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QUEDATE CONMIGO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, este es el final, quiero agradecerles a todos ustedes que leyeron mi historia, me han hecho muy feliz, pasó de los 200 reviews, muchas mucha gracias, me alegro que haya sido de su agrado y espero que les guste en lo que acaba

Capítulo 18.- Acuerdos de paz

 

La reconstrucción de Guidecca tomó algunas semanas y todo volvió a la normalidad, en el Inframundo no había habido noticias del Olimpo ni ningún tipo de acercamiento, mas o menos cuatro meses pasaron para que existieran nuevas novedades en sus vidas, Seiya estaba de encargo otra vez y se dieron cuenta una tarde que estaban todos juntos en casa, era una tarde por demás fría y Hades volvió pronto a casa para encontrar a su esposo recostado en la cama mirando a Ren que estaba jugando con unos carritos, Seiya se había sentido un poco extraño estos últimos días y se moría del sueño, si pudiera dormir todo el día lo hubiera hecho, al castaño se le cerraban los ojos pero estaba haciendo un esfuerzo para mantenerlos abiertos y ver a su bebé jugar, pero sonrió al ver a Hades llegar

- Tan temprano en la cama? – dijo el mayor sacándose la capa y sonriendo porque su hijo empezó a saltar en la cama llamándolo

- Tengo frío y sueño, estoy cansado y no sé por qué – dijo el castaño cobijándose de mejor manera con una mullida manta

- Papa – dijo Ren y señaló a Seiya

- Ajá… y tu cuándo vas a hablar claro?, eres muy mimado bebé – dijo Hades sentándose en la cama para besar la cabeza de su hijito para luego besar a su esposo en los labios

- Papa… bebe… - dijo Ren y sonrió dándole uno de los carritos a Hades que lo tomó y sonrió

- Tu eres el bebé de papá – dijo el pelinegro cargando a su hijo de mejor manera y sentándolo en sus piernas en donde el niño se quedó y sonreía divertido, los orgullosos padres jugaron con su bebé hasta que después de darle de comer se durmió junto a Seiya acurrucado en su pecho, el castaño no tenía hambre, bueno mas bien tenía el estómago revuelto y no quería comer nada, solo tenía un poco de sed, por lo que Hades fue a cenar y cuando volvió tenía una idea fija en su cabeza, su esposo no era achacoso ni mucho menos, la última vez que se había puesto así de extraño era porque estaba de encargo, sería que repitieron la hazaña?, Hades al entrar a la habitación encontró a su esposo dormido, el mayor se acercó a él y lo destapó suavemente para poner las manos en su vientre, Seiya despertó cuando sintió cómo Hades lo besaba todo efusivo y se estaba acomodando junto a él en la cama

- Hades… qué? – Seiya estaba medio dormido todavía

- Te amo, te amo te amo te amo te amo… - el Dios de los muertos besaba a su esposo por todo su rostro y cuello, lo abrazaba todo emocionado y sonreía feliz

- Ok., yo también, qué pasa?

- Siente… lo sientes? – Hades tomó las manos de Seiya y las puso en su vientre, el mayor sonreía feliz pero Seiya lucía confundido, la verdad no podía sentir nada pero al ver a Hades tan feliz solo podía suponer lo que era

- En serio?

- No lo sientes?

- La verdad no, pero tampoco podía sentir a Ren al inicio cuando lo estaba esperando, estás seguro?

- Si… tendremos otro príncipe – Hades jaló a Seiya para incorporarlo en la cama y poder abrazarlo de mejor manera

- O princesa – dijo el menor cuando el abrazo se rompió y puso su mano en su vientre para acariciarlo y sonrió

- Tienes razón puede ser una princesa, ohh amor me haces tan feliz – Hades acarició el rostro de su esposo que ante la perspectiva de un nuevo bebé sonreía maravillosamente y le brillaban los ojos, el mayor besó a su esposo acomodándolo en la cama otra vez

