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EXISTO PARA TI por girlyaoi

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Notas del capitulo:

USTEDES LO PIDIERON, YO CUMPLO, SEGUNDA PARTE DE EXISTO PARA TI.

En realidad era un final abierto, planeaba dejarlo así, pero gracias a sus reviews me decidí hacer la continuación.

DISFRUTEN EL CAP!!

XD

—¡Es suficiente Sasuke!—Suigetsu, tomó la copa que el moreno estaba a punto de beber.

—¿Qué crees que haces idiota! —Sasuke bufó por lo que hizo su amigo. —No estoy ebrio Suigetsu, ¡así que déjame en paz!

—Sasuke, idiota, el licor es la peor forma de desahogar tus penas.

—No estoy desahogando mis penas, sólo quiero beber un poco. —el moreno hizo un ademán para que el camarero le traiga una bebida.

—Sasuke—Suigetsu estaba perdiendo la paciencia, suspiró hondo y continuó: En una semana te casas con Ino, una maravillosa mujer que te ha amado desde siempre, ella no merece esto.

—Pero…—el moreno se fijo en la mirada reprobatoria del peli plata y bufó.

—¿Nos vamos, Sasuke?.

El moreno asintió, Suigetsu sacó su billetera, dejó un bonche de billetes en la mesa y se fue de ahí junto con el moreno.

 

Sasuke y Suigetsu estaban dentro del coche del peli plata, el azabache estaba sentado del lado del copiloto, mientras que el Hozuki colocaba las llaves para arrancar el auto.

—¿A dónde nos dirigimos? —el moreno preguntaba aquello sabiendo la respuesta obvia del peli plata.

—¿A dónde más?, al departamento de Ino.

El peli plata recibió un bufido de parte de su acompañante, Suigetsu arrancó el auto y ambos se dirigieron al departamento de la rubia, al percibir el silencio del moreno Suigetsu dijo: ¿Acaso no quieres ir? —mencionó Suigetsu mirando de reojo al moreno.

—No es eso, no me gusta que Ino me reclame porque tomo.

—Entonces deja de hacerlo cuando te acuerdes de Naruto, el licor se te puede volver un vicio si no lo dejas a tiempo.

—…—

El moreno se cruzó de brazos y dirigió su mirada hacia la ventana del auto.

 

Mientras tanto en el aeropuerto un rubio había llegado a su destino, después de meses de ausencia, Naruto había regresado a Japón.

—¡Hemos llegado a Japón! —el rubio suspiró pesadamente, el viaje había sido cansado y largo. —Kazaki, conocerás a tu padre—el rubio susurró aquello a un pequeño bulto que tenía en brazos.

—Naruto—el pelirrojo llamó al blondo haciendo que este volteara a ver al taheño.

—Dime Gaara.

—No se te vayan a olvidar las maletas de Kazaki.

—Cierto, cierto—sonrió el rubio—Gracias por acompañarnos a Japón, Gaara.

—No hay de que Naruto, lo hago por Kazaki y por ti—el taheño se acercó peligrosamente al menor haciendo que los labios de ambos quedaran a escasos centímetros el uno del otro.

—Espera Gaara, hay gente pasando. —Naruto se alejó del taheño, señalando a la gente que se bajaba de los aviones y que se dirigían hacia donde estaba su equipaje.

—¿Y eso que?.

—Además, yo nunca te dije que estábamos saliendo.

—¿Y lo de la noche pasado, ya no te acuerdas?.

—Gaara, lo de la otra noche fue una equivocación mía, no debí llegar tan lejos contigo, te pido disculpas, yo estaba vulnerable y…

—No fue para tanto Naruto—interrumpió Gaara— usamos protección, así que si te preocupa embarazarte otra vez, no pasará.

—No es eso…

—Dejémoslo así—suspiró el taheño—ese día me dejaste muy claro que te has enamorado de Sasuke.

—Perdón Gaara—Naruto bajó su cabeza, haciendo que su flequillo le tapara sus ojos.

—Todo esta en orden—el taheño tomó la barbilla del rubio haciendo que este le viera a los ojos. —Vayamos a hospedarnos al hotel.

