Sobre una borrachera y profecías un tanto ciertas.
Siete años antes de la historia junjou romántica, un poco antes de que se diera junjou egoísta.
Un peculiar personaje les cuenta su futuro en el amor a nuestros mayores junjou en sus años mozos.
En un bar del centro de Tokio, un lugar animado pero sin llegar a ser tan ruidoso, lleno de jóvenes universitarios que se quieren relajar un poco luego de tan ardua semana de exámenes finales, faltaba poco para las vacaciones de verano.
En medio de toda la algarabía, llama nuestra atención cuatro jóvenes en una esquina, charlando animadamente, bueno, al menos dos de ellos sí, mientras uno se mantenía callado sorbiendo de vez en cuando a su bebida y el último los miraba a todos divertido.
Y tú que traes con esa cara Hikaru-san-preguntó el sujeto de cabello castaño sin mucho tacto en su voz, claramente molesto porque desde hace unos momentos el sujeto en cuestión, un chico alto y cabello castaño claro, ojos de diferente color, uno negro profundo mientras que el otro verde oscuro, bastante apuesto cabe decir.
Oh…Hiroki-kun, siempre tan amargado, alégrate hombre que el amor está más cerca de lo que crees-esto tomó a Hiroki por sorpresa, en ese momento los otros chicos que se encontraban hablando prestaron atención al chico.
A que te refieres Hikaru-kun, no me digas que Hiroki…- al ver la seña afirmativa del joven, Akihiko despeinó a su amigo.
Y-ya basta, no hagas eso, además Hikaru-san…-se dirigió al muchacho que aún lo miraba divertido, sobre todo por el leve sonrojo en las mejillas del estudiante de literatura-No crees que ya eres bastante grande para seguir con tus tontas predicciones- señaló algo ofuscado.
Pff, pero resultan ser ciertas, o no Takahashi- el aludido asintió con una sonrisa-El otro día me dijo que Misaki me estaba preparando una sorpresa de cumpleaños y atinó- dijo Takahiro
Pero era obvio no, era tu cumpleaños Takahashi-san- contestó Hiroki
Mhm…si, pero las cosas cambian cuando me dijo la sorpresa, y fue una cena, bastante complicada para un tierno y dulce niño como el- un aura rosada cubrió a Takahiro al terminar de hablar, mientras que un aura negra rodeo a Hiroki “este tipo está loco…qué bueno que no tuve hermanos”- menciono para sus adentros.
Bueno, el punto es que Hiroki encontrará a alguien verdad Hikaru-llamó el escritor interrumpiendo las auras de los hombres, haciendo sonrojar al castaño y atragantarse un poco con su bebida.
Pues sí…Hiroki, ¿quieres saber cómo es?- cuestionó con una sonrisa pícara
No me interesa…- le dijo cortante, en asuntos del amor prefería no meterse, ya tenía uno desde niño, por desgracia nunca se lo había podido decir, sin mencionar que se encontraba justo al lado, entre Takahiro y él, a un nivel filosófico, esto sería una pequeña ironía de la vida, pero decidió restarle importancia y olvidar el tema ya que Hikaru-san al frente lo seguía viendo divertido.
Los jóvenes siguieron bebiendo y charlando, un poco desorientados comenzaron a bromear entre sí, incluso Hiroki había borrado su mal humor desde tres vasos atrás, a todo esto un hombre algo mayor que ellos, cabello negro y ojos negros los abordo.
Chicos…no creen que ya es tarde para que sigan bebiendo- indicó el mayor
Eh…ah es usted profesor Miyagi-saludó Hiroki recobrando un poco su seriedad.
Vamos Miyagi-sensei, es domingo, usted también debe divertirse, además ahora mismo estoy viendo su futuro…- hizo aspavimientos con las manos que hicieron reír un poco a Miyagi “este chico sí que está ido”- dijo para sí.
Vamos sensei, siéntese que yo invito-ofreció Hikaru haciéndose a un lado.
De acuerdo, pero solo una ronda y ya-
No hay problema-
Pasó una media hora más, y Miyagi ya llevaba unas cuantas cervezas, empezaba a marearse, reprochándose a sí mismo por actuar tan infantil pero en verdad se sentía tan a gusto ahí mismo, tal vez luego lo repetiría, los chicos eran divertidos, para ser mayor se llevaba bien.
