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QUEDATE CONMIGO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, en este capitulo se ven por primera vez a los enemigos, ya se sabía mas o menos quienes eran pero ahora aparecen y se puede ver un poquito de sus planes, espero que les guste

Capítulo 8.- La calma antes de la tormenta

 

Hades estaba besando a Seiya que sin razón aparente se puso muy inquieto de pronto y se movía en la cama como queriendo escapar del agarre de su amante que no estaba dispuesto a soltarlo

- Hades… Hades… espera… - dijo el joven entre jadeos poniendo sus manos en el pecho de su amante y empujándolo suavemente

- No…

- Hades… me… tengo… que ir… - insistió el joven pero el mayor no lo soltaba y seguía atacando su cuello

- No no no… tu no te vas – Hades de la parte de atrás de la rodilla tomó la pierna de Seiya y la flexionó para acomodarse mejor sobre él

- Qué… hora es…? – preguntó el joven mirando la luz que entraba por la ventana

- No… importa…

- Mi maestro… me va… a… asesinar…

- Que se atreva a ver como le va

- Mi amor… por favor… tengo que… irme…

Hades se separó un poquito de Seiya que le dio un corto beso en los labios, rodó con el mayor en la cama para de un salto levantarse, fue al baño, se dio una ducha rápida y se vistió con prisas, Hades se levantó también pero solo se puso una bata, estaba un poco… molesto, no quería ver partir a su niño, quería que se quedara con él, cuando Seiya ya estuvo listo y fue a despedirse de su amor con un beso Hades lo abrazó posesivamente y no lo soltaba

- No quiero que te vayas… quédate conmigo – dijo el mayor en un susurro en la oreja del menor mientras lo estrechaba contra su cuerpo

- Tengo que irme, si mi maestro se da cuenta que no estoy me boxea primero y luego me asesina

- Por tu maestro no te preocupes, vendrás esta noche?

- Claro… si no me encierran por ahí por haberme escapado – dijo Seiya con una sonrisa a manera de broma pero el mayor no lo tomó así y dijo con tono amenazante:

- Si alguien se atreve… - Seiya sonrió y puso un dedo en los labios de Hades para callarlo

- Tranquilo amor, aparte de una hablada de Aioros por haber dormido fuera del templo nada mas va a pasar, a mi me gusta mucho acampar, le puedo decir que me quedé dormido junto al río o algo, mi maestro confía en mi, nunca antes le he mentido

- Si no quieres mentirle, puedes contarle lo nuestro?, crees que lo tome bien?

- No se… habría que ver – Seiya no había considerado esa posibilidad, la verdad no había hablado de esto con Hades, su relación no era secreta o si??, de cualquier manera nadie lo sabía pero… las cosas simplemente se dieron así, su novio era un Dios lo que lo complicaba todo, cómo le explicaba a Saori que él estaba de romance con Hades???

- Bueno, te espero esta noche, si tu no vienes, yo iré a ti – dijo el pelinegro acariciando suavemente el rostro del Pegaso

- Ok

- Te amo pequeño

- Y yo a ti, nos vemos esta noche

- Esperaré ansioso

 

Hades vio a Seiya marcharse con pesar, con él había pasado una de las mejores noches y mañanas de su vida, y eso que era una larga vida, el muchacho era fantástico, se dejaba llevar y poseer, se entregaba a él con una naturalidad e inocencia arrebatadoras, se notaba que confiaba en él…, el mayor se duchó también y luego de vestirse fue a supervisar los entrenamientos de sus espectros, había que prepararse, tenían que estar listos por si acaso la amenaza que temían se alzara, Seiya llegó a su habitación y no sintió nada extraño por los alrededores por lo que se cambió de ropa con prisas, cuando salió no vio a Aioros por ninguna parte, bajó al Coliseo y vio a todos los caballeros que presenciaban un combate muy reñido entre Milo y Aioria, los santos dorados estaban demostrando sus habilidades en tácticas defensivas y ofensivas, esto serviría para mejorar las habilidades de todos, así lo había dispuesto su Diosa, todos ellos tenían que entrenar, Seiya no sabía si acercarse o no pero todas sus dudas quedaron resueltas cuando sintió una mano en su hombro, era su maestro que lo miraba aliviado