Sabaku no Gaara, compañero de trabajo y amigo de la infancia de Naruto, el pelirrojo siempre ha estado enamorado del rubio, lo ha apoyado en todo, en especial cuando el menor le confesó al taheño sobre su embarazo, Gaara conoce a Sasuke, en fotos que Naruto tiene de él, puesto que Sasuke y Naruto se conocen de pequeños…

 

 

—¿Por qué me tiene que pasar esto?—Ino derramaba finas lágrimas, mientras veía el resultado de unos análisis que se hizo.

 

—¡Te lo traje sano y salvo Ino—Suigetsu sonrió triunfal mientras que Sasuke le acompañaba.

—Ya llegaron—la rubia se secó sus lágrimas mientras bajaba para recibirlos.

Ino Yamanaka, una hermosa rubia de buena figura, amiga de la infancia de Sasuke, sus padres tienen acciones en la compañía Uchiha, al casarse con Sasuke, las empresas financieras que tienen los Yamanaka se unirán a la compañía de los Uchiha para hacer unas dependencias más sólidas y con más ganancias, cabe destacar que la empresa financiera de Sasuke es una de las tres mejores compañías que hay en Japón, contando con la de los Yamanaka.

—Hola Suigetsu, Hola amor—al decir aquello Ino se acercó al moreno besándole los labios al mencionado, este le correspondió al gesto.

—¿Pasa algo Ino? —Sasuke conocía las reacciones de su novia y al verla bajar de las escaleras notó que la rubia tenía sus ojos rojos, por llorar.

—No, no es nada, Sasuke—sonrió dulcemente la joven mientras que le tomaba de la mano al moreno—Gracias por traerlo Suigetsu.

—No hay de que, me marcho, para no interrumpir con su privacidad. —antes de que Sasuke dijera algo ante tal comentario el peli plata se marchó de aquel lugar dejando a la rubia y al moreno solos.

—Sasuke—susurró Ino, haciendo que el moreno le mirara a ver con ternura, a pesar de no estar enamorado de ella, Sasuke le tenía mucho cariño.

—Dime, amor—mencionó el moreno.

—Subamos arriba, quiero estar un rato a solas contigo.

—Claro, Ino—Sasuke besó a la rubia y ambos subieron a la alcoba…

 

 

—¿Qué te parece la habitación Gaara? —Naruto desempacaba sus cosas, mientras que Kazaki dormía plácidamente en la cama, aquella habitación era muy acogedora.

—Me parece bien, aunque no debiste de vender el departamento que te dejaron tus difuntos padres.

—Lo sé, pero no tenía opción, necesitaba dinero para comprar un departamento en Nueva York.

—Naruto, ¿planeas quedarte aquí?.

—Yo… no he pensado en eso.

—¿Y qué es lo que esperas?.

—No lo sé—suspiró el menor—espero que todo salga bien.

—Tranquilo Naruto, si Sasuke no se hace cargo de Kazaki, lo haré yo—el taheño observó al pequeño morenito que estaba dormido, era la copia exacta del moreno, excepto por los ojos azules que tenía.

—Cuando despierte, ¿me lo puedo llevar un rato?.

—Claro, pero ten cuidado, porque…

—Tranquilo Naruto—interrumpió el pelirrojo—No me voy a ir muy lejos del hotel.

—Entonces, llévatelo el tiempo que quieras, yo igual saldré—sonrió el menor…

 

 

 

—Voy a salir un rato Ino—el moreno besó la frente de la rubia.

—Te amo Sasuke—mencionó Ino.

—Te quiero Ino—mencionó Sasuke el cual se dirigía al baño para ducharse y vestirse.

—Pero no me amas Sasuke—susurró la rubia viendo el anillo de compromiso que tenía en su dedo índice…

 

 

Gaara se encontraba con Kazaki en un parque, cerca del hotel en el cual estaban hospedados, veía a los niños correr y jugar unos con otros.

—Algún día podrás jugar con los demás niños—el taheño miraba al pequeño niño con ternura, Kazaki estaba en su carriola durmiendo plácidamente.

 

Sasuke se encontraba sentado la banca del parque veía como los niños corrían y se subían a los juegos.

