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Hombres maduros por neko miri chan

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Notas del capitulo:

Creo que algunas chicas se confundieron y pensaron que el de el capítulo anterior era Manson, sin embargo era Haruki, este es el cap donde sale Manson, espero dejen sus comentarios para ver qué puedo hacer, intente hacerlo lo mejor posible con la ortografía pero se me da fatal, si encuentran una avísenme.

Amm espero lo disfruten.

Kai había huido

Los cuatro estaban ahí parados sin poder decir ni pio. Él manager los estaba destruyendo por medio de palabras malsonantes. Los hacía sentir cucaracha, y machacaba su enorme orgullo de cucarachas con su bota de manager.

El día anterior había recibido un correo de kai

 Y es te decía así:

Hola manager, perdone por molestarlo, solo quería comunicarle que estoy enfermo y no podré asistir al trabajo por lo menos en un mes, no traten de comunicarse conmigo será imposible, no vayan a mi casa, no me encuentro ahí, la verdad es que estoy enfermo de algo que se llama, harto del trabajo en the gazette, el doctor me dijo que podría ser peligroso, que cualquier día podría matar a ruki y a su perro marica ( que al parecer es más importante que yo), a reita y a su pájaro idiota, a aoi y a su puto ipod, a uruha y sus malditas botellas.

Regresare después de unas merecidas vacaciones, nombro líder a ruki, es más responsable que los otros tres, más ordenado y limpio, no es necesario que me comuniquen nada, aceptare las decisiones acerca del marketing, las fechas de concierto, las escenografías, los trajes, la portada del disco, y los regaños, pero por ahora es lo más sano.

                                                                                                 Mis mejores deseos  kai-chii

 

Y ahí estaban todos recibiendo una paliza psicológica por parte del manager

- Lo sentimos manager-san- atinaban a decir una y otra vez

 

Kai corría como desesperado sobre la caminadora, con una altura de 7 a una velocidad de 7, es decir para morir. A pesar de que se había jurado ser alguien que se olvidaría de las dietas, esa mañana, en el baño del cuarto de hotel en el que se hospedaba, encontró una báscula.

No aguantó la tentación.

Lo hizo….se pesó….

Y subió un kilo, un kilogramo, un kilote….le dieron ganas de llorar ahí mismo, comenzó a verse en el espejo con 30 kilos de más, se traumó. Se puso su pants, sus zapatillas de deporte y se puso a correr como perro perseguido por la perrera.

Su vida corría a toda velocidad frente a sus ojos y no se dio cuenta de que había dado un paso en falso, literal, no figurativamente. Su rostro  aniñado fue a besar a la cinta de la caminadora, y salio casi disparado por la velocidad de esta. Su tobillo le ardía horrores y no quería levantar la cabeza, la gente vería su rostro y moriría de vergüenza

-Oye chico ¿estás bien?-le preguntó una voz preocupada, cuando levantó la cabeza se dio cuenta de que era un tipo  rubio y alto de casi dos metros, un extranjero. Aceptó apenado la mano que le tendía para levantarse.

-Lo siento-se disculpó  el moreno parando la caminadora, no podía mirar a la cara al rubio

-No te preocupes, me ha pasado un par de veces, quieres que te lleve a la enfermería del hotel, tu tobillo se ve mal-

-Por favor…-se sonrojó, en verdad era la humillación más fuerte que había sufrido después de que se le rompió el asiento de la batería en un concierto.

El tipo le ayudó a caminar, pero era difícil por la diferencia de alturas. Recorrían los pasillos color mango del hotel en búsqueda de la dichosa enfermera.

-Por cierto, no te he preguntado cómo te llamas- dijo kai- no sabré a quien agradecer-

-Ahh bueno es…-

-¡¡Byron!!- se escuchó una voz potente, ronca, vibrante, kai sin saber por qué alzo la cabeza aunque no tenía nada que ver con sus asuntos, solo quería ver de dónde provenía esa voz.