- Dónde diablos estabas metido Seiya? – el tono de Aioros demostraba preocupación, enojo también pero no estaba furioso como el castaño pensó encontrarlo

- Maestro… lo siento mucho, se me fue el tiempo  - dijo el joven bajando la cabeza

- Estaba por dar la alarma

- En verdad lo siento Maestro, no se volverá a repetir

- Claro que no se volverá a repetir porque desde hoy estás confinado al Templo y a los entrenamientos, tienes prohibidas las salidas no autorizadas y si tanto quieres ir a acampar yo iré contigo, no me importa lo que diga tu nuevo noviecito, si no le gustan mis reglas pues que venga a reclamarme a mi, está claro?

- Mi nuevo… noviecito? – eso desubicó a Seiya, cómo sabía su maestro que él tenía un nuevo novio, Hades era su… novio???

- Shun me contó que ahora estás saliendo con Radamantys, la verdad no es la opción de pareja que yo hubiera escogido para ti pero…

- Y cómo diablos…?, vaya… los chismes tienen vida propia al parecer – dijo el castaño un poco molesto, qué tenía que ir contando Shun sus intimidades a todo el mundo??

- No te enojes con tu amigo, hoy en la mañana cuando no te encontré en tu habitación y no podía sentir tu cosmo por ninguna parte fui al templo de Virgo a preguntar por ti, al principio Shun alegó demencia pero luego de varias amenazas entre las que se incluía la de contarle a Ikky lo de su relación con Hyoga pues… a tu amigo no le quedó mas remedio que delatarte

- Osea que Shun sabe que no dormí en mi templo ayer…

- Mira yo no me opongo a que salgas, eres joven y tienes derecho a tener novio pero por qué no me lo dijiste?, no que si me tenías confianza?

- Si se la tengo maestro, es solo que… - Seiya no sabía como explicarse, Aioros era muy comprensivo pero el castaño estaba todo avergonzado

- Mejor ven, caminemos un poco y así me cuentas

- No está enojado conmigo?

- Si lo estaba pero ya se me pasó, el amor no tiene que ser castigado sino celebrado, en tiempos de guerra es lo único que nos mantendrá a flote, pero Radamantys??, en serio??

- Qué le puedo decir Maestro, me parece todo sexy – dijo el Pegaso con una sonrisa muy divertida, Radamantys le caía bien pero no le veía lo sexy por ninguna parte, en cambio Hades… esas eran palabras mayores… uy…

- No has mejorado mucho desde Ikky – dijo a manera de broma el santo dorado de sagitario

 

Seiya y Aioros caminaron por los riscos hasta que llegaron a su punto favorito en lo alto de una quebrada para esas charlas de corazón a corazón, Seiya le contó mas o menos lo que había pasado desde que sus atenciones fueron dirigidas hacia otra persona, lo que omitió era que su noviecito era el mismísimo Dios del Inframundo, ya todo el mundo creía que Radamantys era su novio entonces mejor no desmintamos la mentira, y al final tras mucha presión de su maestro le confesó que la noche anterior se quedó a dormir en Guidecca, con su novio…

- Y??

- Maestro, no me pregunte eso que me da vergüenza – y era cierto, Seiya estaba todo rojo

- No te lo pregunto porque me encante el chisme, solo quiero que te cuides y te protejas, con la salud no se juega, ya hablamos de esto cuando salías con Ikky te acuerdas?

- Si, claro que me acuerdo?

- Usaste protección Seiya?

