de humedad para seguir con sus palabras que, aún difusas en su mente, quería emitir.

-          Tal vez necesites algo para humedecer tu garganta… ¡Sasu-linda! Ven a aquí y trae vino, por favor.- Se oyeron unos torpes movimientos en la cocina, y apenas unos minutos después, con una bandeja y dos copas de vino sobre ella; se hizo presente una muchacha cuya tez era increíblemente pálida, sus ojos ónix opacos y llenos de temor, los labios fruncidos, y un erótico traje de maid* como vestimenta. Era hermosa, con una fina cintura. Lo único que confundió un poco a Naruto fue la edad que podría tener esa chica. ¿Diez, once años? No tenía pechos, y sus rasgos aún eran aniñados. Cuando se acercó para alcanzarle su copa, se ruborizó por lo intimidante de la mirada del oji cerúleo. Luego de darle la bebida a Itachi, éste la tomó por la cintura y le plantó un beso en sus finos labios.- Gracias, preciosa…- Y con el rostro del mismo color que su vestido, la muchacha se retiró.- Linda, ¿verdad?- Sonrió prepotente, a la par que bebía.

-          Eres un desgraciado.

-          Oh, pequeño Naru-chan… ¿Qué no me ves? Tengo dinero, poder y unas lindas mascotas que me obedecen y me dan placer… Yo me siento  muy agraciado. La muerte de mis padres sirvió de mucho.- El rubio lo miró con asco, ¿cómo podía decir una cosa así? Si bien él tenía a su padre, su madre había muerto junto con su hermana, al tratar de dar a luz a la misma.- Qué lindo te ves. Juro que te follaría aquí mismo, pero estando drogado no soy el mismo semental de siempre… Deberás aguardar a mañana. Tienes aquí tu propio cuarto, que compartirás con mi otra perra. ¡Sasu, vuelve aquí amor!- Y nuevamente, la sensual niña hizo acto de presencia.- Dormirá contigo, prepárale una cama y llévalo a su habitación. Espero y no se les ocurra hacer guarradas sin que yo esté presente.- Dirigió su vista a Uzumaki.- Un placer tenerte conmigo, ve a descansar. Mañana te espera un día agitado…

   La maid levantó al inquilino con cuidado, y lo llevó hasta el dormitorio. Una vez allí, acomodó las cosas para hacer de la estancia del chico, lo más cómoda posible. Al menos allí, en el cuarto y sin la presencia de Itachi. Naruto la observaba con detenimiento.

-          P-puedes usar mi ropa… Digo, mi ropa normal…- Bajó la vista, sonrosada, hacia su vestido.- Naruto abrió los ojos de par en par. Cuando quiso abrir la boca, ella estaba encaminándose hacia otro sector de la habitación, el cual seguramente era el baño. Era tan, tan similar  a Itachi…

-          Espera.- La chica se detuvo en seco. Si bien su voz era infantil, no parecía tan femenina. ¿No podrá ser que acaso…?- Tú… ¿Eres un niño?- “Ella” bajó la cabeza, y luego miró hacia un costado.

-          Sí…- Dijo en un suspiro al fin, luego de una pausa. Naruto cayó de lleno en la cama, y comenzó a  sudar frío.

-          ¿Qué edad tienes?

-          Once…

-          ¿Qué relación tienes con ese adefesio?

-          Es m-mi hermano… De sangre.

-          ¿¡Qué!? Él… Él te besó.

-          Esta es mi vida. No me puedo emancipar hasta los dieciocho años… Es mi tutor legal.

-          ¡Puedes denunciarlo!

-          Baja la voz, o te oirá.-Pidió con tono de súplica. Luego suspiró.- No puedo salir de aquí… Pero ya habrán tiempo de explicaciones. Ahora sólo duerme… Yo iré a quitarme esto.

-          Eres muy maduro… Pero necesitas un carácter más fuerte. Debes defenderte.- El chico se sonrojó, bajó la vista y asintió.- Por cierto, ¿cómo te llamas? Soy Naruto.

-          Sí, lo sé. Soy Sasuke…- Y con presteza, salió de allí.

