No me satisface, no me completa, no me hace feliz... No es suficiente. Él, definitivamente no sabe cómo llenar a alguien como yo, lo siento Yuki, no eres lo que necesito, tampoco te amo.
Esta relación no tiene ningún fin, hasta aquí deberíamos llegar.
-Hizaki, ¿Por qué no has quitado esto de aquí? Me estorban- Me hablas apartando algunas de mis valiosas revistas de su lugar.
-¿Qué diablos haces? ¡Yuki! ¡No! -Me levanto algo alterado puesto que comenzaste a desorganizarlas- ¿A caso no ves que están organizados por año de publicación? ¡Imbécil!- Te grito enojado sin tener cuidado de no herirte.
-Yo... Lo siento, sólo que esas cosas hacen ver la habitación algo desordenada- Te quejas al ser apartado por mí.
-Pero si no te están afectando en nada, sólo están colocadas en una mesa -Hablo alterado- Agh, ahora debo reacomodar todo.
-Discúlpame de verdad- Siento como te acercas a mis espaldas.
-Yuki, apártate- Hablo cortantemente.
-Está bien...- Me miras suplicante mientras logro ignorarte.
Ya las cosas no funcionan como antes, alguien más me ha cautivado como tú no lo has hecho.
Me voy como todas las noches con aquella excusa de tener mucho trabajo que hacer, en realidad me dirijo hacia mi paraíso, iré a encontrarme con él.
-Has demorado mucho... -Me dices al verme entrar, te encontrabas esperándome en el gran sofá de la sala para estar.
-Lo sé, lamento eso- Te diriges hacia mí con los brazos abiertos, rodeando mi cintura.
-Te he extrañado, tenía muchos días sin verte- Besas mi mejilla, haciendo que me remueva un poco.
-Han sido sólo dos días y siento que te he extrañado más que nunca- Tomo tu rostro entre mis manos acercándome a ti, me das un beso pasional, demostrándome lo mucho que te he hecho falta.
-¿Quieres ya…? -Preguntas acercándote provocativamente.
-Pienso que no tienes necesidad de preguntarlo- Te sonrío con seducción mientras me invitas al sofá.
-Muy cierto- Tus labios pasan por mi cuello con descaro.
-Dejemos de hablar y comencemos, necesito de ti- Beso tus labios nuevamente, con calma, siento tus suspiros, tu respiración en mi rostro.
-¿Aquí? –Preguntas separándote de mí, tomando aire, respirandopesadamente.
-No importa donde sea, sólo lo quiero ahora- Te atraigo a mí otra vez, nuestros labios se unen acomodándose en una posición exquisita, lames mi labio inferior mientras dejo escapar pequeños suspiros.
-Como digas- Bajas tus manos hasta mis caderas, subes mi camisa hasta quitármela, besas mi pecho con pasión.
-Ah... Me hacías tanta falta Kamijo- Acaricio tu cabello con mimo.
Siento tu lengua acariciar mi pecho, juegas con el cinturón de mi pantalón, cosa que me molesta -Quítalo ya- Te digo con desesperación.
-Con calma Hizaki, con calma- Susurras en mi oído, causándome un escalofrío.
-No, ya- Tomo tu camisa y la quito de ti con rapidez.
-Vaya... Que estas desesperado- Quitas mi cinturón, mi pantalón fue lanzado de lejos.
-Así es, así me gusta -Bajé mi ropa interior, tomé tu mano haciendo que tomaras mi miembro- Mastúrbame, ponme duro.
-De acuerdo...- Comenzaste a acariciar mi miembro, lento y tortuoso.
-Ah... Kamijo... Más rápido, ah~ por favor- Hablo con algo de dificultad mientras suspiros se escapan de mis labios.
-¿Así? -Comienzas a ir rápido, siento mi pene caliente que comienza a palpitar.
-Ahhh, sí, así- Mis ojos se cierran mientras mi cabeza va hacia atrás.
Siento tu boca húmeda envolver mi hombría, como tu lengua comienza a acariciarla, ahora, simulas envestidas con tu boca, oh, como me causas placer.
-Ahh, Kamijo, Kamijo, me haces perder la cabeza, ahhh- Grito tomándote del cabello, para marcarte un ritmo más delicioso.
Estoy a punto de llegar, alejas tu boca colocando tu dedo índice en la punta de mi miembro, miro tus ojos confundido, para recibir una sonrisa llena de lujuria.
Te quitas el pantalón quedando solamente en ropa interior, te acercas a mis labios, mordiéndolos con sensualidad, sonríes a medio lado, tomo tu mano llevándola a mi boca, comienzo a lamer tus dedos uno por uno bajo tu atenta mirada, los alejo de mi boca, abro mis piernas y los dejo reposar cerca de mi entrada.
-Dale- Te digo rodeando tu cuello.
Doy un pequeño respingo al sentir la primera intromisión, mueves tu dedo en forma circular y al instante introduces otro más, me asusto, siento tus dos dedos entrar para luego salir de mi cuerpo, el tercero también entra, estoy en la gloria.
