No sabía cuál de las señales le había hecho reaccionar, el hecho estaba en que ahora se encontraba corriendo a las afueras de la aldea con todos sus compañeros pisándole los talones.
Hasta Ino que hacia unas horas estaba roncando incluso más fuerte que él, no sabía cómo Sasuke seguía dormido si tenía su habitación en frente y los ronquidos se oían abajo, estaba encaminándose a las diferentes explosiones de humo negro que se encontraban un poco más adelante.
Miles de estrellas ninja llegaron y los tomaron desprevenidos, preparados para el inminente ataque se cubrieron pero enorme fue su sorpresa al no recibir un solo rasguño. Alzando la vista el rubio pudo distinguir arena. Arena.
-¡Gaara!
Las estrellas ninja cayeron al suelo y se descubrieron como hojas de papel dobladas hasta adaptar su forma. Origami. Y eso significaba una cosa. Akatsuki.
El siguiente asalto fue mucho más exacto que el anterior, esta vez dirigido al Sabaku quien sin problemas lo evito, dejando su espalda desprotegida. Kisame Hoshigaki atacó con su arma aun cubierta la espalda del Kazekage.
El rubio estaba a punto de cubrirle la espalda cuando una enorme bestia de ¿tinta? Se le adelanto, a pesar de solo servir para distraer al Akatsuki quien se puso en guardia.
-Hola.- la voz demasiado cerca asusto a todos quienes miraban al sujeto acabado de llegar con extrañeza, era realmente parecido a…- soy Sai
-Ah umm, yo soy Naruto...
-¡Baka! ¡Podría ser un enemigo! – el grito de Sakura los puso a todos en posición de ataque. Al morocho no pareció importarle porque se acercó a Naruto quien por alguna razón no desconfiaba del pelinegro.
-Un placer conocerte Naruto, James o Príncipe Azul como te guste más. Creí que eras más guapo, que decepción.- Error, ahora Naruto lo quería matar.
-Ejem.- el carraspeó de Shikamaru los distrajo, al mirarlo señalando arriba divisaron a Gaara parado al revés en su nube de arena.
-Si no es mucha molestia.- dijo el pelirrojo serio.- Necesitan ayuda por allá.
-¡Hinata, Lee, Shikamaru, Kiba! – Grito de la nada Ten-Ten.- ¡Vamos por allá! – los mencionados la siguieron dejando solo a Naruto, Sakura, Ino, Shino y a los otros dos recién llegados lidiar con Kisame y quien parecía ser Konan.
-Caperucita Roja, siempre creí que tu abuela debió dejarte encerrada, maldita bestia*.- dijo la peliazul antes de lanzarle otro ataque, esta vez fueron mariposas, no por eso menos letales, que rodearon a Sakura formando un tornado. Gaara fue en su ayuda pero Kisame se interpuso.
-Dejemos a las señoritas arreglar sus asuntos.- y comenzó una pelea entre ambos. Shino intervino ayudando al Sabaku mientras Sai e Ino iban a sacar de aprietos a Sakura. Pero antes de que Naruto decidiera a quien debía ayudar algo lo tomo de las piernas y lo alzo en el aire.
Invisibles para sus ojos pero aun así presentes los hilos lo jalaron hasta llegar a su titiritero. A una altura extrema este le sonrió macabro y lo dejo caer. A unos cuantos metros de su inminente final algo blando lo atrapo. Miro con asombro al chico rubio quien le sacaba la lengua a un ahora más que molesto pelirrojo.
-¡Hola! –le saludo.- Con un gracias es más que suficiente.- continuo alzando una ceja. Cuando vio que el rubio tomaba su kunai alzo las dos manos a modo de rendición.- Tranquilo amigo hun, ahora estamos en el mismo equipo hun. Naruto sorprendido bajo el kunai al mismo tiempo que el “ave” donde estaban aterrizaba.
-Así que este es nuestro príncipe.- escucho a sus espaldas la inconfundible voz de Itachi Uchiha. Lo miro con rencor y redirigió su mirada al rubio diciendo mentalmente mentiroso.
-¡Hey! No me mires así, tampoco me cae bien pero está con nosotros hun.- dijo el rubio de coleta para después escucharse la risa sarcástica del Uchiha mayor. Naruto no cabía en su sorpresa. Pero había aun así algo más importante.
-¿¡Dónde está el estúpido de Hyuga!? – el Uchiha dejo su mini pelea con el otro exakatsuki y señalo a lo lejos la carrera de un castaño hacia lo que parecía la Villa Uchiha. Naruto se tranquilizó un momento antes de mandar todo al diablo al ver al ojiperla ser tacleado por una serpiente gigante.
-Auch.- dijo el rubio alto antes de emprender el vuelo hacia esa dirección con dos polisones acompañándolo.
