Capítulo 15.- La verdad oculta
Todos los ojos se desviaron a la joven Diosa de la Tierra que bajó la cabeza y no sabía que hacer, no sabía como explicarse y solo sentía los ojos de Seiya que le quemaban como fuego, no podía enfrentar la mirada de su caballero que estaba llena de dolor y decepción, Hades solo sostenía a su joven amante que temblaba en sus brazos, la furia era notoria que se salía y de los poros a Seiya, él había dado su vida por Atena, había sangrado por ella, había sido su caballero mas fiel y ella… ella le había robado lo único que era importante para él, ella lo sabía, sabía que él buscaba a su hermana con desesperación y su Diosa lo hizo todo por una simple profecía???, el joven castaño no lo podía asimilar
- Dónde está mi hermana Saori?
- Seiya… necesito explicarte las cosas
- No lo quiero oír, solo… dime en dónde está mi hermana, no quiero saber nada mas
- No… puedo decírtelo, tienes que entender, el futuro de la tierra depende de esto
- El futuro de la tierra???, QUÉ NO TE DAS CUENTA???
- Seiya tu no entiendes las ramificaciones de la profecía, el mundo como lo conocemos podría acabar, no puede haber nuevos semidioses por varias razones, tu hermana debe quedarse lo mas lejos de mi padre en lo que sea posible – Saori hablaba muy rápido, buscaba justificarse y explicar sus razones
- La profecía no dice que el niño será hijo de Zeus necesariamente – dijo Hades, su tono era sereno lo que llamó la atención de todos
- Y de quién mas puede ser?, para que un niño sea lo suficientemente poderoso de unir y dominar a todos los reinos debe ser hijo de uno de los tres mas fuertes, Zeus, Poseidón o tú mismo – dijo Saori sin comprender lo que el Dios de los muertos estaba diciendo
- Exacto… - Hades sonrió ampliamente para consternación de todos que no entendían nada y dirigieron sus miradas al Dios de los mares
- No no no… yo no tengo hijos ni he planeado tenerlos, a mí no me metan en esto – dijo Poseidón frunciendo el ceño, él no quería que lo involucren en nada de este asunto, mientras mas lejos de las profecías pues mejor para él
- Eso te deja a ti Hades pero tú no puedes tener hijos – dijo Saori con mucha seguridad, Hades solo arqueó una ceja pero no dijo nada ya que Seiya habló por él
- Vaya… pues déjame decirte que llegas en verdad tarde Saori, el heredero del Averno ya viene en camino – dijo Seiya con una sonrisa sarcástica, estaba muy molesto por todo lo que estaba pasando
- Eso no es posible, tu hermana no pudo haber… oh… tu??? – ahora si Saori se puso pálida
- En ninguna parte de la profecía decía quién sería el que conciba verdad???, encerraste al hermano equivocado – Seiya hablaba con ira, su hermana nada tenía que ver con todo este relajo y había sido separada de todo y de todos por el capricho de los Dioses
- No puede ser – suspiró la joven Diosa de la Tierra llevándose una mano al pecho y hundiéndose en el sillón
- Claro que puede ser, yo soy un Dios después de todo niña y puedo tener descendencia en el ser que haya elegido, por eso Seiya ocupará el trono a mi lado como Príncipe del Inframundo y me dará un hijo, el hecho de que no haya tenido hijos hasta ahora no significa que no pueda – a Hades todo esto le parecía sumamente divertido