Naruto se quedó reflexionando sobre lo que había ocurrido. Primero, lo golpeaban y lo desmayaban. Despertaba en un auto con dos tipos extraños, conocía al hombre más tenebroso del mundo, y descubría que ése mismo anormal, trataba y vestía a su hermano como una mujer. Además de la relación incestuosa entre ellos… ¿Habrá pasado a mayores? Es decir… ¿Ese ser inmundo… habrá abusado de su pequeño hermano? No lo concebía, no podía entrar en su cabeza una cosa así. Estaba asustado, pero más que nada asqueado por todo lo que había descubierto hoy, que existía en el mundo.

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   Sudor, calor. Los gemidos de ardor de Naruto retumbaban en la habitación. Itachi lo penetraba con rudeza, sin compasión alguna. Buscaba únicamente la satisfacción personal, y el cuerpo que se encontraba en frente suyo, en cuatro patas a penas y disfrutaba.

   Lo tomó por el cabello, y lo tiró hacia atrás dejando su cuello acanelado al descubierto. Pasó la lengua por allí, y susurró en el oído una morbosa frase que incitaba a más. Y el rubio, que ya estaba rendido ante la situación, sólo cerró los ojos. En algún momento debía parar ¿no?

   Sintió cómo el mayor salía de él con decisión, y se relajó por un momento. Pero sólo unos segundos después, cuando quiso virar la vista, recibió un latigazo. Sintió cómo su sangre corría por la espalda hasta impregnarse en la cama. Gritó con fuerza, sabiendo que nadie iría en su ayuda.

-          Se te ve bien el rojo, zorrito…- Itachi recargó todo el peso de su cuerpo sobre Naruto, lamió las marcas zorrunas de sus mejillas, y le sujetó el miembro con fuerza. Eso provocó un gutural gemido proveniente del blondo, haciendo que Itachi medio sonriera.- Qué bien te oyes… Podría estar horas haciéndote mío. No te das una idea de lo estrecho que eres, me aprietas tanto la polla que podría acabar con tan sólo metértela una vez. Tengo ganas de hacerte algo que a mi hermano no le puedo hacer… A ti sí te va a caber.

   “A ti sí te va a caber” ¿De qué estaba hablando?

   Introdujo en su trasero algo de nuevo. Gimió por la intromisión, más no le dolía. No era el miembro de Itachi, era mucho más fino de lo que había estado en su interior anteriormente.

-          ¿Qué diablos es…?

-          Un dildo.

   Lo quitó de su interior, e Itachi lo penetró con brusquedad nuevamente. Calientes lágrimas marcaban las mejillas del rubio. No sólo le dolía, le desgarraba el alma saber que estaba siendo sodomizado por una persona que no amaba, por un desconocido que había clasificado como un asqueroso agresor. Una basura que el mundo debía desechar lo más antes posible. No hablaba de matarlo, jamás le desearía eso a nadie. Su concepto de la sociedad y el mundo era muy malo, pero  siempre hacía planes para ayudar a quien pudiera. Lo hacía feliz contentar a otras personas, y protegerlas de seres como ese tipo. Aún así, nunca creyó que podía ser él el que necesitara ayuda en algún momento.

   Lloró aún más fuerte, pensando en su padre. Aquel que en esos momentos debía estarlo buscando con desespero. ¿Por qué él? ¿Se merecía esto, o qué debía hacer allí? Creía en los ángeles, y en el destino. Sabía que debía hacer algo allí, que tenía una misión. Pero le dolía, no quería aceptar tanto sufrimiento. Creía que no resistiría demasiado tiempo este tipo de tortura…

 

   El hecho de que Itachi haya empezado a penetrarlo con su propio pene y el consolador al mismo tiempo, pareció no interesarle. Su llanto, sus espasmos no cesaban. Volvió a la realidad únicamente cuando sintió que era llenado de un líquido espeso y caliente. Gimió con fuerza cuando Itachi retiraba su masculinidad semi erecta de él.

-          Estuviste muy bien… Lo soportaste excelentemente…-  Lo dio vuelta, observando sus orbes llorosas. Dirigió su vista al miembro palpitante del chico. Por algún motivo, sin embargo, no se corría. No era para sorprenderse. Se inclinó sobre él, y besó la punta. Luego sacó la punta de la lengua, y lo rodeó. Lo humedeció y continuó con la felación hasta que el rubito, acelerando su respiración y contrayendo los músculos del cuerpo, alcanzó el clímax.- Muy bien… Te dejaré respirar…- Se levantó, y salió del cuarto.

   Casi al instante, Sasuke entró con algo en la mano. Se sentó junto a  Naruto y comenzó a curar sus heridas.

