Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Miedo de las tormentas por Tem-chan

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo   2

Una luz intensa me vino a mi cara y me desperté un poco sobresaltado al notar a alguien a mi lado. Me giré y vi a una piel morena y un cabello peli-crema un poco alborotado. Me acomodé en el pecho del chico con una gran sonrisa en la cara. Me parecía increíble despertar y ver al chico que me gusta casi al mismo momento. Noté que me abrazaba por lo que levanté la cabeza y encontré unos ojos profundos y negros mirándome con calidez y una sonrisa en su cara.

—Buenos días, Shiro —me dijo tiernamente esa voz que tanto me gustaba.

—¿Shiro? —pregunté extrañado.

—Ahora somos novios, así que hay confianza ¿no?… ¿te molesta? —me preguntó preocupado por si había metido la pata.

—No, no me molesta pero se me hace raro —respondí con  la cabeza baja.

—Tranquilo haré que te acostumbres con el tiempo.

—“Con el tiempo… eso significa que va a estar tiempo conmigo ¿Lo nuestro va enserio, entonces?” —Me pregunté sonrojándome— Eso espero Shuuya —respondí con esperanza y nervios.

Era la primera vez que lo llamaba por su nombre. Él sonrió contento de mis palabras y me beso.

—Parece que hace un buen día para ir a clase —me dijo al separarnos del beso.

—Sí, esto parece. La tormenta paró, por suerte.

Me volvió a abrazar protectoramente como la noche pasada. Me dejé. Me gustaba estar entre sus brazos tan cálidos y teníamos tiempo de sobras ya que era temprano aun. Me besó de nuevo y se levantó de la cama para vestirse. Lo imité y me vestí, después me fui a la cocina a preparar el desayuno y el almuerzo, ambas cosas para dos personas. Ya que ahora tenía novio… novio, que bien sonaba la palabra, le prepararía las comidas con mucho gusto. Mientras hacía la comida pensaba en lo que había pasado la noche anterior después de hacer… ¿como decirlo? ¿El amor? Si, me gusta como suena.

 

Flashback

Me levanté del sofá y guié a Goenji hasta el cuarto de baño, no me había puesto nada encima pero tampoco lo veía necesario a fin de cuentas ya nos habíamos visto mientras lo hacíamos y no había nadie más en mi casa,  ya que vivía solo des de la muerte de mis padres y mi gemelo. Miré a mi acompañante de reojo. Me sonrojé. De repente un dolor en mi parte trasera me detuvo. Hasta ahora no me había dado cuenta del dolor, pero era obvio que dolería después de lo que acabábamos de hacer. Y con lo dolorosa que había sido mi primera vez, ya me imaginaba que el dolor posterior sería similar, aunque por suerte era menor. Intenté dar otro paso hasta la ducha pero el dolor me lo impidió, al menos en un principio, luego me fui acostumbrando un poco al dolor e hice un esfuerzo para soportarlo. No quería preocupar a Goenji e imaginaba que se me pasaría rápido. Caminando un poco más despacio llegamos al cuarto y Goenji, que había notado que me dolía se encargó de regular el agua mientras yo intentaba distraerme mirando su bello cuerpo.

—Ya está caliente el agua, ven —me dijo acercando su mano a mi.

Yo le respondí cogiéndole de la mano y acercándome lentamente. Parecía mentira pero cada vez notaba menos el dolor, me estaba acostumbrando a él. Nos metimos a la ducha, cogió el jabón del pelo y empezó a lavármelo con un masaje que me relajó bastante. Me encantaba sentir sus manos en mi cabello. Después me lavó el cuerpo con una esponja que estaba encima de una pequeña repisa donde estaba el jabón. La fue pasando por mi torso, mi espalda, mis brazos, mis piernas… con una suavidad y delicadeza que me hacían enamorarme más de él si se podía. En ningún momento noté lujuria en sus movimientos ni en su mirada pero si amor, esto me hizo feliz, al menos con eso dejaba claro, a mis ojos, que me quería a mi y no solo a mi cuerpo.

Cuando acabó de limpiarme hizo lo mismo con su cuerpo y salimos de la ducha, para dirigirnos a mi habitación. Él se metió en la cama en bóxers y una camiseta, yo me puse un pijama. Nos metimos en la cama y me abracé a él. Le di un beso que fue correspondido y me acomodé mejor en su pecho para poder dormir, de vez en cuando aun se sentía algún trueno. Aunque ahora eran más lejanos me asustaban igual así que me abracé con más fuerza a Goenji cada vez que escuchaba alguno.

