Dicen que todos nacimos con la capacidad de amar. Amamos a nuestros padres y hermanos, personas que están ahí desde que llegamos al escenario de esta tierra. Pero jamás pensé que mi amor por ti, pudiera llegar a superar cualquier de estos amores antes mencionados. Nos comprometimos hace mucho tiempo, en silencio frente a la sociedad, esperando que desde arriba, alguien en la corte celestial se apiadara de nosotros y nos brindara una pequeña ayuda, sin embargo, ambos supimos desde un principio que nuestra relación no era la prioridad de quien se dedica a escuchar las plegarias de los demás.
Tu mirada simple, tu piel suave y cada una de las palabras que escapan de tu boca, me saben a vida, y es que antes de ti… no sé como pude vivir. Si pienso en una historia de amor épica, lo más probable es que mi mente traiga a colación la historia de amor entre Finn y Rachel. Si pienso en una historia de amor complicada, las aventuras de Quinn se llevan sin duda el primer lugar… y si pienso en un amor sufrido, Santana y Brittany serían la inspiración perfecta. Pero después de mucho pensar, he llegado a la conclusión de que nuestra historia de amor, es tan magnifica como la de nuestros amigos, ya que a pesar de ser jóvenes, hemos sentido la dulzura y los sinsabores del amor. Pero ¿Por ser jóvenes amaremos menos? ¿Sufriremos menos? ¿Viviremos menos? Lo dudo. Es este el momento en que nuestros caminos comienzan a tomar forma y sin remordimientos he elegido caminar, de la mano, contigo.
Aún recuerdo la primera vez que te vi. Me sonreíste, tímido como eras y luego desviaste tu mirada, y yo por mi lado hice lo mismo. No lo comprendí entonces, pero te amé desde ese día y si aparte mi mirada de ti, fue por el temor que tuve de caer a tus pies y darte todo lo que soy y todo lo que tengo. Desde entonces, busqué algo que pudiera hacer callar a este corazón, que gritaba tu nombre y por un tiempo lo conseguí. Pero nada hay oculto que no haya de ser manifestado y aquí estoy de nuevo, tratando de contener toda esta pasión que me haces sentir, todo este amor que nace cuando te veo…
Eres un espiral que me absorbe, me levantas y me dejas caer, me disuelves, me armas a tu parecer y yo, como si nada pasara, me quedo a tu lado a pesar de todo. He pasado noches en vela, preguntándole a la música como es que he llegado a amarte tanto y ni siquiera ella, con toda su extensa sabiduría ha podido responder a esta duda. Eres como una obsesión y eres como una cura, tan lleno de virtud, tan lleno de luz, me parece que estoy sumergido en todo lo que eres, porque todo me lleva vez tras vez hacia ti, y en susurros eróticos, termino cantándole tu nombre a una luna indiferente que seguramente envidia el resplandor que nace de tu corazón.
Criatura mía, te observo entre mi música y me pareces más bello que el dios Apolo… Eres un tormenta, de sonrisa fácil y ojos sinceros… llévame donde estás y bautízame con tus caricias. Líbrame de la muerte atroz que guarda tu ausencia y juntos, convenzamos al tiempo de que abandone su trabajo, para quedarnos eternamente juntos. Eternamente enamorados.