Hermano, Te deseo~ por Catawoow

Capitulo 1. 

Prov. Sungyeol. 

Me desperté gracias a los bruscos movimientos que estaba recibiendo en intento fallido.

-Myung, déjame dormir 5 minutos mas –pedí mientras me volvía a acurrucar, enrollándome en la frazada haciéndome bolita. 

-¡Yah! Sungyeol, despierta vamos a llegar tarde- gruñí molesto y me levante de mala gana dirigiéndome hacía la ducha pasando a llevar molesto a la persona que tenía en frente.

'' Mi nombre es Kim Sungyeol, y voy en segundo año de secundaría. Soy alto, demasiado para mi gusto, de piel blanca y cabello negro. Soy muy hiperactivo, gritón, simpático, exagerado, en fin todo lo que tenga que ver con una persona demasiada animada. 
El que me acaba de despertar es mi hermano Kim Myungsoo, es un año menor que yo, aunque generalmente el es que representa mas edad. Vamos en el mismo curso, ya que mama me hizo repetir el jardín de infantes y es que Myunggie no podía vivir sin mi aunque ahora no lo acepte ''

Cuando termine de ducharme corrí a vestirme con la ropa escolar. Baje las escalera y en la puerta me esperaba Myungsoo quien solo me agarro de la muñeca y salimos corriendo - ¿podemos pasar por un café? – pregunte cuando nos estábamos acercando al local en donde vendían mi bebida favorita.

-¿Estas loco? Claro que no – intente meterme de todas maneras al local pero el fue mas rápido y me garro de la cintura e impidió que yo lograra mi cometido. 

-¡Pero yo quería café! – grite mientras estiraba mis brazos queriendo aferrarme al local del cual ya estábamos lo suficientemente lejos. Maldito hermano, mí mañana no será la misma sin mi café matutino. 

-Yeol, te reto a una carrera – me propuso mientras me soltaba – si tu ganas te comprare mucho cafe – mis ojos poco a poco comenzarón a brillar y mi corazón comenzó a latir mucha emoción ¿café? Yo amaba el café y el lo sabía muy bien. 

-¿Hablas enserio? – quería asegurarme de aquella propuesta, el asintió ante esto - ¿prometes mucho café? – volvió a asentir- ¿mucho? 

-Litros y litros de café, te lo comprare con mis ahorros pequeño choding – podía sentir las llamas quemar mis ojos, metafóricamente. No espere mas y sali corriendo hacía el distrito lo mas rapido que se me permitia. 

Corria, corria, y corria con todas mi fuerzas solo para ganarle y que ese café fuera mío, amarga y delicioso café. A lo lejos pude divisar la entrada y a varios alumnos caminar hacía ella con desgano, con mas entusiasmo corrí, estaba claro que ya le había ganado a Myungsoo por lo que comence a gritar de la emoción mientras me acercaba y la gente quedaba extrañado al rebasarlos. 

Pero mi emoción duro poco ya que al llegar a la entrada vi a Myungsoo…. ¡apoyado en la entrada con una sonrisa malvada!. - ¿Qué haces aquí? ¡yo iba ganando! 

-Ah si, me encontré con Woohyun y SungGyu en el camino y se ofrecieron a traerme en lo que quedaba del transcurso, por lo que me subí al auto - ¿Qué? ¿Acaso eso era valido? ¡Era una competencia! 

-¡Hiciste trampa! 

-Claro que no, yo no impuse ninguna regla. Por lo que es totalmente valido, yo gane. 

-¿Pero y mi café? – el pelinegro hizo un gesto de es-tu-problema y prosiguió a caminar hacia el salón junto a Namu y Gyunnie. Y ahí quedaba yo, solo, siendo el perdedor y lo mas importante, sin mi preciado café. 

Suspire y de mala gana comencé a caminar para alcanzarlos, no era la primera vez que Myung hacía eso, siempre ganaba el y yo quedaba sin café. Una vez que los alcance, solo camine por monotonía hacía la sala, era todos los días lo mismo. 

Una vez que ya entramos me dirigí a mi puesto, el cual se encontraba al ultimo, a mi lado llego mi hermano y en frente se sentaron Woohyun y el hámster. Comenzamos a conversar sobre como estuvo el día de ayer y cosas así hasta que el profesor entro y yo solo lo ignore y seguí conversándole a Myung, ya que lo otros dos se habían dado vuelta. El solo me escuchaba mientras yo seguía animado contando la fascinante historia, según mi punto de vista.

De pronto el se comenzó a acercar, pero yo seguía hablándole, aunque pare cuando pude sentir su respiración en mi cara y así admiraba sus hermosas facciones, porque de feo no tenía nada, su cara era casi perfecta. 

-Myung ¿Qué haces? – pregunte con voz alzada y raramente nervioso. Mi corazón se agito al ver mis ojos reflejándose en los suyos. 

