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Hombres maduros por neko miri chan

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Notas del capitulo:

Para las que dejaron review gracias, para los que no tambien, pero sinceramente no se que contestarles, siento que me dejare el corazon al escribir las respuestas.

Este cap lleva el nombre del que iba a ser el capitulo 5, pero cambios a ultima hora, de hecho se iba a llamar "Hay personas que no pueden ver el futuro o que tienen miedo de verlo" y al final este se adaptó mas. se que suena raro pero mi proceso de creacion es escribir tres parrafos, elegir el titulo y tras esto escribir el resto, los titulos son como me siento en el momento, que les puedo decir, asi me sentia hace dos semanas cuando lo comence a escribir, ahora me siento de otra forma.

Aoi y ruki se encontraban sentados en el sillón de la compañía. Aoi acariciaba los cabellos del menor, que por fin se había cansado de llorar.

Pasó su pie por debajo del pie del rubio alzándolo.

— ¿Tan mal te sentías que saliste con tus pantuflas de playboy?

—Cállate.

—Son bonitas, has cometido un crimen a la moda por combinarlas con una playera de slayer, pero por si solas son tiernas, hasta te hacer ver el pie más pequeño.

—Lo sé, hacen un lindo efecto- sonrió el menor

—Entonces ¿ahora si me puedes contar lo que sucede?

El pequeño suspiró largamente y dejó ver en su postura lo cansado que se encontraba con la situación.

—No necesito decir nada Aoi, estoy bien, pero de todos modos gracias.

— ¿pretendes que me crea eso?

—No pretendo que te creas nada—  ruki hizo una pausa y se levantó del sillón donde se la había pasado llorando en el regazo del mayor, al recordarlo el más bajo se avergonzó —siento mi espectáculo de hace un rato, no volverá a pasar, iré a buscar ropa, sé que Uruha dejó aquí toda la ropa que había abandonado en su auto, espera un poco y terminaremos lo de las fechas hoy—

—Si…— Aoi sacó un cigarrillo mientras el menor buscaba entre las bolsas negras que estaban en la parte trasera de su sala de ensayos.

—Creo que solo me cambiare los zapatos, la playera que tengo no esta tan mal— le escuchó murmurar

—No está mal, es el tipo de ropa que solías vestir antes.

— ¿Antes? — Se sonrió —Antes cuando tenía 20- se burló—ahora tengo más estilo, y solo las uso para dormir o cuando hago limpieza en mi casa. No es que me dé pena, pero ya no va con mi edad.

—Tchs— el mayor chasqueó la lengua enojado—si alguien me dice algo más acerca de la edad os voy a colgar a todos de los testículos—

El menor soltó una pequeña carcajada mientras sacaba unos converse negros de una de las bolsas junto con unos calcetines cortos Nike, se sacó las pantuflas de conejito y se puso lo recién encontrado.

Se dirigió hacia Aoi que seguía fumando  y le quitó la cajetilla de los cigarros para tomar una.

— ¿No lo habías dejado?

—Reita no puede dejar los kit kat, kai no puede dejar el sexo y tú no puedes dejar la guitarra, cierra la boca, sabes que es inevitable— dijo colocando un cigarro en su boca— Ahhhh…es orgasmeante— saco el humo de su interior y este formo graciosas ondas que con la iluminación eran tan perfectas como para salir en alguno de sus pv´s — admítelo, tu tampoco podrías dejar el cigarro…—

—…no, no podría—sonrió—bueno manos a la obra.

—Tengo que decirlo, porque de todas maneras ya sabes un poco de la verdad, y al final los secretos siempre se saben, además no quiero que te preocupes—dijo el menor interrumpiendo cualquier intensión del moreno de trabajar.

