Cap. 13: “¿Esperanza?”
Miraba a todos lados en busca de algo, no sabia que era lo que realmente buscaba ya que no podía diferenciar bien donde estaba y mucho menos el porque. Sentía frío, su cuerpo cada vez estaba mas frío y cansado, la soledad aumentaba cada vez que daba un paso. Volteaba a ver si podía divisar algo pero todo era igual, un oscuro lugar sin salida.
— ¿Me lo merezco?—se preguntaba una y otra vez mientras se miraba ambas manos—Quería ser feliz…solo un poco
Se abrazo a si mismo buscando una respuesta que no encontraba por mas que pensaba en donde estaba. Reviso un momento el reactor de su pecho, no emitía ninguna luz, al parecer estaba muerto o solo no alcanzaba a brillar con fuerza.
—Solo quería…tener una familia—pensó mientras se dejaba caer de rodillas— ¿Qué hice mal?... ¿Que puede realmente redimir mis errores?...
Un grito se sintió dentro de la habitación al encontrar a Tony tirado y con ambos ojos abiertos mientras de ellos caían lágrimas. Aquella que lo encontró fue Peppers, corrió a ver si estaba bien o algo por el estilo, pero solo sentía como el cuerpo del castaño temblaba ligeramente a la vez que su respiración era agitada, grito por ayuda no sabia que hacer ante eso, jamás había visto algo así.
El primero en llegar a la habitación no fue otro más que Steve, que al ver a Tony en aquel estado corrió a donde este a ver que le pasaba. Algo estaba mal, reviso el reactor de Tony encontrando que la luz de este brillaba cada vez menos como si se estuviera apagando, reviso si su corazón latía ya que de un momento a otro su respiración se había relajado notablemente haciéndola casi imperceptible.
Noto como las pulsaciones eran algo erráticas, algo estaba mal no podía estar pasando algo así y mucho menos si antes de ir Tony a su habitación lucia tan bien. Le tomo en brazos y lo llevo hasta la cama para luego llamar de enseguida a Claire, sabia que la doctora seguramente podría ayudarle a Tony ya que este a su vez emitía pequeños quejidos.
—Tony…vamos, contéstame—le pedía Steve nuevamente mientras le tomaba la mano y sentía como el castaño sollozaba entre su inconciencia— ¿Qué te paso? ¿Cómo es que estas así?
—Steve, tengo que tomar su pulso—dijo Claire a la vez que sacaba los implementos necesarios
—Esta débil—comento el rubio sin moverse de su lugar—Apenas podía percibir su respiración cuando Peppers lo encontró…Incluso su reactor esta brillando menos que antes…
—Estas en lo cierto…su pulso es bastante bajo—confirmo Claire—Si sigue así no creo que…
—No lo diga…jamás confío demasiado en lo que digan los médicos—dijo Steve sin dejar de mirar a Tony—Casi nunca están en lo correcto realmente…
Mientras Steve acompañaba a Tony, el resto de los que vivían en la mansión prácticamente volvieron a guardar un silencio incomodo. Cada vez que le pasaba algo a uno de ellos se formaba un ambiente silencioso, pensaron que eso se iba a ir cuando Clint despertara pero volvió casi enseguida al ocurrir aquello con Tony.
Loki sabia que era culpa de Odín, lo sabia muy bien, pero en ese momento no podía hacer nada ya que la gema que contenía su poder estaba de color grisáceo y no sabia hasta cuando volvería a tener aquel color verde que tenia antes de haber deshecho el hechizo sobre Clint.
Miro a Thor el cual estaba durmiendo y mandaba pequeños ronquidos, suspiro y se sentó al lado de este. Realmente lo amaba y estaría dispuesto a tener un hijo con el pero el saber que Odín podría quizás dañar tanto a Thor como a el le aterraba siquiera el formular tener un bebe. Beso la mejilla del rubio y se durmió abrazado a el, quería estar así un momento, olvidar que el estar juntos podía poner en peligro la vida de sus amigos y la de ellos mismos.
Mientras que Clint y Bruce estaban prácticamente encerrados en su habitación, como siempre disfrutando de un silencio que no les incomodaba tanto como a los demás. Clint se veía al espejo mientras se levantaba la polera que tenia puesta, veía una y otra vez su abdomen en el cual se podía notar una ligera curva aunque era casi imperceptible si se ponía ropa holgada.
—Pronto se me va a empezar a notar—comento el arquero sin dejar de verse en el espejo
—Es natural…tu sabes que los bebes van creciendo conforme pasen los días—le explico Banner mientras veía algunos documentos
—Tenemos que comprarle cosas a los bebes—dijo tranquilamente Clint sentándose en la cama—Aunque aun no sabemos que van a ser…
—Espero que sean niñas—sonrío el científico quitándose sus lentes y acercándose al agente—Son mas lindas
—Pero si son niños podemos jugar baseball—argumento Clint apegándose Bruce—Ya sabes…hacer deportes con ellos
—Jeje…mejor seria una parejita—el científico abrazo al agente acariciando el vientre de este—Así los dos estaríamos conformes
Ambos sonrieron ante aquello, era verdad, seria mucho mejor que sea un niño y una niña ya que así no habría problemas en gustos. Se quedaron así durante largos minutos, algo que les agradaba en demasía y mucho mas cuando dentro de uno de ellos estaban creciendo dos pequeños, con lo cuál sentía mucho mas la necesidad de tener a su pareja mimándolo y diciéndole cuanto lo quería.