- Cielos… otro bebé… otro bebé… - Seiya estaba un poco asustado pero Hades se encargó de quitarle todas las preocupaciones esa noche cuando lo hizo suyo, a la mañana siguiente la noticia corrió por toda Guidecca, un nuevo heredero vendría al Inframundo, ese tiempo fue muy movido ya que Seika formalizó su unión con Thanatos y contrajeron matrimonio (Himeneo fue el que lo ofició) y al poco tiempo ella también esperaba un bebé, el tiempo fue estratégico, Zeus no se pudo negar a conceder la inmortalidad a la hermana del Príncipe del Inframundo porque quería arreglar las cosas con Hades, entonces cuando Seika fue llevada al jardín de las Hespérides, Hades y Seiya la acompañaron, Thanatos estaba algo nervioso pero todo pasó sin mayores incidentes, Zeus se portó a la altura aunque Hades y Seiya no estuvieron muy comunicativos que digamos, es esa visita se enteraron que un segundo bebé venía en camino, eso igual les causó mucha curiosidad, será que solo el primogénito tendría todo tipo de talentos o será que el segundo bebé sería igual de poderoso que el primero, solo el tiempo lo diría…

 

Zeus no volvió a poner un pie en el Inframundo aunque había habido algunos acercamientos e intentos de conversación civilizada con Hades pero cuando la princesa Nell nació, el Dios de Dioses fue a visitar al nuevo miembro de la familia de su hermano, antes de llegar envió a Hermes a anunciar su llegada y cuando lo hizo no fue secreto para nadie, lo que si sorprendió a todos era que llegó solo, el Dios de los cielos fue hasta el jardín privado en donde todos estaban, la bebé tenía solamente tres meses y era el juguete de la casa, el cambio de dinámica con el nuevo bebé no fue necesariamente muy duro en Ren aunque no podían evitar por nada los celos de hermanos en especial por compartir las atenciones de papi Seiya, pero el castaño hacía que su hijo mayor le ayudara con la bebé y eso mantenía las cosas relativamente bien, cuando Zeus llegó hasta allí Hades le salió al paso

- Ohhh hermano, te dije que ya no tenían que temer por mi – dijo Zeus con una sonrisa, la verdad el recibimiento que le dieron era mucho mejor de lo que había esperado

- Uno nunca sabe, y Hera? – Hades si estaba todo sospechoso, Zeus en acto de buena voluntad para con el Inframundo había confinado a Ares y a Apolo al Olimpo y ambos dioses no podía salir salvo permiso expreso suyo, pero eso no era suficiente para convencer a Hades el cual aún tenía sus dudas

- Se quedó en el Olimpo, no le gusta venir aquí aunque creo que cambiaría de idea si viera esta belleza, me encanta lo que has hecho con el lugar, ese manzano es muy hermoso

- Es un regalo de Perséfone – dijo Hades sin darle mayor importancia al árbol

- Ah sí?, y cómo lo tomó tu esposo?, no se puso celoso?

- Nahhh… solo un poco

- Vamos… quiero ver a la bebé, es niña verdad?

- Si… se llama Nell, solo quiero advertirte Zeus que no te dejes engañar por la belleza del lugar, tiene sus trucos, así que si tu intentas uno de los tuyos, desde aquí hay una vía directa al tártaro y tengo una hermosa cueva que tiene tu nombre – Hades sonreía al decir esto pero eso no restaba seriedad a la amenaza y Zeus lo sabía

- Ohh… no podía esperar menos de ti

Zeus palmoteó la espalda de Hades y empezó a caminar en dirección de Seiya y los niños y en contra de todo pronóstico esa fue una visita totalmente civilizada, Zeus les propinó sus bendiciones a los dos niños y se quedó a cenar, luego de eso se marchó sin mas, las visitas de Zeus se volvieron frecuentes al punto que los niños se familiarizaron con él y jugaban tranquilamente en su presencia, Hera había bajado un par de veces nada mas, la Diosa no se sentía cómoda con la situación, pero la “visita” que hicieron anteriormente le dejó un muy sabor de boca, además de todo la pequeña Nell al igual que su hermano estaba demostrando ser digna hija de Hades y Seiya, su aura era muy parecida a la de su hermano había dicho Hécate, y con el tiempo pudieron comprobar que la hechicera no se equivocaba, Nell podía hacer las mismas cosas que hacía Ren a esa edad, algunas funcionaban de manera diferente pero igual las podía hacer, la particularidad de Nell era que ella al igual que Zeus podía paralizar las cosas a placer, Ren las hacía volar, Nell las hacía desaparecer o las hacía explotar, los juegos en Guidecca no eran los juegos normales de los niños, por lo menos hasta que aprendieran a controlar sus habilidades en especial cuando Mik, el bebé de Seika les hacía compañía, ese pequeñito hijo de Thanatos también tenía lo suyo