—Creo que a partir de ahora vendré a tu casa cada vez que haya tormenta —dijo un poco divertido.

—Como quieras —le dije un poco molesto porque se estaba riendo de mi.

—Sobretodo porque me encanta como te abrazas a mí cada vez que escuchas uno.

—Idiota —respondí feliz— Buenas noches, Goenji-kun.

—Buenas noches, amor.

Me volví a acomodar ya que había alzado la cabeza para mirarle a la cara y me dispuse a dormir con un pensamiento en mente.

—“Después del baño he notado que me duele menos el trasero, así que después de dormir puede que ya no lo  note. Ojala.”

Y así fue.

Fin Flashback

 

Después nos fuimos a la escuela cogidos de la mano, al menos hasta medio camino. Después me separé de él, a lo que me miró extrañado y se paró.

—¿Te pasa algo?

—No —respondí bajando la cabeza de nuevo.

—¿Seguro? —Asentí con la cabeza— Entonces… ¿Por qué te has soltado de mi mano?

—Es que me da vergüenza —dije tímidamente.

Goenji no dijo nada, solo me dio un beso y reanudó nuestro camino. Lo seguí pensativo. Me preocupaba haber dicho algo que no debiera o que le hubiera hecho daño. Me sentí culpable. Pero me preocupaba lo que pudiera decir la gente al respeto.

—“Los dos somos chicos no creo que esté bien visto” —me dije convencido de que la gente nos miraría raro— “No quiero que miren mal a Shuuya por mi culpa, a parte de que no soy suficientemente bueno para él y no quiero que esto influya en su reputación”

Caminé a su lado un poco cabizbajo estos pensamientos habían dejado huella en mi estado de animo por lo que mi mirada era triste. No sabía que debía hacer, no quería ser una taca negra para él ni dejarlo ahora que por fin tenía una oportunidad de estar con él después de tanto tiempo.

—Hola chicos —escuché gritar detrás de nosotros y unos brazos me envolvieron el cuello.

—Ho… hola Endo —dije saliendo de mis pensamientos—. ¿Que tal todo?

—Muy bien —respondió con su típica sonrisa— pero no parece que puedas decir lo mismo —dijo un poco preocupado— ¿Te pasa algo?

—Eh… esto yo… —no sabía que responder a esa pregunta— Es… estoy bien.

—No me mientas —me dijo enfadado mi capitán mientras sonaba el timbre de inicio de las clases— hablaremos luego.

No tuve tiempo de responder que se fue junto a Goenji a su aula. Yo me dirigí a la mía, me senté en mi silla y me puse a pensar sin darme cuenta de que la profesora entraba y empezaba la clase.

-¿Qué es el impulso nervioso? —Preguntó la profesora— Fubuki, ¿me lo podrías decir?

—Ehh... esto… —si lo sabía pero me daba vergüenza hablar delante de los de clase— Es la manera en que las neuronas pasan la información de una a otra —dije nerviosamente— cuando hay un estímulo pasa de “-70mv” del estado de reposo a los “50mv” por la entrada de iones de Na+.

-Perfecto Fubuki, así me gusta.

Luego de esta pregunta me volví a desconectar de la clase. Aun me sentía mal por lo que había pasado antes y me preocupaba tener que hablar con Endo. No sabía que debía decirle. Por desgracia mía, las horas pasaron rápidas hasta que llegó la hora de la comida. Al mismo instante que tocaba el timbre, la puerta de la clase se abrió y fui arrastrado por Endo junto con los dos almuerzos que había preparado.

—E… Endo… para un momento, por favor —pedí, bueno más bien supliqué.

—Está bien. ¿Qué quieres?

—E… esto… yo le había… traído la comida a… a Goenji-kun… ¿Se la podría dar? —pregunté bajando la cabeza muy sonrojado.

—Bien, no te preocupes. Ahora se la doy —me sonrió mientras cogía la comida que había preparado y se giraba— espérame aquí.

Endo salió corriendo. Suspiré. Le quería dar yo la comida a Goenji pero Endo no me había dado tiempo de quejarme, aunque  tampoco sé si lo hubiera hecho. Volví a suspirar.

