Al día siguiente Tony acompaño a Steve hasta el aeropuerto porque su novia se iba regresar a Escocia. Eso le ponía realmente feliz.
Veía como la chica estaba prácticamente encima de Steve devorándole la boca. El moreno notaba muy bien que el rubio se sentía algo incomodo.
Miro a otra parte porque no quería seguir viendo esa asquerosa escena. Pasó un minuto eterno y volvió a ver, suspiro y mordió su labio inferior.
Ya cuando se separaron sonrío agradecido, pero su felicidad no duro mucho al ver que la tipa unía una vez más sus labios con los de su amado Steve.
Hey ya vámonos! –No pudo evitar gritar el moreno, la chica le sonrío apenada y por fin se despidieron.
Ya en el auto platicaban mientras iban a tiendas para ver las cosas de su asquerosa boda.
Te sentías incomodo por como te besaba, cierto? –Al preguntar eso lo miro a ver, este no respondió.
Responde Steve.
-Suspiro el rubio y lo volteó a ver- Si, algo. Si que me conoces…
Más de lo que tú crees –le contestaba mientras estacionaba el auto.
Bajaron y comenzaron a ver las cosas.
Se pasaron todo el día cuando se toparon con Thor y Loki.
¡Qué tal! –Saludaba Steve muy amable, los conocía desde hace bastante pero eran más amigos de Tony que suyos.
Supimos que te vas a casar, felicidades –Hablo el pelinegro; Loki. Tony lo miro mal y este en vez de devolverle la mirada le regalo una amable sonrisa.
Si –contesto sonriendo el rubio-
Te harán tu despedida de soltero? –Pregunto el gran Thor.
Pues de eso se encargara mi gran amigo Tony –Mientras decía eso, lo volteo a ver, y llevo una de sus manos al hombro de el para dar pequeñas palmadas.
Si, lo veré yo –reía nervioso Stark-
Se despidieron para que cada pareja se vaya a ver sus cosas.
Tony tenía que pensar como sería la despedida de solteros de su mejor amigo. Ahí sería el momento perfecto para arruinar todas las cosas.
Pasaron los días y quedaban dos semanas para la boda.
Steve se encontraba nervioso todos los días hablaba con su novia aunque le costara demasiado caro la llamada.
A Tony le hartaba, en esos momentos rogaba ser la chica.
El día de la despedida llegó, todo se iba a tratar de juegos y juguetes sexuales. Sabía que a su mejor amigo esas cosas le incomodaban bastante si no tenía la suficiente confianza.
Todos los invitados ya estaban ahí, amigos de Tony y de Steve.
Se encontraban en la sala del millonario y en eso llegó una chica con una maleta.
Hola chicos, quien es el afortunado? –Pregunto-
Tony empujo al afortunado, este sonrío nervioso.
Ven, siéntate aquí guapo. –Jalo una silla y este hizo caso, se sentó.
La chica comenzó a sacar varios juguetes de todo tipo, Steve no lo podía creer, le daba mucho coraje, todos sonreían menos el.
Bien, que juguete te gustaría practicar con tu novia? Tenemos desde tangas comestibles hasta vibradores, travieso. –La chica le guiñaba el ojo.
Steve no lo soporto por mucho tiempo, se levanto de la silla y se fue del lugar sin decir nada, todo el mundo sabía que había hecho mal Stark, al llevar una chica así a la despedida de solteros de su mejor amigo. El más que nadie lo conocía perfecto.
Stark se sintió mal al ver como se levanto su amigo de la silla, su mirada tenía decepción y tristeza profunda.
Se fue tras él.
Hey, Steve lo siento solo quería que la pasaras bien –
Qué la pasara bien? Vaya Stark como si no me conocieras. Esas cosas en publico no me gustan mucho, contigo las puedo hablar pero no con todos. Pensé que tú realmente querías ser mi padrino. A mi me daría mucho gusto ser el tuyo. Cuando no quieres hacer algo haces todo por hacerlo mal o joder a alguien y esta vez me esta tocando a mi. Hubiese sido mejor no pedírtelo, así no estaríamos discutiendo ahora –Cada vez que hablaba Steve levantaba su voz y apretaba sus puños con rabia, parecía exagerado pero realmente se sentía mal e incomodo.