 

Poco a poco las relaciones del Inframundo con el Cielo se fueron suavizando, Zeus decía que después del despliegue de poder que había sentido en carne propia no era prudente atacar a esos niños, ahora que había pasado mas tiempo observándolos y analizándolos se podía dar cuenta que sería un poco suicida de su parte hacerlo, antes había uno, ahora eran dos niños sumamente especiales y no había que desestimar a los que vengan, Zeus había pensado que la profecía se refería únicamente a Ren, que solo él sería poderoso o especial, pero su hermana no le pedía mucho favor, los hijos de Hades resultaron ser mas poderosos de lo que cualquiera pudo haber imaginado, pero a simple vista no lo parecían, eran niños muy dulces, pegados a sus padres, cariñositos y afectivos, a Zeus le parecían simpáticos, por lo que desistió de las ideas de guerra en contra del Averno y lo hizo luego de que vio a Nell (que tenía casi dos años es ese entonces), que apareció de la nada en el jardín en donde los dos Dioses estaban conversando y cuando uno de los dragones de Hades que vigilaban la entrada de aquel lugar se acercó sigilosamente para atacar a la intrusa, antes de que el poderoso Dios de los muertos pudiera hacer nada la pequeña levantó su mano hacia el fiero animal que inmediatamente como que se calmó, se enroscó en si mismo y bajó la cabeza hasta el suelo para permitir que la niña le acariciara el hocico, Nell se le había desaparecido a Seiya buscando a Hades el cual la levantó del suelo algo preocupado mirando al dragón que como si fuera una mascota se echó en el suelo totalmente manso recibiendo el beso volado que la princesa con una sonrisa le mandaba

 

El tiempo seguía su marcha y tuvieron que pasar cinco años para que Seiya volviera a ver a Saori, el encuentro fue bastante casual, Zeus había invitado a Hades a pasar unos días en el Olimpo, había algunos asuntos que debían discutir y Hades accedió pero llevó a su familia con él, a Zeus nada le dio mas gusto que recibirlos en sus dominios, con el tiempo las animosidades acabaron y las relaciones estaban bien, no se veían con mucha frecuencia pero siempre era bueno verlos, mientras los dos Dioses hablaban de sus asuntos en la sala de reuniones Seiya estaba en uno de los jardines mirando a sus niños jugar, Ren tenía casi cinco años y su pequeña hermana Nell tenía tres, ambos estaban junto a una fuente recogiendo flores y mirando maravillados a las mariposas que estaban por ahí, Seiya estaba sentado en el césped mirándolos muy de cerca mientras leía de rato en rato un libro, Nell vio un conejo que estaba escondido entre los arbustos y fue hasta allá, Ren la siguió y al ver que los niños se alejaban de su rango visual Seiya se puso de pie y los siguió para encontrarse de frente con Saori que estaba de rodillas en el césped, tenía al conejo en sus brazos y ambos niños lo estaban acariciando, la joven Diosa puso el conejo en el suelo que corrió hacia la fuente, Nell lo iba a seguir pero Seiya la interceptó y la cargó tomando en el proceso la mano de Ren para que no se vaya, ambos niños reían abrazados a su padre, Saori miró a Seiya con infinita tristeza, era muy claro que estaba profundamente arrepentida por todo lo que había pasado pero no se atrevía a decir nada, fue una sorpresa para la muchacha ver sonreír a Seiya y acercarse un poquito mas

 

- Mira Nell… ella es tu prima Saori, le puedes decir hola?

- Hola – la pequeñita saludó y se escondió en el hombro de su padre mientras se reía pícaramente

- Tu también saluda Ren, dónde están tus modales? – Seiya apretó suavemente la mano de su hijo que saludó a la extraña pero se abrazó a su pierna de su padre

- Buenos días señora

- Hola… Seiya tus niños son muy hermosos – Nell tenía los cabellos un poco mas claros que los de su hermano, tenía los ojos cafés como los de Seiya pero igual se parecía mucho a Hades, aunque a Saori le pareció que la sonrisa la había heredado de su antiguo caballero de Pegaso

- Gracias Saori

- Papi… yo… conejo – dijo la niña tomando con sus dos manitos las mejillas de Seiya y besándolo en la nariz

- Quieres un conejo?