Un lugar oscuro, no podía ver nada y sentía como el cuerpo seguía pesándole como si algo lo oprimiera, quería gritar pero no podía simplemente algo hacia que su voz no saliera. Sentía como su cuerpo cada vez estaba mas frío, parecía como si lentamente cada parte de el se moría de manera lenta y fría.
Miro a su alrededor, estaba cansado pero sentía que si cerraba los ojos no volvería a abrirlos. A lo lejos sentía algunas voces, le susurraban cosas que temía y no quería seguir escuchando.
“No puedes cuidar de nada…”
Mentira, eso era lo que pensaba al escuchar cada palabra dicha por aquella voz, una absurda y burda mentira dicha para confundirlo. Nuevamente sentía como los ojos se le humedecían al escuchar esa voz.
“Jamás has sido importante”
Dolía, le dolía el corazón al escuchar eso, sabia que realmente nadie se había interesado por el pero en cuanto conoció a sus actuales amistades como Peppers y Rhodey había encontrado algo en que apoyarse, especialmente en la rubia la cual siempre estaba a su lado.
“Ni creas que te han tenido aprecio”
¿Aprecio? Eso era algo que jamás tomo en cuenta hasta que se convirtió en Iron Man por casualidades de la vida. Después de convertirse en superhéroe supo realmente apreciar a las personas y eso aumento en cuanto conoció a Steve, a el lo amaba y apreciaba mas que a su propia vida.
“Nadie te amara”
El amaba a Steve y viceversa, eso le había dicho el rubio, que el lo amaría siempre y que jamás cambiaria aquel sentimiento para con el. Lo que decía aquella voz era mentira, solo eran mentiras para confundirlo pero esa voz sonaba tan confiada en lo que decía.
—No, Anthony…te esta engañando—se dijo a si mismo mientras cerraba ambos ojos—No puedes caer en tales mentiras
Se tomo la cabeza tratando de no escuchar la voz, no quería seguir oyéndola mas, pero en vez de irse de su cabeza parecía que cada vez le susurraba mas y mas cerca dichas palabras. De pronto hasta el respirar le dolía, parecía que a cada vez que intentaba tomar aire le pinchaban con agujas, mientras que la voz parecía incluso invadir su cuerpo.
En otro lugar, mejor dicho en Asgard Frigga se encontraba viendo tranquilamente el como sus hijos dormían en aquella mansión en la Tierra. Siempre les desearía lo mejor, y mucho más a Loki ya que sabía que aquellas locuras que había cometido eran simplemente por el envenenamiento de su mente con el cruel sentimiento del odio.
Sabia que en verdad poseía un corazón muy bueno pero frágil ante aquellos sentimientos, nunca imagino que la crianza que le impuso Odín terminaría haciendo que Loki hiciera tales cosas pero también a su vez sembró una semilla de un sentimiento tan puro como el amor. Ella si aprobaba que sus hijos estuvieran juntos, siempre los apoyaría y cuidaría, incluso si ello le llevaba a estar en contra de su marido.
—Si Odín sigue empeñado en tratar de separarlos yo misma intervendré…—pensó para si misma la diosa mientras desviaba su mirada hacia la entrada de aquella habitación
Vio como la imagen cambiaba y reflejaba la imagen del hombre que era dueño del lugar donde estaban sus hijos, simplemente verlo le entro rabia a su cuerpo, podía ver como aquel hombre sufría y aquello le estaba quitando la vida por culpa de su marido. A su lado observaba el como un hombre rubio le sujetaba una mano y le susurraba palabras de amor y le rogaba porque despertara.
—Odín…mas te vale que no le pase nada—dijo con rabia Frigga apretando ambos puños—Los amigos de Thor y Loki no tenían nada que ver en esto…
Fue a paso apresurado donde su marido, ya era suficiente, no podía soportar ver a sus hijos preocupados por sus amigos y a sabiendas de que era culpa de su propio padre. Una vez llego a donde estaba su marido abrió las puertas de par en par, haciendo que Odín se molestara y se volteara a mirarla.
— ¿Qué ha pasado Frigga? ¿Por qué interrumpes aquí?—pregunto molesto el Padre de Todo
—Deja de dañar a nuestros hijos—dijo la diosa mirando enfadada a Odín
—No lo hago…No a ellos—respondió el dios devolviéndole la mirada a su esposa
—Dejaras de hacerlo a ellos o a sus amigos—interrumpió Frigga amenazando a Odín con una daga que portaba—Si no…No esperes que reaccione bien
Dicho esto la diosa le lanzo la daga al piso dejándola insertada, realmente Frigga ya estaba mas que molesta al ver como Odín le hacia la vida imposible a sus queridos hijos. Mientras se iba sintió como el Padre de Todo la maldecía por lo bajo, no le importaba si el dios la insultara pero no aguantaría el actuar de este.
Miro una vez más a donde estaban sus hijos, sentía las dudas que tenia Loki, como madre (aunque sea adoptiva) podía saber cuando uno de ellos sufría o dudaba de el mismo. Temía que Loki se diera por vencido y dejara a Thor solo para hacer que sus propios amigos no sufrieran, suspiro ante sus pensamientos pero no por nada ella lo había criado, sabía hasta lo más mínimo de sus hijos.
—Espero que…Puedan ser felices—termino de decir Frigga mirando como caía el atardecer en Asgard.
Solo tenia que esperar hasta que Odín diera un paso en falso y volviera a atentar en contra de sus hijos y podría actuar realmente. Por ahora se limitaría a esperar, no podía hacer mas que eso y el darle toda la suerte del mundo a sus hijos, desear que la luz de la esperanza y el amor pudiera hacer que finalmente fueran felices.