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QUEDATE CONMIGO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, en este capítulo llega el bebé y hay muchas sorpresas todas cortesía de Zeus, espero que les guste

Capítulo 17.- El heredero de la profecía

 

En los días que siguieron la calma volvió a la Tierra, Eris fue encerrada en una urna y fue enviada de vuelta al Tártaro (esto Zeus lo hizo por cuestiones tácticas, no le convenía mantener a Eris en el Olympo como había propuesto Hera), Ares simplemente desapareció y no hubo poder humano o inmortal que lo pudiera encontrar, Zeus decía que el Dios de la Guerra necesitaba tiempo para calmarse un poco y aceptar lo que estaba sucediendo, Hera como muestra de buena fe (y a pedido de su esposo, bueno… no fue pedido, fue una imposición de Zeus) se “ofreció voluntariamente” a oficiar la unión de Hades y Seiya (eso Hades lo tomó como disculpa aunque a Seiya no le haya gustado mucho que digamos, el castaño pensaba que la Reina de los Dioses los iba a maldecir o algo en la ceremonia pero Hades le dijo que eso no era posible) y las aguas lentamente volvieron a su cauce, la relación que si quedó severamente fracturada fue la de Seiya y Saori, Atena había bajado al Inframundo pero Seiya se negó a hablar con ella, Hades sabía y estaba consciente de la importancia de la alianza estratégica con Atena pero no iba a presionar ese asunto con Seiya, si su Príncipe no quería hablar con la Diosa de la Tierra pues… ni modo, Seiya ya no volvió al Santuario, su ausencia fue muy sentida, todos sabían ahora la realidad de lo que había pasado y simplemente no lo podían creer, sus amigos lo tuvieron que aceptar y al bajar a ver a su ex compañero de batallas y encontrarlo tan feliz y emocionado pues… no les quedó mas remedio que alegrarse por él, Aioros era el que visitaba a Seiya con mas frecuencia y siempre traía buenas noticias, a la final su pupilo estaba bien, feliz por su hermana, feliz por su bebé y por su futuro esposo

 

Como lo ofrecido era deuda Hera ofició la unión de Hades y Seiya, fue todo un acontecimiento y la realizaron en el Olympo a insistencia de Zeus, todos los Dioses estuvieron presentes y como el caso lo ameritaba también acompañaron a la feliz pareja todos los caballeros de la Orden de Atena, los Espectros y por supuesto Seika, la hermana del novio, la ceremonia fue muy emotiva, a Aioros le faltaba poco para llorar, a la final Seiya era como un hijo para él y ahora su nueva vida lo llevaría lejos de su tutela, Ikky vio con mucha tristeza al castaño unir su vida con el Dios de los muertos, se notaba que Seiya estaba enamorado y feliz,  eso pesaba en el corazón del poderoso Fénix, aunque no lo quisiera reconocer él amaba a Seiya y todo esto le dolía profundamente en el alma, pero como le había dicho Shun, si lo ama lo dejará ir y se alegrará por su felicidad, él ya tuvo su oportunidad y la desperdició, así que el peliazul de fiero carácter sonrió de labios para afuera y felicitó a la flamante pareja deseándoles toda la felicidad del mundo al igual que los demás caballeros, espectros, Dioses y todos los que los acompañaron en este día tan especial

 

Luego de la ceremonia hubo un banquete, había música, baile, comida y un ambiente por demás festivo, todo organizado y arreglado por el mismísimo Zeus, ayudado por Dionisio y las ninfas, Seiya estaba muy contento, ni siquiera la presencia de Saori pudo empañar su felicidad ese día la que prudentemente mantuvo sus distancias con su ex - caballero, en la noche hubo un festival de luces, eso fue lo mas hermoso que ningún mortal había visto jamás, el firmamento se iluminó dando paso a figuras de colores que lo llenaron todo, las celebraciones duraron hasta el amanecer pero la pareja recién unida en matrimonio a eso de las cuatro de la mañana se retiró al templo de Hades en el Olimpo en donde se entregaron mutuamente e hicieron el amor hasta que el día despuntó

 

La vida de Seiya en el Inframundo era por demás tranquila, su hermana estaba con él y se dedicaron a caminar por los Campos Elíseos, a Seiya se le ocurrió que él mismo quería decorar la habitación para el bebé entonces subió varias veces a la Tierra a comprar lo necesario, Seika lo ayudó con eso al igual que Radamantys, a la final él seguía siendo el guardián del Príncipe, pero cuando a Seiya se le empezó a notar la pancita decidió que sería mejor ya no subir a la tierra, él era un caso médico único en el mundo y quería hacer todo menos llamar la atención