-Tenías una pelusa, pero ya la quite – dijo para luego alejarse y observar lo que el profesor anotaba en la pizarra. 

Solo por una pelusa se acerco demasiado… 

-Me lo hubiese dicho, me hubiese quitado yo – le replique mientras me tocaba el cabello para inspeccionar si tenía alguna mas. 

-Si ya la quite, no tienes porque protestar. 

-¡Me la hubiese quitado yo!

-Ya lo hice, y ya déjate de tocar la cabeza si ya no hay mas – dijo para luego tomar mi mano y entrelazarla con la de el para que yo no pudiera seguir tocando mi suave cabello.

¿Por qué se siente tan calida? Esta sensación jamás la había experimentado, poco a poco comienzo a divagar en mis pensamientos y mi cuerpo parece flotar de lo tan bien que se siente tener mi mano unida a la de el… ¿¡pero que rayos estas pensando Kim Sungyeol, es tu hermano!? Y tu hermano menor, no deberías tener esas sensaciones con el. 

Solté su mano y me acomode sobre mi mochila que estaba sobre la mesa, y me dispuse a dormir. 

- 

Al despertar nuevamente noté que estábamos en receso, porque el sonido del colegio era muy molesto, alumnos hablando extremadamente alto, corriendo de aquí para allá. Yo debería estar así mismo, pero esta vez estaba muy cansado. A mi lado vi la mesa de Myungsoo vacía pero con un extraño vaso sobre su mesa. Lo tome y en el contenía una nota ''aquí tienes tu café para cuando despiertes, disfrútalo. Con amor Myung '' sonreí y decidí tomar de aquel amargo liquido, siendo feliz y despertando por completo. 

Me levante de mi asiento y decidí ir a buscar a los demás, lo mas seguro es que Myung estaría tocando el violín entre los pervertidos de Sunggyu y Woohyun, o mas bien solamente del último. Camine solo un poco y lo encontré sentados en el final de la escalera y como lo supuse Woohyun le besaba el cuello al hámster mientras este sonreía por las cosquillas proporcionadas por lo labios de su pervertido novio, a su lado estaba Myung con cara de aburrido y apoyando su mentón en uno de sus brazos. 

Sonreí para mi mismo como idiota, o eso es lo que pensé luego de notarme haciendo tal gesto. De hace un tiempo comencé a sentir cosas por mi pequeño hermano, eso no podía ser posible y todos los días me lo negaba, a mi no me podía gustar mi hermano, eso era insano. 

Camine hacía a ellos y llame su atención observando como los ojos de mi hermano se iluminaban al verme, su salvación había llegado – larguémonos de aquí Myung, dejemos a los pervertidos solos – el asintió y se levanto. Comenzamos a caminar hacía ninguna dirección exacta, era solo dar vueltas en el colegio. 

Hasta que las ganas de ir al baño aparecieron y caminamos hacía una nueva dirección, más bien yo corrí. Una vez cuando termine, Myung estaba en frente del espejo arreglándose el cabello con una mano mientras la otra la tenía metida en el bolsillo del pantalón. Lucía sexy, demasiado para ser mi hermano. Oh dios que estoy pensando. Llegue a su lado y comence a lavar mis manos mientras notaba que eramos lo únicos dos en el baño. 

-¿Hermano, ya tocaron? – este asintió y solo solte un gruñido, no es que quisiera llegar a clases pero una anotación mas y mi madre tendría que venir a poner la cara por mi. Suspiro frustado, no quería entrar a clases pero debía.

-Yeol, ¿alguna vez te has enamorado? – me apoye en la ceramica que tenía el lavavo y meti las manos a los bolsillos, levantando una ceja ante la pregunta de Myung. Negue con la cabeza, jamás había estado enamorado. 

-¿Tu si? – pregunte interesado y sintiendo una opresión al ya saber el significado de aquella pregunta. A su hermano le gustaba alguien y no es que el estuviera de acuerdo que corazón sintiera algo por su pequeño hermano Myung, pero no podía evitar el sentirse mal. 

-si – lo note nervioso, se estaba mordiendo el labio y unas ganas de besarlo me invadieron, otra vez los pensamientos pecaminosos venían a mi. – Sabes que estamos solos – yo asentí y observe el lugar tan callado. El se fue acercando lentamente hacía mí, y me tense al sentir que cada vez iba acercando la distancia entre nosotros. 

-Myung, que haces… - susurre casi al sentirme su cuerpo rozando con el mío.

-Yeol, te deseo ahora – termino de acortar la distancia y comenzó a besar mis labios tímidamente esperando a que yo lo rechazara, y claro que lo haría. Pero espera, ¿Por qué le estaba correspondiendo? Era inevitable con tan solo rozar sus labios sabían tan dulces, poco a poco comencé a responder torpemente mientras el se encargaba de profundizar aquel delicioso beso y juntaba mas nuestros cuerpos.