—  Es bueno que me tengas confianza— dijo haciendo un gesto de aprobación—además hablar te hace sentir mejor—

—Bien… ¿por dónde empiezo?...hace unos 10 meses, íbamos a empezar una gira, corta, solo tres meses ¿recuerdas? — el mayor asintió—si…yo deje a koron en una veterinaria que también era pensión, porque estaba enfermo, siempre lo dejaba ahí si no podía llevarlo conmigo, cuando terminó la gira fui por él y mi sorpresa fue que su veterinario se había retirado y que había dejado a cargo a su hijo recién graduado…se llama Ushieda Tetsu, en el momento en que llegué, él estaba bañando a koron, se veía tan feliz que me dio gracia, parecía agradable el tipo. Me dio a koron y me fui, pero koron se comportaba extraño.

— ¿Como cuando reita le dejó sus pájaros a su hermana?

—Exacto…ahh bueno él no quería estar conmigo, se volvió rebelde, mordía mis cosas, se hacía del baño donde no debía, opte por llevarlo de nuevo a la veterinaria a reclamar, entonces pensé que el tipo era un cretino indeseable, él me dijo que con frecuencia los animales se enojan con sus amos a causa de un largo periodo de abandono, que tenía que ser parciente y me enojé, eso nunca pasaba y le dije que siempre lo dejaba si no tenía tiempo  de cuidarlo, que me entendía y que nunca había actuado así antes, él se rió en mi cara y empezó a jugar con koron “Entonces koron me extraña ¿Verdad que si cosita?” y después koron se comportó bien unos días, y eso me dio mucho coraje, pero luego volvió a ser igual, no quería pero si koron lo extrañaba…al final decidí llevarlo todos los días a verlo para que jugara— se lamentó.

— ¿Diario?— Aoi se sorprendio

—¡¡MI PERRO SE CONVIRTIÓ EN UN ADICTO AL TIPO!!— gritó— y luego, cuando yo no podía ir, él iba a casa, después le di la contraseña para entrar al departamento, cenábamos juntos un par de días a la semana, después él se quedaba en mi casa — dijo con cierto dramatismo, como si estuviera en una novela. El mayor se quedó mirándolo con una especie de desazón.

—De repente ya no lo vi como el imbécil veterinario de koron…como que se me figuró…atractivo, más de lo normal y una noche después de la cena lo… hicimos…No me mires así, como si tu fueras un santo Aoi.

—Lo sé pero se me hace tan raro hablar de esto contigo, me siento como Reita cuando le cuenta sus cosas a Uruha…

—¿Te imaginas como me siento yo?— Suspiró otra vez—bueno, un dia llegó y me dijo “Ruki quiero saber qué somos” y yo le dije “No tengo idea”…y era la verdad—ante esto Aoi se empezó a reir.—y me preguntó “¿y que quieres que seamos?” y yo le respondí “¿Cómo voy a saberlo? No sé ni lo que piensas de mi” y me beso y me dijo, “pienso que me gustas y que deberíamos ser pareja, cuando me pagas por cuidad a tu Koron siento que me pagas por tener sexo y eso no me hace sentir miuy bien al respecto” y yo me quedé asi —Dijo señalando su propia cara haciendo un gesto sorpresa abriendo la boca y los ojos exageradamente. La risa de Aoi aumentó

— ¿Descubriste que le pagabas por tener sexo?

—¡No le pagaba para tener sexo! Le pagaba por cuidad a koron, solo que…

 —Le dabas una enorme propina

—SI…algo así.

—Le pagabas por tener sexo—afirmó el guitarrista

—SI, YA, LE PAGABA POR SEXO OK, pero él no tenía que saberlo, yo no tenía que saberlo y me sentí atrapado ¡Y LE DIJE QUE SÍ! Y desde entonces me ha bajado las nubes, el sol y la luna. Es muy dulce y amable, cuida a Koron como si fuera suyo, cocina, es limpio, tiene trabajo, un departamento propio, es independiente y me dice que me quiere. No tiene nada que ver con los gamberros de pueblo que son ustedes… lo quiero y me quiere…pero él está cambiando mi música— logró admitir antes de volver a sollozar—yo…no busco eso, ni por asomo, y siento que es como si fuéramos una pareja de esas que tienen aparentemente un final feliz, pero sé que dentro de diez años no querremos saber nada el uno del otro. Nos separaremos y nos amargaremos porque para entonces habremos desperdiciado nuestra juventud por algo que al final no valía la pena, yo me daré cuenta de que desperdicie mi vida con alguien que no tiene nada de sorprendente o especial.