—Algún día tendré mi propia familia—Sasuke se percató que algunas parejas estaban sentadas en varios bancos mientras veían a sus hijos jugar.

La vista del azabache se enfocó en un pelirrojo, del que estaba separado dos bancas, aquel sujeto era el único que estaba solitario, junto al taheño había una carriola azul, Sasuke por curiosidad decidió seguir observando a aquel sujeto.

 

—Es hora de tu leche Kazaki—Gaara tomó al niño en brazos y le dio su mamila.

Kazaki abrió sus ojitos y dejó ver sus hermosos ojos azules, Sasuke al ver aquello un pensamiento vino en su mente…

—Naruto—susurró Sasuke—¿Qué estarás haciendo?.

 

Gaara se percató que alguien les observaba, al voltear a ver se topó con la mirada ónix de un moreno.

—Sasuke—susurró el taheño— al ver al azabache un sentimiento de enojo surgió dentro de su ser, él no merecía tener a Naruto, aunque Sasuke no sabía acerca de su hijo. Gaara continuó alimentando a Kazaki ignorando que el moreno los seguía viendo.

Sasuke suspiró y decidió seguir en aquel parque, no importaba que se hiciera de noche, lo que menos quería era regresar a su triste realidad.

Kazaki había terminado de tomar su leche, Gaara tomó las cosas del bebé y se retiró del parque, Sasuke seguía viendo aquella escena, aquel bebé era moreno, al igual que él, su mismo cabello, los ojos azulinos, iguales a los de Naruto, una idea apareció en la mente del moreno…

—Si el dobe hubiera tuviera un hijo mio, sería igual o parecido a aquel niño. —sonrió irónicamente al pensar aquello tan absurdo.

 

 

Ino había salido a dar un paseo, necesitaba asimilar aquella noticia.

—Soy estéril—se repetía mentalmente.

Ino había decidido hacerse unos análisis, puesto que eran requeridos para u matrimonio con el moreno, todo parecía estar en orden pero no contaba con que fuera infértil, aquella noticia era muy devastadora, porque si no le podía dar hijos a Sasuke no tenía caso casarse con él, puesto que ella anhelaba hacer feliz al azabache para que ambos formaran una familia.

La rubia, sin darse cuanta, había llegado a una cafetería, cerca del ex departamento de Sasuke, entró al establecimiento y se sentó en un lugar, al hacer eso apoyó su cabeza en la mesa derramando lágrimas en el proceso.

—¿Le sucede algo señorita? —Una voz hizo que Ino dejara de estar en esa posición haciendo que ella volteara a ver a aquel joven.

—No es…—al voltear a ver al dueño de aquella voz  se sorprendió bastante, Naruto, el amor de Sasuke, estaba detrás de ella.

—¿Porqué me ve de esa manera? —sonrió el rubio nerviosamente.

—Perdone usted—se disculpó Ino. —es Naruto pensó.

Ino sabía acerca de la existencia del rubio, ya había visto fotos de él, porque el moreno tenía un álbum en el cual estaban sus fotos de chico y en varias fotos estaba Naruto, al pedir una explicación Sasuke le confesó que aun seguía enamorado de Naruto. Ino, desde que empezó a salir con Sasuke, había oído del rubio, puesto que el azabache lo mencionaba en contadas ocasiones, al principio eso le molestó porque Sasuke, en un principio, le había dicho que Naruto era el dueño de sus pensamientos, al decir aquello el mayor notó que la rubia se entristeció mucho, el Uchiha le prometió que haría lo imposible por olvidarlo, pero a pesar de los meses aun no había podido olvidarlo, Ino lo sabía y por tal motivo, desde que se enteró que no podía darle hijos al moreno una duda ocupaba su mente y Naruto venía en ese momento, sin saberlo el le daría una respuesta a la duda que la rubia tenía.

—Si gusta puedo acompañarla—Naruto se mantenía de pie, esperando una negativa o afirmativa de la rubia.

—Adelante—la rubia hizo un ademán para que el menor tomara asiento.

—¿Le ocurre algo? —reiteró Naruto al ver los ojos llorosos de Ino.

—No se preocupe, estaré bien, son sólo cosas que abarcan mi mente.

—Si gusta puedo ayudarle en algo, si quiere platicar aquí estoy.