-Mr. Manson what´s  happen?- preguntó preocupado. Así que se llamaba Byron, miro a ese hombre frente a él, de unos 40 años,pálido, de cabello negro, que ocultaba su mirada tras unas gafas oscuras grandes, llevaba una camisa negra y unos pantalones del mismo color

-Twiggy it´s looking for a guitar, do you know where he leave the blue?-  kai veía atentamente a ese hombre, más por su voz que por su apariencia, la cual era, a pesar de sobria en colores, bastante llamativa

-No, I remember seeing in Fred´s room- no entendía ni media palabra de lo que decía, si bien lo intentaba, su ardilla se rindió al segundo 10, su ardilla no hablaba inglés, no tenía caso, solo miraba a los otros dos de forma curiosa, intrigado de como Byron podía hablar a la perfección el japonés sin dejar de ser un perfecto americano, americano supuso, ya que habla inglés.

-someone tell me, why the guitarist left the guitar in the room of bassist? – el mayor de los tres parecía un poco estresado, algo parecido a él cuándo atendía los asuntos de la banda “¿Cómo estarían los chicos?, No, no lo hagas kai, no te puedes preocupar, estás de vacaciones” se regañó a sí mismo-who are your new friend?-kai seguía en su mundo y no sabía que hablaban de él.

-he, he is…lo siento ¿cómo te llamas?- Byron lo sacó de sus ensoñaciones

-¿eh?, ah kai-

-his name is kai-

-invite him to the party, he looks interesting- el hombre se marchó de ahí, parecía realmente ocupado

-Dijo que estas invitado a la fiesta-

¿Cual fiesta?-

-Habrá una fiesta después de una presentación para la prensa, se dará un pequeño concierto y luego se mostraran unas pinturas del señor Manson, te podrás alcoholizar y luego hacer lo que tú quieras- dijo felizmente

-Ah…no me gusta beber…pensándolo mejor, ponerme ebrio un día de 365 no estaría mal, por cierto ¿quién era ese hombre?- el chico lo miró con los ojos a punto de salirse de sus orbitas-¿Qué?-

-Olvídalo, luego lo conocerás- le sonrió como si se compadeciera de él.

 

-Ahh.. .Mira aquí está su celular, tal vez por eso mando un correo y no un mensaje – dijo aoi escarbando entre los sillones de su sala de práctica

-Recuérdenme ¿por qué no tenemos derecho a estar enojados?-preguntó reita

-Porque fuimos unos insensibles de mierda, como sea, no es una novedad, tenemos que hacer que esto funcione y como soy el nuevo líder, digo que día libre para todos- dijo ruki tomando su bolso y saliendo del lugar.

-¿Por qué siento que esto terminara mal?- dijo uruha recogiendo sus cosas

-Porque va a terminar mal…-reita se desperezó estirándose sobre el sillón

-Como sea, igual me voy a quedar, voy a checar lo de las fechas, no quiero que nos quedemos rezagados con los preparativos-

-El buen aoi-san- se burló uruha-la banda siempre es primero-

-Creo que para todos, la banda es primero uruha-san-

-Me gustaría pensar que la banda durara para siempre-

-También no te quieras convertir en metallica uruha-

-Pero sería bueno-

-Si…pero james es casado, tiene tres hijos, Lars se casó dos veces y tuvo tres o cuatro hijos, no sé, Kirk también se casó dos veces y tiene un hijo y Robet Trujillo…-

-Ya, ya, ya entendí, ¿por qué tan traumado con eso?- le calló uruha, a lo que aoi lo miró

-Me siento algo viejo…-

-No me digas que tienes ganas de sentar cabeza?-preguntó aoi burlándose

-Tengo ganas de…llegar a casa después de una gira y que alguien me reciba además de mi pájaro-

-Yo no tengo prisa créeme- se acostó uruha en el sillón dejando su cabeza caer en las piernas del rubio

-Antes de que te das cuenta tendrás 40 años y serás como kiyoharu, o Gackt, tendrás éxito, fans y a nosotros pero estarás solo sentimentalmente, y no pienso acostarme contigo uruha-

-Ahh calla, no me hagas pensar en cosas-se quejó aoi –yo soy más grande que ustedes, me vas a hacer entrar en la crisis de la mediana edad antes de tiempo- aoi cogió su mochila y salió corriendo de ahí, olvidando que se iba a quedar a ver las fechas de conciertos del nuevo tour.

