Detrás del telón miraba atentamente la obra que se llevaba a cabo en el escenario, faltaba poco para que saliera y se encontraba inseguro de que estuviera en el lugar correcto. Intentaba visualizarse en los ensayos pero ni siquiera tenía a alguien a su lado a quien le pudiera preguntar si estaba en el lugar correcto. Los nervios aumentaban mientras la obra teatral avanzaba.
- Hola – escucho una voz a su lado saludando
- Hey… - respondió secamente sin siquiera mirar a quien estaba a su lado
- ¿Es la primera vez que sales en esta obra? – insistió la voz
- No, no es la primera vez, pero si será la última
- Eso si es una lástima…
Se creó un silencio. Shuichi seguía observando el escenario con mucha atención, las posiciones de los que estaban en el. Analizaba todo con tal de ubicarse cuando una voz distinta lo saco de sus pensamientos
- ¡Shuichi! – grito una mujer que tenía un libreto en sus manos - ¿Qué haces aquí? Sales del otro lado
- ¡Rayos! – dijo el pelirosa mas para sí mismo
- ¡Date prisa! Tienes que rodear el escenario – insistió la mujer
Shuichi le dio un último vistazo al escenario y recordó que tenia alguien a su lado y lo único que alcanzo a decir fue un “nos vemos” sin siquiera voltear a ver a esa persona que lo había interrumpido de sus pensamientos ese día.
*
Caminaba por los pasillos de la escuela, iba de prisa, iba tarde. Llevaba una mala semana, muy cansada a decir verdad y esas fiestas que tenia los fines de semana con sus amigos en realidad lo ayudaban a relajarse y olvidarse un poco de los deberes. Miro su reloj… ¿Por qué el reloj siempre iba más rápido cuando no era conveniente? Solamente iba lento en horas de clases, parecía una broma cruel del destino.
Miro su salón de clases a lo lejos y vio como sus dos mejores amigos Suguru y Hiro estaban afuera platicando con el maestro seguramente haciendo tiempo para que el llegara. Se acerco corriendo y entro al salón pero la voz de su maestro lo detuvo.
- ¿A dónde cree que va Shindou?
- Al salón maestro
- Sí, eso veo… pero no se si se ha dado cuenta de que está llegando 15 minutos tarde, ¿a caso no tiene reloj?
- Claro que si maestro, pero en esta ocasión no creo que no me pueda dejar entrar
- ¿Y qué le hace pensar eso?
- Pues… el alumno no puede entrar a clases solo si el maestro ya está dentro del salón y en este caso usted sigue afuera
El maestro miro a Shuichi y después a esos dos alumnos que lo habían detenido para platicar afuera y se dio cuenta en seguida de su trampa
- Está bien, puede entrar, pero les aclaro que es un punto menos para los tres
Los tres chicos entraron al aula y ocuparon sus lugares y después de una larga clase se animaron a platicar un poco.
- Muchas gracias chicos, les debo una – dijo Shuichi con una mirada realmente arrepentida
- En realidad nos debes muchas Shu – se animo a decir Suguru ya que sabía que Hiro no se animaría a hacerlo
- Lo sé, pero les prometo que les recompensaré por esta y todas las que les eh hecho pasar
- Solo te quiero recordar – dijo Hiro – que si vuelves a llegar tarde ya los maestros no te lo toleraran, ya ninguno quiere platicar con nosotros a la hora de la entrada porque todos saben que lo hacemos solo para que te dé tiempo de llegar
- Lo lamento – suspiro – solo me quede dormido
- Esas fiestas te están acabando – dijo Suguru – sabes, me alegraba mas cuando ibas con nosotros a los ensayos de obras de teatro hace dos años, solo sé que te saliste y tu vida empezó a ser un real desastre… todos te extrañan ahí
Intentaron cabiar de tema…
Era real. Shuichi habia tenido un buen promedio, las mejores notas, era disciplinado pero todos se habían extrañado cuando todo eso había cambiado. Más de una vez había llegado tarde a clases o había faltado a la escuela poniendo excusas falsas para después justificar sus ausencias.
- Hey Shu – se acerco a ellos un chico guapo de cabello castaño y ojos azules – es viernes, tenemos que irnos de fiesta hoy
- He aquí la causa del problema – murmuro Hiro ganándose una mirada desaprobatoria de parte del recién llegado
- Claro que si, solo tienes que llamarme, lo sabes – sonrió Shuichi muy animado
- Bien, entonces quedamos de acuerdo – sonrió Ryuichi – no hagas planes para esta noche
- ¿Quiénes irán? – pregunto Shuichi muy entusiasmado
- Pues los que vamos siempre… Noriko, Mika, Tatsuha, tu y yo – Suguru rodo los ojos al escuchar los nombres de las personas que acompañarían esa noche a su mejor amigo – y claro – agrego el castaño – tus dos amigos si quieren ir
- No – dijo Suguru antes de que Shuichi hablara – creo que con tenerte a ti cerca por unos minutos eh tenido demasiado de malas compañías el día de hoy, gracias
- Que gracioso – rio sarcásticamente el chico de ojos azules – entonces te llamo Shu
- Claro que si – sonrió este y miro como su otro amigo se alejaba
Sakuma Ryuichi era famoso en la escuela por tener las mas alocadas fiestas, todos deseaban ser invitados por el o alguno de su círculo de amigos y Shuichi había tenido la suerte de caerles bien un día que le toco hacer un trabajo escolar con ellos. Desde ese día todos los fines de semana salía con ellos, sin excepción.
