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Sí, es un nerd...Pero es mi nerd, la secuela en la que Yoochun se cuela. por sakuranbo_diru5

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Notas del capitulo:

Ya sé que hay otra fic en curso...Pero el cuerpo me pedía escribir una breve secuela para "Sí, es un nerd...Pero es mi nerd"

¡Disfrutad! 

Jaejoong sujetaba su bolsa de viaje con entusiasmo, esperando a que Yunho abriera la puerta de la casa en la que pasarían dos semanas. Era su primer verano juntos y los padres de Jaejoong no habían dudado ni un segundo en dejarle irse de vacaciones con su “amigo”, el que le había ayudado a mejorar tanto en las notas y había sido su compañero de cuarto durante un año en la residencia. Lo que sus padres no sabían, aún, es que Yunho era mucho más que eso. La casa era de la familia de Yunho, que habían comprado junto a la familia de Yoochun, su primo.

-¿Estás seguro que no molestamos a tus padres?

-No te preocupes. Hasta mediados de mes a mi padre no le dan vacaciones y están entusiasmados con que su hijo tenga por fin un amigo con el que irse de vacaciones, que no sea Yoochun…-comentó con cara de póker.

Era una casita en un pueblo costero y Jaejoong se  había pasado todo el tiempo, desde que Yunho le dijo que Yoochun se iba otro verano más a los EE.UU. a perfeccionar su inglés y hasta tarde no iba a ir con su familia a veranear a la casa, imaginándose el paraíso en el que viviría por dos semanas. Había hablado tanto del tema que había conseguido que Junsu le hiciera meter una moneda en un bote cada vez que sacara el tema, con lo que recaudó acabó comprándose unos pantalones nuevos.

El alto abrió la puerta y dejó sus cosas en el suelo, colocándose bien las gafas después.

-Ya estamos.-suspiró, contento.

La casa estaba pensada para alojar a varias personas. Tenía dos plantas, en la superior había un cuarto de baño y tres habitaciones; en el piso de abajo había otras tres y otro baño, y la sala de estar que también era la cocina. Dos sofás orientados hacia una televisión y la mesa con un banco y unas cuantas sillas estaban en una mitad de la habitación; la otra estaba compuesta por la cocina en sí: el frigorífico, el fregadero, los fuegos, los armarios, las encimeras…

-No es gran cosa…-Yunho se acarició los mechones de pelo de la nuca, nervioso.

-¿Bromeas? Es genial. No me esperaba el palacio de Versailles, claro está, pero tampoco lo quiero.-le tomó de la mano, con una sonrisa. – Además ¡Qué más da! Dos semanas juntos, sin las presiones de la universidad ni nada.-se le abrazó.

Yunho titubeó un poco, aún desacostumbrado al contacto físico, pero también lo abrazó.

-Había pensado que podríamos instalarnos en la habitación de mis padres. Esto…-se azoró.- Que no es que a mí me vayan esos rollos fetichistas extraños, pero es que es el mejor dormitorio de arriba, el de abajo es el de mis tíos. Ponemos sábanas limpias y ya está ¡Que no es que estén sucias! Si no que no hay ninguna en este momento, está el colchón desnudo, pero no desnudo en plan en cueros…-

-Yun, relájate, respira.-le interrumpió Jaejoong, apartándose un poco de él para mirarlo. Lo tomó de las mejillas.- Inspira…Expira…-el otro le obedeció.- ¿Mejor?

-Sí.-asintió con la cabeza.

-Pues ala, al lío ¿Dónde está la ropa de cama?

-En el armario de la habitación.-le cogió de la mano y fueron escaleras arriba.

Antes de hacer la cama y deshacer el equipaje tuvieron que limpiar un poco, al menos los lavabos, cocina, salón y la habitación. Llevaban un año entero sin ir a la casa de veraneo y, lógicamente, las cosas se llenaron de polvo. Jaejoong fantaseaba en silencio, imaginándose que en realidad estaban limpiando su casa. Finalmente se instalaron y salieron a hacer compras, ya que la nevera estaba vacía.

-Hoy cogemos el coche porque llevaremos muchas bolsas, pero ya verás que más adelante no hará falta.

-Qué bien.-Jaejoong escondió el amuleto de buena suerte que se había colgado del cuello en el camino hasta allí, con Yunho al volante nunca se sabía.