- No… - admitió el castaño bajando la cabeza, la verdad ni siquiera se le había ocurrido eso a la hora de la verdad

- Tienes que hacerlo, tu novio es un hombre mucho mayor a ti, el que tu no hayas tenido sexo hasta ahora no significa que él tampoco, el romance está bien pero tienes que actuar responsablemente y protegerte, si él te ama no se enojará si se lo pides

- Lo sé maestro, es que ayer… bueno pues ayer…

- No quiero que me cuentes los detalles, solo quiero que estés bien, una sola vez sin protección puede equivaler a una vida entera de arrepentimiento, deberías ir a la clínica del pueblo y llevar a Radamantys contigo

- Tiene razón Maestro

- No quiero que me digas que tengo razón solo para que ya no te diga nada

- No Maestro, yo sé que usted tiene razón, es solo que todo es… no se como explicarlo

- Eres joven, estás enamorado, lo hiciste por primera vez, tu cabeza debe estar hecha una revolución, yo entiendo, yo también fui joven y estúpido hace mucho tiempo, lo único que quiero es que no cometas los errores que yo cometí, cuídate, protégete, así te sentirás mas seguro

- Si Maestro

- Ok., bueno ya que hoy fue un día perdido en los entrenamientos mejor vamos al pueblo, comemos algo y me sigues contando

- Nos vamos a perear todo el día? – preguntó Seiya con ilusión, quería hacer todo menos entrenar

- Si ayer fue tu primera vez no me digas que no estás un poco adolorido? – Aioros quería llevar a su aprendiz a la farmacia y comprar algunas cosas que le resultarían útiles ahora que había empezado esa etapa de su vida en su relación

- Solo un poco – admitió el menor volviendo a sonrojarse

- Sea como sea… nos podemos tomar un día no?, nosotros hemos entrenado mas que cualquiera últimamente, ya mañana nos uniremos

- Maestro… usted es fantástico

- Y muy curioso

- Uy…

 

Los habitantes del templo de Sagitario fueron a comer y pasaron una muy tranquila tarde en el pueblo, Aioros tenía razón, un día de entrenamiento en este punto del partido no iba a hacer diferencia en ellos, ya al día siguiente se pondrían al corriente, ambos castaños volvieron al Santuario ya entrada la noche, Aioros le dijo a Seiya que era en serio lo de que no podía salir del templo, mañana tempranito estarían en pie y listos para todo, Seiya aceptó el castigo de su maestro porque tenía la esperanza de que Hades viniera a verlo a él, por eso luego de la cena el aprendiz de Sagitario estaba sentado en el marco de su ventana y jugaba con el dije que Hades le había dado, pensaba en el Dios del Inframundo, aquel que le había hecho olvidar todo, aquel que le había mostrado una nueva faceta de la vida, del amor, de todo, el castaño sonreía y se abrazaba a si mismo extrañando los fuertes brazos en los que durmió la noche anterior, de solo pensarlo se estremecía solito

 

Hades se apareció en la habitación de Seiya, no era tan tarde y sonrió complacido al ver a su niño sentado junto a la ventana con la mirada perdida en las estrellas, el mayor se acercó y lo abrazó, Seiya arrimó su cabeza en el pecho del mayor y suspiró

- Voy a tomar eso como que me extrañaste – dijo el Dios empezando a besar el cuello del castaño que sonrió y giró sobre si mismo poniéndose de pie y correspondiendo de mejor manera a los besos de su novio

- Estoy castigado, Aioros se portó muy bien conmigo pero no puedo salir del templo – dijo el Pegaso cuando el beso se rompió y ambos estaban de pie junto a la ventana abrazados

- No dijo nada de si yo vengo verdad?

- No exactamente, me dijo que Radamantys no puede venir – Seiya sonreía muy divertido cuando le dijo esto a Hades que frunció el ceño

- Y que tiene que ver Radamantys en todo esto?