-          No es necesario, Sasuke…

-          A él se le pasa eso de lastimar con el tiempo…- Su voz melodiosa en infantil parecía calmarlo.-  …Porque no le gusta que a sus mascotas les queden marcas.

   Cerró los ojos, dejándose llevar por Morfeo. Quería acabar lo que debía hacer allí lo más rápido posible. Irse. Eso necesitaba… Irse y acobijarse en los brazos de su padre.

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-          ¡Ven aquí, zorra arrastrada!- Naruto descansaba boca abajo en la cama de Itachi, luego de haber tenido sexo. Ya hacían dos semanas  que estaba allí. Y era sufrir todos los días. Sasuke tenía razón, luego de dos sesiones más de sadomasoquismo, dejó de golpearlo. Pero ahora había salido fuera y empezado a gritarle a alguien. Casi al instante, entró con Sasuke, que lloraba, del brazo.

-          ¿¡Qué le haces!?- Gritó indignado. El niño se había vuelto su hermanito menor, estaba con él cuando Itachi no lo acosaba. Y verlo en brazos de ese hombre era algo que no le gustaba para nada.

-          Será la puta de los dos en este momento…- Lo empujó sobre Naruto.- Desvístelo.

-          No.- Se puso frente al niño, en señal de protección.- No le hará nada. No soy un maldito pedófilo como tú.

   Le propinó al de ojos azulejos un fuerte golpe en la cara, dejándolo atontado.

-          No me hables así…

-          ¿¡Por qué no!? ¡Eres un maldito pedófilo, que no valora a su hermano! Yo perdí a mi hermana… A mi hermana junto con mi madre, ¡¿Y tú violas al tuyo!? ¡Sólo míralo!.- Lo señaló con el dedo índice.- Sufre… Sufre por ver a su hermano mayor, al que debería ser su ejemplo… En esas condiciones de maldad. Me contó tantas cosas de cuando eran pequeños…. Y cambiaste ¿no es así? Eras una buenas persona hasta que tu tío te violó.- Itachi se petrificó, sintió sudar frio y se relamió los labios con nerviosismo. ¿Cómo podía ser que su hermano lo supiera?

-          Ya detente…- Dijo entrecortadamente.

-          No, no me detendré… Eres un asco de persona, Itachi. Estás forrado en dinero, y torturas a la gente creyendo que así puedes calmar los horrores de tu pasado. Me das nauseas. No permitiré que maltrates más a Sasuke, Itachi. A mí puedes seguir dañándome, pero no quieras meterlo a él en esto.- Dirigió su mirada al pelinegro de reflejos azules, el cual lloraba en silencio. Lo tomó de la mano, y se lo llevó de allí. No sin antes acabar con su monólogo.- Piénsalo… Hay límites, ¿no? Pronto tocarás fondo…

   El Uchiha mayor se quedó desorbitado. Jamás le habías tirado la verdad en la cara como agua fría. Se sentó en su lecho, y puso su rostro entre las manos. Ese idiota no podía desafiarlo así… No cambiaría sus miramiento, su forma de pensar. Pero  algo se rompió dentro de él en ese momento. No lloraría, pero se quedaría en su cuarto por el reto de la noche, sin molestar a su hermano y a Naruto. Necesitaba estar solo, el pasado se presentó en el ahora y podía oír con nitidez sus propios alaridos durante la violación. Se sintió mal, se sintió vacío. Y a ese punto, su hermano menor ya debía odiarlo. Por primera vez en mucho tiempo, se sintió verdaderamente solo…

 

Notas finales:

*Maid: es como una sirvienta en el animé, bsuquen imágenes si quieren. Igual, aquí dejo una de cómo estaba vestido Sasu.

Ella es Sasu-linda, se las presento xD Bien, este es el traje con el que me la imaginé :)

Sasu: O_O ¿Por qué mierda me haces esto?

Zazu: Porque en lso capítulos en los que estás con tu onii-san estás muy uke, y te adoro así.

Itachi:Es cierto :D

Kishimoto: Ámenme fujoshis, ámenme n______n

Zazu: TE AMAMOS ^^

Sasu: Yo no...

Fiori Party: Este manga se ha vuelto tan yaoi... (para entender esto, vean "Naruto ramdomness 7" en Youtube xD

Espero que hayas disfrutado esto, onee-san. Te quiero <3


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