Después de las compras y de guardar todo se fueron a la playa. Jaejoong estaba quitándose la camiseta  tranquilamente, mirando a su alrededor, guardando en su memoria el paisaje cuando reparó en que su novio ya estaba en bañador, dándose crema solar. Se paró en seco, casi con ganas de llorar de lo perfecto que era.

-Ay qué difícil van a ser estas dos semanas…-pensó, mientras se frotaba el rostro, a ver si así guardaba la serenidad y la cordura.

-¿Te encuentras bien? Igual te ha dado demasiado el sol.-notó cómo Yunho lo tomaba del brazo, preocupado.

-Sí, sí…Tranquilo. Espera unos segundos, enseguida estoy contigo.

Finalmente apartó las manos del rostro y miró al alto, que lo observaba a través de las gafas, con gesto curioso.

-¿Enserio? Tienes mala cara…

-¿Te puedo ser sincero?-juntó las palmas, como si rezara.

-Claro, por supuesto.-lo miró con aquellos ojos negros y brillantes.

-Estaba pensando en el autocontrol que voy a tener para no tener que ser tu cinturón permanentemente durante estas dos semanas.-se lo soltó de golpe y sopetón.

Yunho se quedó inmóvil, no obstante su tono de piel fue tornándose rojizo, cual termómetro que va subiendo en pleno agosto. De pronto, sin cambiar la expresión, se tumbó en la toalla y levantó un brazo.

-¿Qué haces?

-Es que me estoy ahogando y así se abre la tráquea.-empezó a subir y bajar el brazo, como si fuera un fuelle.

-Yunho la gente nos está mirando raro…

Cuando el sol se ocultó finalmente volvieron a casa. Jaejoong se miraba los brazos, comprobando si había cogido algo de bronceado…En mala hora miró a Yunho.

-¿¡Por qué estás ya moreno!? ¡No es justo! ¿¡Por qué parece que estás hecho de caramelo con un brillo dorado y yo parezco una acelga!?

-Oh…-miró su piel, desinteresado.- La acumulación de melanina en mi piel es mayor que la tuya, a Yoochun también le pasa. Bueno, somos familia, no es tan sorprendente…Aparentemente la de Changmin también es alta, el profesor lo utilizó en clase como ejemplo para su explicación. Aunque ahora que lo pienso Junsu también, cuando empezó el buen tiempo a final de curso noté un cambio su tono cutáneo.

-Yeobo…

-¿Sí?

-Cállate o por lo menos no hables.

Después de prepara la cena, y de limpiar la cocina que parecía que acababa de ser arrasada por una manada de búfalos, se recostaron juntos en uno de los sofás. Jaejoong se tumbó sobre el regazo de Yunho, quien utilizaba su espalda como reposabrazos mientras leía un libro. El rubio se reía con el programa de televisión en el que un grupo de música tenía que pasar una serie de pruebas físicas. Se sorprendió a sí mismo tan cansado que ni siquiera le apetecía estrenar esa noche las sábanas recién puestas.

-Me estoy durmiendo ¿Podemos irnos a dormir?

-Por supuesto, faltaría más. Dormir ayuda a tener mejor la piel, adelgazar y otras muchas cosas más.

Jaejoong sonrió escuchando el típico discurso empapado de conocimientos de su novio. El techo de las habitaciones del piso de arriba respetaban la inclinación del tejado de la casa, por lo tanto al principio la sensación era algo extraña, pero cuando reparó que su habitación aprovechaba esa estructura para tener una ventana casi donde el techo se juntaba con la pared y les permitía ver el cielo desde la cama, enseguida le encantó.

Se despertó con los mechones de pelo apuntando en toda dirección posible, abrazado a la espalda de Yunho, que a su vez estaba hecho un ovillo. La luz que entraba por la ventana era de un blanco que casi hacía daño al mirar, debido a la bruma costera que aún estaba por levantar. Jaejoong suspiró contentó y se acomodó un poco, apoyándose en el hombro de su novio. La casa daba a una estrecha y modesta calle, con viviendas similares, aunque bastante separadas la una de la otra. Se podía ver el mar, ya que la playa estaba a unos trescientos metros. Pensó en cómo Junsu se había quejado, suplicando que se lo llevaran con ellos, porque iban a la costa y era una oportunidad perfecta para intentar ligar. Sonrió para sí mismo y decidió que más tarde le mandaría un mensaje de texto para que no diera la impresión de que se había olvidado de su amigo. Acariciaba el brazo de Yunho, de forma distraída. Una media hora después sonó la alarma del teléfono de Jaejoong, en la mesilla auxiliar de su lado. El alto se estiró, tumbándose bocarriba.