- Pero la profecía… yo estaba segura de que el niño sería hijo de mi esposo – Hera frunció el ceño y miró a Saori que estaba blanca cual fantasma, a ninguna de las dos se les ocurrió que el hijo pudiera ser de Hades, de Poseidón siempre había la posibilidad pero como que el Dios de los mares no estaba interesado en la vida familiar, estaba dedicado a sus obras sociales y además Saori lo tenía muy bien vigilado, y como Seika ya estaba fuera de la jugada ellas erróneamente creyeron que ya no había peligro
- Hay una parte de esa dichosa profecía que me puso a pensar, decía algo como: “Se entregará voluntaria y completamente a la divinidad mientras busca su camino”, mientras escuchaba las palabras recordé a Perséfone y en las razones por las que nunca tuvimos hijos, ella no se entregó a mi voluntariamente, yo me la llevé a la fuerza y la engañé para que se quedara conmigo en el Inframundo, que con el tiempo nuestra relación fue cambiando y dentro de todo fue llevadera pero eso ya es otra cosa y a la final igual terminó, con Zeus es igual, él no pregunta, él solo toma lo que le gusta, el caso en cuestión ahora es diferente, Seiya se entregó a mi libre y voluntariamente, nunca me pidió nada a cambio, eligió amarme y por ese amor se entregó a mí, sin presiones, sin promesas ni nada, lo hizo porque quiso y por eso pudo concebir a mi hijo, cuando lo supe no lo podía creer, es en verdad una bendición y un regalo – dijo Hades tomando la mano de Seiya y acercándola a su labios para besarla suavemente
- Así que el heredero será del Inframundo? – Hera arqueó una ceja y sonrió, ahora entendía las razones por las que no pudo matar a ese muchachito, si él ya llevaba en el vientre el hijo de Hades lo mas probable era que el pequeño ser lo haya escudado, vaya… en verdad sería poderoso si podía proteger de esa manera a su padre mortal
- Al parecer así es – dijo el pelinegro sonriendo con calma
- Y esto se va a quedar así entonces?, el heredero ya viene y no hay ningún problema más?, y todo lo que ustedes hicieron queda en nada?, la muerte de mis hijos no tendrá consecuencias entonces? – Ares estaba lívido por la ira
- Ohhhh Ares, no sería prudente intentar nada en contra de mi familia, salvo que tu también quieras hacer compañía a tus hijos y morir en el intento – dijo Hades cambiando de tono drásticamente, ahora el poderoso Dios de los muertos sonaba en verdad intimidante
- Ese niño no puede nacer… estás jugando con el futuro de todos nosotros Hades – insistió el Dios de la Guerra poniéndose de pie, Hades lo imitó y el ambiente entero se tensó
- Solo inténtalo Ares, solo inténtalo y será tu fin, no estás considerando todas las variables de esta ecuación, así consigas la ayuda de Hera y Atena que tanto se esforzaron para prevenir la venida de mi hijo estás pasando por alto algo muy importante
- Ah si?, y qué es según tú?
- El poder del Inframundo y sus regentes, tienes que tomar en cuenta que ahora no soy solo yo el que está al frente, somos Seiya y yo
- Por favor… este chiquillo? – Ares desmerecía totalmente a Seiya lo que acabó de molestar a Hades
- Este chiquillo como tu le llamas es mucho mas poderoso que tu, inclusive es mucho mas poderoso que yo o hasta el mismo Zeus en los actuales momentos
- Ay por favor?, insultas mi inteligencia Hades – Ares no lo creía, no lo podía creer, era un simple muchachito mortal, cómo podía compararse con el poder de los Dioses
- No… no lo hago, Seiya lleva el anillo regente del Averno, eso le da acceso a todos mis poderes, no olvides que Seiya fue el guerrero mas poderoso de Atena entonces tiene los suyos propios y ahora cuenta con la protección de mi hijo que crece fuerte en su vientre, Seiya es el ser mas poderoso de todos, no lo ves?