—¿Por qué ofrece ayudar a una desconocida?.

—Usted, no me parece una desconocida, se ve que está dolida por algo, ¿será amor?.

—Usted como sabe que yo…

—Perdone por mi indiscreción señorita—Naruto se percató de la sortija que la rubia llevaba en su dedo—quise decir señora, mejor me retiro—Naruto se disponía a irse cuando Ino le detuvo.

—Quédese—mencionó la rubia—me hace falta compañía además, aun no soy señora—Ino miró su anillo y sonrió nostálgicamente.

Naruto al percatarse de que la rubia veía con ilusión su anillo dijo: Es afortunada al casarse con alguien a quien ama, si quiere un consejo no lo deje ir, si ambos se aman no veo un impedimento para que ustedes sean felices—suspiró nostálgicamente el rubio.

—¿Porqué lo dice, sufre por alguien? —Ino quería enterarse del porqué de la llegada del rubio a Japón, según de lo que había oído de Sasuke, Naruto se había ido para no regresar.

—Vine a buscar al padre de mi hijo—dijo Naruto sin pesar.

—¿Usted es…doncel? —la sorpresa de Ino era evidente, ella había oído acerca de los donceles, pero jamás pensó en encontrarse con uno, menos que Naruto fuera uno de ellos.

—Creo que no debí de decir aquello—se ruborizó Naruto.

—No se preocupe, pero supongo que su hijo ha nacido.

—Cómo lo supo.

—Porque no veo que tenga una panza de embarazado—ironizó Ino— además, ¿porqué planea decírselo ahora?.

—Por miedo—susurró el rubio.

 

—¿Puedo tomar su orden? —la voz del mesero hizo que ambos pidieran lo que deseaban tomar.

—Un café—mencionó la rubia.

El mesero anotó aquello en su pequeña libreta.

—¿Y usted joven? —le mencionó a Naruto.

—Lo mismo que la señorita.

El hombre se retiró de aquel lugar dejando a los dos retomar su plática.

 

—¿Miedo? —preguntó la rubia confusa.

—Si—suspiró Naruto, al admitir sus miedos se sentía liberado—el padre de mi hijo estaba enamorado de mí, yo por miedo no le correspondí, pensarás que me embaracé a propósito, pero la verdad es que yo no sabía que era un doncel, cuando me enteré de la noticia me puse muy feliz, iba a tener un hijo de Sasuke, mi mejor amigo de toda la infancia.

Ino oía atentamente cada palabra de Naruto, aquel rubio le inspiraba confianza y serenidad, se veía que era una buena persona.

—¿No tienes miedo a que ese tal Sasuke no se haga cargo de tu hijo? —Ino no planeaba decirle a Naruto que conocía a Sasuke, ¿la razón?, aun no estaba muy convencida acerca de los sentimientos que Naruto le profesaba a Sasuke.

—Si, pero yo puedo criar a mi hijo solo—Naruto se oyó muy seguro al decir aquello.

—Ya veo—sonrió la rubia—¿le amas?.

—Yo…am…la verdad—las mejillas de Naruto se tornaban de un color carmín.

—Estoy esperando una respuesta—Ino veía fijamente al rubio.

—Si—el rubio agachó su cabeza—me di cuenta demasiado tarde, pero él es el amor de mi vida.

—Eso quería oír Naruto.

—¿Ah?...¿Cómo sabes mi nombre?...

 

 

—Hemos llegado Naruto—Gaara, entró a departamento, se percató que el mencionado no estaba ahí—debió salir a buscar a Sasuke—Gaara acostó al bebé en la cama.

 

La rubia caminaba a paso lento hacia su departamento, la noche era silenciosa, no era ni muy tarde ni muy temprano, eran las once de la noche, al hablar con Naruto no se percató lo rápido que  pasó  el tiempo.

Faltaba una esquina para llegar a su casa, la rubia veía que la luz de su hogar estaba prendida.

—Sasuke debe de haber llegado.

Un moreno, salió de aquel edificio, Ino no se había percatado de aquello, aquel hombre se percató de la presencia de la rubia y se dirigió a ella.