 

Con el paso de las semanas el castaño no tenía mayores molestias por su embarazo, ahora se sentía muy bien y podía comer todo sin que le hiciera daño, se sentía con mas energía aunque eso se podría atribuir a su inmortalidad pero Hades decía que su estado de ánimo se debía a que al fin se sentía completo con su familia entera a su lado, el poderoso Dios del Inframundo sonreía muy divertido ante los antojos extraños de su joven esposo que le dio por comer cosas en extremo picantes o extremadamente dulces, otra de las gratas sorpresas que se llevó Hades fue que con el embarazo Seiya no podía dormir, y como no podía dormir lo mantenía despierto a él de las formas mas deliciosas y placenteras, el joven era insaciable por lo que su vida sexual no se vio afectada en lo más mínimo por la pancita de Seiya que Hades sabía decir era la pancita mas sexy que había visto jamás

 

***

Seiya estaba caminando lentamente por los pasillos de Guidecca, cada vez se le dificultaba mas, estaba ya al final del octavo mes de embarazo y aunque se cansaba con mucha facilidad le gustaba salir al jardín interno del castillo para respirar aire fresco y sentarse en el césped, el castaño sabía decir que no le importaba que lo tuvieran que levantar con grúa, a él le gustaba caminar con los pies descalzos y sentir la brisa en su rostro, al bajar los escalones uno a uno Radamantys salió a su encuentro

- Alteza… Asclepio dijo que usted debería guardar reposo – dijo el rubio con tono de preocupación, el médico le había mandado reposo este último tiempo, el joven padre había tenido algunas complicaciones y no debería caminar por ahí, Asclepio le dijo a Hades que fue inteligente de su parte hacer que Zeus le concediera la inmortalidad a Seiya cuando lo hizo, si no lo hubiera hecho el castaño no hubiera llegado al término del embarazo, como estaban las cosas tenía complicaciones, si Seiya hubiera continuado siendo mortal otra sería la historia, por eso Radamantys seguía siendo su guardián y lo gracioso del asunto era que al rubio en verdad le caía bien Seiya además había que tomar en cuenta que el castaño había sido el mentalizador de todos los cambios que se hicieron en el Inframundo para beneficio y bienestar de todos, sin contar con la mejora en el humor del imponente y austero Dios de los muertos

- Ya lo sé… pero me estoy muriendo allá arriba, no soporto estar encerrado y solo quiero caminar un poquito – Seiya sonrió al decir esto lo que hizo sonreír al serio rubio que se puso a su lado y tomó su brazo

- Déjeme ayudarlo

- No estoy inválido

- Ya lo se su alteza… pero permítame ayudarlo, sigo siendo su guardián recuerda?

- Si si si, y por dónde anda Seika?

- Me parece que está en los Campos Elíseos con Thanatos, me dijo que iban a ver la arquitectura y los murales, me encargó mucho que estuviera pendiente de usted mientras ella salía

- Ok., en verdad solo quiero caminar un ratito

- Como usted diga, yo lo acompaño

 

El rubio Juez le sirvió de apoyo a Seiya y lo llevó lentamente por el castillo hasta el patio interno, allí el castaño caminó un ratito sin zapatos por el césped hasta acomodarse en su banca favorita, el joven respiraba profundamente el aire fresco y se relajaba al ver las ramas de los árboles mecerse con la suave brisa, mas o menos una media hora después el Príncipe se intentó poner de pie pero no logró su cometido, un dolor en su vientre le llegó al alma, llevo su mano hasta su pancita y con la otra intentó agarrarse de algo para no caerse, Radamantys estuvo a su lado en cuestión de segundos y sin preguntar nada lo cargó y lo transportó hasta su habitación, lo acomodó en la cama y salió disparado a llamar a todo el mundo, el bebé ya venía…

 