- Ti

- Vayan a buscar al conejo, pero no se vayan lejos, de aquí los miro, vayan… - Seiya puso en el césped a su hija y los miró como fueron por el césped a buscar al conejo que no aparecía por ninguna parte

- Me da gusto verte Seiya, cómo estás?

- Estoy bien, ya viene en camino el tercero en discordia – dijo el castaño señalando su vientre en el que apenas se podía notar su pancita algo abultada

- En serio? – Saori abrió mucho los ojos, no se había dado cuenta, en verdad que el Dios del averno y su consorte han estado ocupados, dos niños y un tercero en camino

- Si… Hades quiere cinco niños, claro… como él no es el que los lleva en el vientre puede querer todos los que se le ocurran, pero ya quedamos de acuerdo que cuatro hijos y cerramos la fábrica

- Te veo bien Seiya, estás feliz verdad?

- Si… mis niños están bien, Hades también y yo también, supiste que Seika se casó con Thanatos?

- Si lo supe

- Ellos tienen un niño que es de la edad de mi Nell, es un pequeño monstrito, se junta con los míos y ya te podrás imaginar los escándalos que hacen, y eso que son pequeñitos aún

- Seiya… yo… no sabes cuan arrepentida estoy por todo lo que pasó, en verdad creí que hacía lo correcto, lo siento tanto, tu… eras uno de mis mejores amigos, de mis caballeros mas fieles, y el perderte como te perdí… yo… - Saori no podía soportarlo mas, no podía estar ahí de pie haciendo conversación de temas vanales cuando había tanto que aclarar entre ellos dos

- Ya no pienses en eso Saori, ya pasó, ahora ya estamos bien, toda mi familia está reunida, ya estamos juntos que eso era lo que quería, ahora Zeus también parece que ya no va a intentar nada en nuestra contra y su relación con Hades está mejor, si supiste lo que pasó cuando fue a conocer a Ren?

- Si… Hera me lo contó, ella está asustada de ustedes creo yo, por lo que me han contado tus hijos son algo… especial verdad?

- Un poco… niños son niños, ahora tengo un poco mas de paz, ya van entendiendo lo que pueden hacer y no que no pueden hacer, pero ahora con el tercer regalito quien sabe… - dijo el castaño acariciando su pancita

- No me guardes rencor por favor, no sabes cuantas veces he querido bajar al Inframundo pero… todo esto…

- Lo se… mejor cuéntame cómo te va con Julián Solo, para cuándo es la boda?

- Hera dice que en un par de meses cuando no sé qué planeta se alinee, yo no discuto con ella, me duele la cabeza

- Cuando yo me casé no hubieron mayores discusiones, yo ya estaba de encargo entonces lo antes posible era lo mejor

- Me gustó tu boda, fue sencilla pero bonita

- Eso si… y cómo están todos, no he podido subir a la tierra últimamente, he estado un poco achacoso, este bebé se está haciendo sentir

- No ha habido novedades, Death Mask y Afrodita prácticamente viven juntos en el templo de Piscis, la mayoría de caballeros dorados están dedicados al entrenamiento de nuevos aprendices, tenemos un nuevo pacto de paz y cooperación con el Templo Marino obviamente, pero no le hemos propuesto nada a Hades, el Inframundo no ha dado señales de vida por mucho tiempo

- Estamos ocupados con una especie de reorganización interna, de eso está hablando Zeus con Hades, pero no te preocupes, nosotros no somos amenaza ni mucho menos, a mis hijos les gusta ir a la Tierra, tú crees que su padre haría algo por destruirla??, no… Hades es muy complaciente con ellos y conmigo la verdad

- Lo se… no estamos preocupados por ustedes, yo sé que aunque tu siguieras molesto conmigo por todo lo que pasó, ayudarías sin pensar dos veces a la tierra

- Me conoces bien

- Si… y dime… ya sabes que va a ser?