- Lo que pasa es que Shun cree que yo tengo algo con Rada, se lo dijo Sorrento que nos escuchó a ti y a mi en el bosque esa noche te acuerdas? – antes de la cena cuando estaban subiendo del pueblo hacia su templo se encontraron con los habitantes de Virgo y ahí el castaño le hizo confesar a Shun de dónde sabía lo suyo con Radamantys

- Ajá…

- Bueno, como yo anoche no llegué mi Maestro le fue a preguntar a Shun por mi y él le dijo que yo probablemente me encuentre con mi nuevo novio que en este caso viene a ser Rada, y así es como los chismes toman forma

- Y tu le dijiste a tu Maestro que tu novio es Radamantys?

- No específicamente, solo no desmentí la mentira y no te nombré a ti, entonces técnicamente no le mentí pero tampoco le dije la verdad

- Mmmm… escurridizo… me gusta – la pareja se volvió a unir en un beso y caminaron pegaditos por el cuarto hasta que cayeron en la cama del castaño y se acomodaron en ella para seguir con sus besos y caricias, en eso estuvieron por algún tiempo pero cuando Hades hizo moción de sacar la camiseta de Seiya el joven lo detuvo, había algo que quería preguntarle al mayor desde hace algún tiempo y no habían tenido oportunidad de hablar de eso, pero la curiosidad pudo mas en Seiya que los besos de Hades, por ahora por lo menos…

 

- Hades… quién sabe de lo nuestro?, en el Inframundo me refiero…

- Pues Radamantys obviamente y yo creo que… nadie mas, no espera… Hécate también lo sabe, no me preguntes cómo pero lo sabe – dijo un poco pensativo el pelinegro

- Estás seguro que solo ellos dos lo saben?

- Pues… si, la primera vez que bajaste al Inframundo mis jueces y Hécate supieron de tu llegada, Galatea de la cena de esa noche pero nada mas, las siguientes veces que nos vimos yo fui a buscarte a ti y obviamente nadie lo sabía, y la breve temporada que pasaste en Guidecca era precisamente Radamantys el que te buscaba por mi, tu sabes como yo valoro la privacidad por eso nunca nadie te ha visto conmigo… con él te han visto por eso es lógico suponer que todos ellos crean que Radamantys es tu novio, la verdad a mi me ha sorprendido como corren los chismes aquí

- Siempre ha sido así – dijo el joven encogiéndose de hombros y sonriendo

- De mis jueces es Radamantys en el que mas confío, es mi mano derecha y él es el único que sabe lo nuestro, a nadie mas se lo he comentado, la noche que viniste a Guidecca nadie estaba en el castillo, solo yo… pero el otro día Hécate me dijo que de hacerte un regalo ella tiene las opciones perfectas, yo asumo que ella igual nos escuchó esas dos noches en el campamento y de alguna manera supo que no era Radamantys el que estaba contigo, tal vez sintió mi cosmo o algo, ella es una Diosa después de todo, pero la verdad no me preocupo, ella es por demás discreta y tu le caes bien – dijo el Dios de los muertos con una sonrisa y acarició suavemente la mejilla del joven que sonrió y mordió el pulgar del mayor cuando lo pasó sobre sus labios

- Lo podemos dejar así?

- No quieres que nadie lo sepa?

- No es eso… es que…quieres que te diga la verdad?

- Siempre mi niño

- Me parece divertido que nadie lo sepa, además mi maestro ya me pasó aleccionando todo el día de hoy pensando que yo salgo con Radamantys, no me quiero ni imaginar todo lo que me diría si se enterara que la cosa es contigo

- Si es lo que quieres pues así se hará pero ahora bésame si?... extrañé tus besos y tus caricias todo el día - Hades giró en la cama a Seiya y buscó sus labios, se besaron con pasión, Seiya abrazaba a Hades y le desataba la capa, el mayor sonrió y se la quitó sacando también la camiseta que estaba usando el castaño

- Espera… ahora si… no podemos… hacer ruido… mi maestro… - dijo el castaño entre jadeos, Hades estaba besando y chupando sus pezones mientras le abría el botón del pantalón para sacárselo