- No puede ser…
- Además, yo tengo todos los recursos del Inframundo a mi disposición, protegeré a mi familia con sangre, no dejaré que ni tu ni nadie toque uno solo de los cabellos de la cabeza de mi consorte o de mi hijo cuando nazca, nada podrá impedirlo, recuerda la profecía: “Aquel con el poder de unir y dominar a todos los reinos… llegará sin remedio, cuando el cielo se ilumine con un arcoíris de fuego”
- Me van a dejar solo con esto? – Ares se volteó y miró con rabia a Hera y a Atena que no habían dicho nada en este asunto
- Mas les vale no meterse en esto, si tengo que liberar a los titanes para acabar con ustedes no duden que lo haré, el Inframundo está lleno de criaturas infernales, si ustedes creían que lo habían visto todo con las furias y cancerbero es porque no han visto a mis quimeras o a mis dragones o a las górgonas, no me provoquen o se arrepentirán, mi hijo vendrá al mundo y no hay nada que ustedes puedan hacer para impedirlo – el tono de Hades era por demás intimidante
- Hades… esto no ayuda – intervino Hera con tono calmado pero se notaba que ella estaba en verdad preocupada por todo esto, nadie se lo vio venir, Hades era un muy mal enemigo
- Si quieren guerra la tendrán – aseguró el pelinegro, Seiya estaba en verdad asustado, él ya no quería mas enfrentamientos y ahora toda esta situación se había complicado exponencialmente
- Nadie está hablando de guerra, es solo que nos tomó por sorpresa – dijo torpemente Saori
- Bueno, pues es mejor que lo sepan de una vez, yo protegeré a Seiya y a mi hijo con mi vida
- Y entonces ahora qué? – Ares empezó a caminar por la habitación
- Ahora nada… las cartas están echadas, si ustedes osan moverse no duden de una respuesta del Inframundo – sentenció Hades terminantemente lo que acabó la discusión y un tenso silencio llenó la sala, Hades volvió a su lugar en la silla y tomó la mano de su futuro consorte nuevamente
Seiya ya no aguantaba mas toda esta situación, como el silencio parecía inamovible se soltó suavemente de Hades y fue hasta donde estaba Saori, la levantó del sillón (no lo hizo con rudeza pero tampoco fue muy delicado con ella), la tomó de los hombros y la miró a los ojos fijamente, nadie se atrevió a intervenir ante la osadía de muchacho aunque a Eris no le faltaban ganas, por él lo había perdido todo y sería encerrada nuevamente en el Tártaro o algo peor considerando que ahora el muchachito era el consorte de Hades
- Dónde está mi hermana Saori?, ya no tienes que mantenerla escodida, solo… dime en dónde está, quién la tiene? – exigió por enésima vez el joven, la Diosa pudo ver solo dolor en Seiya y bajó la cabeza
- Artemisa, está en el Olympo en el Templo de Artemisa, es una de sus sacerdotisas, Seiya… tu hermana ha estado a salvo todo este tiempo, yo siempre he estado pendiente de ella y he velado por su bienestar y seguridad – la muchacha tomó las manos de su ex - caballero y quería hacerle entender su punto, la razón por la que hizo todo esto pero Seiya no entendía nada
- Esa no era tu función Saori, no tenías por qué ocultarla así, separándonos nuevamente
- Es que la profecía…
- No te das cuenta??, si mi hermana nunca hubiera desaparecido yo no hubiera bajado al Inframundo a buscarla y no me hubiera encontrado con Hades, no me habría enamorado de él y no estaría esperando un hijo suyo, consecuentemente no estaríamos aquí ahora luego de haber perdido tantas vidas en una batalla sin sentido de la que no hemos ganado nada – dijo Seiya con profunda rabia
- Además las profecías tienen una facilidad de cumplirse en especial cuando alguien se empeña en impedirlas, ahora yo no entiendo la paranoia de todos ustedes si en ninguna parte dice que el heredero será una amenaza para la Tierra, eso ya es de tu invención – dijo el Dios de los muertos dirigiéndose a Atena que solo lo miró con rabia
- No dice textualmente eso pero… es que… eso es lo que se entendía – dijo Saori muy incómoda
- Eso es lo que se entendía???, muy bien… - Hades solo meneó la cabeza con incredulidad
- Y eso que en verdad pensábamos que sería un hijo de Zeus, nunca pensamos que podría ser un hijo tuyo – dijo Hera mirando detenidamente a Seiya lo que lo puso bastante incómodo
- Osea que si lo hubieran considerado?? – preguntó Hades entrecerrando los ojos
- Un hijo… tuyo… no no no – dijo Saori y se estremeció
- No olvides que es hijo mío también Saori y si es por eso no te preocupes, nos iremos y no volverás a vernos, la tierra está segura… lo único que necesitaba de ti era saber en dónde estaba mi hermana – el joven castaño se dio la vuelta y se dirigió hasta su prometido
- Espera Seiya… espera
Pero Seiya ya no esperó nada, llegó a Hades y lo miró significativamente, el mayor asintió y se tomaron de la mano para ambos desaparecer y en un abrir y cerrar de ojos llegar al Olympo directamente al Templo de Zeus, el Dios de los cielos estaba en los jardines y se sorprendió de ver a su hermano llegar así, Hades por lo regular no subía al Olympo salvo que algo haya pasado, Zeus sonrió lascivamente cuando vio a aquel jovencito tan delicioso que estaba a la derecha de Hades
- Hades… hermano, qué haces aquí?