- No… aunque yo creo que es niño, hasta ahora no me he equivocado, yo adiviné los otros dos

- Y Hades que quiere?

- A él le da lo mismo, él dice que mientras sea sano puede ser lo que sea, pero no es cierto, él ama a Ren, es su primogénito, su hijo varón, todo lo que quieras, pero Nell… es especial, ella de una sonrisa lo convence de lo que sea, con un abrazo y un papi te quiero lo hace todo, yo creo que él quiere otra niña

- Me da gusto que todo resultara bien

- Pues si… y cómo está mi maestro?

- Aioros está bien, pero no está conforme con su nuevo aprendiz, no le convence hasta ahora y lo compara contigo…

 

Seiya y Saori hablaron casi toda la tarde caminando por los amplios jardines mientras el Príncipe del Inframundo vigilaba a sus pequeños que corrían de aquí para allá o estaban recostados en el césped buscando al conejo que no volvió a aparecer, en eso estuvieron hasta que Hades llegó, ambos niños al verlo corrieron a su encuentro y se le lanzaron, el Dios de los muertos los atrapó a ambos y los levantó llenándolos de besos, los puso en el césped, fue hasta donde Seiya estaba sentado en una banca cerca de la fuente y besó suavemente sus labios, besó la mano de Atena la que solo se quedó con ellos un ratito mas y se despidió, la joven al alejarse lo hacía con un peso menos en su corazón, había podido arreglar hasta cierto punto las cosas con Seiya, eso era bueno para su alma

 

Hades abrazó a Seiya que se recostó en su pecho mientras miraban a sus niños jugar, el pelinegro sonreía y recordó la visión de Hécate, esto era lo que ella había visto, Seiya en sus brazos con un tercer bebé en camino y sus dos niños jugando cerca de ellos recogiendo flores y riendo, el pelinegro giró un poquito a su esposo y buscó sus labios, se besaron suavemente y en eso estaban hasta que Ren fue hasta ellos con un sapito en sus manos, el pequeño sonreía todo pícaro cuando llegó hasta sus padres

- Mira papi… estaba junto a la fuente

- Ohhh… no lo maltrates, ahora que lo has atrapado ve y ponlo donde lo encontraste – dijo Hades acariciando el rostro de su hijo que asintió sin perder la sonrisa

- Si papá…

- Papi, yo… hamble… – dijo la pequeña niña trepándose en Seiya y colgándose de su cuello

- Y de que tiene antojo mi princesa?

- Tío Zeus… celeal?

- No creo que el tío Zeus tenga cereal, que te parece una manzana o una naranja

- Uva?

- Podemos preguntar, ahora ve por tu hermano para entrar al templo o vamos a volver a casa esta noche? – Seiya puso en el césped a su hija que corrió hasta la fuente para traer a su hermano

- Mejor mañana vida mía, mi hermano dijo que estaba organizando un banquete en nuestro honor – dijo Hades poniéndose de pie y tendiendo su mano a Seiya que se incorporó y empezó a caminar junto a su esposo, al ratito llegaron sus hijitos corriendo, Hades cargó a Nell y Seiya tomó de la mano a Ren

- Ok., vamos a buscar las uvas para la princesa – dijo Hades besando a su hija en la mejilla

- Papá… yo… conejo – dijo la niña abrazando a Hades por el cuello y besando su mejilla también

- Tu eres un conejo? – preguntó Hades con una sonrisa

- No papá… yo… conejo… - explicó la niña señalando hacia la fuente

- Ohhh…

- Si a Nell le dan un conejo yo quiero una tortuga – dijo Ren como quien no quiere la cosa haciendo reír a Seiya

- Ya vamos a ver… vamos a comer primero y luego hablamos de mascotas está bien? – dijo Seiya

- Si papi – dijeron ambos niños y la familia de cuatro que pronto sería la familia de cinco avanzó por los jardines hasta llegar al templo de Zeus donde el Dios de los cielos los esperaba en la puerta para hacer pasar a sus invitados de honor

 