- No te preocupes por eso… nadie nos oirá, puedes gritar si quieres – aseguró el mayor acabando de desnudar a su castaño que no opuso resistencia y enredaba sus dedos en la oscura cabellera de su amante

- Genial… Hades… ahí… ohhhh… - Seiya se retorcía en la cama ante las atenciones de su pareja que disfrutaba con verlo rendido al placer que le brindaba, Seiya se mordía los labios y se arqueaba en la cama, era la visión de la sensualidad según Hades que no desaprovechó nada y recorrió su cuerpo devorándolo todo…

 

Esa noche la pareja hizo el amor en el Santuario de Atena y la verdad es que Hades cumplió su palabra y nadie los escuchó, la rutina de Seiya cambió drásticamente a partir de ese día, el aprendiz de Sagitario como todos los caballeros de la Orden tenía entrenamientos todos los días supervisados por Saori en persona, ella quería que sus caballeros estuvieran listos para una eventual batalla, las tardes estaban dedicadas a la meditación y al análisis de estrategias de combate, eso era obligatorio para todos por lo que el ejército de Atena vivía ocupado con muy poco tiempo libre, la diferencia en el caballero de Pegaso era su fogoso novio que iba a verlo todas las noches, la mayoría de las veces se rendían al placer que mutuamente se brindaban y hacían el amor con abandono en el templo de Sagitario (Aioros nunca escuchó nada, Hades cumplió su palabra y enmascaraba su presencia, ni Atena lo podía sentir si no lo estaba buscando expresamente a él), pero también charlaban, o salían a caminar a ver las estrellas, Seiya habló con Aioros y le prometió que no se volvería a ir al Inframundo sin permiso pero que le dejara salir las noches del templo como siempre lo había hecho, a este pedido el dorado arquero no podía negarse, su pupilo ponía todo el empeño en los entrenamientos y no tenía por qué negárselo, además él sabía que Seiya caminaba por los alrededores cuando no podía dormir, eso era mejor a escucharlo caminar por el templo porque eso lo mantenía despierto a él

 

Todo esto transcurría sin que nadie supiera que las cosas ya estaban en moción, sin saber que las fuerzas aliadas ya estaban decidiendo un plan de ataque, sin saber que todos ellos eran observados, sin saber que sus defensas no serían suficientes ahora que se sabían sus secretos…

 

En un cuarto oscuro en los confines de la tierra, en la base de uno de los abandonados templos griegos llegaba a media noche una muchacha rubia de facciones finas y esbelta figura, tenía los cabellos rubios y los ojos azules, era muy hermosa pero muy peligrosa, al entrar a las antiguas ruinas pudo sentir a los dos Dioses que allí esperaban por ella, sus vibraciones eran palpables, miedo…terror…

- Tardaste demasiado – dijo uno de los gemelos, ambos eran hombres altos, musculosos de aspecto fiero y tenían unos brillantes ojos rojos, eran muy apuestos pero tenía expresiones fieras en sus rostros, Deimos tenía los cabellos negros y Fobos tenía los cabellos castaños claros, una sutil pero significativa diferencia

- Tranquilo Deimos… traigo muy buenas noticias, estarán complacidos con lo que he averiguado – dijo la joven acariciando el rostro del Dios del Terror

- Muy bien…

- He visitado el templo marino, entrar no fue particularmente difícil, los Generales Marinos están en entrenamiento, al igual que los ejércitos de Poseidón, tiene muchas criaturas marinas sin contar a los cíclopes, no sería prudente atacar allí

- Ok., y dónde atacamos entonces?