Si tal vez nunca debiste de hacerlo!!! –Grito el moreno defendiéndose ya que jamás le había hablado de esa forma Steve; su mejor amigo.
Si, tienes razón –El rubio finalizo la pelea de ese modo y se fue del departamento ya que no quería seguir ahí y mucho menos si Stark iba a estar de esa forma.
Ya habían pasado las horas después del pequeño problema
El millonario se encontraba hablando con Banner y Clint de lo sucedido
Bueno, si arruinar su despedida de soltero no funciono tenemos que pensar en otra cosa –comento Clint-
No quiero arruinar nada más –Decía el moreno mientras levantaba su copa para tomar un poco del vino.
No arruinaras nada, serás el padrino de honor perfecto. Se dará cuenta que eres lo mejor que hay en este mundo aunque no lo seas e igual se dará cuenta de sus sentimientos hacia ti y dejará a la chica. –Comento Banner. Los dos se encontraban con la boca abierta por aquellas palabras.
El padrino perfecto. –Lo pensó bastante Tony, tanto lo pensó que le había gustado la idea.
Si, el padrino perfecto. –Repitió Banner mientras que sacaba un disco de su bolsa. Ese disco era un tutorial de como ser el padrino y madrina perfecta.- Toma, te hará bien verlo.
Se fueron sus amigos y se recostó en la cama mirando el techo, suspiro por culpa de Steve y tomo la almohada tirándola con fuerza al piso.
Soy Anthony, no puede ser que este así por alguien…
-Llevo su mano izquierda al bolsillo de su pantalón, saco su celular y le marco a Steve.
Vamos contesta…
-Los ojos de Anthony brillaron porque su mejor amigo le había contestado, por un momento pensó que no lo haría.
Hey Steve, no preguntes, solo ve mañana a la cafetería de siempre.
¿Cómo? –Pregunto el rubio confundido-
Te dije que sin preguntas, ahí te veo mañana, no te arrepentirás.
Vale –apenas le contesto el rubio termino la llamada. Se levanto, agarro el disco dispuesto a verlo sin importar que no durmiera nada.
A la mañana siguiente Stark salió de su casa directo a la cafetería.
En varios altos de esa calle varias chicas lo saludaban muy coquetas ya que por ahí lo conocían bastante. El las ignoro por completo, ya que no quería ver realmente a nadie más que a Steve.
Al llegar no lo vio, así que se sentó y pidió el café de siempre con su dona.
10 minutos después llegó el rubio, Stark se levanto y le dio un abrazo, este se sorprendió porque no solía hacer ese tipo de cosas. Más no dijo nada y le devolvió el abrazo cálidamente.
Se sentaron a platicar un rato. Steve igual pidió un café y así paso el tiempo.
Ya eran como las 11:30 de la mañana.
Es hora de irnos. –Stark no le quería decir nada, quería que todo fuera sorpresa. El rubio lo siguió, se subieron al auto y fueron directo a una iglesia.
Stark, que hacemos aquí? –Preguntaba muy confundido.
Llegamos a tiempo, vamos a escuchar las pláticas. Es para que tú seas el esposo perfecto. Luego iremos a ver los últimos detalles de la boda, escogeremos el color de tu traje y veremos que vajilla le queda y le hace juego al tipo de flores.
-Steve no dijo nada, se sentía feliz al ver a su amigo organizando la mayoría de la boda o al menos su parte. No podía creer que había asentado cabeza.
Los dos estaban sentados escuchando las palabras del buen Padre. El rubio aun seguía feliz, de vez en cuando sin que se diera cuenta el moreno, lo veía, pero la forma de verlo era diferente. Al rubio le costaba admitir que siempre estuvo enamorado de su mejor amigo. Pero lo conocía perfecto y por eso nunca le dijo nada, prefería seguir teniendo la amistad a perderlo para siempre.
