En medio del desierto era uno más del comando, esta vez no llevaba mi traje de héroe, solo era un soldado más entre todo el ejercito. Decidí que así fuera después de la batalla contra Loki, regresar a donde pertenecía, el ejercito. Aun recuerdo el día de mi despedida.
flashbacks
Parado justo al lado de Stark y de Bruce, miraba como enfrente, Thor esposado a Loki tocaba el Tesseractor y entre esa luz azul que me recordaba a Tony desaparecieron. Clint y Natasha hicieron un gesto de despedida y con una sonrisa en la boca se marcharon montados en una furgoneta, supongo que tendrían una misión de S.H.I.E.L.D y quedamos lo tres solos, me dirigía a mi motocicleta cuando Stark me habló.
- Eh! Capi, ¿que harás ahora? -Tony me miraba con intriga, mientra se dirigía a su flamante porche descapotable
- A casa Stark, pero supongo que eso ya lo sabías - le conteste en tono burlesco. Monté en mi motocicleta, abroche mi casco, encendí el motor, me acerque al flamante coche y le dije como retándole - Apuesto a que me tendrás localizado, adiós Stark, adiós doctor que tenga una buenas vacaciones-
Stark puso cara de ofendido y dijo - ¿a mi no me deseas buenas vacaciones capi? - no pude dejar de mirar esos ojos castaños, con ese brillo que cualquier crío pillo tendría, pero Stark no era un crío, aunque su comportamiento si lo fuera, Stark era un hombre, un genio, y como el mismo se definió, un multimillonario playboy y filántropo, uno que hacia que mi corazón sintiera punzadas que pocas veces había sentido, así que con la idea de alejarme lo más rápidamente posible de el, sonreí sexy y dije - Tu siempre te diviertes Stark, no hace falta que te lo dese- y dándole puño a la maravilla de dos ruedas en la que estaba montando, dejé al doctor y al genio montado en el porche.
fin del flashback
Y aquí estaba, en medio del desierto en una misión del ejercito, teníamos que destruir una base escondida donde terroristas aun tenían armamento estadounidense, y que implicaba al señorito playboy. Sí, armamento de industrias Stark aun estaban rodando de manos en manos. Ya habíamos destruidos 4 bases y solo quedaban dos más, eso significaba que pronto estaría perdido por el mundo otra vez, pues yo solo sabía hacer dos cosas, luchar y la otra, una nueva adquisición después de mi descongelamiento, pensar constantemente en Tony, Tony Stark.
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-JARVIS ¿dime que lo has localizado?-
- Lo siento señor, pero Steve Rogers no aparece en mi localización, debe de estar en un lugar incomunicado-
Tony Stark, alias Iron man, buscaba desesperadamente a capi-paleta como el le llamaba, pues como bien le dijo el tipo en cuestión estaría controlándole y no haría falta que le dijera su destino. No fue difícil averiguar su destino, el Capitán América volvería a ingresar en las filas del ejercito, era su vida, y el ego de Tony quedó cubierto tras averiguarlo en unas horas después de la despedida con este.
- joder JARVIS es imposible que no logres localizarle, hazlo de nuevo-
- si señor-
- ¿Aun no logras localizarlo?, ¿has pensado que quizás no quiere que le encuentres?-
- No estoy para bromitas Banner-
Tony miraba con estrés a Bruce, estaban en la casa que tenía en Malibú, Stark le había ofrecido al doctor que pasara con él las vacaciones para así, el doctor aprendiera a controlar su furia y pudiera utilizar el laboratorio de Stark para seguir en la investigación sobre Hulk.
- No deberías de preocuparte, Rogers sabe protegerse, además es el Capitán América, no le pasara nada- intentaba de tranquilizar Bruce, pero no dió ningún resultado pues Tony aun seguía mirando sus pantallas desquiciádamente.
Y es que Tony después de averiguar la dirección que tomaría el capitán quedó satisfecho, pero días después se había enterado de que las misiones que estaba dicho sujeto que le traía de cabeza implicaba su antiguo armamento militar, y como creador de dichas armas sabía lo peligrosas que eran.
