Llegó a su casa como siempre después del trabajo, y no había nadie en ella, primera vez de todo el tiempo que llevaban juntos que eso sucedía, y no le gustaba la sensación, la casa se sentía fría, vacía, sin vida…
Trató de no pensar mucho en la ausencia de su novio, tenía la esperanza de que llegara pronto, pero sus esperanzas se esfumaron cuando fue a dejar sus cosas a la habitación y estaban las puertas del closet abiertas de par en par, dentro no había nada que le perteneciera a su novio…
Buscó como loco en toda la casa un rastro de él, pero solo quedaba su aroma sobre las sabanas… Kai se había ido, lo había abandonado, falto a su promesa y lo dejó solo triste, sin dar una explicación…
Por eso la casa se sentía vacía, por eso el aire se le hacía pesado, de su lado se había ido la razón que tenía para seguir adelante…
De la nada pasaron días, aún con la tristeza a rastras siguió con su vida, pero la poca fortaleza que lo mantenía en pie se le escapo del cuerpo al ver al que haya sido su novio, con quien se haya dicho llamar su hermano…
Kai y Byou se veían felices juntos, como si nada, mientras el sentía como su corazón se hacia pedazos dentro suyo. Byou, quien se crío junto con él, quién dijo sería su mejor amigo para siempre, le había quitado lo que él mas amaba en el mundo…
Se removió incomodo en la cama y abrió los ojos al sentir unos brazos rodeando su cintura, era él quién se aferraba a su cuerpo desnudo, lo miro extrañado un par de segundos y luego cayó en cuenta que todo eso había sido un sueño, casi una pesadilla, pero ya había pasado…
Acomodo su cuerpo en la cama y abrazo con más aprehensión a su novio, Kai estaba con él compartiendo la cama y se sentía feliz por ello, pero aun así mientras lo observaba dormir sobre su pecho, no pudo evitar cuestionarse tantas cosas con respecto a esa relación…
Nunca se le hizo fácil decir las cosas de frente, era demasiado tímido y nervioso, el tartamudeo lo traicionaba y terminaba trabado sin saber qué decir. Por lo mismo, de la misma forma en que se declaró, luego de acomodarse y acomodar a Kai en la cama sin que despertara, tomó un lápiz y un cuaderno, donde anotó todo aquello que pasaba por su mente…
"Tengo tanto miedo de perderte algún día, de despertar y que no estés a mi lado, o que un día me digas “tenemos que conversar” y sea solo para decir que te aburriste de mi y que ya no quieres estar conmigo…
Mi vida contigo jamás será la misma, sin la tibieza de tu cuerpo, sin la ternura dulce de tus labios, sin la alegría y optimismo de tus lindas sonrisas, mi vida sin ti no vale por eso no quiero perderte nunca…
No concibo una vida sin ti a mi lado, eres un apoyo para mi, aunque a veces no te diga todo lo que me inquieta o no siempre te cuente mis problemas, siempre estas ahí sonriendo, abrazándome y alegrándome, que todo aquello que pudo haberme molestado en el día se esfuma con solo rozar tus labios. Te haz vuelto una droga para mí, te necesito como el aire, y me vuelvo loco si no te tengo…
Pero también, si algún día te aburro, si llega alguien mejor que yo, si sientes que lo nuestro no es lo mismo, si simplemente quieres tu libertad de vuelta, no soy quién para impedir que te vayas de mi lado. Te amo, eso está claro, y por eso mismo aunque el corazón se me haga pedazos, si tú ya no quieres estar conmigo no voy a retenerte, te aprecio demasiado como para desgraciar tu vida obligándote a estar a mi lado. Si esto algún día ocurre, dímelo, de verdad prefiero que me destroces el alma diciéndome que no me amas, a darme cuenta después que estás conmigo solo por obligación…
Te amo, Kai
… Porque la vida no es vida sin ti … "
Le dio un último beso al hombre al lado suyo y se levanto antes de que sonara el despertador. Tenía deberes que cumplir, y si bien le hubiese gustado quedarse aferrado a su novio todo el día, no podía…
Luego de ducharse y arreglarse, aun con tiempo preparó el desayuno dejándolo en el velador para cuando Kai despertara, junto con la bandeja dejo la nota que había escrito y se fue a cumplir con sus obligaciones…
Ya cuando sonó el despertador, Kai se removió en la cama en busca de su novio, pero este no estaba, estiro su brazo hacia el velador con el propósito de apagar el despertador, pero lo que sintió su tacto fue la bandeja con el desayuno…
Se sentó en la cama tras apagar el molesto aparato y acomodó la bandeja en sus piernas, se dio cuenta de la nota y la leyó mientras seguía comiendo, pero conforme avanzaba el nudo que se iba formando en su garganta no lo dejaron seguir…
No era primera vez que su novio le dejaba una nota regada por la casa, de hecho adoraba esos detalles de él, pero era primera vez que le decía esas palabras con respecto a dejarlo y a terminar su relación, no se imaginaba que su novio se haya vuelto tan inseguro, él ama a ese hombre, no quería dejarlo, y sabía que el sentimiento era reciproco, pero ¿Por qué? Por qué esa inseguridad a esas alturas de su relación, cuando ya habían pasado lo peor, cuando tenían una vida formada. Así como su pareja no concebía una vida sin él, él también creía imposible seguir su camino sin la compañía del otro…
En ambas mentes estuvieron presentes esas palabras todo el día, los dos claros con sus metas juntos, ambos sabían que las cosas se hablaban de frente, si que estaban ansiosos por llegar a casa…
Ante cualquier pronostico, la pareja se encontró en la entrada de la casa. Kai antes de que su novio pudiera siquiera encontrar las palabras para comenzar a explicar algo, él se abalanzó sobre su cuerpo, rodeó su cuello con los brazos y lo besó como si su vida dependiera de ello, el beso fue correspondido con la misma intensidad. Había tanto que transmitir con sólo ese contacto, que sin más palabras una vez se les acabo el aire, entraron a la casa…
Una vez dentro las palabras tomaron su curso, dándole a cada quien la capacidad de despejar las dudas del otro, ambos eran sinceros con sus sentimientos y toda inquietud, duda y demás quedo atrás. Ellos se aman, lo tienen claro y eso nadie lo cambiará.
Los dos pensaban…
“La vida no es vida sin ti”