-Buenos días.-el rubio le miraba, sentado en la cama.

Yunho tanteó su mesilla, en busca de las gafas, que finalmente tuvo que coger Jaejoong.

-Gracias.-se las puso, mirándolo con los ojos aún hinchados por el sueño.- ¿Llevas mucho tiempo despierto?

-Un poco, pero da igual. He pensado que podríamos ducharnos juntos…Ahorraríamos agua.

-Oh, no te preocupes, se ahorra bastante más agua que en la bañera, además no es que usemos un tanque de agua ni nada…-Jaejoong se le quedó mirando con una ceja arqueada y los ojos entornados.- ¡Ah! Te refieres a…-el otro asintió en silencio.- Entiendo.-se colocó las gafas, con rubor en las mejillas.- Sí, de acuerdo.

El rubio sonrió, levantándose de la cama y tirando del otro, cogiéndolo del brazo. No se preocuparon de llevar ropa para después de la ducha ¿Quién los iba a ver?

Bajaron a desayunar con el pelo aún empapado y ropa de deporte. Jaejoong no podía para de sonreír, observando a Yunho parado frente a la cafetera, de brazos cruzados y con el ceño fruncido.

-¿Qué te pasa?

-Estoy intentando recordar cómo se usaba.

-Otra persona cualquiera habría intentado recordarlo sobre la marcha, pero en lugar de eso tú te quedas quieto enfrente, esperando. Me encantas.

De pronto se escuchó un tintineo y la puerta de la entrada abrirse, a las espaldas de Jaejoong. Yunho se quedó blanco como la leche, sujetando el filtro del café, mirando por encima del hombro del otro.

-¡¡Hola!!

La voz les era familiar, demasiado familiar. Jaejoong se fue girando poco a poco, intentando leer la expresión de su novio a la vez que negaba con la cabeza.

-¿¡Yoochun!?

El moreno soltó una bolsa de viaje y fue corriendo a abrazar a Yunho, empujando al rubio contra la encimera a su paso.

-Tengo que estar dormido…Aunque no puede ser porque me duele la cadera.-lloriqueaba sobre el mármol.- Dejaré que mis lágrimas formen un lago, hasta ahogarme en él…Encontrarán mi hinchado y descompuesto cadáver en unos días…Verde y pútrido…

-¿Qué haces aquí?-a Yunho se le habían quedado las gafas colgando de una única oreja y el filtro había salido volando por los aires.- ¿No estabas perfeccionando tu inglés?

-¿Y perderme estas vacaciones? ¡Ni loco!-le puso bien las lentes.- Anda que vaya aspecto tienes, arréglate un poco que estás con tu novio, hombre.

-¡Exacto! ¡Con su novio! ¿Yoochun, a qué has venido tú solo a mis vacaciones con Yunho?-Jaejoong lo amenazaba con una cucharilla.

-¿Solo? No he venido solo, Junsu y Changmin vienen a la tarde ¡Iba a venir yo solo teniendo habitaciones de sobra! –se echó a reír.

Yunho cogió una bolsa de plástico, de la compra del día anterior, y empezó a respirar en ella.

-¡UIH, LA VIRGEN!-el rubio echó escaleras arriba, seguido de su novio.

-¡No! ¡Jae, suelta ese bote de champú!

-¡Me lo voy a beber y tú no me lo vas a impedir!

Se escuchaba escaleras arriba, mientras Yoochun suspiraba y comenzaba a hacer café.

 

Jaejoong tenía la cabeza entre las manos y estaba sentado en la cama.

-Dime que lo he soñado todo. Anoche algo me sentó mal en la cena y hoy he estado delirando.

-No entiendo nada.-se alborotó el pelo.- Se supone que teníamos luz verde durante, al menos, dos semanas.

-Oye, chicos, voy a instalarme en mi cuarto.-Yoochun se asomó por la puerta.

Jaejoong le lanzó una mirada asesina a Yunho.

-Sí, su cuarto está en este piso.-se mordió el labio.

-Mira, Yun, no me malinterpretes. Quiero a Yoochun con toda mi alma, es uno de mis mejores amigos y además es tu primo, y esta casa también es suya…Pero tiene que irse. Ya vendrá dentro de dos semanas, pero estos días iban a ser nuestros.-se arrodilló en la cama, hasta estar frente a su novio.- Tuyos y míos, sin nadie más.