Los hilos invisibles que antes habían atacado a Naruto lo hicieron con el ave de arcilla de Deidara. Jalando con todas sus fuerzas el rubio decidió que era mejor que los otros bajaran.
-Yo me encargo.- dijo sonriendo, el rubio menor asintió saltando fuera del ave y cayendo cerca de la pelea que se daba con el castaño y la enorme serpiente. Deidara observo como el Uchiha miraba el piso y luego a el simultáneamente.- No me digas, ¿Miedo a las alturas? – comento tratando de no distraerse lo suficiente como para que Sasori los tirara a ambos.
El Uchiha lo miro duramente unos segundos pero aún no se decidia a bajar, sonrio con algo de ternura al entender el porque. Con un poco de brusquedad jaló al Uchija y lo besó como si fuera su ultimo dia. Cuando el beso termino el morocho lo miraba confundido.
-Por si acaso.- sonrió y cuando el Uchiha le sonrió devuelta lo empujo fuera de su creación para encaminarse a su pelea. Tocando sus labios y sintiendo aun los del Uchiha en ellos.
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¿Desde cuándo el puto Orochimaru esta con Akatsuki?, fue lo único que pudo pensar cuando el punzante dolor en su hombro izquierdo hizo acto de presencia. Esquivando los ataques de la serpiente gigantesca llego a la conclusión de que nunca llegaría hasta Sasuke.
-¡Baaaaastaaaaardoooooo! –miro hacia donde provenía el grito, ni más ni menos que Naruto. Se sorprendió bastante al oírlo llamarlo así por que, sin duda era a él a quien llamaba así, la mirada furibunda en sus ojos decía Neji Hyuga. Naruto dio un salto y el ojiperla se agacho antes de que el rubio olvidara que su enemigo no era el sino la serpiente gigante, extrañamente sincronizados el salto de Naruto y el intento de esquivarlo del Hyuga llevaron al rubio a la cabeza de la serpiente que se sacudía para sacarse al contenedor del Kyubi de ella.
Un poco más atrás vio al Uchiha mayor se empujado y caer al piso limpiamente, cuando se acercó a el pensó que estaría molesto por haber sido bajado de esa maneja pero por el contrario lo encontró con esa sonrisa bobalicona digna de ser fotografiada.
-Déjate de cursilerías y ayuda a Naruto, necesito llegar a Sasuke.-el morocho pareció indignarse por un momento pero después asintió sin ganas y el castaño pudo continuar su carrera hacia la casa de Sasuke.
Observo a lo lejos a Karin, Suigetsu y Juugo pelear con quienes parecían el resto de los Akatsukis, un extraño tipo con la cara llena de piercings, otro con la cara cubierta y uno con un extraño peinado hacia atrás. Vendré a ayudarlos después, se dijo, Con ayuda.
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Deidara observo a varios chicos tirados en el piso ya, todos siendo atendidos por una pelirrosa bastante maltratada. Del otro lado Konan se las apañaba con una rubia y con el que reconoció como Sai. Kisame bastante entretenido con el Kazekage y un chico rodeado de insectos. Ahora bueno, las posibles víctimas de Sasori no se veían nada bien.
-Por cierto… ¿Dónde está…?
-Bu.- el soplido en su espalda lo tomo por sorpresa pero reacciono rápido saltando del ave de arcilla y haciéndola explotar. Cayó justo en frente de la peli rosa que se tensó al instante, le saludo con un gesto de su mano y un hola mudo, lo que desconcertó a la kunoichi. El pelilargo volteo su mirada hacia la pequeña explosión en el cielo y percibió movimiento a su derecha. Metió la mano en su bolsillo y creó una bomba de arcilla que alejo al títere bastantes metros atrás. Regreso su vista a Sakura que estaba boquiabierta, frunció el ceño.
-No pongas esa cara. Te ves horrible.- la chica solo cerro la boca.- Mejor.- le guiño el ojo.- tu encárgate de ellos.- dijo señalando a los dos chicos aun tirados en el piso.- ustedes dos me ayudaran.- señalo esta vez a Hinata y Rock Lee anteriormente curados por la pelirrosa. La Hyuga asintió pero fue detenida por el chico de verde quien aún miraba desconfiado a Deidara.
-¿Quién eres?- Deidara bufó, no estaba del todo orgulloso de su papel pero era eso o convertirse en un títere de Sasori. Formó rápidamente otra ave de arcilla y se montó en ella. Sonrió con sorna a los otros dos muchachos.
-¿Qué quién soy? Pero si yo los reconozco muy bien. Cenicienta, Pinocho.- Guiño el ojo y se alzó unos metros en el cielo.- Si no se apresuran Rapunzel será el héroe de este cuento.- La peliazul lo miro cómplice y aunque mirada de sorpresa del de cejas pobladas le causo gracia no tenía tiempo para eso.
Miro a lo lejos a Itachi y pensó que tal vez si le gustaba un poquito ser Rapunzel.
