Al llegar a la oficina de Sasuke, Naruto respiro hondo para calmar su respiración agitada por tanto correr y luego de eso tocó a la puerta.
- Adelante. - Se escuchó decir al profesor desde adentro.
- Con permiso. - Dijo Naruto mientras entraba.
- Siéntate.
- Gracias, ¿Qué necesita que haga hoy, sensei? - Preguntó un Naruto algo nervioso.
- Quiero que acomodes todos mis libros por género en el siguiente orden: Terror, ficción, drama, romance, suspenso y fantasía. Al terminar me avisas y te diré qué hacer. ¿Entendido, Uzumaki? - Exclamó Sasuke seriamente.
- Hai, sensei.
Naruto comenzó a sacar y sacar libros de los estantes y los apilaba en orden como le había dicho anteriormente su sexy profesor. Finalizó con su tarea y se acercó a Sasuke.
- Sensei, he terminado.
- Bien. - Sasuke se levantó de su silla y se dirigió a su pequeño sofá para 2 personas. - Siéntate aquí. - Dijo mientras le daba leves golpecitos al sillón en señal de que ahí se acomodara Naruto.
- ¿Eh?... Claro, sensei.
- Quiero platicar contigo como lo hicimos esta mañana.
- ¿Ehhh?... Está... Está bien, sensei ¿Quiere seguir preguntando o quiere hablar de algo más? - Preguntó Naruto muy nervioso y con la cara roja como un jitomate maduro.
- Quiero seguir preguntando. De hecho en la mañana estaba a punto de preguntarte algo, pero llegaron esas molestias, perdón, Yamanaka y Haruno a interrumpirnos.
- ¿Qué era eso que no pudo preguntarme?
- ¿Tienes novia o... novio?
- Ahh... Etto... Yo, no... No tengo novia... ni novio. - Dijo tartamudeando el chico de ojos azules como el cielo. - ¿Por qué lo pregunta, sensei?
- Simple curiosidad. ¿Te gusta alguien en estos momentos?
- ¿Ehhhh...? No... Bueno, no es como si me gustara alguien... etto... es que sí me gusta... pero, no me corresponde, esa persona quiere a alguien más. - Mencionó Naruto con la cabeza agachada y con voz apagada y triste.
- Qué mal. - Dijo con tono enojado Sasuke.
No pensó que a su alumno favorito le gustara alguien, pero eso no es lo que le molestaba, sino que esa persona no quería a Naruto, ¿quién en su sano juicio ignoraría a un chico como él? ¿Porqué lo hacían sufrir así? ¿Quién era esa persona tan importante para Naruto que lo hacía sufrir tanto?. Preguntas así rondaban por la cabeza de Sasuke. Nunca se imaginó ver al chico con la sonrisa más linda de todas, con una cara de tristeza y decepción como la que tenía en ese momento.
- ¡Uzumaki! - Gritó el moreno.
- ¡¡¿Ehh?!!... ¡Lo siento! Me distraje. - Dijo sobresaltado Naruto.
No se imaginó que Sasuke le fuera a gritar por quedarse un momento absorto en sus pensamientos.
- Sensei, se me hace tarde. Lo lamento, me tengo que ir. - Dijo alarmado Naruto. Se le hacía tarde para ir a trabajar.
- ¡Espera! ¿A dónde tienes que ir?. - Preguntó curioso el chico de ojos negros.
- Es que... Tengo... tengo que ir a... trabajar. - Exclamó Naruto en un tono de voz casi inaudible.
- Yo te puedo llevar. También estoy a punto de irme. ¿Dónde queda tu trabajo?
- ¡No! No se preocupe, yo me puedo ir solo.
- No hay problema, anda dime dónde queda tu trabajo.
- Es en la cafetería de los señores Hatake Kakashi y Umino Iruka.
- ¿Ehh? ¿Tú trabajas ahí? - Preguntó confundido Sasuke.
- Sí.
- Pero yo siempre voy a esa cafetería después del trabajo y jamás te he visto.
- Ahh... Es porque acabo de empezar a trabajar en el turno de la tarde. Antes trabajaba en la mañana, por eso siempre llegaba tarde a su clase. - Dijo Naruto con unas risas nerviosas.
- Hmph... Con que por eso te retrasbas ¿eh?.
- Sí, pero por eso cambie al turno de la tarde, para ya poder llegar a tiempo a sus clases, Uchiha-sensei.
Sasuke se sorprendió. No había imaginado la posibilidad de que Naruto estuviera trabajando y por eso llegaba tarde siempre. Se sintió un poco mal por eso así que para compensarlo le dijo:
- ¡Uzumaki, de hoy en adelante yo te llevaré al trabajo después de la escuela!
- ¡¡¿Qué?!!... No, sensei, no es necesario. Yo estoy bien, no hay problema, no se preocupe.
- No es una opción.
Jaló a Naruto por el brazo hasta el estacionamiento y lo subió a su auto. Era un auto negro y deportivo: Un Porsche. Naruto trató de huir antes de que Sasuke arrancara el auto, pero no lo logró y tuvo que aguantar, todo el camino a su trabajo, a su sensual profesor, que por culpa de sus lentes negros que se puso para manejar a Naruto casi le viene un derrame nasal.
Al llegar al trabajo Naruto bajó del auto y pensó que Sasuke se iría a su hogar, pero no fue así. Sasuke también bajó del coche y se dirigió a la cafetería.
- Naruto-kun. - Habló un señor de cabello castaño amarrado en una coleta, de tez morena y con una cicatriz que atravesaba su nariz. - Has llegado temprano el día de hoy. Aún tienes 20 minutos antes de que empiece tu turno.
- Ahh... No importa Iruka-san. Puedo comenzar ahora mismo.
- No, no, no... - Se escuchó otra voz proveniente de la cocina. - Naruto, no te dejaremos que empieces antes. Ohh, Hola Sasuke, ¿Qué pedirás hoy? - Preguntó el peliplateado que salía de la cocina.
- Kakashi, hola. Quiero un café sin azúcar y una rebanada pequeña de pastel de chocolate amargo.
- Bien, en un momento lo tienes. - Dijo Kakashi entrando de nuevo a la cocina.
- ¿Eh? - Naruto estaba confundido. - ¿Se conocen?
- Claro, Naruto-kun. Sasuke ha venido a esta cafetería desde hace más de un año, que es el tiempo que tiene trabajando en la universidad. - Respondió Iruka.
- Ohh... Ya veo... Bien, Iruka-san, entonces esperaré aquí sentado a que comience mi turno. - Mencionó Naruto y se sentó en una mesa de las más alejadas de la entrada.
Sasuke se acercó a la misma mesa y se sentó frente a Naruto.
- Sensei, ¿qué necesita? - Preguntó asombrado Naruto de que Sasuke se acercara a él.
- Es que siempre me siento en esta mesa.
- Ohh... Lo siento... Me iré a otra.
- No. Quédate aquí conmigo. - Lo dijo en un tono que sonó como si estuviera insunuando algo, pero Naruto decidió ignorarlo pensando que sólo fue su imaginación.
♥CONTINUARÁ♥