—Estaba preocupado Ino—Sasuke llamó haciendo que la rubia se sobresaltara.

—Me asustaste Sasuke.

—No era mi intención.

—Olvídalo, ¿Qué haces aquí?.

—Planeaba irte a buscar, ya se esta haciendo de noche y no quiero que este afuera tan tarde.

—Gracias por preocuparte, Sasuke.

—No hay de que, Ino—el moreno besó la frente de la rubia, ambos entrelazaron sus manos el resto del camino, el cual no era mucho.

—Sasuke—llamó la rubia, haciendo que Sasuke le mirara.

—Dime, Ino.

—¿Aun amas a Naruto?.

—¿Porqué me haces esa pregunta tan sorpresiva? —Sasuke no quería lastimar a la rubia.

—Respóndeme—pidió gentilmente Ino.

—No.

—¡No mientas Sasuke! —gritó la rubia haciendo que Sasuke se asombrara ante ello.

—No quiero lastimarte Ino, eso ya no importa.

—¡Respóndeme Sasuke!, por favor—suplicó Ino, mientras seguía tomada de la mano del moreno.

—Si—suspiró el moreno, aquella respuesta era la que Ino esperaba. —Lo amo y mucho.

Ino sonrió, poco a poco fue soltando la mano de Sasuke hasta que el agarre fue disuelto.

—¿Porqué haces eso? —preguntó confundido el moreno.

—Por tu felicidad.

—Explícate Ino…

 

 

Sasuke y yo nos vemos a casar.

Aquellas palabras resonaban en la cabeza del rubio, al oír aquello su corazón se rompió, pero él mismo tenía la culpa, no aprovechó la oportunidad de enamorarse de nuevo, todo era culpa de su temor, aquel estúpido temor que no lo dejaba ser feliz, es cierto que en sus demás relaciones fracasó, pero eso no significaba que en esta fuera así.

—Soy un estúpido, estúpido—se repetía una y otra vez.

—¿Qué pasa Naruto? —Gaara abrió la puerta, el rubio se había dirigido hacia el lugar donde se estaba hospedando, el taheño oyó unos ruidos que provenían detrás de la puerta, pensando que era Naruto decidió abrir.

—No es nada Gaara—sonrió falsamente Naruto—¿Y Kazaki?.

—Durmiendo. —aquella respuesta no convenció al pelirrojo pero no planeaba forzar al rubio decir algo que no quería.

—Ya veo, voy a dormir, estoy muy cansado—Naruto se dirigía junto con su hijo para descansar—Gaara, mañana iré a ver los boletos, mañana partiremos.

—Está bien—el taheño, no iba a preguntar nada, sabía exactamente lo que pasaba, no quería atormentar más a Naruto con preguntas…

 

 

El día siguiente llegó, la rubia se encontraba sola en su departamento.

—Hola tía.

Hola sobrina, ya tengo mi vestido, ya esta todo listo para tu boda, ¿estás nerviosa?

—De eso quería hablarte tía.

Me estás asustando muchacha, habla.

 —¡La boda se cancela! —Ino dejó salir la bocanada de aire que tenía acumulada en su garganta, suspiró tranquila al decirle aquello a su tía— te pido que no me preguntes nada—La rubia colgó, apretó el teléfono y sus lágrimas surcaron su bello rostro. —Fue lo mejor que pude haber hecho…

 

 

—¿En que le puedo ayudar joven?.

Naruto se encontraba en el aeropuerto, tenía sus maletas listas, Kazaki estaba en los brazos del pelirrojo, lo único que quería era irse de aquel lugar, recordar dolía mucho, dejaría a Sasuke ser feliz, ambos de lo merecían.

—Dos boletos para Nueva York.

—El vuelo sale a las cinco de la tarde—el encargado tecleaba en su computadora.

—Es perfecto—Naruto miró su reloj, faltaban dos horas para que el avión despegara.

El hombre le dio al rubio los boletos de avión, Naruto le pagó y se dirigió hacia donde Gaara y su hijo se hallaban.

—En dos horas nos vemos—Naruto se sentó junto a su amigo, tomó el biberón de Kazaki para que su bebé tomará su leche.

 

¿Cómo sabe mi nombre, señorita? —inquirió Naruto.