Hécate fue la primera que llegó, a los pocos minutos llegaron Asclepio y Hades y un poquito después llegaron Seika con Hypnos y Thanatos, los tres jueces corrían por todos lados trayendo las cosas que la poderosa hechicera y el médico les pedían, (el kit de primeros auxilios, los instrumentos previamente esterilizados para la cesárea, agua caliente, toallas, etc., etc., etc.,) el parto se había adelantado, lo esperaban para dentro de casi cinco semanas mas, pero de cualquier manera ya todos estaban listos, Hypnos durmió a Seiya y al bebé para que Asclepio lo pudiera intervenir con la ayuda de Hécate, fuera de la habitación Seika se paseaba muy nerviosa y por mas que Thanatos intentaba calmarla no lo lograba, Hades estaba en peores condiciones y caminaba de aquí para allá, habían hablado mucho de este momento pero una cosa era lo que teóricamente iban a hacer, ahora ya a la hora de la verdad las cosas se sentían diferentes

 

El pelinegro caminó hacia la ventana y vio el rojo atardecer y suspiró, recordó la profecía y sonrió, en el inframundo la luz como que se iba apagando simplemente al caer la noche, los atardeceres no eran rojos como ahora, el espectáculo era maravilloso, se podían ver a lo lejos destellos dorados y precisamente cuando el contraste era mas pronunciado y se veía claramente la tonalidad carmesí del cielo, a través de la puerta escucharon el llanto del bebé y todos respiraron aliviados, Medea y Circe también estaban dentro de la habitación como apoyo técnico por lo que pudiera pasar y fue precisamente Medea la que salió con el bebé en brazos para entregárselo a su padre, Hades se acercó y con cuidado lo tomó en sus brazos, era un niño…

 

El poderoso Dios del Averno sonrió enternecido al ver el pequeño bulto que se movía inquieto en la colchita que lo envolvía, el Dios sonrió al ver la perfecta carita, el bebé estaba todo rojito y movía sus manitos amenazando llorar, Hades acariciaba la suave piel con delicadeza y casi se le van las lágrimas cuando su hijo tomó su dedo con la manito, Seika se acercó para ver a su sobrino y sonreía, el bebé tenía los ojos grises pero eso todavía no era definitivo, a criterio de la muchacha era muy parecido a Hades y tenía unos pocos cabellos negros, mientras todos ellos en el pasillo estaban distraídos admirando al bebé, dentro de la habitación Asclepio estaba terminando de atender a Seiya, todo había salido bien, la intervención fue un éxito y con la ayuda de las hechiceras la recuperación del joven sería rápida

 

Seiya despertó un par de horas después y estaba todo desubicado, le habían puesto algo para el dolor en el suero que le habían conectado y estaba un poco ido, pero con todo y eso cuando abrió los ojos lo primero que hizo fue preguntar por su bebé, Hades estaba sentado en el sillón junto a la cama de su príncipe y tenía a su hijo en brazos

- Hades… Hades… mi bebé…

- Aquí está… míralo… es perfecto… - el pelinegro se levantó con cuidado de no despertar al niño que dormía en sus brazos y se lo enseñó a su esposo que sonrió al ver a la criaturita dormida en los brazos de su orgulloso padre y levantó la mano para acariciar su mejilla, Hades se agachó un poco más y besó suavemente los labios del castaño que se intentó mover pero se arrepintió, estaba muy adolorido

- No debes moverte aún amor, debes descansar, yo me quedaré a tu lado, a tu lado y al lado de nuestro pequeño retoño

- Aún… no… escogemos… su… nombre…

- Tenemos tiempo, tu ahora duerme, el bebé está bien y tu también, eso es todo lo que importa

- Te… amo…

- Ohhh… mi príncipe, no tienes una idea de cuanto yo te amo, me has dado el regalo mas grande y me haces feliz todos los días con tu sola presencia, te amo mi niño hermoso, pero ahora descansa… aquí estaremos cuando despiertes…

 

Tras mucha deliberación se llegó al acuerdo que su niño se llamaría Ren, era el primogénito y sus padres estaban muy orgullosos, la recuperación de Seiya fue muy bien, había que tomar en cuenta que el flamante padre era joven y muy fuerte, al segundo día del nacimiento del bebé Seiya ya estaba de pie y caminando por ahí, a él no había como tenerle mucho tiempo en cama ni mucho menos, además no se cansaba de mirar a su pequeñito que con el correr de las semanas mostraba su parecido con Hades, tenía la piel muy blanca, una naricita respingona muy linda, cachetes llenitos porque estaba gordito y en verdad era muy parecido al Dios del Inframundo aunque sus ojos se iban aclarando un poquito y tenían una tonalidad chocolatosa como los de Seiya

 