Luego del banquete Hades fue a acostar a los niños, Seiya se sentía un poco mal y se fue a acostar pronto, cuando el poderoso Dios de los muertos entró a su habitación encontró a su esposo dormido en la cama matrimonial, el joven castaño estaba recostado de lado con una pierna recogida, Hades solo sonrió y se desnudó antes de acostarse a su lado, al hacerlo le acarició el cabello y la mejilla, Seiya no despertó ni se movió, Hades lo destapó un poquito y sonrió, la pancita del joven era un poco mas visible en la posición en la que estaba acostado, el mayor levantó un poco la camisa que su niño estaba puesto y acarició la suave piel de su vientre en donde la cicatriz de las cesáreas era visible, en eso estaba Hades cuando sintió la mano de Seiya sobre la suya

- Lo siento… no era mi intención despertarte

- Me gusta que me despiertes en medio de la noche si es para acariciarme, y mis bebés?

- Ya están acostados, los dejé dormidos

- Bien…

Hades besó el hombro de Seiya que se viró un poquito para buscar los labios de su esposo, se unieron en un beso suave mientras se acomodaban mejor en la cama hasta quedar de frente, Seiya abrazó a su esposo y bajó sus manos hasta apretarle juguetonamente el trasero

- Tienes ganas?

- Tu me despertaste, ahora cumples mi amor

- Ohhh… eso si será un placer

El mayor tomó la pierna de Seiya desde la parte de atrás de la rodilla e hizo que le rodee la cintura con ella, rodaron en la cama sin dejarse de besar hasta que Hades se acomodó entre las piernas de su esposo con cuidado de no recargar su peso en él, sus besos y caricias siguieron mientras el Dios de los muertos desnudaba a su príncipe y lo acomodaba sobre él, Seiya quedó sentado en las caderas de Hades que estaba entretenido besando su pecho y acariciando su trasero mientras con sus dedos dilataba la entrada de su esposo para que pueda recibirlo, Seiya enredaba sus dedos en los negros cabellos del mayor y gemía suavemente al sentir como los hábiles dedos de Hades entraban y salían de su cuerpo, cuando estuvo lo suficientemente dilatado se posicionó sobre el erecto miembro del pelinegro y se dejó caer suavemente introduciéndoselo a su cuerpo, los movimientos fueron lentos al inicio pero luego llegaron ambos a un ritmo mágico que los llenó de placer, Hades sostenía a Seiya de las nalgas y lo ayudaba a subir y bajar mientras el castaño se apoyaba en sus hombros y le besaba el cuello, la oreja y los labios, cambiaron de posición varias veces en la cama mientras seguían satisfaciéndose mutuamente hasta que llegaron a la cumbre del éxtasis en explosivos orgasmos entre jadeos, gemidos y palabras de amor

 

Seiya estaba recostado sobre su espalda, tenía la respiración entrecortada y estaba acariciando suavemente los negros cabellos a su esposo, Hades estaba apoyado en su pecho y le estaba acariciando el vientre, su amor literalmente había dado frutos, ahora serían tres niños los que correrían por Guidecca volviéndolos a todos locos, sin contar con el niño de Seika y los que vengan, Hades nunca pensó que la primavera volvería a su vida, pensó que la partida de Perséfone había dado fin al rayo de luz que lo iluminaba, pero estaba equivocado, Seiya llegó cálido como la luz del sol a iluminarlo todo, con su sonrisa, con la calidez de su alma y con su amor, sus hijos eran sin duda alguna seres poderosos, crecerían para ser dignos adversarios de cualquier Dios, quien los viera no lo creería, eran niños felices y normales hasta que por accidente la mayoría de las veces dejaban ver su verdadero poder, pero hay una cosa que la profecía no toma en cuenta, el poder de decisión, las habilidades no definen a las personas, lo que las personas hacen con sus talentos es lo que produce los verdaderos cambios en la historia, todos tenemos la capacidad para construir o destruir, todo depende de los objetivos que queramos cumplir, el destino no está escrito por una simple profecía, la vida, la familia, el entorno es lo que nos hace lo que somos, de cualquier manera si un nuevo amanecer se avecinaba para la era del hombre, quien mejor que sus hijos para liderarlo…

 

 

Notas finales:

Muchas gracias otra vez y nos vemos por ahi en nuevas historias, por septiembre mas o menos porque por primera vez me voy de vacaciones, entonces voy a estar errante por todo mi país por un mes, nos vemos pronto, saludos, bye


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