—……… — todo lo anterior, el menor lo había dicho llorando, el mayor no supo ni que hacer,  solo lo atrajo hacia él y le daba palmadas en la espalda para intentar calmarlo.

Por más que quisiera, aunque el pensara que las personas podían amarse aunque tuvieran estilos de vida diametralmente diferentes, estaba hablando con alguien que nunca estaba conforme con nada, había crecido con todo en una familia en buena situación económica, con un buen futuro por nacimiento y decidió dejarlo por la música, vivió meses, años, en situaciones precarias para alcanzar la fama, el éxito, para que los reflectores lo enfocaran solo a él.

Su meta era hacer música, pero eso no quería decir que no quisiera tener todo lo que venía detrás de ella.

Desde el principio su amor lo dedicaba exclusivamente a bellezas superficiales y artificiales que no podía tener, y cuando conseguía a estos amantes difíciles de obtener perdía el interés casi inmediatamente. No tenía idea de lo que le podía decir a una persona como esa.

 

 

 

Uruha salió de la cocina, llevaba consigo una lata de duraznos en almíbar. La había refrigerado aunque no la había abierto, le gustaban los duraznos fríos. Se aventó a su sofá y prendió el televisor en el canal de los deportes.

Iba a media lata cuando el estruendoso sonido de la puerta siendo golpeada.

— ¿Pero qué coño?—Uruha se levantó de su cómodo sillón dejando los duraznos en la mesa de centro apresurándose a abrir, usando mucho más fuerza de la requerida, la puerta se abrió de sopetón dejando ver la silueta de su delgado amigo envuelto en pantalones ajustados de mezclilla oscura y una camisa color vino.

—No contestabas el teléfono, me he visto obligado a venir.

—No tenías que venir, si no te contestaba era porque había desconectado el teléfono fijo y apagado el móvil y eso fue precisamente porque no quiero hablar contigo Aki, ya te puedes ir.

— ¿Se puede saber que rayos pasa en tu cabeza? Desde hace años lo único que has hecho es lamentarte por un idiota, de hacer sentir a kai como una mierda y de paso a mí, por no tener idea de cómo ayudarte, deja a Takano en el pasado, ¡YA PASÓ!

—A mí me parece perfecto que kai se sienta de esa forma.

—Es una de las principales causas de que no haya podido soportarlo más, kai estaba enamorado, por desgracia de la persona equivocada y probablemente Takano haya sido la única persona en su vida de la que estará enamorado siempre. ¡SOLO LE DEJÓ POR TI!¿CREES QUÉ HUBIERA DUDADO EN ARREBATÁRSELO A OTRA PERSONA QUE NO FUERAS TU?

—Si estás aquí solo para defender a kai, ya puedes irte— Dijo señalando la puerta.

—No puedes echarle a él toda la culpa ¡Y no puedes encerrarte en un caparazón de tortuga para siempre¡— dijo exasperado.

El más alto se puso las manos en la cintura y suspiro pesadamente.

—Akira te doy hasta tres para que salgas de mi departamento o llamare a seguridad, hoy no me tienes tan contento y de verdad no quiero tener esta conversación.

El rubio le miró como no queriéndole creer pero al final se rindió, adoptó la misma posición que él pero con la diferencia de que negaba con la cabeza. ¿Cómo una persona podía envenenase con una mala experiencia? ¿Porque se negaba a crecer...a amar?