Un ambiente tenso se había formado entre los tres mejores amigos desde que ese chico se había retirado. A Hiro y Suguro no les agradaba que Shuichi tuviera ese tipo de amigos pues ellos eran las causas de todos los problemas escolares y familiares a los que se enfrentaba el pelirosa últimamente.
- Creí que hoy irías por la noche con nosotros y los del grupo teatral a tomar un helado – dijo Hiro mirando a Shuichi
- ¡Rayos! Lo había olvidado – lo miro con sincero arrepentimiento
- No te preocupes Shuichi – dijo Suguru – nos empezamos a acostumbrar a ser dejados de lado
- Sabes que no es así Suguru
- Da igual – dijo dando por terminada la conversación
- Les prometo que hare lo posible por ir, iré primero con ustedes y después prometo que me iré con ellos
- ¿Para qué nos regales solo una hora? – pregunto Hiro con incredulidad
- Dos horas y media, lo prometo – sonrió - ¿A qué hora los veo?
- A las 8, yo paso por ti – dijo Hiro regresándole la sonrisa
Así termino un largo día de clases, había sido muy cansado y tenían muchos deberes por hacer, por esa razón saldrían solamente ese día y se quedarían todo el fin de semana cada uno en sus casas terminando las tareas.
Eran las 6:30 pm cuando Shuichi miro su reloj y decidió mandarle un mensaje de texto a Ryuichi avisándole que saldría primero con sus dos mejores amigos y que después iría de fiesta con él. Hecho esto se metió a la ducha y dejo que cada gota de agua se llevara toda su tensión corporal.
Estaba listo y apenas eran las 7:30 pm, bajo las escaleras de su casa y se topo con su madre con la cual tenía algunos problemas.
- Que te quede claro Shuichi que te estoy dejando salir porque vas con Hiro y Suguru, sabes que odio a esos vagos con los que te has estado juntando – dijo su madre furiosa – si siento un olor a alcohol o cigarro en esa ropa que traes puesta cuando regreses te ira muy mal, tu sabes que sobre advertencia no hay engaño
- Mamá, que te quede claro que los problemas que tengas no son mi culpa. Que mi padre te haya dejado por otra no es mi problema
- Todo lo que tienes Shuichi es gracias a mi – dijo su madre dando un golpe en la mesa – ya te lo advertí…
Cuando Shuichi iba a contestar a las advertencias de su madre escucho un claxon afuera de su casa y sin decir nada salió y al estar afuera pudo notar que no era Hiro quien esperaba por él, sino Ryuichi en su auto.
- Vamos Shu, sube – hablo el chico desde el auto
- Pero te dije que primero iría con Hiro – dijo sin moverse de la puerta de su casa
- No quería que fueras tu solo, la fiesta esta noche será algo lejos y todavía tenemos que pasar por los demás – sonrió - ¿Vienes?
Shuichi dudo por un momento, volteo a ver su casa asegurándose de que su madre no estuviera viendo por una de las ventanas y se apresuro a subir al auto del castaño
- Le diré a Hiro que mi madre no me dejo ir con ellos
- Buena idea – sonrió el chico triunfante
Llegaron a la fiesta después de pasar por sus demás amigos. Ryuichi tenía razón, la fiesta estaba en un lugar retirado pero el ambiente se notaba muy divertido. Disfruto por unas horas, bailaba en la pista cuando sintió su móvil vibrar en su bolsillo, se alejo un poco de todos para ver quién era la persona que llamaba y pudo leer en la pantalla el nombre de su amigo Hiro. A toda prisa busco un lugar donde pudiera ocultarse y donde no se escuchara el ruido de la música y de sus amigos y al encontrarlo contesto.
- Hola Shu – saludo Hiro alegre
- Hola Hiro – contesto con dificultad intentando tranquilizarse por la presión que había sentido segundos atrás
- Ya iba a ir a tu casa cuando me llego el mensaje – suspiro – que lastima que tu mamá no te haya dejado salir esta noche
- Lo sé, yo estaba tan seguro de que podría ir – dijo mirando a todos lados para asegurarse de que nadie lo buscaba – ahora estoy realmente aburrido en casa
- Después de muchas fiestas ya era justo y necesario que te quedaras en casa – rio un poco Hiro – pero todavía estamos con los chicos del grupo de teatro, hay alguien aquí que vio una foto mía donde sales tu en mi móvil y me dijo que te recuerda claramente
- ¿Sí? ¿De quién se trata? – pregunto interesado
- Se llama Yuki Eiri. Me conto que el día de tu última presentación cruzo unas palabras contigo y que está interesado en ti – dijo Hiro con un tono emocionado
- Vaya… - intento hacer memoria pero no tuvo mucho éxito – no recuerdo muchos detalles de ese día realmente, solo sé que estaba muy nervioso
- ¿Quieres su número? A él le encantaría conocerte, de verdad
- Pues si él quiere su número, adelante – miro detrás de él y vio como Ryuichi se le acercaba – Hiro te tengo que colgar, mi mamá me mando a dormir y escucho que viene a mi habitación, si descubre que estoy despierto y hablando por el móvil me matara, sabes que no está nada bien con ella. Dale mi numero al chico si con eso lo haces feliz
- Está bien Shu, nos vemos luego
Rápidamente Shuichi cortó la llamada
- Shu, te perdiste – dijo Ryuichi – regresemos – le sonrió
- Claro
Se sentía pésimo, le había mentido a uno de sus mejores amigos… ¿Qué mas faltaba?