—Lo sé porque yo te conozco, también conozco al padre de tu hijo, Sasuke y yo nos casaremos en una semana.Ino se sintió culpable al decir aquello.

El corazón del rubio dolió, era algo que se esperaba, pero aun así no dejaba de doler.

Perdón por incomodarla, me retiroNaruto sacó de su pantalón y pagó el café, el cual no había bebido.

¡Espera…!Ino intentó pararle pero era demasiado tarde, Naruto se había marchado de aquel café…

 

 

Sasuke, he visto a Naruto, él tiene un hijo, y ese hijo es tuyo, debes de ir por élIno estaba apretando sus nudillos, aquello era algo que planeaba hacer desde que vio a Naruto.

¿Qué dices Ino?, esta broma es muy pesada.

¡No es broma, Sasuke, hoy lo vi en un café y platiqué con él, Naruto te ama!

Los ojos de Sasuke se abrieron de sobremanera, la sorpresa entró en el, ¿Naruto tenía un hijo de él?.

¿Y porque no vino personalmente a decírmelo?.

Tendrás que preguntárselo a él, date prisa porque planea regresar a Nueva York.

—¿Cómo sabes eso?.

Porque le dije acerca de nuestro matrimonio, no me dio tiempo de terminar, huyó cuando lo supo, ¡no dejes que se vaya!.

Ya es tarde Inosuspiró derrotado Sasukesi el no vino a verme quiere decir que no quiere sabes nada de mí.

¡Sasuke, él esta enamorado de tí, ve tras él y no lo dejes ir!Ino agarró el cuello de la camisa del moreno y dijo aquello con furia.

—¿Y que pasará contigo?.

—Eso es lo de menos.

—Pero…

—Sasuke…¡Jamás podré darte hijos, soy infértil! —Ino soltó el agarre y miles de lágrimas salieron de sus ojos.

¿Y la boda?.

Me encargaré de eso, no te preocupes, ve y busca a Naruto…

 

Sasuke se encontraba en el aeropuerto, sus maletas estaba en revisión, desde que llegó al aeropuerto inmediatamente se dirigió con el encargado de recepción.

—Necesito un boleto para el próximo vuelo a Nueva York.

—El vuelo sale en media hora.

—¡Quiero ese! —ordenó el azabache.

 

—Vuelo doscientos treinta, destino Nueva York, segunda llamada, favor de abordar el avión.

 

Naruto, Gaara y Kazaki se encontraban dentro del avión, el rubio tenía en brazos a su hijo, el taheño estaba ocupando otro lugar, tres asientos después de Naruto, puesto que el lugar, a lado del rubio, ya estaba ocupado por otra persona la cual aun no había llegado.

—De nuevo huyo de Japón—suspiraba el rubio viendo la ventana. —sé feliz Sasuke…

 

 

—No puedo ser feliz si no estás conmigo, dobe…

Aquella voz era tan parecida a la de…

—Sasuke, ¿Qué haces aquí? —el rubio al voltear a ver se encontró con la mirada penetrante de Sasuke, este le miraba fijamente.

—Me voy contigo a Nueva York. —Sasuke se sentaba a lado de Naruto, aquel lugar ya había sido reservado por él.

—Pe…pee…

¿Me dejas cargar a mi hijo?—el moreno miró al bebé y una sonrisa surcó su rostro.

—Cómo sabes que este hijo es…

 

—Vuelo doscientos treinta, destino Nueva York, tercera llamada, despegaremos enseguida.

 

—Naruto, el viaje es largo, tenemos todo el tiempo para hablar—Sasuke tomó a Kazaki y le abrazó paternalmente. —Te extrañé Naruto—el azabache besó fugazmente los labios del rubio haciendo que este se sonrojara.

 

 

 

 

FIN

Notas finales:

Espero les haya gustado, sé que me falta mejorar, soy conciente de ello, además estoy enferma x.X por eso creo que fallé en algunas cosas, si les gustó el capitulo, haganmelo saber con un lindo review, si no les gustó, sean libres de decirlo tambien, AYUDAN A MEJORAR MUCHO.

EN AGOSTO ESPEREN MI NUEVO FIC

CHAITO

XD


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