-Ah Myung… –suspire al sentir su pierna tocando mi virilidad, me estaba dejando llevar por aquel calor que se estaba poseyendo de mí al sentir su cuerpo refregándose sin pudor con el mío. Sentía como su mano comenzaba a colarse debajo de mi camisa y comenzaba a tactar mi calurosa piel sacándome varios gemidos los cuales fueron callados por sus besos. 

La pasión duro hasta que ambos sentimos como alguien se acercaba al baño, rápidamente mi hermano me tomo de muñeca y me metió a un baño, encerrándonos a ambos y en el. Pensé que pararía pero no lo hizo, siguió besándome, esta vez acariciando el bulto que se me había formado debido a la cercanía y a sus caricias. 

Desabrocho mi cinturón y me bajo los pantalones junto con ellos dejando al aire mi gran virilidad, observe como se relamió los labios para luego darme un beso corto en los labios e hincarse quedando a la altura de mi miembro… ¿pero que rayos iba hacer? 

-Yeolli, haré que grites mi nombre. – iba a replicar pero comenzó a lamer la punta de mi virilidad a los cual solté un gemido ahogado. No quería que nadie nos escuchara. Comencé a sentir la húmeda boca hacer fricción con mi pene. Esto era el paraíso, sentía como ahora comenzaba a sacar y meter, sacar y meter. Haciéndome respirar agitadamente mientras ahogaba los gemidos, el placer era demasiado. Ya estaba apunto de llegar y el lo noto, quito mi miembro de su boca y comenzó a masturbarme con la mano, haciéndolo muy rápido llegando al orgasmo y manchando su mano con semen. 

El la miro admirando su consistencia y la lamió, algo que realmente debería verse repulsivo ante los ojos de todos en esos momentos me pareció demasiado excitante, esta vez fui yo quien lo beso frenéticamente estampándolo a la pared, comenzó a desabrochar su pantalón también mientras yo me terminaba de quitar el mío con ayuda de mis pies. 

Cuando ya teníamos la parte de abajo desnuda comencé a frotar mi pene con el de el. Haciéndonos sacar suspiro a ambos – tócame – Myung lo pidió de forma tan desesperada que solo me quedo hincarme y comenzar a lamer aquel miembro tan grande y grueso, disfrutando de los sonoros suspiros que el exhalaba. 

Lo metí completo en mi boca y comencé a succionarlo, haciéndolo gemir levemente. Poco a poco comenzaba a aumentar la velocidad, el agarra mi cabeza y lo hizo mas brusco sintiendo su pene casi en mi garganta, pero que importaba quería sentirlo mío. El se corrió en mi boca y yo lo deje, saboreando la deliciosa esencia tan propia de el. 

Me volví a parar y el me volvió a besar, esta vez cortamente porque me giro dejando casi en cuatro, acerco sus a mi boca y me obligo a lamerlos, para luego meterlos en mi ano uno por uno. Cuando ya estaba lo suficientemente listo no pensé en que si era mi primera vez o no, o lo mucho que me iba a doler después, porque había visto al hámster sentándose con mucho dolor en muchas ocasiones. No me importo quería sentirlo dentro ahora, quería sentirlo por completo. – ah Myung, no te demores. Quiero sentirte – ante esta suplica el menor solo me penetro, sintiendo un agudo dolor al principio pero luego acostumbrado a su gran virilidad le indicándole que podía comenzar a moverse.
La fricción que daba este dentro de mi era demasiada, mucho placer para mí, quería sentirlo mas y mas, una y otra vez, comenzó a aumentar la velocidad, haciendo gemir ahogadamente mientras mordía mi labio. – Ah… Aaahh… Myung mas rápido, mas rápido – el solo obedecía con una sonrisa ladina, se que también lo disfruta tanto como yo. 

La velocidad era tanta que dio la última estocada y se corrió dentro de mi, emitiendo un sonido de satisfacción. 

El timbre sonó y ambos nos miramos lujuriosos de más, pero eso tendría que esperar hasta la casa. Aunque lo dudaba, papa y mama estarían en casa hoy. Me dio el último beso antes de salir de ahí una vez vestidos, lo seguí mientras me arreglaba el cabello y la camisa.

Aunque nadie sospecharía nada, ¿y quien lo haría? Cuando nosotros eramos solamente dos inocentes y lindos hermanos que se querían mucho y que todo lo hacían juntos, y nadie se imaginaria que clase de todo implicaba aquello. 

Sonreí para mi mismo, para luego observar como los chicos preocupados me preguntaba donde estuvimos durante toda la clase, yo solo les dije que estuvimos por ahí dando vueltas y que no queríamos entrar a clases. Aunque ni yo mismo ahora asimilaba lo que había ocurrido, ahora solo estaba comenzando a sentir una pequeña molestia en la parte baja de mis lumbares.