Una noche el castaño estaba de pie junto a la cuna de su bebé, se había despertado y fue a arroparlo mientras dormía, Hades que lo sintió levantarse fue al cuarto del bebé y vio a su esposo arreglando la colchita, Ren tenía seis meses y estaba grande y hermoso, muy parecido a Hades pero tenía los ojos de Seiya, era un bebé bastante normal pero de vez en cuando si daba muestras de poder, eso preocupaba a Seiya pero Hades decía que eso era normal, a la final era su hijo, el Dios de los muertos abrazó por la espalda a su consorte que sonrió y apoyó la cabeza en el pecho de su esposo

- Vuelve a la cama, hace frío

- Por eso mismo vine, para arropar a Ren, se mueve cuando duerme y se destapa, no quiero que se enferme

- Vamos… arrópame a mi quieres?

- No… a ti prefiero desnudarte – dijo el joven con una sonrisa sugestiva y un juguetón beso en los labios

- Genial

La pareja volvió abrazada a su habitación y entre besos cayeron en la cama, este último año había sido fantástico para ellos, Seiya no pensó que su vida sería así, no había subido mucho a la tierra, solo una vez había llevado a su bebé a visitar a Aioros, pero esa vez se habían puesto de acuerdo en encontrarse en Rodorio, el castaño no había vuelto al Santuario, su relación con Atena seguía rota pero eso no significaba que sus amigos no pudieran bajar a visitarlos, Shun era el que mas bajaba en compañía de Hyoga y Shyru, Ikky por obvias razones no había ido, con el pasar del tiempo el peliazul ya estaba mas tranquilo y resignado a lo que tiene que ver con Seiya, además su relación con Aioria había cambiado, ambos se dieron cuenta que no era solo sexo lo que había entre ellos, habían sentimientos de por medio por lo que la dinámica cambió, eso le hizo mucho bien a Ikky, se sentía amado nuevamente y ahora podría salir adelante sin remordimientos por el castaño que también había encontrado la felicidad, Shun le había dicho la última vez que había bajado a verlo que Seiya le había mandado saludos y que se alegraba de que él estuviera bien

 

Los Dioses estaban curiosos por el bebé de Hades, el primero de ellos que bajó al Inframundo a conocer al heredero fue Hefesto, el herrero de los Dioses le llevó al pequeño una espada como regalo de bienvenido al mundo, Hefesto dijo que había escuchado la profecía y que el pequeño la necesitaría, Seiya miró todo aprensivo la espada, él ya no quería saber nada de enfrentamientos pero al parecer las cosas no serían tan fáciles, Hefesto estaba encantado con el niño porque se dejó cargar y le sonreía, le sacaba la lengua todo pícaro al mayor y se movía en sus brazos pero sin querer huir, Ren era un bebé bastante sociable porque tenía muchos brazos dispuestos a cargarlo y hacerle atenciones, Hefesto prometió que siempre que el Inframundo llamara él acudiría, él ayudaría a proteger al pequeño príncipe, Hades agradeció esta promesa y se la tomó muy en serio, él al contrario de Seiya sabía que las cosas no estaban en calma

 

Artemisa y Apolo también bajaron al Inframundo y le trajeron un unicornio como regalo al niño, Seiya estaba fascinado con el regalito, era un unicornio bebé que crecería junto a su dueño y le traería suerte y magia a su vida, Hécate se ofreció a cuidarlo y alimentarlo, los unicornios necesitaban muchos cuidados y quien mejor que ella para cuidar a tan precioso regalo, Démeter y Perséfone bajaron también a conocer al bebé, ese encuentro fue un tanto incómodo para Seiya, él había visto de lejos a la antigua Reina del Inframundo pero nunca habían hablado ni mucho menos, la verdad se sorprendió cuando ambas llegaron y Perséfone pidió cargar al bebé, cuando lo tuvo en sus brazos una lágrima rodó por su mejilla pero la Diosa sonreía

- Es hermoso Seiya… simplemente hermoso y perfecto – dijo la Diosa de la primavera devolviendo el bebé a su padre porque amenazaba con llorar, Seiya lo tomó en sus brazos y le acarició la espalda, esto era raro, Ren por lo regular no lloraba con los extraños pero…

