Como cada mañana, Akaito tomaba de la mesa de la cocina, una cajita de madera que contenía su almuerzo. Encima de esta, estaba la misma nota de siempre: “cuídala del sol, cariño”.
Akaito ya estaba acostumbrado a eso, así que ni caso hizo, solo la tomo y con desgano se fue a la construcción en la que trabaja como arquitecto.
Al llegar a la casa en la noche, estaba (como siempre), sobre la mesa, comida preparada especialmente para el y al lado una nota que siempre tenia un pensamiento distinto dirigido a el.
El señor dejo la nota de lado, sin siquiera leerla y se dispuso a comer.
Como siempre, después de comer, se baño y vio a su amado Nigaito dormido.
Día tras día, siempre era lo mismo………….
Akaito estaba sumido en el trabajo, en la monotonía…………..
Un día, la mañana comenzó “extraña”. El almuerzo estaba pero la nota no. El no le dio mucha importancia a esto, y solo pensó: >>Quizás ya comprendió que no necesito que me recuerde lo mismo día tras día <<
Akaito, tomo la cajita con desgano y se fue a trabajar.
A la hora del almuerzo, Akaito se dio cuenta que había sido descuidado y que la cajita la había dejado a merced del fuerte sol.
Él no le dio mucha importancia a esto, pues ya hacia tiempo que cambiaba esta comida por la que vendían ahí.
Al llegar la noche, se dirigía a su casa con el mismo ánimo apático de siempre.
Entro como de costumbre a la cocina, esperando ver lo mismo de siempre. La comida en la mesa y una nota (Nota que nunca leía). Pero, vio algo distinto, algo faltaba…………………….la nota. Esta cosa inusual, no lo alarmo en lo mas mínimo.
Se comió todo, un sabor extraño se apodero de su lengua, picante, Dulce, y luego agrio, y por ultimo……..Salado.
Un pensamiento surco su cabeza:>> ¿Qué decían las notas?, nunca e leído ninguna de ellas, ni tampoco las guardo << Se inquieto un poco por su desconocimiento, así que trato de calmarse el mismo:>>No importa, seguro que eran indicaciones de la comida<<
Lavo los trastes, se fue a bañar y se dispuso a dormir.
A la mañana siguiente, se levanto con los mismos ánimos de siempre para ir a trabajar.
Como de costumbre fue a recoger su desayuno, pero algo inusual vio en tan conocida escena…………………………la cajita, no estaba, el almuerzo `No estaba´ >>Que extraño, como sea, esto no es malo. Tal vez tuvo que salir mas temprano de lo usual. Bueno por lo menos esto es algo fuera de lo común<<
Akaito se fue a su trabajo. A la hora del almuerzo, compro comida, se sentó bajo la misma sombra, pero hoy se dio tiempo para observar a los jóvenes trabajadores. Veía como sonreían a pesar de su duro trabajo>>Que felices se ven. Me pregunto…..cuando deje de amar mi trabajo<< Un sabor amargo lo saco de golpe de su melancolía.
Al finalizar el día, llego a casa, ansioso por ver a su Nigaito, por comer lo que con tanto cariño le preparaba, y verle su dulce rostro.
Al llegar a casa, como de costumbre entro a la cocina vio la misma escena, sobre la mesa la comida, esto lo sumergió en la monotonía de nuevo.
Termino de comer, se fue a bañar y luego a los brazos de Morfeo.
Por un tiempo largo todo siguió igual. La comida, la nota y la cena………………..…………….Nada de amor, solo abrazaba la monotonía , poco a poco dejaba en el olvido a su fiel amante.
Un día, Akaito se despertó mas tarde de lo usual. Se le había hecho tarde. Bajo corriendo, entro a la cocina y no vio la cajita, No le dio importancia a eso por la prisa que tenia…………………………..
Al terminar la jornada de trabajo, llego a casa ansioso por la comida de su Nigaito.
Termino de comer y subió lentamente las escaleras, se dio cuenta que la luz de su cuarto estaba prendida.
Subió algo dudoso de por que su amado estaba despierto a esas horas. Al entrar al cuarto, vio a Nigaito con un lápiz y una libreta en sus manos, mas no estaba despierto.
Tenía los ojos cerrados, con una sonrisa en el rostro, pero con las tan inconfundibles marcas que dejan las lagrimas secas en las mejillas.
El, tomo la libreta sonriendo y besándole la frente.
Miro la libreta y se dio cuenta que era una carta para el, así que se dispuso a leerla:
>>Hola amor, ya hace mucho que no platicamos ni articulamos palabra entre nosotros. Hace mucho que no te puedo decir directamente que te amo, ni siquiera te lo e podido demostrar de la manera que es usual entre las parejas, pero lo comprendo, tienes mucho trabajo y terminas cansado.
Sabes, siento mucho el que no te haya podido hacer el almuerzo hoy.
Estoy seguro que sabes que lo elaboro con todo mi amor para ti. Recuerdas, cuando nos conocimos te dije que no me gustaba cocinar, pero por ti aprendí.
Quiero que sepas que lamento mucho el que ya no voy a poder seguir cocinando para ti, esta será la última vez.
Trate de resistir lo mas que pude……………………………….…..yo se que tu me sigues queriendo como el día en que nos conocimos, aunque no me lo demostrabas, se que tu amor por mi sigue intacto, pero aun sabiendo eso, estaba tan solo. Trate de no entristecerme pero, al final, no pude evitarlo. Ja,ja,ja………………...para este punto ya estoy llorando, seguro que pensaras que es tonto.
Te ame todo lo que pude. Resistí con toda mi alma pero, al final paso lo que debía.
Ya es hora de que me despida de ti, se que no tienes mucho tiempo y por eso no te quitare mas de el. Te dejo pero, no para siempre, te prometo que te estaré esperando. Cuando sea tiempo, no antes, vendrás con migo. <<
El señor sintió un nudo en la garganta al pensar en que su Nigaito lo dejaría por que lo había descuidado, pero era mas su duda, así que siguió leyendo
>>Perdona que no te dije antes, pero creí que todo se arreglaría, no creí que empeoraría. Bueno, te lo diré, hace 3 mese ya que me diagnosticaron cáncer y me desahuciaron, y hoy mi cuerpo no quería responderme.
Adiós amor………………….prometo que te estaré esperando y cuando llegues a mi lado nuevamente, te protegeré y cubriré con mis alas blancas<<
A Akaito le temblaron las manos, las lágrimas surcaban su rostro.
El, termino abalanzándose sobre su amado. Trato de despertarlo pero fue inútil, gasto sus pocas fuerzas en vano.
Abrazo el cuerpo sin pulso de su único y gran amor.
Bajo la luz de la luna llena se quedo con su amor, recordando lo mucho que al principio atesoraba y amaba esos pequeños detalles de su amado.
Bajo la luz de la luna había iniciado su amor y bajo la luz de la luna llena se había terminado su amor. La luna siempre fue el testigo fiel de este amor.