Tony después de convivir con el resto de los vengadores, y aunque le costó encajar con ellos, les había tomado mucho cariño, aunque eso es algo que el nunca diría o reconocería, el caso es que con el capitán américa la cosa era diferente, no terminaba de congeniar, y siempre había una tensión entre ellos, un día tras una de sus peleas verbales escuchó a la viuda negra decir que era tensión sexual lo que había entre los dos, aún lo recordaba claramente
flashbacks
- Tenemos que saber donde se encuentra el tesseracto, porque no hablas tú ya que eres su hermano- inquirió el capitán américa
- A Loki siempre se le a dado bien el arte de la mentira, no creo sacar nada en claro de él- Mencionó Thor
- Dejádmelo a mi, cantara como un loro- mencioné sonriendo alegremente
- Tal palo, tal astilla - comentó el capitán mirándome con desprecio
- ¿que quieres decir? - eso sonó a insulto y no pensaba dejarme insultar por un vejestorio por mucho que aparentara ser un joven de veinte y pocos
- que sois tal para cual, arrogantes mentirosos-
- ¿Me has llamado arrogante mentiroso? mira vejestorio, por mucho musculitos que tengas nunca me llegaras a la suela del zapato, más quisieras parecerte a mi- me di la vuelta, me quedó muy de diva debo de reconocer, pero quería salir de allí antes de que le rompiera la cara de un puñetazo, pasé cerca de la asesina y escuche que le decía a Barton
- Tensión sexual, ese es el único problema que tienen-
final del flashbacks
Y ese era el caso, que poco días antes de la batalla final, esa frase rondaba constantemente por su cabeza, y cada vez que miraba a Steve más le parecía una mejor persona, un gran hombre, y menos un vejestorio. En la primera noche que llegaron a Malibú y tras unas copas de whisky Stark le expuso sus pensamiento a Bruce y solo le contestó que debería de reflexionar bastante y que él también estaba de acuerdo con Natasha y tras pasar unas semanas, Tony llegó a la conclusión que Steve Rogers el gran Capitán América le atraía y le hacia sentir un sentimiento más fuerte que una simple amistad o hermandad, he ahí la frustración a no saber su localización, estaba preocupado por él, algo que nunca le había pasado, sentir preocupación por otro ser humano que no fuera el mismo, pero ahí estaba deseando tenerlo cerca suya sabiendo que no corría ningún peligro.
- Tony, Pepper al teléfono-
- Dile que ahora mismo estoy ocupado- dijo mirando insistentemente sus pantallas
- Bruce dile a ese cabeza hueca que se que no esta ocupado y que lo que tengo para decirle le interesa mucho- el pobre Bruce tuvo que separar el teléfono de su oreja si no se quedaría sordo.
- Que te pongas que no gimotees que te interesa lo que tiene para decirte - Dijo el doctor comenzando a desesperarse.
- No gimoteo y seguro que no me interesa- y siguió hablando diciendo bastantes sandeces
- Lo siento virginia pero se niega a dejar eso tan importante que esta haciendo- poniendo tono irónicamente dramático a la ultima parte de la frase.
- Es una pena, el pobre Rogers por ahí perdido y Tony sin saber querer su paradero- Pepper comento trágicamente y se echo a reír - que me llame cuando se desocupe- y colgó.
- Bien Stark, virginia me dejó el recado que la llamases cuando quisieras saber la localización de Steve- Bruce dejó el teléfono en la mesa de trabajo de Tony, al ladito suya y salió riéndose de la cara de éste.
Rápidamente éste tomó el teléfono y le dió a marcación rápida y sin dejar al otro interlocutor ni si quiera responder dijo con tono demandante.
-Donde esta?-
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La calor y el sudor estaban haciendo mellas en mi, a mi alrededor solo se podía encontrar gritos, fuego y disparos. Había cuerpos ensangrentados en el suelo, íbamos ganando, faltaba muy poco para terminar de reducirlos. Corría hacia el ultimo control de mando, abriendo fuego contra aquellos enemigos que impedían mi objetivo, y lo siguiente que recuerdo era estar gritando a un compañero y caer al suelo redondo, sabia que no moriría pero esa herida, dejaría una gran cicatriz y dolía bastante, levante mi cabeza y aun tumbado podía ver mi traje verde oscurecerse por la sangre, me había alcanzado en el costado izquierdo, al lado pude ver un fragmento de lo que impactó contra mi cuerpo, pude ver parte de su nombre, Industrias Stark y no pude evitar echarme a reír, pues hasta en la muerte estaba él, no me dejaba ni a sol ni a sombra y pensé sí en ese instante sabría donde me encontraba.
Abrí lo ojos y reconocí el techo de la tienda de campaña de la enfermería, mire al costado derecho y ahí estaba el medico.
-Capitán- y en ese momento interrumpí - Solo soy un soldado más- el medico me miró con cara de ¿estas loco muchacho? pero yo le insistí con la mía -muy bien, soldado, por sus, digamos ¿poderes?, esta estable y con vida, eso si tendrá que tomar bastante reposo, por lo que hablándolo con los superiores hemos decidido de que vuelva a casa soldado.