Stark no se daba cuenta de las miradas que le echaba el rubio, estaba muy concentrado en la plática del padre.
Termino y fueron al centro comercial.
Primero fueron al área de trajes. Stark prácticamente obligo a Steve que se sentara. El quería buscar el traje perfecto.
Te verás muy guapo de traje blanco. –Le comentó mientras Steve se imaginaba con un traje blanco. Stark tomo varios y se los dio a su amigo.
Vamos, pruébatelos. –Los dos caminaron a los probadores y en frente de ellos había una silla, el moreno se sentó esperando al rubio. Salió con varios trajes, realmente se veía bien, pero fue uno en específico el cual se enamoro más Anthony Stark. No sabía si era el tipo de tela, o si era la corbata por culpa del color azul que pegaban con sus ojos.
Prácticamente el moreno tenía la boca abierta por completo.
Y bien, como me veo con este? -Se dio cuenta de la mirada de Stark, más no decía nada ya que a el le comenzaba a gustaba.
Pues… Te vez perfecto. –Trago saliva al decir eso-
Entonces este será. –Se dio una vuelta el rubio sonriendo, luego se fue a los probadores para cambiarse.
Stark pagó el traje con su tarjeta. El rubio sentía algo de pena porque no podía creer que el se haya ofrecido a pagarlo.
Llegaron al departamento de vajillas. Tony tomo unos platos y comenzó hacer como los payasos con las botellas y pelotas.- Tienes que ver que la vajilla quede con el arreglo de flores, así se verá perfecto y adecuado en la boda.
-Steve solo veía como los platos se movían, claro que estaba haciendo caso pero aun seguía sorprendido ya que no sabía que su amigo podía hacer eso.
Sabes que tipo de flores va escoger tu novia o también lo haremos nosotros? Dime para que lo comencemos a ver –Coloco todo en su lugar, por dentro sentía que se quería morir ya que le encanto como el rubio lo miraba.
También veremos el tipo de flores –Le contestó. Ninguno supo en que momento los dos se encontraban abrazados, fue un abrazo diferente a todos los demás, los dos lo sabían perfecto. Sus cuerpos se unieron como si fueran imanes, se gritaban y se llamaban.
Steve…-Susurro Stark con los ojos abiertos aferrado a él. El rubio al escuchar su nombre reacciono y se separo de golpe. Ese acto hizo que Stark se pusiera algo triste más no dijo nada.
Comenzaron a ver las flores con la vajilla que habían comprando, le quedaba perfecto unos claveles blancos. Así fueron viendo de todo tipo hasta que llegaron a lo mismo; los claveles se quedaban.
Salieron del centro comercial con el traje de Steve, todo estaba listo. Las cosas llegarían a Escocia 2 días antes.
Ni pensar que es mi último día en Nueva York. –Comento el rubio mientras levantaba su vista para ver los edificios.
-Paro en seco rápidamente el moreno por culpa de las palabras del rubio- Como que tu ultimo día? –preguntó con miedo.
No te lo quise decir porque estábamos peleados pero me mudare a Escocia con ella. Ella no quiere dejar a su familia, perdona Stark, tal vez sea lo mejor. Pero seguiremos en contacto, hablaremos todos los días, te lo prometo. –Le dio varios golpes suaves al hombro de su amigo y le sonreía tratando de animarlo ya que noto la tristeza profunda en la mirada del moreno.
No puedo creer que no me lo hayas dicho, no puedo creer que te mudes con ella. Que haré sin ti Steve? Tienes idea de lo que haré? –Cada vez hablaba más alto Stark. Le habían dolido mucho esas palabras. Su mundo se estaba cayendo poco a poco. No se imaginaba su vida sin Steve.
Estarás bien, yo lo sé. –Intento calmar a Stark. Ahora era el rubio que no podía creer como Stark se encontraba. Sentía bastante dolor en el pecho porque él tampoco quería dejarlo. Pero el rubio sabía que si se quedaba con su novia en Nueva York jamás iba a ser feliz. No se iba a olvidar de Tony si siempre lo veía.