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Llego a la casa y pensó que nunca en su vida el trayecto le había parecido tan largo, entro y llego a la sala y lo primero que vio fue a su prima menor sentada en el sillón de la sala, feliz de la vida con el gato negro de Sasuke acurrucado en su regazo. Desconcertado se quedó parado donde estaba hasta que la niña señalo las escaleras. Corrió escaleras arriba no sin antes hacer una pequeña reverencia hacia su prima, que poco se lo merecía, el respeto antes que nada.
Para cuando entro a la habitación esos pensamientos se esfumaron y solo pudo centrarse en Sasuke… y la persona encima que estaba a punto de apuñalarlo. Ah no, eso sí que no.
Activo su byakugan y antes de que el otro pudiera darse cuenta lo alejo de Sasuke. Lleno de furia empezó a atacar a su oponente, y este aunque no esquivaba todos los ataques, si la mayoría. No sabía a qué más recurrir, estaba exhausto. Optó por acercarlo lo más posible al balcón aun sin un plan después de ello. Sin embargo no tuvo que pensarlo mucho más. A lo lejos se vio una explosión aún más grande se oyó a lo lejos.
-Demonios, esos inútiles…
Y para sorpresa del Hyuga el nombrado Pain apareció en el marco de la ventana, mirando a Madara como si quisiera fulminarlo, y cuando el de los piercings dirigió su vista hacia el solo asintió. Neji se relajó, un aliado más. El peli naranja tomo de las ropas a Madara y lo tiro por la ventana. Itachi Uchiha apareció en ese instante, no tan sorprendido como el de que Pain estuviera de su parte. Se unió a su lucha, apenas haciendo que Madara se intimidara, aunque si haciendo que buscara un lugar que le diera ventaja. Se alejaron lo suficiente como para que Neji estuviera tranquilo.
Pero no estaba tranquilo, nada de eso.
Miro a Sasuke ajeno a todo aun recostado en la cama. Se acercó lo suficiente para oír su respiración. Tembló, jamás lo había visto así. Tan indefenso, vulnerable. Acerco su rostro aun con miedo. ¿Qué si el Uchiha no despertaba? Si recordaba bien fue él mismo el que termino la… la cosa que tenían. El Uchiha no debió estar muy contento y…
A la mierda todo.
Tomó su rostro con delicadeza, sin esa desbordante pasión con la que lo hacía antes, cuando no tenía claro nada. Ya no estaba confundido. Sabía lo que sentía y estaba seguro que al menos para él, nada había sido en vano.
Y lo besó.
Y sintió magia, sintió de esas mariposas que revolotean en tu estomago cuando algo te sobrepasa. Sintió la necesidad de quedarse así para siempre aunque sabía que no debía. Pero cuando se separó del morocho nada pasó. Y el alma se le vino a los pies.
Las lágrimas se amontonaron en su rostro, temerarias, dispuestas a caer. Estaba frustrado ¿Qué más podía hacer?
-Puta madre Sasuke, no sé a qué mierda estás jugando. Sé quién soy yo y se quién eres tú. Sé que eres tú. Lo que dije no es cierto, te mentí, esto es más que un juego para mí. No sé en qué momento te convertiste en alguien tan importante pero ahora es así y debes tomar la responsabilidad.- Arrugo la ropa del morocho cuando sus puños se cerraron en ellas, las lágrimas le escocieron los ojos, pero el aún se resistía a dejarlas caer.- Demonios Sasuke, Te amo. Te amo, maldita sea.
Escondió su rostro en el hueco que formaba el cuello de Sasuke, perdiendo la esperanza. Hasta que sintió los brazos de Sasuke rodearlo por la espalda. Se levantó con rapidez y vio como el otro abría sus ojos lentamente. El tiempo se detuvo.
Lo primero que vio en los ojos del otro fue confusión, después paso al desconcierto, siguió el razonamiento tal vez y por último el entendimiento. Se distrajo unos segundos al oir ruidos abajo y para cuando volvió su vista hacia Sasuke este estaba hecho un lio.
Vio en su cara aun un poco de confusión, enojo, bastante enojo supuso por su ceño fruncido. Le hubiera dado miedo si no hubiera tenido un enorme sonrojo hasta las orejas acompañando su intento de mirada fría. No advirtió como alzaba el puño y lo golpeaba para sacárselo de encima.
-¿¡A qué crees que estás jugando!?
Se agarró la mandíbula con fuerza, aun en el piso. Bastante feliz de que Sasuke despertara pasó por alto el golpe. Tan solo observo desde su posición como el otro se levantaba y se observaba.
-Demonios… ¿Por cuánto tiempo he estado durmiendo…?
-Han sido varias semanas…-dijo Neji encontrando su voz. Cuando el otro lo miro duramente recordó que tenían una plática pendiente. Mierda, pensó.