—Pero bueno…entre kai y tú, yo no sé quién está peor. —

—Es un jodido irresponsable que nos ha dejado tirados sin manera de comunicarnos con el, probablemente se esté tirando a medio Tokio, yo veía el futbol después de una dura sesión de practica en solitario, así que saca tus propias conclusiones. —Akira lo miró preocupado.

—Uruha, no solo entre él y tu han cambiado las cosas, entre tú y yo… ¿Ni un poco de compañerismo queda de esa amistad? 

—Aki…—dijo el castaño con burla—Entre tú y yo nada ha cambiado.

—Te equivocas shima, no confías en mí.

— ¿Que tiene que ver eso con la confianza que te tenga aki?—Esta vez cruzó los brazos esperando una respuesta del rubio.

—Me has demostrado que no confías en mi durante dos años, sin darte cuenta probablemente ¿Te digo cómo? ¿Te digo cuándo? ¿Te digo dónde?...desde el momento en el que no me dejas ser parte de tu dolor…porque no me dejas ayudar a curarte—Unas lágrimas se escurrieron hasta llegar a la bandita y el rubio al sentirla húmeda se la arrancó de un tirón. — Nos vemos shima, sigue viendo el futbol—Reita abrió la puerta y salió del departamento azotando la puerta dejando solo al castaño que se sentía confundido. Nunca había hecho llorar a su amigo.

— ¿Pero en qué coño piensa Reita?— se preguntó a si mismo caminando hasta la sala y dejándose caer en el sillón con la culpa revolviéndole los pensamientos.

 

 

—Ahhh!!¡Que rico se siente el aire invernal a media noche!...a pesar de que estamos en primavera...—Gritó el pequeño rubio saliendo del edificio de la PS company, que a pesar de lo que todo el mundo podría creer, era pequeño y nada llamativo, a lo lejos parecía otro edificio de oficinas más, gris y sin nada que dijera “aquí están los rockstar que ustedes adoran”.

—Estas pero si mal de la cabeza enano, este frio hela los huesos—

— ¿Vamos a cenar viejito?— Se burló parando la boca.

—Sí, pero espera—dijo acercándose al rubio ignorando el “viejito”.

— ¿Qué pasa?

—Tienes pelusa en la ceja—

— ¿Cómo que en la ceja?—preguntó preocupado cuando el otro ya tenía sus dedos hurgando arriba de su ojo. Buscando el objetivo blanco.

—No te muevas no veo bien con esta luz— se quejó— ¡No me… la chupes! ¡RUKI TIENES UNA CANA EN LA CEJA!

—¡¡¿QUÉ?!! ¡¡ARRANCALA AOI!! ¡¡ARRANCALA!! ¡¡ARRANCALA!!

Escucharon un ladrido que los sobresalto. Voltearon a ver y justo como lo pensaron se trataba de koron que venía en brazos de un chico castaño con una…no muy buena cara.

—Tetsu ¿Qué haces aquí?—pregunto el bajito, dándose una palmada en la cara a los pocos segundos—Lo siento, lo olvide, pero lo hubieras llevado a mi departamento entonces.

—Koron estaba nervioso, pero ya me voy. ¿Te lo dejo o me lo llevo a mi casa?

—ahhh…este—al rubio le costaba decidir que palabras decir.

—Me lo llevo entonces. —Dijo haciendo una reverencia a Aoi—Soy Ushieda Tetsu, el veterinario de Koron, me disculpo por no tener el tiempo de conocernos mejor. Nos vemos. — Dijo para darse la vuelta.

—Espe…ra…—Le faltó la voz. Trató de hablar, le salió un murmuro.

—Eii Tetsu, no pienses cosas raras—Le gritó el moreno—Ruki y yo somos compañeros de banda y una cena es como celebramos el arduo trabajo—

Tetsu se paró y giró sobre un pie e inmediatamente koron soltó otro ladrido. El castaño le sonrió a Aoi.