Entonces, les vuelvo a preguntar, quieren saber su futuro-pidió Hikaru con aire solemne y taciturno, para luego prorrumpir en carcajadas.
Ah sigues fastidiando con eso- bufó Hiroki tomando de un solo trago lo que quedaba de su cerveza y pidiendo otra en el acto.
Bueno, si lo dices así, porque no, vamos cuenta-pidió el escritor con un poco de curiosidad, ciertamente Hikaru tenía una especie de don para la adivinación, aunque muchos no le creían para el si funcionó, al menos al averiguar donde había dejado su enorme oso que había perdido hace una semana.
Ante la petición del escritor y la gran sonrisa triunfadora de Hikaru, Hiroki bufó molesto y resignado.
Bueno, como Akihiko-kun lo pidió, empiezo por él-rio un poco-En cuestiones de amor mi querido amigo, sé que no eres afortunado-el escritor bajó un poco la mirada, desviándose un poco de Takahiro que escuchaba atento, Hikaru sonrió comprensivo- No es tu culpa que no corresponda tu amor esa persona, más sin embargo una personita especial llegará a tu vida, serás feliz, atravesarás dificultades para llegar a esa felicidad pero lo conseguirás- Y que más-pidió el escritor-Cuando será…-Mhm…más o menos…en seis o siete años- dijo como si nada aunque para el escritor esperar tanto tiempo por alguien sin rostro era difícil, aunque veía poco probable enamorarse de alguien más aparte de Takahiro.
Y esa persona, la conozco…la he tratado alguna vez- preguntó el escritor, el tema estaba interesante ya que todos hasta Miyagi prestaba atención al “adivino”.
Bueno, tú no la conoces, pero si la has tratado indirectamente- dijo seguro, el escritor estaba confundido.
Y… ¿cómo me enamoro?- cuestionó el escritor, no quería saber demasiado, temía dañar su futuro pero al menos quería una calma en el presente.
No te diré todos los detalles…pero por una pequeña tragedia te enamorarás- ahora si el escritor estaba sorprendido, ¿como las personas se enamoran de esa forma?, eso parecía sacado de alguna historia de amor. Sonrió un poco, no quería saber demasiado de cualquier forma, ahora su pensamiento era Takahiro, a pesar de que no le correspondiera.
Bueno, ahora que tal tu Takahiro… ¿quieres saber tu futuro?- expresó con la misma seriedad y de nuevo lanzó una carcajada, trayendo al escritor de sus meditaciones para prestar atención.
Bueno…si, Hikaru-kun, que me puedes decir-solicitó con interés
Mhm…-se masajeo la sien y luego habló-En un par de años te casarás con una hermosa mujer, tendrás una bonita familia…tan tan- termino desconcertando al pelinegro.
Eh…bueno- en realidad esperaba algo más revelador o profundo.
Pff, lo siento Takahiro, pero no pude descifrar mucho de ti, aunque si quieres saber de tu hermano…- miró de reojo al escritor pero nadie se dio cuenta.
Ah…si, ¿qué pasará con Misaki?-solicitó con entusiasmo
Pues…es un niño listo, algo complicado, pero encontrará el verdadero amor en un par de años- soltó una risita.
En serio…me alegro, como es la persona de la que se enamora Misaki-
Mhm…algo complicada, posesiva, irritable, celosa, pero amable y con una desbordante pasión- esto dejó en shock a los presentes
No sabía que Misaki tendría a una persona con tantos defectos…-musitó el hermano-Pero si es feliz me voy a alegrar- recuperó su afabilidad de siempre, Hikaru sonrió con comprensión, luego dirigió su vista a cierto castaño que seguía tomando su cerveza.
Sigues Hiroki…- el castaño lanzó un gruñido Hikaru habló.
Ui Kamijou, ahora mismo estas en una relación no correspondida, ¿verdad?- el castaño abrió sorpresivamente los ojos pero no respondió.