- A eso voy, fui al Inframundo, eso si fue un reto el entrar, las seguridades de Hades son extremas, primero tiene todo tipo de barreras naturales que impiden que los condenados salgan de allí y por los mismos motivos nadie que no pertenezca o esté muerto puede entrar, pero de cualquier manera una vez adentro es el problema, además de sus jueces y sus espectros, Hades al igual que Poseidón tiene varias criaturas que ayudan a su defensa, ese perro endemoniado es una amenaza, además estás Hypnos y Thanatos, Morfeo, la verdad no vi a nadie mas pero ese no es el punto, Hades tiene la capacidad de llamar a quien él quiera dentro de su reino, Dioses y Titanes que no viven en el Olympo viven en los Campos Elíseos o están encerrados en el Tártaro, eso representa una desventaja táctica, al Inframundo no nos podemos acercar, sería suicidio, además está lo desolado del terreno, ellos tienen las de ganar, hay muchas cuevas y pasajes angostos, no es un buen lugar para una batalla abierta, los parajes son muy parecidos entre si y nos perderíamos con facilidad

- Y eso dónde nos deja?

- Bueno… ya sabemos que atacar el Olympo es un suicidio, además nuestro benefactor nos lo prohibió

- Lo analizaste de cualquier manera verdad?

- Claro querido, y he llegado a una sola conclusión, si atacamos algo será el Santuario, tendremos rehenes instantáneos, ese pueblito al pie del Santuario resultará muy útil, además hasta que lleguen los refuerzos de los otros reinos haremos polvo a los caballeros y no dejaremos piedra sobre piedra en ese lugar, allí están solo Athena y su patético ejército de 88 caballeros, hay que concederle que son los guerreros mas fuertes de todos, son extraordinarios pero ante nuestro ejército palidecerán, fuerza en números cariño

- Y cuándo lo haremos?

- Tan pronto nos den la luz verde para hacerlo, además me he enterado de algo muy jugoso

- Ah si?

- Tengo la nueva manzana de la discordia, si todo sale de acuerdo a mis planes podremos acabar con todos y ganar un muy poderoso aliado en el proceso, los celos, el amor, la venganza… si se lo sabe manejar con astucia pueden ser armas muy útiles – la muchacha sonreía con malicia

- A qué te refieres? – preguntó Deimos muy intrigado

- Radamantys… y Seiya… su nuevo amante – respondió la muchacha muy misteriosa

- Es eso cierto?

- Son los rumores, la verdad por mas que he intentado comprobarlo no he podido, de lo que si estoy segura es de que un encapuchado va a buscar al caballero de Pegaso y ellos caminan por la playa en la noche, van por los alrededores del Santuario, no se alejan mucho, los he visto hacer el amor en la arena pero el que sería Radamantys nunca se quita la capa cuando están fuera del Templo de Sagitario, no he podido verle el rostro porque no puedo arriesgar a acercarme, me descubrirían si lo intento pero estoy segura que es alguien del Inframundo, una noche lo vi desaparecer por un portal, y si el río suena es porque piedras trae, si todos dicen que es Radamantys pues debe ser él…

- Y eso en que nos beneficia? – desestimó Fobos todo el asunto

- Piensa un poco Fobos, ellos fueron enemigos antes, si ahora están aliados es una alianza circunstancial, de muy buena fuente yo se que a Hades no le agrada Atena en lo mas mínimo la verdad a mi si me sorprendió que haya decidido ayudarla en primer lugar yo creo que lo hizo por su primer juez, además si nos movemos con astucia no será difícil poner al Dios de los Muertos en contra de la Diosa de la Tierra en especial si Radamantys, su mano derecha, es víctima de ataques del Santuario

- Y por qué iba a atacar el Santuario a Radamantys?... ohhh… ya veo – sonrió Deimos con malicia

- Exacto, toda esta situación nos beneficia porque si somos lo suficientemente hábiles y creamos una brecha entre el Santuario y el Inframundo la podremos usar a nuestro favor, el Primer Juez de Hades y el caballero mas cercano a Atena… es muy útil la verdad, los Dioses tomarán partido por su guerrero de haber una ruptura, si logramos atraer a Hades… la victoria será nuestra…

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, nos vemos el miércoles y hay sorpresas

Muchas gracias por leer y comentar, nos vemos pronto, saludos, bye


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