- Zeus… necesito pedirte un favor, la verdad dos favores
- Si esta es tu ofrenda… lo que sea que quieras considéralo tuyo – dijo el Dios de los cielos sonriendo ampliamente y mirando con deseo al delicioso castaño que se le escapó aquella vez
- No no no, este es Seiya, Príncipe del Inframundo por ende mi prometido, será mi consorte en pocos días, así que lo que sea que estés pensando… NO – Hades conservaba el tono tranquilo pero sonaba terminante
- Vaya… posesivo ah?
- Tu fuiste el que me dijo que necesitaba compañía, recuerdas?
- Si… claro que si… y encontraste en este jovencito todo lo que me dijiste que buscabas?
- Si… eso y mas, mucho mas… - Zeus miró a su hermano a los ojos y al verlo tan decidido y feliz, el Dios de los cielos se encogió de hombros, sonrió y besó a su hermano mayor en ambas mejillas, hizo lo propio con Seiya que se mostró un tanto incómodo pero… era Zeus el que les estaba dando la bendición aparentemente, no podía hacerse el quite
- Siendo así… tu ganancia es mi pérdida, pero dime hermano qué puedo hacer por ti, aparte de lo obvio
- Necesitamos acceso al templo de Artemisa, la hermana de Seiya es una de sus sacerdotisas y queremos verla
- Ohhh… si, ya se a quien te refieres, con razón me resultaba familiar su rostro, pero vengan a mi Templo, se instalarán y cenaremos todos juntos, mientras mandaré llamar a Artemisa, no creo que demore en llegar, dejen esas armaduras y descansen un poco, ahí me cuentas cómo estuvo la batalla
- Debiste bajar – dijo Hades caminando con Zeus en dirección al templo
- No no no, yo no me meto en las cosas de Hera, así nos llevamos mejor – dijo el Dios de los Cielos con una sonrisa muy pícara
- Eso si… - Seiya al caminar junto a los dos Dioses pensaba que era impresionante el hecho de que los caprichos o celos de los Dioses determinen la vida o la muerte de los humanos, por matarlo a él Hera orquestó una guerra entera en donde se perdieron muchas vidas y a la final la caprichosa e indignada Diosa no había cumplido su cometido porque Hades había intervenido
Zeus llevó a Hades y Seiya por su templo y les señaló una de las habitaciones a la que la pareja entró y haciendo caso a la hospitalidad brindada por el Dios de los cielos se desprendieron de sus armaduras y fueron a lavarse un poco en el cuarto de baño que era inmenso, juntos entraron en la tina y se relajaron en el agua caliente, Seiya sonreía mientras jugueteaba con los dedos de la mano de Hades, estaba emocionado y la mala vibra que tenía por el coraje que pasó ya se le iba bajando porque por fin vería a su hermana, por fin estarían juntos, por fin su familia estaría completa, el joven solo esperaba que Seika acepte todo lo que le había pasado y forme parte de su vida
Al salir de la bañera ambos vistieron túnicas que Zeus había enviado a sus aposentos y salieron al salón principal, Seiya estaba muy nervioso y se paseaba por todos lados, no podía estar quieto hasta que Hades fue hacia él y lo abrazó por la espalda, acarició su vientre y le besó el cuello, Seiya puso su mano sobre la de Hades y sonrió
- Ayer soñé con él – dijo el castaño en voz baja
- Es un él?