-O puedes ser como aoi y tener tu crisis de la mediana edad antes de tiempo-

-Eres un idiota Akira, a mí me basta con mi música-

-Entonces no tienes nada de qué preocuparte, la música durará más que tú créeme- le sonrió para acariciarle el cabello.

Ruki corrió al parque, un joven de unos 25 años estaba sentado jugando con su pequeño chihuahua negro, se sintió feliz por ello, Tetsu en realidad era muy cariñoso con los animales, tenía que serlo, era un veterinario.

-Hola koron-saludo ruki a su perro-hola Tetsu- se dirigio al joven-

-Hola Takanori-el muchacho de cabello castaño se levantó para darle un beso-saliste temprano del trabajo, pensé que nos veríamos más tarde.

-Nuestro líder y baterista huyó-

-Eso es malo-

-Es el líder y es baterista, no podrá alejarse de la música por mucho tiempo, es un adicto al trabajo y es adicto a ser mamá gallina. Le doy hasta mañana para aparecer hecho un nudo de nervios por saltarse dos de trabajo-

Él menor soltó una risotada

-Pareces conocerlo bien-

-Nueve años de intenso trabajo juntos, a estas alturas debemos conocernos bien-

-Pensé que llevabas diez con tu banda-

-Él entró tarde- se sentó y le indicó que hiciera lo mismo dando golpecitos en la banca para que se volviera a sentar-pero es eficiente el tipo, a estas alturas aoi debe estar frenético haciendo todo lo que  pueda, también es de esos adictos al trabajo-

-Lo dices como si tú no lo fueras-

-Lo soy, pero de forma moderada- dijo acomodándose los lentes para luego coger a koron del suelo y colocarlo en su regazo

-En realidad eres…algo intenso también-

-Cállate y no busques  pelea, dime, ¿A dónde quieres ir a comer?-

-A tu departamento, o al mio, donde sea que te pueda comer a ti- dijo en tono seductor

-Eres un pillo-le dijo antes de darle un ligero beso en los labios-entonces a tu departamento-dijo el mayor-vamos koron- el mayor, que en realidad era el más bajo se le levantó y estiró la mano para el castaño tomara su mano, la cual el otro aceptó.

 

Aoi entró en pánico, casi ni se dio cuenta de que recorrió medio Tokio en una velocidad no antes vista, pero al llegar a casa se dio cuenta de que reita decía la verdad, al llegar de una gira lo primero que hacía era llegar a recoger la casa, tenía que limpiar el polvo acumulado en meses, el buzón estaba lleno de cuentas, tenía que llamar a la compañía de gas, de luz y de teléfono para que le conectaran todo, tenía que agradecer a los vecinos de echarle un vistazo a la casa para asegurarse de que no le hubieran robado los pocos muebles que tenía. Cuando estaba instalado en Tokio, salía con los chicos, pero ya ni ganas de verlos, se la pasaban juntos en los autobuses, en los aviones, vivía con ellos, no había novedad, y la verdad era un poco patético ver a un quinteto de treintones jugando video juegos, así que optaba por irse de borracho con los chicos de otras bandas, si bien nunca se quejaba de su soledad, era triste que no hubiera nadie en casa pare recibirlo, que alguien le cocinara en fechas especiales, o alguien que le diera más que un calor momentáneo en medio de la noche. Durante años pensó que así estaba bien, pero ya tenía 33 años y lo único que había hecho de su vida eran canciones, no tenía ni refrigerador y solo había unas cuantas galletas caducas en su alacena.

 

Kai se arregló con esmero sin saber por qué, era una simple fiesta, claro que era una fiesta donde solo conocía a una persona, y no tenía ni idea de cómo eran las fiestas de los extranjeros, aunque si había alcohol no podía ser tan diferente, después de 7 cambios de ropa escogio una camisa blanca y unos pantalones beige con detalles en las bolsas, no podía ir a todo, porque no parecía ser un evento muy serio, además de que hacía calor para un traje. Le dio unos últimos toques a su cabello, un peinado sencillo que se podía hacer el mismo con la plancha, una linda caída en el copete y lo demás revoloteando con gracia en forma de picos.