- Gra-gracias – contestó el castaño algo incómodo

- Hades… les trajimos un regalo, es un manzano, pero es un manzano especial, si lo plantan en el jardín que está mas allá de las colinas de la segunda prisión, tu sabes a que jardín me refiero, este árbol siempre dará fruto y les traerá prosperidad – dijo Perséfone tomando una pequeña maceta que tenía apenas una ramita que estaba naciendo

- Gracias Perséfone, así lo haremos – dijo el pelinegro tomando la maceta y poniéndola en una de las mesas del salón, Seiya estaba caminando por el salón shusheandole a su bebé que estaba algo molestoso pero se iba tranquilizando ante el suave toque de su padre

 

La visita que Seiya no recibió fue la de Atena, fue Hades el que bajó con el bebé pero no lo pudo mantener mucho rato en el salón, cuando Saori cargó al pequeño Ren este se revolvió inquieto en sus brazos y empezó a llorar, Hades lo cargó pero el pequeñito no dejaba de llorar hasta que se desapareció de los brazos del Dios de los muertos y apareció junto a Seiya que estaba en el jardín que era el de Perséfone plantando el manzano

- Hey… cómo diablos??? – el castaño dejó todo lo que tenía en sus manos y tomó a su bebé que lloraba con sentimiento

- Cómo lo hizo? – Seika estaba con su hermano y no daba crédito a sus ojos

- Yo sabía que algo así pasaría, Rada… puedes decirle a Hades que el monstrito está conmigo?

- Claro su alteza

- Y qué pasó contigo?, no te agradó Saori?, te hizo caras?, te peñiscó?, ohhh no no no, ya no llores, shhhh… shhhh… - Seiya empezó a pasear al bebé hasta que se tranquilizó, ya luego estaban ambos acostados en el césped jugando tranquilamente junto al recién plantado árbol y fue así que Hades los encontró, al verlo Ren le extendió las manitos llamándolo y gritó al verlo (aún no balbuceaba siquiera pero se hacía sentir), Hades se arrodilló en el césped y tomó a su hijo en brazos

- Tu padre es una muy mala influencia en tu vida – dijo el mayor besando la frente de su hijo

- Oye… - reclamó Seiya sin levantarse del suelo, estaba cómodo la verdad

- En es serio, hay algo que no hemos considerado amor y ahora se me ha hecho evidente

- Ah sí?, que? – ahí Seiya se sentó y le bebé se lanzó a él para que lo cargue, el castaño lo tomó en brazos y besó su mejilla

- Hoy apenas Atena lo cargó empezó a llorar con fuerza y no conforme con que yo lo cargue se desapareció de mis brazos y vino a ti, el otro día que Perséfone estuvo aquí igual lloró y no se dejó cargar por ella por mucho tiempo pero… no ha tenido problemas con nadie mas

- Y?

- No lo ves?, tu hijo está unido a ti en muchos aspectos, yo creo que siente lo que tu sientes, por eso estaba incómodo con Perséfone, por eso no soportó que Atena lo cargue, es muy interesante la verdad, él quiere a quien tu quieres y rechaza a quien tu rechazas, está unido emocionalmente a ti

- Es que es mi bebé, yo pensé que Saori le hizo algo

- No no no, como tú estás tan prevenido contra ella pues… es lógico que Ren haya vuelto a ti, bueno… algo así tenía que pasar tarde o temprano

- Yo pensé que cuando había visto su jirafa volar ya lo había visto todo – dijo Seiya con un susupiro

- Oh no… mi hijo será muy poderoso, no hemos visto nada aún

- Claro… cuando es poderoso es tu hijo, cuando hace algún destrozo es el mío verdad?

- Algo así… y plantaron el manzano?

- Ren ayudó, Seika también, de todo lo que dijo Perséfone algo es muy cierto, este ahora es nuestro hogar por ende es nuestro lugar, por qué no plantar árboles o hacer cualquier otra cosa que senos ocurra?, yo estaba pensando en traer juegos infantiles y hacerlo un patio de juegos, yo se que es algo lejos pero es muy hermoso no crees?