- Yo creo que si, se parecía a ti pero tenía mis ojos y sonreía mientras yo lo cargaba, era gordito y se chupaba un dedo, era muy hermoso
- Esperemos que tus sueños se cumplan vida mía, es lo que mas deseo, un hijo… un heredero…
- Escuché bien y ya está en camino el bebé mas esperado? – Zeus había escuchado la conversación de la pareja y sonreía muy feliz por su hermano, Zeus sabía que uno de los mas grandes deseos de Hades era un hijo y ahora al parecer lo podría cumplir
- Escuchaste bien… mi heredero ya viene en camino
- Eso es fantástico, la paternidad te cambia la vida Hades, es un tipo de amor diferente y mas que todo si se ha dado una concepción tan especial, serán bendecidos por los Dioses y su niño nacerá con bien, ohhh es por esto que quieres lo otro?
- Si… esto es importante para mi, sin trucos Zeus que es de mi consorte y de mi hijo que estamos hablando – Hades dijo esto muy serio
- A ti… no te lo podría hacer, mejor vamos de una vez
Zeus lideró el camino por los jardines hasta que llegaron a los portones del Jardín de las Hespérides, Seiya sonrió levemente, recordó cuando estaba intentando entrar en él y ahora delante de sus ojos las puertas se abrían, Zeus entró primero y levantó su mano cuando el dragón de 100 cabezas se acercaba silenciosamente y se quedó paralizado ante el poder del Dios de los cielos, Seiya se separó un poco de Hades para ver mejor al Dragón pero el mayor tomó su mano y lo jaló para que no se quede atrás, Seiya se sonrojó un poco y sonrió, Hades acarició su rostro y besó su mano, Seiya era curioso por naturaleza pero no era conveniente perderse en ese inmenso jardín así el dragón estuviera temporalmente paralizado, finalmente luego de girar varias veces llegaron al pie de un árbol inmenso, de él colgaban las legendarias manzanas doradas, Zeus estiró su mano y tomó una, se la dio a Hades que la aceptó y asintió, luego le dio un mordisco para inmediatamente pasársela a Seiya que algo nervios y inseguro hizo lo mismo, el castaño nunca había probado nada mas delicioso en su vida, era dulce y sintió como por su cuerpo una especie de electricidad lo recorría, una calidez lo llenó y se sintió enteramente feliz, era una sensación única de placer que le nublaba el pensamiento la que se intensificó cuando sintió los labios de Hades sobre los suyos, el joven abrazó a su prometido y sin importarle nada profundizaron el beso ante la mirada sonriente de Zeus, cuando el beso se rompió Seiya se sentía abrumado pero fuerte, diferente… miró con sus ahora inmortales ojos un hermoso atardecer pero lo veía de manera distinta, como si la luz se hubiera descompuesto en miles de colores mas, todo había cambiado pero era igual, su sentido de la percepción se había multiplicado y se sentía un poco desubicado, Hades lo besó nuevamente y los tres se encaminaron a la salida, Seiya sentía que flotaba, todo era extraño pero se sentía bien… extremadamente bien
- Gracias hermano… gracias – dijo Hades mientras caminaban
- No me lo agradezcas, si tu estabas seguro es justo que puedas tener a tu amado contigo por toda la eternidad, solo espero que tu matrimonio no sea como el mío – Zeus dijo esto con una mezcla de pena y rabia, su situación no era muy buena que digamos
- No lo creo, por lo menos no lo espero y sabías lo de la profecía?
