La dulce pareja ya se encontraba de nuevo en Nueva York muy feliz. Tony de vez en cuando le hacia pequeñas bromas, no por estar comprometidos, iban a cambiar la forma de llevarse. Al contrario. Steve a pesar de todo, confía en Tony. El moreno prometió que nunca le iba a fallar o haría algo que lo lastimara.
Todo el día se la pasaban paseando, viendo películas, u organizando las cosas de su próxima boda. Los dos se encontraban felices, emocionados por ello.
Steve por fin se emocionaba al ver los preparativos, ahora si se quería casar.
Tony a veces se ponía a pensar lo lindo que será su vida a lado de ese rubio. Todos estos años como no se dio cuenta antes que tenia al ser más maravilloso que hay sobre la tierra, aun así, tardo, pero lo supo y ahora no lo iba a dejar nunca.
El día de la boda llegó. La pareja se encontraba en frente del padre, estaban tomados de la mano, cada uno sonreía al escuchar las palabras típicas que se dicen en una boda.
Steve tenía un traje blanco, con una corbata azul, zapatos negros algo brillosos y una rosa aun costado de la corbata.
Tony con un traje negro, corbata roja, zapatos igual negros. El igual tenía una rosa del mismo color que Steve, del lado contrario. Ambos se daban pequeños apretones ya que se acercaba el momento. El padre miro a Steve, este trago saliva.
Anthony Stark, te recibo a ti como mi esposo, me entrego a ti en cuerpo y alma. –Este le regalo una sonrisa muy tierna en los labios. Tony se la devolvió y lo miro de la misma forma que lo hacía el, lleno de felicidad, emoción y ternura.
Steve Rogers te recibo a ti como mi esposo, me entrego a ti en cuerpo y alma. –Al terminar, un sonrojo se coloco en las mejillas del multimillonario, todos los invitados rieron y sonrieron por eso, este no hizo caso, realmente era la persona más feliz del mundo.
El padre sonrío y levanto los brazos.- Si existe algún impedimento para que esta pareja se una en cuerpo y alma, que hable ahora o que calle para siempre.
Los invitados negaron con la cabeza, Banner, Clint, Thor y Loki rogaban porque eso no pasara. Tony se pondría como loco.
Pasaron unos segundos y el padre miro al rubio.- Steve Rogers aceptas a Tony como tu legitimo esposo? –Steve asentó con la cabeza sonriendo- Acepto. –Respondió con una felicidad infinita.
La mirada del padre se poso en el cuerpo de Tony.- Anthony Stark, aceptas a Steve Rogers como tu legitimo esposo?. –Los labios de Tony temblaron, sonrío y miro a Steve muy tierno.- Acepto.
Los declaro en sagrado matrimonio, Steve puede besar a Stark. –Este no espero mucho, tomo el rostro del moreno y antes de besarlo roso los labios muy lento, este soltó un suspiro cerrando los ojos. Se besaron muy lento y de manera muy tierna, las manos de Tony se encontraban en el cuello de Steve y todos los invitados comenzaron aplaudir muy felices por ellos.
Rogers lo tomo de la mano, y salieron de aquel lugar dispuesto a ir a la fiesta. Todos los invitados igual salieron de aquel lugar rumbo al local para comenzar la diversión.
En la fiesta todos se acercaban a felicitarlos, ellos les sonreían a cada uno, bailaron su primera canción como esposos, se besaron bastante, bebieron moderadamente ya que al rato comenzaría su luna de miel. Tony quería sentir ya el cuerpo de Steve, pero este le decía a cada rato que su primera vez sería después de estar casados.
Por fin lo estaban, y le emocionaba la idea de tan solo pensar que en unas horas se entregaría por completo a Steve.
La pareja bailaba, se coqueteaban, sonreían, hacían pequeñas bromas muy contentos. A veces los amigos de Tony hacían bromas, haciendo que Steve riera como loco.
Así dieron las 3 de la mañana, la limusina estaba afuera del local esperando a la pareja recién casada. Ellos por fin salieron, despidiéndose de todos los invitados. Subieron dispuestos a ir rumbo al hotel.
Ya en el hotel, Tony abrió una botella de vino, sirvió en dos copas, pero las dejo en la mesa al sentir como el rubio paso sus brazos por el cuerpo de este. Comenzó a besar el cuello del moreno, este sonrojado dejo más espacio. Tony era experto en el sexo, pero por alguna extraña razón le ponía nervioso hacerlo con Steve. Pasaban miles de preguntas por la cabeza de Anthony.
¿Y si no le gusta como lo hago? ¿Si no le gusto cuando me vea desnudo? ¿Qué tal si realmente le van las mujeres y no los hombres? Así se le paso Tony, hasta que un gemido suyo lo hizo reaccionar. El rubio ya estaba quitando el traje del moreno.
Estás en esta tierra, amor? –Tembló Tony por la pregunta de Steve, sobre todo porque le dijo ‘amor’. El moreno negó con la cabeza y luego lo miro- Digo, si, si estoy…-Tomo el rostro de Rogers con las dos manos y comenzó a besarlo.
Ese beso fue largo, lleno de amor. Pasaron unos segundos y ese mismo beso comenzó a ser apasionado, ambas lenguas jugaban desesperadas. Los dos ya estaban completamente desnudos. Rogers se separo y comenzó a besar el cuello moreno que tenía en frente.
El sabor de Tony es exquisito, pensaba el rubio. Las manos traviesas de Tony comenzaron acariciar la fuerte espalda de su esposo, bajaron hasta las nalgas y las apretó con fuerza y deseo, provocando un jadeo de parte del rubio.