- Lo que tu quieras vida mía, este es tu hogar

- A Ren le gusta estar aquí mas que en el patio del castillo, es mas grande y podemos traer al unicornio, el clima es agradable… me gusta aquí

- Así lo haremos entonces

Hades besó a Seiya en los labios y se hubieran dedicado a cosas mas placenteras pero Ren estaba allí en medio de ellos masticando una rodela de hule y se hacía sentir cuando no lo tomaban en cuenta

 

Cuando el pequeño príncipe cumplió un año la visita mas esperada llegó al Inframundo, Zeus y Hera aparecieron en Guidecca una tarde, por algunas semanas habían rumores que las cosas se estaban moviendo en el Olympo, Hades lo sabía pero no había querido comentárselo a Seiya para no preocuparlo por lo que con discreción y la ayuda de sus jueces mantenían el Inframundo listo para cualquier eventualidad, esa tarde el Dios del los muertos estaba en el Palacio de Justicia pero sintió claramente la llegada de su hermano a sus dominios y se transportó inmediatamente a casa y llegó para ver a Zeus dentro de Guidecca acompañado de Hera pero ambos estaban mirando por la ventana hacia afuera

- Vaya Hades… qué rápido

- No esperaba verte hermano, no habías venido antes y no me has mandado noticias ultimamente – el tono de Hades era sereno pero sospechoso

- He estado ocupado… tu hijo es muy hermoso – Hades se acercó hasta la ventana y vio a Seiya afuera que estaba sentado en el suelo jugando con Ren y unos bloques suaves

- Espera… los voy a llamar – dijo Hades y se dirigió hacia la puerta

- Está bien – contestó el Dios de los cielos sin despegar su mirada del cristal, Seiya estaba riendo con su pequeño hijo y levantó la mirada cuando Ren se volteó y dijo: “papa”

- Hey… tan temprano?

- Zeus está aquí y con Hera, quieren ver al niño, vamos?

- Ohhhh…

- Tranquilo amor, estamos preparados

- Lo se… es solo que…

- Entiendo, pero tiene que hacerse, vamos…

Seiya cargó a Ren y con la ayuda de Hades se levantó y fue con su esposo al salón principal del castillo, allí estaban en todo su esplendor la pareja regente del Olimpo, Seiya estaba un poco pálido pero Hades a su lado lo tranquilizaba un poco, Zeus sonrió como siempre lo hacía y se acercó primero, besó a Seiya en la mejilla y acarició suavemente el rostro del niño para besar su frente, Seiya se sentía muy incómodo con todo esto pero Ren estiró los brazos hacia Zeus y le dijo: “bu”, Hades sonrió y le hizo señas a su hermano para que cargue a su hijo, Zeus lo hizo y le sonrió al niño que tomó el pendiente que estaba en el cuello del mayor y se lo llevó a la boca, Zeus se lo quitó de las manos y le besó la mejilla riendo

- Bu? – preguntó todo confuso el Dios de los cielos

- Aún no habla y dice “bu” a todo el mundo, no sabemos que quiere decir pero dejó que lo cargaras hermano, eso es… algo…

- Tal vez le llamó la atención su dije – dijo Seiya puntualizando lo obvio

- Tal vez… está pesado, qué te da tu padre de comer eh? – Zeus sonreía con el bebé en brazos y le hacía atenciones y todo

- Ohhh él come todo lo que le pongan en frente, le gustan las manzanas – dijo Hades, el pelinegro no estaba seguro todavía de cómo se darían las cosas

- A mi también – dijo Zeus y besó la mejilla del bebé otra vez que estaba balbuceando pero no decía nada y solo señalaba a las cosas, hasta que señaló a Hades y dijo “papa”

- Si… ese es tu papá, lo que me recuerda, tengo algo para ti – Zeus le pasó el bebé a Hera que lo tomó y sonrió mientras que Zeus hizo aparecer de la nada un arco hermosísimo y un carcaj lleno de flechas que entregó a Hades

- Tu no eras tan mal cazador, esperemos que tu hijo haya sacado las habilidades de su otro padre, esas son unas flechas especiales, nunca se le acabarán, el carcaj permanecerá lleno siempre

- Gracias hermano, por tu regalo y por venir a conocer a mi hijo

- Hades… por sobre todo eres mi hermano – el Dios de los cielos se acercó al Dios de los muertos y lo abrazó, luego todo fue confusión, Ren empezó a llorar con desesperación, Hades cayó al suelo mal herido e inconsciente, Zeus tenía una daga en su mano de la que chorreaba la sangre inmortal de Hades y ahora se acercaba peligrosamente a Seiya que en ese punto no sabía que hacer, no sabía como atacar con su esposo herido y su hijo en manos enemigas, no podía arriesgar lastimarlos a ellos para llegar a los Dioses pero todo se aclaró cuando Ren se desapareció de los brazos de Hera y apareció en los brazos de Seiya y le dijo “papa” señalando a Hades en el suelo, el castaño abrazó a su hijo y ahora si se preparó para la lucha