—“Debería habérsela dado en casa” —pensé mientras esperaba en el pasillo a que el castaño volviera.

Pocos minutos después volvió Endo igual de sonriente que antes, me volvió a coger del brazo y se me llevó a la parte trasera donde casi no había nadie. Nos sentamos debajo de un árbol y empezamos a comer, él comió rápido mientras que yo casi no comía. Estaba muy nervioso. Cuando Endo acabó de comer, me miró.

—Explícame ahora mismo que te pasa —exigió mirándome casi sin pestañear.

—Yo… bueno… esto… —suspiré— supongo que no tengo más remedio ¿no?

—No —dijo tajantemente.

—Bien —volví a suspirar— Ayer Goenji se me declaró y se quedó a dormir a mi casa. Cuando veníamos hasta la escuela íbamos cogidos de la mano. Pero entonces a mi me entró el miedo. Los dos somos chicos y esto no está muy bien visto y no quiero que Goenji tenga mala reputación por esto. Así que me solté de su mano y creo que sin querer le herí.

—Pero que bien que al final estéis juntos ¿no? Ya era hora.

—Mmmm ¿Es que ya sabías que a mi me gustaba Goenji? —pregunté desconcertado

—Claro y también que tu le gustabas a él. En verdad creo que ya lo sabe todo el mundo. Era bastante evidente ¿sabes? En el club teníamos apuestas sobre vosotros dos —respondió muy feliz, dejándome en estado de shock.

—Lo… lo saben todos… —dije mientras miraba a la nada.

—Sí, ¿algún problema? —preguntó inocentemente.

En ese momento noté que mi mirada se nublaba y poco a poco todo quedaba a oscuras al mismo tiempo que mi cuerpo empezaba a pesar y se tumbaba hacia un lado sin poder evitarlo. La última cosa que vi fue una piel oscura y unos ojos negros llenos de preocupación.

—“¿nos estaba espiando?” —pensé antes de perder el conocimiento.

Noté un pequeño balanceo y como alguien me tumbaba en una cama y me tapaba delicadamente. Escuché unas voces que no podía identificar, me parecían demasiado lejanas… intenté abrir los ojos pero me costaba. Al final lo conseguí y vi la silueta de un chico hablando con una mujer con bata. Fijé más la vista y vi que eran Goenji y la enfermera de la escuela.

—Shuuya —dije bajito, me daba miedo interrumpir la conversación pero quería saber que había pasado.

—Shiro, ¿Cómo estás? —me preguntó preocupado.

—Lo siento —respondí aunque no tenía nada que ver con lo que me había preguntado.

—¿De que hablas? —me preguntó.

—Siento haberte soltado antes. Yo… también siento haberte dicho que me daba vergüenza que nos vieran juntos —dije empezando a llorar.

—No te preocupes no pasa nada. Solo dime como te sientes.

—Un poco débil pero bien. Solo ha sido una bajada de presión, enseguida estaré bien.

—Me alegro —respondió— Te quiero.

—Yo también —respondí justo antes de que me besara de nuevo.

Nos habíamos olvidado por completo de que la enfermera estaba allí ¿o no estaba? La verdad es que se había ido dejándonos solos, bueno solos no… sino con todo el equipo de futbol que nos miraba con atención. Goenji pareció no darle importancia y me volvió a besar pero esta vez con un abrazo protector y posesivo como si dijera que yo le pertenecía y que nadie más tenía derecho a acercarse a mí, y en cierto modo era verdad, le pertenecía, igual que él a mí. Le correspondí  al abrazo y profundicé más el beso ante la mirada expectante de todos los del equipo.

FIN

Notas finales:

Ahora sí, este es el final. Creo que me ha quedado bien. Bastante romántico ¿no? Espero que les haya gustado esta pequeña continuación. Sé que les gusta el lemon pero no he encontrado necesario ni posible hacer otra escena de este tipo en este capi aunque me ha sabido mal, xd

La verdad es que me preocupa, porque esta historia en verdad solo tenía que tener un capitulo (aunque ya he dicho que tenia la conti pensada) y mi madre siempre dice que las segundas partes “forzadas” (aunque yo no creo que sea el caso) no siempre son buenas (aunque espero que esta si) no estoy muy segura…

Espero sus comentarios y gracias por leerme.

Hasta otra.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).