-Lo sé…-se volvió a alborotar el pelo.-Pero es que es mi primo, esta no es mi casa exactamente, no puedo…-empezó a ahogarse.- Aire…-abrió la ventana e intentó respirar.

Jaejoong se asomó por la puerta, para ver a Yoochun en la habitación del fondo del pasillo, sacando ropa de la bolsa y metiéndola en su armario, con una preciosa sonrisa. Después Yunho tuvo que arrancarle una almohada de las manos con la que se estaba intentando asfixiar a sí mismo.

Cuando el curso terminó a Jaejoong y a Yunho se les acabó el tiempo de estancia en la residencia por ese año, por lo tanto cada uno volvió a casa de sus padres. No estaban especialmente lejos el uno del otro y el alto tenía coche, pero aún así no se veían tanto como quisieran y tenían otras obligaciones. El rubio trabajaba en una cafetería por las mañanas, para sacarse algún dinero extra para sus gastos y no ser una carga para sus padres; mientras que Yunho seguía con su trabajo de tutor y estudiando por su cuenta temario del año siguiente, más ahora que tenía un amigo en clase que le hacía la competencia, aunque él no quisiera lidiar con Changmin, eso era una excusa según este último. Cuando Jaejoong no estaba trabajando estaba con Junso por ahí, ayudando a sus padres o con otros amigos que ahora también estaban libres en verano, total…Que el tiempo que tenían para estar juntos no era especialmente amplio y chatear les sabía a poco. De Yoochun supieron que se fue con su novia al extranjero, para matar dos pájaros de un tiro; así pasaba unas vacaciones con ella y seguía con el idioma. Así que cuando hablaron de irse juntos de vacaciones y Yunho le dio la noticia de que estaba la casa de veraneo libre le faltó publicarlo en los periódicos y contratar avionetas que lo anunciaran por el cielo. Había pasado semanas planeando mentalmente cómo iban a ser aquellos días, pensaba atacar a Yunho en cualquier esquina de la casa, porque sí…Una vez que probaron ya no había marcha atrás, el alto seguía siendo tímido; pero era uno de los encantos de su relación, ir descubriéndose el uno al otro poco a poco y aquellas vacaciones iban a ser una oportunidad de oro. Y no, no podía querer a Yunho igual en compañía de los otros tres que en solitario; ya que ni el otro ni él se sentían cómodos mostrándose extremadamente cariñosos delante del resto.

-Joder, Yunho, te quiero.-se levantó y lo besó, con rabia.- Vámonos a la playa.

Cogió a su novio de la mano y salieron de allí, hacia el sol y la arena. Apenas se habían detenido, sólo para coger lo necesario, como toalla, crema solar y bañador; lo justo para tumbarse al sol. Jaejoong estaba bocarriba con el ceño fruncido.

-Te quedará marca del sol.-escuchó la voz de Yunho, que lo miraba con los ojos entrecerrados, por la luz.

-Y a ti también.-le dijo con una pequeña sonrisa.

El alto miró a los lados, como si estuviera meditando qué hacer a continuación, hasta que finalmente se movió un poco en su toalla y se inclinó sobre Jaejoong, para darle un beso. El rubio se sorprendió, pero le pasó un brazo por el cuello para profundizar el gesto. No era normal que Yunho hiciera aquello en público, en Corea requería valor, por muy orgulloso que se estuviera.

-¿Mejor?-le dijo cuando de separaron.

-¿Con ese beso has querido decirme que aunque tu primo esté aquí me sigues queriendo, ponga como me ponga y pase lo que pase?-el otro asintió.

-Más o menos, sí.

-Entonces sí, mejor.

Suspiró y relajó el rostro, lo que le faltaba en esos momentos es que le quedaran unas extrañas marcas del sol en la frente. De pronto empezó a sonar su teléfono móvil y vio que era Yoochun.

-Toma, coge tú, no quiero soltarle algo de lo que luego me vaya a arrepentir.-Jaejoong le tendió su teléfono.

-¿Sí?-contestó Yunho.

-¿Jae?

-No, soy Yunho, él está bañándose.

El rubio le indicó con el pulgar hacia arriba que había mejorado en el arte de la mentira.

-Vale, es igual, quería preguntaros si vendréis a comer; porque así hago comida para uno o para tres.

-Haz para tres.-le dijo Yunho, sobándose la frente. Todo aquello le estaba dando dolor de cabeza.