- Entrégame al niño si quieres vivir – dijo Zeus, su tono había cambiado drásticamente, ahora era amenazante y frío, Hera un poco mas atrás lucía sorprendida, el plan era que ella llevara el niño al Olimpo o en su defecto matarlo ahí mismo pero cuando se disponía a hacerlo se le fue de las manos, de cualquier manera a los pocos segundos Ares se materializó a su lado al igual que Apolo

- No… - el castaño aferró a su hijo a su pecho y dio unos pasos hacia atrás

- Te lo advertí

 

Una especie de viento arremolinado se formó alrededor de Zeus y pronto se transformó en fuego, de sus manos dos llamaradas fueron disparadas en dirección de Seiya y Ren pero el castaño solo estiró su mano y una especie de barrera de energía se levantó para protegerlos pero no era lo suficientemente fuerte para detener las llamas, de pronto una explosión de fuerza descomunal mandó a volar a los cuatro Dioses destruyendo totalmente el salón, solo Seiya quedó de pie aunque le salía sangre de la nariz, el castaño aprovechó la confusión para ir junto a su esposo y comprobó aliviado que no estaba muerto, solo fuera de combate pero sangraba y no reaccionaba

 

Zeus se puso de pie e hizo aparecer su rayo en su mano, Seiya estaba arrodillado junto a Hades pero se volteó cuando Ren dijo “papa”, Seiya no tuvo tiempo de nada, solo se agachó y cubrió con su cuerpo a su esposo y a su hijo y cerró los ojos esperando que le cayera el rayo encima, pero esto nunca pasó, cuando Seiya abrió los ojos unos segundos después el rayo estaba suspendido en el aire a milímetros del impacto y Ren lo estaba mirando con una sonrisa, el niño movió su mano y el rayo se movió en la misma dirección, Ren hizo subir y bajar al rayo suspendido en el aire, Seiya miraba esto y no pudo evitar recordar a la jirafa, su hijo hacía lo mismo con su jirafa de peluche, Zeus en cambio no lo podía creer, nadie tenía el poder de manipular su rayo, solo él… esto, no era posible, pero aún no salían del shock de lo que había pasado cuando el rayo voló en dirección al Dios de los Cielos pero éste no lo pudo controlar y hubo una nueva explosión que movió los cimientos de Guidecca

 

Hades abrió los ojos y con dificultad se intentó mover, la herida en su costado estaba sangrando y su visión estaba nublada, la daga de Zeus no lo podía matar como la daga que él tenía pero si lo podía herir e incapacitar

- Seiya!!!... Ren!!!

- Tranquilo estamos bien – Hades pudo enfocar un poco mas la mirada y vio a Seiya a su lado que le estaba sujetando la mano, Ren estaba sujeto al pecho del castaño con su otro brazo pero el pequeño estaba inquieto y quería zafarse, solo repetía: papa, papa, Hades se incorporó un poco y tomó a su hijo el cual lo abrazó y seguía balbuceando, Zeus se puso de pie a tiempo para ver cómo una luz multicolor envolvía a Hades, Seiya y Ren, un quejido de Hades fue audible en medio de toda la conmoción pero antes de que pudieran hacer nada mas nubes negras cubrieron el cielo y lo oscurecieron todo, ni siquiera el poder de luz de Apolo pudo atravesar la densa oscuridad y luego los cuatro Dioses invasores sintieron sofocarse en medio de las tinieblas que los envolvieron, ese era el poder del Dios de los muertos que les helaba la sangre y les nublaba los sentidos

- Hades…

- Tu… te atreves a venir a mis dominios y atacar a mi familia

- Hades…

- Silencio… no tienes ningún derecho

- Tenía que ver… si en verdad… era el niño… de la profecía

- Claro que lo es

- Lo se… suéltame y… lo hablaremos

La oscuridad mermó y cuando la visibilidad volvió a la sala Seiya vio con horror como Ares estaba en un charco de su propia sangre al igual que Apolo, Hera estaba desmayada cerca del pilar mas alejado de lo que quedaba en el salón y Hades estaba de pie en medio de todo y sostenía a Zeus de la parte alta de su túnica mientras tenía amenazadoramente la daga sagrada del Inframundo (aquella con la que murieron Deimos y Fobos) en el cuello del Dios de los cielos