—Si…Ruki me dijo que el líder huyó y que lo estaba supliendo, pero creo que yo me he dado cuenta del problema de the gazette antes que ustedes mismos, ustedes son dos.— Dijo con cierta rudeza.— En la banda son cinco, en este caso con el líder lejos, cuatro, piensen en eso mientras cenan. —Le dirigió una última mirada a Ruki y se fue.

Ruki por primera vez tiritó de frio.  

 

 

Reita entró a un local. Una no tan pequeña cafetería/bar/restaurante 24 horas que se especializaba en atender  aquellos que no tenían a nadie que los esperara en casa a altas horas de la noche, que iban a ligar o a aminorar su soledad con el agradable y controlado calor del lugar.

Pidió whiskey en las rocas y sacó una hoja doblada en cuatro del a bolsa de sus pantalones. La abrió mientras el bartender servía su trago. Era una letra que Takano le había dado, unos días antes de que kai desapareciera, obviamente no se la había entregado a uruha. Sinceramente eso pasó porque no sabía si debía dársela o no al castaño, ya bastante daño le había hecho Takano Souta, al leerla, segundos antes de armarse de valor para dársela, se dio cuenta de que no sabía para quién era. Solo dijo “Es para él” y al principio pensó que era para Uruha pues se supone que él era el más unido al guitarrista, pero una escena del día anterior se le vino a la cabeza cuando estuvo a punto de estirar la mano…

 

“—Me he encontrado con Souta hace unas semanas — Le dijo al momento de sentarse—En realidad no fue un encuentro del todo, yo…como que incluso lo estaba buscando pero…no sé qué hacer precisamente en este momento.

—Está bien…de todos, ¿tuviste que decirme precisamente a mí?

Kai sonrió mientras  ponía las manos en las rodillas y miró al suelo en el momento que Uruha pasaba por ahí.

—Voy por cigarros ¿Quieres algo? —Le preguntó el castaño al bajista.

—Una soda. —Le respondió de lo más normal.

— ¿Sabor?

—Del humor que tengas.

El guitarrista le sonrió.

—Nada más encuentro de sabor a chile. —Dijo al salir.

Los ojos del baterista se pusieron húmedos, y apretó las manos.

— ¿Soy un cretino?

—No, eres imbécil ¿Y si se entera? ¿Y si luego sabe que yo lo sabía?

—No es como si fuera a salir con él. —Lo miró a los ojos, en realidad, la duda de sus propias palabras se le veía en los ojos. Hubiera sido mejor si se lo decía con la cabeza gacha.

— ¿Qué es entonces?

Kai respiró profundo y se recargó completamente en el sillón.

— ¿Lo que me hiciste sentir…fue una fantasía o realmente pasó?—Cerró sus ojos permitiendo que el ardor se convirtiera en líquido. El rubio sintió un nudo en el estómago. EL moreno solo sonrió amargamente. — ¿Pasó o perdí a un amigo por una ilusión? ¿Realmente me amaste?...Eso es lo que quiero saber Reita—Mas agua en su rostro, el rubio no supo si las lágrimas del batero eran saladas como las suyas o agrias como el ácido.—Pero tengo miedo de que cualquiera que sea la respuesta me ponga a llorar y me arroje a sus brazos. — Kai se tapó los ojos con la mano—Tienes razón, soy un completo imbécil. “

Reita  recordó como estiró la mano para descubrir los ojos del batero y lo que sintió al verlos.

Una tristeza enorme, que si el mismo la tuviera no se podría mover, a menos de que fuera para tirarse a las vías del metro, lo de uruha era negación, le dolía el orgullo, de eso estaba seguro ahora.

En los ojos de kai vio una tristeza tan profunda que helaba, tanto o más que el aire frio del que se resguardaba en aquella cafetería.

Notas finales:

review?, aunque sea uno pequeñito?


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