-¡Oído cocina! Os quiero, dale besos a Jaejoong de mi parte, pero sin lengua.

-…¿De acuerdo?-hizo una mueca.

-Byebye!

Yunho se quedó mirando el teléfono, como si fuera a aparecer una explicación en la pantalla.

-¿Qué pasa?

-Está haciendo la comida…Está…Más cariñoso y efusivo de lo normal.

-¿Se habrá dado cuenta de que se ha acoplado y está intentando hacernos la pelota?-jugaba con un puñado de arena.

-Puede.-resopló y guardó el teléfono móvil.

El cielo estaba azul a más no poder, casi parecía imposible que alguna nube lo surcara en algún momento del año, y se fusionaba con el agua del mar en el horizonte; de no ser por los barcos que se veían, no se podría decir dónde empezaba y dónde acababa cada uno.

-Yeobo…-Jaejoong se acercó hasta Yunho, que se había quedado dormido.- Tengo hambre.-se quejó.

-¿Eh? ¿Qué? ¡Los estafilococos!-dijo con la mirada perdida.

-…Que es hora de comer.

-Ah bueno, cuando es hora de comer, es hora de comer.-miró la posición del sol.- Y es hora de comer.-empezaron a recoger sus cosas.- ¿Sabías que el calendario occidental al principio tenía ocho meses?

Jaejoong resbaló su mano por el antebrazo de Yunho, hasta entrelazar los dedos de ambos, mientras volvían a casa; escuchando atentamente al alto.

-¿Qué, parejita? ¿Habéis follado ya en la playa?-Yoochun les dio la bienvenida, sentado ya a la mesa con una pervertida sonrisa.

-Hablaré con él esta noche.-le susurró Yunho al rubio, antes de que pudiera echarse a llorar.

Jaejoong se pasó gran parte de la comida en silencio. Yoochun era su amigo, pero en aquellos momentos estaba enfadado con él y no quería decir le algo desmedido, porque por encima de todo eran amigos. Fregaron las cosas entre los tres y luego se sentaron a ver la televisión. Yoochun se quedó dormido medio tirado sobre Jaejoong, que a su vez, estaba apoyado en el hombro de Yunho.

-Me va a acabar babeando encima…

-¡Ah de la casa!-se escuchó desde fuera.

-Déjame, Junsu, esto se hace así.-se escucharon los golpes de alguien aporreando la puerta con la aldaba.- ¡Exigimos que se nos abra la puerta!

Los tres se sobresaltaron.

-Creo que voy a llorar.-dijo el rubio.

-Aaaaw ¿Tanto nos echabas de menos?-dijo Yoochun mientras se levantaba a abrir la puerta.- ¡JUNSU! ¿!QUÉ PASA MACHO!?-empezó a dar voces, abriendo los brazos para abrazar a su amigo.

-¡YOOCHUN, CAPULLO!-se le abrazó.- Jaejoong, qué callado te tenías que nos invitaríais ¡Por un momento creí que hablabas enserio sobre venirte de vacaciones sólo con Yunho!- entró en casa a darle unas palmadas en el hombro al rubio y chocar el puño con su novio, que ya la había ido cogiendo el tranquillo.

-¡General Changmin!-Yoochun lo saludó con gesto marcial.- ¿Puedo llevarte tus cosas?

-Corta el rollo, me pone nervioso.-entró.- Hola Jaejoong ¿Qué tal?-el otro le contestó con una especie de aullido o sollozo.- Ehm…Vale.-se paró frente al otro estudiante de medicina.- Yunho.-estrecharon las manos y el más alto de los dos miró al otro con los ojos entrecerrados.

-Os he traído un regalo de Seoul, había una tienda en la que podías hacer camisetas por encargo.-Junsu hurgó en su equipaje.- Toma, esta es para ti, Chun.-en su camiseta se podía leer “Eat my ppeppero”, haciendo que todos rieran.- Esta para Min…-“I’m with stupid à” el alto se la puso en el acto, parándose al lado de Yoochun- Para Ho…-“Please bent, I’m a doctor” junto a unas manos colocándose unos guantes.- Y para Jaejae…- “I’m ready for a prostate check from my doctor”.

Jaejoong observaba su camiseta con horror mientras todos, menos Yunho, se reían hasta llorar.

-¡Su, te has pasado!-estaba ruborizado.