- Las cosas no son como yo creí, ya no los atacaré… lo prometo – dijo Zeus mirando a Hades que asintió y lo soltó

- A qué te refieres con que las cosas no son como tu creíste

- Tu hijo, hizo levitar mi rayo… eso es… imposible

- Hace lo mismo con su jirafa de peluche – dijo Hades con rabia, la verdad nunca había probado que tipo de cosas podía o no controlar Ren, asumieron que cosas pequeñas debido a su edad pero ahora era claro que no era así, su hijo podía controlar, suspender, mover y lanzar lo que quisiera con la misma facilidad con la que hacía levitar sus muñecos de peluche

- Curó tu herida – Zeus señaló el costado de Hades que ya no sangraba

- Hace lo mismo cuando Seiya se lastima o se corta las rodillas jugando con él en el césped

- Hizo explotar el salón

- Ya ha pasado antes, también envió a cancerbero a los Campos Elíseos una vez, se tele transporta a nuestra cama cuando tiene frío en la noche o le duele algo o tiene hambre, si no le gusta lo que sea que Seiya le quiere dar de comer lo transforma en otra cosa mas de su agrado, cuál es tu punto?

- Es solo un bebé y es en verdad poderoso, esa barrera… esa explosión…

- Ese no fue Ren, ese fui yo – dijo Seiya

- Tu…

- Qué creías que hemos estado haciendo todo este tiempo?, es muy cierto que Seiya está dedicado a cuidar a nuestro hijo pero no por eso hemos descuidado su entrenamiento, él posee todos los poderes del Inframundo y ha aprendido a usarlos con maestría como te podrás haber dado cuenta – Hades sonrió a esto, Seiya si había resultado ser un discípulo excelente, tenía una facilidad impresionante para manejar los campos de energía y controlar a las criaturas del averno

- Nunca te descuidase eh?

- No… con quien crees que estás tratando?, pero si es guerra lo que quieres, guerra tendrás, no permitiré que lastimes a mi familia

- No Hades… no quiero guerra, ya no… nos iremos ahora, ya no deben temer un ataque nuestro, eso solo traería desgracias y vidas que lamentar

- Si vuelven aquí con las mismas intenciones, no me temblará la mano y los mataré a todos – Zeus era muy consciente de que fuera de Giudecca se estaban reuniendo los ejércitos del Inframundo, los espectros estaban rodeando el castillo, Radamantys, Minos y Aiacos ya estaban en posición con los ejércitos del averno al igual que Hécate, las hechiceras y las górgonas, dragones comandados por  Thanatos volaban por sobre el castillo mientras que quimeras llevadas por Hypnos avanzaban por los pedregosos terrenos hacia el punto de encuentro, los papeles se invirtieron y ahora ellos estaban en desventaja… los ejércitos de los cielos serían aplastados si osaban invadir los dominios de Hades en los precisos momentos, Ares que era el estratega los había subestimado, además Atena y Poseidón no participarían en la batalla al igual que Artemisa, Hefesto con tiempo había entregado a Hades varias armas sumamente especiales para el ataque a los inmortales las que estaban en las manos de los Jueces del Inframundo además de los cíclopes que trabajaban para el Dios de la Fragua, Ares nunca se imaginó tal despliegue de fuerza

- Lo se… si no lo haces tu lo hará tu esposo o tu hijo, lo dejaste en claro, nos iremos ahora

Zeus movió su mano y los tres Dioses inconscientes desaparecieron junto con él dejando a la familia sola, Hades fue hasta Seiya y lo abrazó, besó a su hijo en la frente y se quedaron largo rato abrazados allí en medio de los escombros de la planta principal de Guidecca, Seiya estaba algo inquieto, él sabía que su hijo era poderoso pero lo que había pasado hoy no lo hubiera esperado nunca, el pequeñito tenía la cabecita en el pecho de su padre y jugaba con el filo del cuello de la túnica de Seiya que abrazaba a Hades, el Dios de los muertos estaba indignado pero a la final complacido, su hijo era todo lo que había dicho la profecía y mas… mucho mas

 

 

Notas finales:

espero que les haya gustado, nos vemos mañana en el final, muchas gracias a todos ustedes que han seguido esta historia, espero que les guste en lo que acaba, aún faltan un par de sorpresas mas

Nos vemos mañana, cuidense mucho, saludos, bye


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