Tal vez lacio hubiera estado bien- se dijo pensativo frente al espejo. Pronto escuchó que le tocaban la puesta, debía ser Byron. Cogió su reloj y se dirigió a la puerta. Abrió y la sonrisa de aquel rubio lo entusiasmo. Casi le hizo creer que él también podía disfrutar de la fiesta.

Bromearon un poco antes de llegar a una recepción donde había mucha gente vestida elegante, un escenario pequeño y en las paredes había varios cuadros…extraños para la gente normal, un poco grotescas pero no eran horribles,  además tenían algo en común, eran figuras humanas deformes pero las mujeres tenían una belleza muy particular, los colores más utilizados eran el negro, el blanco, varios matices entre el amarillo y el rojo, y pasaba lo mismo con los verdes y azules.

En la sala vio de todo, se sorprendió al darse cuenta de que conocía a unos cuantos hombres japoneses ahí, la mayoría eran empresarios dedicados a la industria del entretenimiento, pero le tenía miedo a los altos extranjeros.

Comió unas c galletas con queso y apio cortado en trozos, se sentía un poco fuera de lugar cuando Byron se alejaba de él, en especial cuando iba por bebidas, tardaba horas en regresar a su lado y lo único que podía hacer era quedársele mirando a las pinturas para que nadie le hablara.

Do you like the picture?- escuchó a sus espaldas y se tensó por la voz tan grave a sus espaldas, dejaba una sensación agradable y hasta de éxtasis, se obligó a aceptar, en los oídos, pero no entendió lo que decía.

Ahh?...etto, lo siento, no sé hablar inglés- y lo único que escucho el mayor fue washa washa asdifgñlkjh , los dos estaban en igual posición, hasta que llegó el amigo rubio de ambos.

Mr. Manson, are you ready? The stage  it´s ok-

Yes, I gonna, see you later- le dijo al pequeño japonés, pequeño porque era aproximadamente 10 cm más bajo que él. Dijo dirigiéndose hacia el escenario

¿Qué te dijo?-preguntó el rubio

Ahh…no tengo id…-se calló al escuchar una interesante melodía, ¿Dónde la había escuchado? ¿En la casa de reita?¿ En el ipod de uruha?, aoi solo escuchaba a the gazette, así que claro que no, pero…era interesante, una lenta y timida batería le hizo compañía, esa voz tan ronca…

Es Coma White, un clásico-

Coma…-

Chico Marilyn Manson te ha dirigido la palabra y tu ni en cuenta, ¿en dónde vives?, ¿debajo de una roca?- iba a decir más pero notó que su amigo japonés no le quitaba la vista a Manson, no lo culpaba, pero en esos ojos había un brillo que no podía descifrar. Era como si hubiera quedado encantado.

Ese hombre lo estaba mirando, aun entre la sala oscura y las cegadoras luces del escenario pudo notarlo, la tonada triste se lo había llevado, ese aspecto oscuro y solitario lo había envuelto, quería volver al mundo real, pero esa voz lo jalaba. Los efectos de sonido eran increíbles, en algunos momentos la música se volvía más fuerte y aun así la voz seguía ahí atormentándolo de placer, no tenía ni idea de lo que decía pero no lo dejaba ir.

 

Después de la actuación, Manson se limpiaba el sudor en el camerino con una toalla, llevándose rastros del maquillaje, corriendo el labial dejándolo como una mancha roja. Las heridas que se acababa de hacer en el escenario le escocían un poco, pero ya estaba acostumbrado, dejaría la sangre fluir.

Se escucharon unos toques en la puerta y fue a abrir, pensó que se trataba de uno de sus compañeros o alguien del staff.

Tras la puerta se encontraba aquel tipo que ese día había visto varias veces con Byron, un chico de su staff que muchas veces hacía de traductor al saber siete idiomas.