Tomaré eso como un sí… bueno, no te aflijas, sufrirás una gran pena, pero encontrarás el amor en donde menos lo esperabas-
Le dijiste lo mismo a Akihiko…-bufo incrédulo
No… no exactamente, tu conocerás el amor verdadero e ilimitado en el momento menos esperado… compartirán una desbordante pasión y serán felices los dos-
Ja…ya lo creo que sí…vamos ni tú mismo te lo crees-
No, créeme que al principio no, pero sería interesante combinación-
¿A qué te refieres?-
Verás tu eres un demonio y lamento decirte que eso no se te quitará…pero un ángel llegará a tu vida y antes de que te des cuenta, lo amarás con locura-
Vaya Hikaru…eso sonó demasiado cursi- observo sarcástico el castaño.
Cree lo que quieras, yo solo lo sé- sonrió satisfecho.
Ahora usted profesor…- Miyagi se acomodó para recibir su predicción, después de todo le encantaba este tipo de cosas.
Mhm…pues se casará pero luego se divorcia-
Eh…pff, mejor no me caso- dijo algo decepcionado.
No importa, después de todo, de no ser por eso, usted no conocería a su terrorista- mencionó con un poco de alegría en su voz, dejando a Miyagi un poco sorprendido.
¿A qué te refieres?, ¿cómo que terrorista?-
SI… es una persona intempestiva y poco razonable pero en palabras de usted es “estúpidamente adorable”- Hikaru no pudo evitar que una risita saliera de sus labios.
Pero en fin… esa personita le ayudará a amar de nuevo y dejará ir su recuerdo-recobró la seriedad en segundos Miyagi sabía a qué se refería y no dejaba de sorprenderse por tal predicción más sin embargo lo veía poco probable.
Bueno, ya les dije lo que debía...será mejor que me marche…mañana tengo que salir de la ciudad- suspiró echándose atrás, Akihiko le llamó.
Te vas, ¿A dónde?-
¿No les dije?, iré a Kansai, de visita con mi hermana-
En buena hora lo dices, que acaso olvidaste el proyecto de verano-dijo Hiroki molesto
No lo olvidé… de todos modos estarán algo ocupados, sobre todo tu Hiroki- el aludido se extrañó un poco-¿De que hablas?-Pff, mejor date una vuelta por la Uni mañana, seguro recibirás una sorpresa- Hikaru le dio una palmada y luego se despidió del resto.
Al día siguiente, la resaca no se hizo esperar para los hombres, al menos Takahiro no la sufría tanto, de todos modos no bebió demasiado, el escritor tenía un aguante de tres barriles así que no le surtió efecto aunque si olvidó una que otra cosa. Al profesor solo le dolió la cabeza un rato pero para el estudiante de literatura, era el infierno.
Ah… genial, a quien rayos se le ocurrió ir a beber…ah…Akihiko idiota…encima llevar a Takahiro- no pudo seguir refunfuñando cuando una punzada de dolor lo atacó, con algo de dificultad, fue al baño y se enjuagó el rostro, tomó una pastilla para el dolor de cabeza y la tomo.
En unas pocas horas la resaca se iba pero seguía la pesadez en su cuerpo, más tenía que ir a la universidad por los resultados, así que sin ganas se alistó y marchó. Tratando de recordar lo que había pasado ayer, lo único que recordó fue que hikaru se marchaba a Kansai “ese idiota…con razón no bebió tanto”- gruñó el castaño molesto.
Llego a la universidad y fue a recoger sus últimos resultados de examen, pero el director lo mando a llamar, extrañado fue a su oficina…
Al salir de esta, la resaca se había ido por arte de magia, recuperó su semblante orgulloso, no a cualquiera le solicitan quedarse para la maestría en la universidad…
Llegó a casa y encontró un mensaje en la contestadora:
Hola Hiroki…habla hikaru, oye, tengo una buena y una mala noticia, la buena llegue sano y salvo a kansai… la mala, es que no volveré… voy a estudiar al extranjero, te lo iba a decir ayer pero luego me matarías por no terminar el proyecto, iré a Inglaterra para obtener una especialidad por lo que no asistiré a la ceremonia de graduación pero de que terminé, ya terminé…hasta pronto amigo…ah, felicidades por tu maestría, sigue trabajando así…bye.