-No pillo nada.-Yunho seguía mirando su camiseta, leyéndola una y otra vez. Changmin se le acercó y le susurró al oído qué es lo que les hacía tanta gracia.- ¿¡Qué!?-se tuvo que dejar caer en el sofá, rojo como un tomate.

-Vamos, que es sólo una broma.-se defendió Junsu, abrazando a Jaejoong.

-Os acompaño a vuestras habitaciones.-les sonrió Yoochun a los recién llegados.

Los otros tres se marcharon riéndose, dejando a la pareja en el salón, con aspecto miserable.

-Ah…Las vigas ni siquiera están visibles, no me puedo colgar en la cocina.-el rubio miraba al techo.

-Terminaríamos antes si dejáramos abierto el gas, está tu mechero arriba ¿no?- Yunho se levantó.

-¿A qué vienen esas caras largas? No habréis discutido ¿Verdad?-era Junsu asomado por la puerta de la cocina.- ¡Vayámonos a la playa! ¿Changmin, llevas tú la cámara de fotos?

-¡Afirmativo!

1ª foto: Los cinco yendo a la playa, Yunho y Jaejoong con cara seta.

2ª foto: Los cinco en la playa, Yunho y Jaejoong con cara seta.

3ª foto: Yoochun abrazado a Jaejoong, quien tiene cara seta.

4ª foto: Changmin echando un pulso con Yunho, quien tiene cara seta.

5ª foto: Junsu entre Yunho y Jaejoong, quienes tienen cara seta, pasándoles los brazos por los hombros.

-Qué serios salís…-comentó Changmin mirando las imágenes en la pantalla de la cámara.

-¿Yeobo, qué posibilidades hay de que me prenda fuego ahora mismo?-estaba tumbado cual estrella de mar.

-Pocas, muy pocas.

Después de una tarde en la playa encargaron unas pizzas antes de volver a la casa, y descubrir que Changmin se había traído consigo su guitarra acústica para practicar junto a Yoochun, reírse de un programa de televisión, limpiar y declarar que estaban muy cansados, se fueron a la cama.

-Yoochun ¿Puedo hablar contigo?-le pidió tímidamente su primo.

-¡Claro! Sin problema.-esperaron a que todos se fueran de la cocina.- ¿De qué se trata?

-¿Nos sentamos?- se pusieron uno frente al otro en la mesa.- Esto…Me está costando mucho decir esto, pero…Pensé que sabías que Jaejoong y yo veníamos a pasar dos semanas juntos. Ya sabes…Como pareja.-se aclaró la garganta y colocó bien las gafas.

-Sí, lo sé, me lo contó tu madre.

-Ah, perfecto.-sonrió.- Espera…¿Entonces qué haces aquí?

Esta vez Yoochun bajó la mirada, mirándose las manos y suspiró.

-Lo siento…Sé que no tendría que haber venido…Ni haber engañado a Junsu y Changmin para que pensaran que eran unas vacaciones de los cinco, que tan sólo queríais darles una sorpresa…-sonó triste, más de lo que Yunho le había oído jamás.- Pero…¿Recuerdas que os dije que me iría con mi novia a los Estados Unidos?-el otro asintió.- Bueno, pues resulta que discutimos bastante allí y cortamos la relación…Así que volvimos antes de lo previsto y…Tan sólo quería compañía, quería estar con vosotros.-lo miró con ojos suplicantes.- Por favor…Nos nos echéis…

Yunho lo miró apenado y sin saber muy bien qué hacer, pero finalmente le tomó las manos.

-Nos lo tendrías que haber dicho antes. Hablaré con Jaejoong, pero quiero que mañana cuentes la verdad a todos.

-Vale, de acuerdo.-agachó la cabeza algo avergonzado.

-Mhm…En estos casos lo correcto es un abrazo ¿No?-el otro rió y asintió.

Se dieron un abrazo y las buenas noches. Yunho cerró la puerta del cuarto tras de sí.

-¿Y bien?

-Pues verás…-empezó el alto, a lo que el otro contestó gruñendo y tapándose el rostro con una almohada.- No podemos echarles Jae…A Yoochun le ha dejado la novia e ideó todo esto porque se siente solo.

El rubio paró en el acto, apartando la almohada.

-Oh…Oh…Mierda…-ocultó el rostro entre sus manos.- Van a ser dos semanas duritas…-Yunho sonrió aliviado y se tumbó a su lado, abrazándolo por la cintura.-Ahora me siento fatal. Mañana le haré una tarta o algo…


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