El chico dio unos pequeños pasos al ver que el mayor le hacia el gesto de que pasara. El hombre al que le calculaba cuarenta años se le quedó viendo, y antes de que pudiera decir algo, ya lo tenía contra la pared, trató de detenerlo pero ¿a quién quería engañar? Tenía ganas, no lo había hecho ni con mujeres, ni con hombres desde hace un tiempo, y el tipo le tenía ganas también, un polvo no hacía daño a nadie.

Cuando todos estos pensamientos se terminaron de ordenar ya no tenía pantalones ni bóxer, solo tenía la camisa abierta y media rota además de que estaba incrustado en el tocador.

Entre besos logró acomodarse tirando unos frascos de cremas. Hubo un momento en que pararon todo movimiento y se vieron a los ojos. Kai pasó las uñas delicadamente sobre las marcas en el pecho del mayor y luego las enterró más, haciendo que sangraran más, aun así, solo se seguían mirando.  

El mayor sacó una pastilla grabada con un corazón y la puso frente a él, kai ni siquiera le prestó atención, solo la cogió con los labios y la tragó.

Hello, I´m Marilyn Manson- le alcanzó a entender

I´m kai- eso era lo único que le pudo decir, Manson se comía a besos y lengüetadas su cuello.

Sintió que había recorrido todo su cuerpo con la lengua, dejando varias mordidas en el camino. De un momento a otro se sintió más cachondo de lo normal, su cuerpo estaba muy caliente, más de lo que normalmente debería estar en una situación como esa, la energía se agolpó en su corazón, su pulso estaba por el cielo junto con su mente.

El mayor le ordenó abrir las piernas, el obedeció. Manson se bajó hasta su entrepierna, pero lejos de ser un oral común se decidió por invadir su ano con la lengua sacándole varios quejidos. Abriéndolo cada vez más, metiéndola hasta donde podía, haciendo círculos y a veces morder ese pedazo tan sensible de piel.

Se escucharon unos golpes en la puerta y kai estuvo a punto de recapacitar, pero Manson tenía otros planes, tomó el pene del menor y comenzó a succionarlo muy fuerte, kai sintió como si se lo fuera a arrancar, no podía dejar de gritar y al mismo tiempo no dejaba de mover las caderas.

Los golpes se dejaron de escuchar, al parecer el visitante se había marchado.

Manson se detuvo y se paró rectamente, lo jaló del brazo y lo puso contra la pared, lastimándolo, levanto una de sus piernas y comenzó a penetrarlo, alternando la suavidad con la dureza, al igual que la velocidad lenta y rápida. Kai no podía hacer nada más que soportar su erección siendo golpeada contra la pared mientras el lóbulo de su oreja se magullaba entre los dientes de aquel hombre.  Su ano estaba siendo invadido por algo más grande que cualquier otro hombre le pudiera ofrecer antes, su próstata estaba siendo atacada una y otra vez, pero las envestidas pararon, Manson le dio la vuelta y lo beso ardientemente, y tomo su pierna derecha, la alzo y después hizo lo mismo con la otra. Lo volvió a penetrar pero esta vez de frente.

Manson lo abofeteo, pero no se sintió ofendido, lo miró con toda la lujuria que sus ojos pudieron proyectar y lo beso sin más acallando sus propios gemidos.

Se corrió. No resistió mas. No sabía si era la experiencia del mayor o la pastilla, o ambas pero había sido el mejor orgasmo de su vida.

Se dio cuenta de que era la experiencia, la pastilla apenas comenzaba a hace su efecto.

Tenía ganas de más y más.

Al final acabo adolorido, en su cuarto de hotel, y al despertar se encontró con un hombre que cuando se mostró consciente, siguió haciéndole el amor aunque ya lo habían hecho hasta el cansancio.

Vamos que no tenían ganas de hablar y aunque las tuvieran no se entenderían, la pintura y la música eran idiomas universales, pero también lo era el sexo.

Notas finales:

jejeje en lo personal me gusto, gracias por leer, dejen sus reviews por favor


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