- No… cuál profecía? – Zeus frunció el ceño
- Regresemos a tu templo hermano, este cuento es largo
Hades y Zeus conversaron por largo rato en donde el Dios de los muertos le puso al corriente de la total situación al Dios de los cielos que reía con ganas al escuchar la profecía entera (Hades tenía muy buena memoria y se la recitó palabra por palabra a su hermano que lo veía con ojos de incredulidad)
- Yo sabía que perdería mi trono ante ti… o por lo menos ante tu hijo – Zeus no dejaba se reír haciendo reír a Hades, a Seiya esto no le parecía gracioso en lo más mínimo, Hades tomó compostura la ver la expresión tan seria de su joven amante
- No es gracioso, por esto tu esposa secuestró a la hermana de Seiya y la ha mantenido encerrada lejos de tu alcance
- Ha hecho bien… esa muchacha es muy hermosa – dijo Zeus con una sonrisa que indignó a Seiya hasta la médula, la expresión de Zeus era comparable como un niño que está pensando en un dulce que quiere comerse, a la final ellos eran Dioses y veían a los humanos como mera diversión, bueno… no Hades, él nunca lo miró de esa manera… por algo se había enamorado de él
- Eso no está en discusión pero mira todo lo que ocasionaron por eso
- Además de haber encerrado al hermano equivocado, pero no importa, tu solo enséñale a tu hijo que debe querer a su tío Zeus por sobre todo y no habrá problema – a Zeus no necesariamente le preocupaba la profecía, la sabiduría de los años le había enseñado que mientras mas se trataran de impedir las cosas estas irremediablemente pasarían, el Dios de los cielos hacía mejor en mantenerse alejado de todo y procurar una buena relación con el Inframundo, si se diera el caso de un enfrentamiento en verdad sería el fin, Hades era igual de poderoso que él y sería un desastre si empezaran los conflictos desde ahora, lo que tenga que pasar pasará, además la profecía decía que: “Aquel con el poder de unir y dominar a todos los reinos se acerca”, unir y dominar eran las palabras claves, no destruir o aniquilar, había que darle el beneficio de la duda a ese bebé que aún no había nacido, además la profecía decía: “Aquel con el poder de unir y dominar a todos los reinos… llegará sin remedio, cuando el cielo se ilumine con un arcoíris de fuego”, el bebé ya estaba en camino y nada impediría su nacimiento
- Tu tendrás que hacer méritos solito para ganarte el amor de mis hijos – dijo Hades en tono divertido, la verdad no esperaba que su hermano tomara tan deportivamente aquella profecía, Hera y Saori habían entrado en pánico pero aquí a Zeus en cambio parecía no importarle
- Hijos??, plural??
- Al menos tres… pero yo quiero cuatro, tal vez cinco… - dijo Hades con ojos soñadores
- Padre primerizo, yo ni siquiera recuerdo cuantos hijos tuve, ahhh… que tiempos aquellos
Zeus y Hades conversaron un rato mas y cuando caía la noche Artemisa anunció su llegada, Seiya posó su mirada en la puerta, ahí estaba la Diosa de la luna y de la caza, era una muchacha sumamente hermosa la que al entrar no mostró emoción alguna, su semblante era sereno y parecía tallado en porcelana, vestía una túnica blanca, tenía un arco y varias flechas en una bolsa en su espalda, venía acompañada de una docena de muchachas que vestían túnicas sencillas y llevaban una capa con capucha que les cubría la cabeza, Seiya miraba atentamente a cada una de las muchachas hasta que encontró unos ojos cafés que se abrieron mucho de la sorpresa de verlo, el joven castaño se puso de pie e hizo moción de caminar hasta su hermana pero Artemisa le apuntó con una de sus flechas, Seiya ni siquiera se había dado cuenta de ello, fue Hades el que se paró delante suyo bloqueándolo del inminente ataque
- No te atrevas ni a poner tus ojos sobre mis sacerdotisas sucio mortal – dijo la Diosa con tono autoritario y un muy asustado Seiya que se quedó inmóvil y no sabía que hacer