-¡Ahhhhh! - Mi cuerpo se contrae y pequeñas lágrimas salen de mis ojos.
Bajas tu ropa interior sin dejar de mover tus dedos.
-Ah, ¡Ahhhh! Ah, Ah- Siento mi entrada dilatarse y hacerse más grande.
-Ahora sí, Kamijo te haré gritar de placer- Sonríes a medio lado mientras sacas tus dedos, tomas tu hombría erecta para penetrarme.
-¡Ahhhhhh! -Me sostengo del espaldar del sofá- Ah, Kamijo- Muerdo mi labio al sentirte completamente adentro.
-Ngh...- Comienzas a moverte lento- Estas tan estrecho... ¿Te Ha-hacía falta esto...? -Cierras los ojos agarrando mis caderas para ir más rápido.
-Es que... Ahh... Tú... Maldita sea, la tienes muy grande- Muevo mi cuerpo contrario al tuyo.
-Haz lo que me gusta, hazlo- Dices en mi oído sin pudor.
-Ahhh- Aprieto tu miembro en mi interior mientras me lo haces más fuerte.
-Mmm, Hizaki, así- Te inclinas a besar mi abdomen.
Empujo tu cuerpo dejándolo recostado sobre el sofá, comienzo a montarte, rápido y sin pudor alguno, salto sobre ti, enterrándome tu miembro, hago movimientos de pelvis frotándome sobre ti.
-Ahhhh, ahhh, ahhh- Los gemidos se me escapan haciéndose cada vez más fuerte.
-Sabes cómo moverte... Hiza...ki, Mm- Siento como mis glúteos golpean con tus testículos.
-Ahhhh, ¡Ahhhhh! Kamijo, dame, ¡Dame fuerte!- Grito, sostienes mis caderas dejándome en el aire y comienzas a penetrarme bruscamente- Ah, ah, ah, ah ¡Ahh, Ahhh! -Aprieto los puños en tu pecho.
-Hizaki...- Suspiras tomando mi miembro con tu mano, comienzas a moverla nuevamente.
-Kamijo, creo que no puedo más- Te digo con dificultad mientras me acerco a besarte.
-Ni yo- Dices en un susurro.
Haces unas cuantas envestidas hasta que llegue a mi límite, corriéndome sobre ti, al resto te corres tu en mi interior.
-Gracias- Agradezco acostándome en tu pecho.
Me levanto de tu cuerpo, voy al baño como siempre para bañarme, refrescar mi cuerpo luego de éste calor, salgo y te encuentro afuera, paso de ti sonriéndote.
-Me voy…- Digo mientras estoy a punto de abrir la puerta.
-Espera- Siento tu mano aferrarse a mi muñeca, volteo encontrándome con tu mirada bajo la vista, aún estás desnudo, miro tu cara y noto tu preocupación.
-¿Qué pasa?- Coloco mi mano en tu mejilla, acariciándola.
-¿Cuándo le dirás la verdad a él? –Me preguntas intranquilo.
-¿De qué hablas?- Pretendo no entender.
-¿Cuándo le dirás a tu novio que me amas a mí y no a él? ¿Cuándo será el día en el que no nos tengamos que despedir?... Que sólo… te quedes aquí conmigo- Estrujas mi muñeca a medida que vas hablando.
-Ah… Sólo espera…- Te beso con dulzura.
-Pienso que deberías dejar de engañarlo… Él no te ha hecho nada malo ¿cierto?- Preguntas mientras me abrazas.
-Y yo pienso que deberías ir a bañarte- Me rio palmeando tu pecho desnudo.
Suspiras y dicen un casi inaudible “De acuerdo” Te doy un último beso, mientras caminas hacia el baño, yo salgo de tu apartamento dispuesto a ir al mío.
Llego a mi apartamento, abro la llave y encuentro a Yuki esperándome, como de costumbre.
-Hizaki, debemos hablar- Me dices con seriedad y yo te sonrío.
-Dime- Te contesto sentándome a tu lado.
-Terminemos- Suspiras mirando tus pies.
-¿Eh? ¿Hablas en serio? –Te pregunto ocultando mi felicidad.
-Claro… Pienso que ya no te hago feliz, entonces, deseo que alguien más lo haga- Me miras a los ojos con una sonrisa triste.
-Y ¿Tú? –Te pregunto.
-Vamos, no eres la única persona en el mundo- Ríes nerviosamente- Ante todo, quiero que seas feliz- Me tomas del mentón, te levantas y me das un beso en la frente.
-Alguien ya me hace feliz- Sonrío, miro tu mirada sorprendida.
-¿Eh? ¿Te veías con alguien más?- Preguntas.
-Sí.- Contesto con simpleza.
-Ah, vaya…- Sonríes sin ganas.
-Entonces… Mañana me estoy yendo de aquí ¿de acuerdo? –Sonrío.
-Vale - Acaricias mi cabello y caminas hacia el pasillo, entras a la habitación.
Ahora podré estar con él, podrá satisfacerme, amarme y llenarme aún más.
Fin.