Se miraron, y no pudieron más. Steve lo cargo, y lo llevó hasta la cama, lo coloco con mucho cuidado y se puso encima de él. Tony levanto las piernas, las paso por las caderas de Rogers y se aferro a él. Ambos comenzaron a soltar pequeños gemidos porque sus miembros chocaban.
No sabes como te he deseado, como he soñado con esta vez…-Susurraba Steve, mientras bajaba por el cuello una vez más. El moreno no sabía que decir, solo jalaba los cabellos de su amado disfrutando de esas caricias.
Necesito tocarte todo, marcarte como mio…-Al comentar eso, coloco el pezón izquierdo de Tony entre sus labios y comenzó a succionarlo, lamerlo y morderlo. Stark no pudo evitar jadear muy fuerte por culpa de eso.
Las caderas de ambos exigían más roces en sus miembros, e hicieron caso a lo que su cuerpo pedía. Los movimientos de ambos eran más continuos, los dos gemían disfrutando del momento.
Steve después de unos momentos paro los movimientos, se agacho y comenzó a masturbar a Tony, este levanto la cabeza para verlo. Relamió los labios y sonrío. Steve le devolvió la sonrisa de la misma forma y luego se trago el miembro de Tony.
Este gimió sorprendido, hecho la cabeza hacía atrás y llevo las manos hasta los rubios cabellos jalando. Tony se sentía en el paraíso, jamás nadie le había causado tanto placer.
Steve… Ah, Steve…-Gemía Tony.-
Si, eso quería escuchar…-Comento el rubio, para luego tragar de nuevo el miembro del millonario. Las manos jugaban con los testículos. Tony sentía que no podía más, este lo noto y se detuvo.
Hubo un quejido de parte del moreno y lo miro mal con un puchero en los labios. Eso fue realmente tierno para Steve, jamás lo había visto con ese puchero.
Levanta las piernas –ordeno, Stark hizo caso, las levanto y hecho la cabeza hacía atrás, lo que venía sabía que le iba a encantar, aunque por dentro de él, se estaba muriendo de miedo ya que era su primera vez. A el, siempre le gustaba ser el que daba, pero esta vez con Steve era diferente ,se moría por ser el que recibía.
La lengua traviesa del rubio ya estaba en la entrada del moreno. Este jadeaba con fuerza, disfrutando. De vez en cuando apretaba las nalgas, y temblaba por culpa del placer. Rogers no aguantaba, quería atención así que comenzó a meter un dedo con mucho cuidado, tampoco lo quería lastimar. Noto que se acostumbró muy rápido, metió el segundo y no vio ninguna mueca de dolor de parte de su esposo, al contrario, su rostro reflejaba placer infinito.
Me gusta como se siente ah..-Dijo con dificultad Tony, su respiración estaba por completo alterada, su pecho subía y bajaba. Los labios los tenia ligeramente abiertos y un rubor estaba posado en las mejillas, para Steve fue la escena más provocativa.
Metió el tercero, y movió ambos con rapidez, al ver que Tony comenzaba a mover las caderas los saco, se coloco entre las piernas del millonario, el las levanto y las llevo a los hombros del rubio.
Se miraron por varios segundos, poco a poco lo comenzó a penetrar, ahora el rostro de Tony si reflejaba dolor, tener a ese monstruo dentro suyo era demasiado. Steve lo noto, y comenzó a masturbarlo, se acercó a los labios y los beso con ternura- Ya pasara el dolor amor..-Le susurro, este sonrío un poco y comenzó a besarlo.
Ni uno de los dos se movía, Steve se moría por hacerlo pero no quería lastimarlo así que con mucha fuerza de voluntad se quedaba quieto.
Pasaron varios minutos, estos se seguían besando. Tony le mando un aviso moviendo las caderas, este al instante comenzó a embestirlo muy lento. Por la boca de ambos, soltaban varios gemidos llenos de placer. Las manos de Rogers estaban en la cama, colocando fuerza para embestirlo más rápido y profundo. Las de Tony se encontraban en la fuerte espalda de su esposo, aferrado a él y clavando las uñas de vez en cuando.
Rogers no supo en que momento comenzó a embestirlo brutalmente, veía como Tony se revolcaba de placer, arqueaba la espalda y echaba la cabeza hacia atrás.
Joder, como es que espere tanto tiempo. –Comento Tony con bastante dificultad, miro a Steve y sus ojos estaban llorosos por culpa del placer.
Steve sonrío por la escena y por las palabras, se volvió acercar al moreno y le devoro la boca. El respondió sin pensarlo y llevo las manos al rostro acariciando, quería disfrutarlo.
Tony se separo, comenzó a gritar al sentir que ya se iba a correr. Steve le daba en un punto demasiado sensible, este igual comenzaba a temblar, jamás había sentido tanto placer. Ninguno de los dos.
Córrete… -Hablo Rogers entre jadeos, este como si hubiese obedecido lo hizo, se corrió manchando a ambos. Steve dio varias embestidas más y se corrió dentro de él, llenando por completo al millonario.
El rubio no dejo que recuperara la respiración, comenzó a besarlo muy demandante, se hizo adicto a su cuerpo, a los besos, a todo.
Te amo…-Susurro el rubio entre beso, Tony sonrío sin dejar de besarlo.
Y yo a ti…-Respondió. Comenzó a mover las caderas otra vez, quería otra ronda, el rubio entendió y sonrió entre beso.
Ambos sabían que esa noche iba ser especial, diferente, llena de amor y pasión. Que por fin podrán ser felices para siempre. Sabían que los dos se amaban con locura, y que nada ni nadie los iba a volver a separar.
FIN