En ese momento Hiroki sintió unas inmensas ganas de aniquilar la contestadora y todo lo que hubiese a su paso, como si fuera suficiente tenía que terminar el proyecto solo- Maldito adivino idiota-gritó lanzando todo lo que tenía a su alcance; ignorando por completo el hecho de que supiera de su maestría, por ahora lo estaba asesinando mentalmente.
Todo esto pasó en el verano de los 23 años de Kamijou Hiroki
Siete años y medio después…
¿Hiro-san?- llamo Nowaki confundido a su amado profesor, caminaban por el parque luego del trabajo de doctor rumbo a casa. Pero Hiroki se había quedado estático en medio de este con su fija entre extrañada y molesta…no, furiosa.
Hola Hiroki hace tanto que no te veo como has est…- no terminó la frase, un maletín se estampó en su cabeza.
¡Hiro-san!- el médico intervino antes de que Hiroki diera otro maletinazo al extraño.
Pff, con el mismo mal humor eh Hiroki- la victima sonrió sobándose la cabeza.
Y bien que te lo merecías hikaru idiota- bramó el castaño con una venita en la sien.
Oh…tranquilo Kamijou, mejor preséntame a tu novio…ya ves que tenía razón- sonrió con picardía haciendo que a Hiroki le subieran los colores al rostro.
Este…disculpe pero… ¿Quién es usted?-intervino el más alto un tanto confundido más que nada porque un extraño supiera de su relación.
Oh, disculpa mi nombre es Yamashita Hikaru, soy un antiguo amigo de Hiroki-
Ah…mucho gusto, mi nombre es…-
No espera, ya lo sé…Kusama Nowaki-sonrió divertido
Oh…Hiro-san le ha hablado de mí-preguntó el ojiazul
No, no exactamente, hemos perdido comunicación desde hace años, pero yo si le hablé de ti- esto dejó a Nowaki un tanto confundido, antes de preguntar algo Hiroki interrumpió
Hikaru, puedes dejar de decir tonterías, eres un hombre de casi treinta, como puedes seguir con esas tonterías de la adivinación- el castaño se estaba conteniendo bastante de volver a golpearlo, aún no se le quitaba el coraje por haberle dejado todo el proyecto.
Pff, no son tonterías, eres tu un incrédulo, además estoy esperando a que admitas que tenía razón-
Razón en que idiota-
En que el amor llegó a tu vida- Hiroki se volvió a sonrojar y más aún porque casi inmediatamente logró recordar la charla en aquel bar.
No creo en esas tonterías y será mejor que te cayes, a propósito que haces aquí, no se supone que estabas en Inglaterra o algo así-
Mhm…pues la verdad sí, pero quería venir a echarles una vuelta y ver como les va…me alegro que estés bien Hiroki-recobró un poco la seriedad y miró al alto hombre que los miraba confundido.
Si, si como digas, Nowaki…vamos ya…y hikaru, luego ajusto cuentas- murmuró resentido el hombre sonrió.
Por cierto Nowaki-kun…será mejor que estés libre el sábado-
Porque lo dices hikaru-inquirió Hiroki un poco asustado
No…por nada, ustedes estén sin cuidado-sonrió y marchó por otra calle, la pareja siguió su camino en silencio.
Hiro-san… tu amigo es muy curioso- señalo el ojiazul divertido
Y desconsiderado- dijo resentido
Es un adivino o algo así verdad-
Pues tengo que admitir que sí y sabe aprovecharse de eso-musitó un poco más molesto
De que hablas-
Digamos que no es muy recomendable jugar cartas con el-
AH…ya entiendo…bueno, Hiro-san-
Que-
Harás algo el sábado-
No… y tu-
Pues, solo iba a cubrirle el turno a un amigo, pero mejor le digo que no-
Idiota, te dejarás llevar por lo que dice Hikaru-
Tal vez… creo que lo mejor es quedarme contigo…Hiro-san es lo más importante para mí- dedicó una radiante sonrisa, Hiroki se ruborizó y apuró el paso.
Tonto… cállate y camina más rápido- musito sonrojado, Nowaki sonrió y en un movimiento rápido tomó su mano, no la soltó hasta llegar a casa.
Ninguno de los dos sabía, que el sábado recibirían la visita de los padres de Hiroki y que el castaño maldeciría a su “amigo” por no prevenirlo, aunque eso ya se veía venir.