Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Perverso por GothiCari

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Acorralado completamente, gimió al sentir como presionaban su entrepierna, sus cuerpos estaban completamente mojados, Bill tenía pegado su cuerpo con el de Tom sonriendo, lamiéndose los labios, se acercó para besarlo y robarle el aliento como tortuosamente lo hacía, el pelinegro sabía que a su hermano no le gustaba, pero ya eran días en que lo agarraba desprevenido para molestarlo un poco y estando en el baño no fue la excepción, las manos de Bill viajaron por el cuerpo mojado de Tom que jadeaba excitado. Por otra parte Tom se sentía como un animalito siendo devorado por otro más grande, no había impedido que Bill lo tocase, pero sentía tanto asco de corresponderle sus caricias.

 ––Tu mente puede ser bastante evasiva.

 Bill lamió los labios de Tom sintiendo como este se estremecía.

 ––Pero tu cuerpo... Tu cuerpo es mío.

 Tom tenía miedo que su madre los descubriese estando en el baño en esa posición.      

 ––Mío, mío, mío...–– Y bajando su mano la poso encima de la entrepierna aún cubierta de Tom –– ¿Ves? ya estas muy duro, jiji como me gusta...–– Dijo Bill respirando de la boca de Tom. Y en un movimiento desprevenido, sorprendiendo a Tom, lamió desde la comisura de sus labios hasta su clavícula saboreando  cada centímetro de la tersa piel de su hermano. Tom sintió una presión muy agradable y a la vez espeluznante en su vientre. Se estaba excitando, por más que no quisiera su cuerpo reaccionaba de esa forma, haciéndolo sentir mal. Bill apretó mas contra el miembro de Tom y éste quiso soltar un gemido, ahogándolo en su garganta.

 La carne era débil. Y Tom, era un simple mortal, carne y huesos. Muy... Muy débil.

 Bill estaba completamente fascinado por esa faceta de su hermano, nunca lo había visto así, quería "comérselo" por completo hasta que no quedara nada del mayor, quería hacer que no lo olvidara, aunque el pelinegro sabía que esto nunca lo olvidaría, solo se habían echo felaciones, no habían llegado mas allá de la primera vez, casi siempre sucedía algo cuando estaba la mejor parte...

 ––De-detente... Bill...–– Jadeó con voz ahogada el de rastas mientras sentía sus mejillas rojas por la excitación.

 ––No quiero.    

 Y allí comenzaba la bueno hasta que…

–– ¿Tom?

 Bill maldijo y Tom no pudo evitar mirar con miedo la puerta.

––Respóndele...–– Bill lo vio con seriedad y Tom asintió.

–– ¿Que sucede mamá? –– Preguntó tratando de que su voz sonara calmada.      

–– ¿No has visto a Bill? –– Respondió curiosa Simone.

 ––Está... Aquí... Conmigo...–– Tom sintió como su miembro era apretado.

 ––Está bien, recuerda que no deben estar mucho tiempo allí sobre todo Bill.

 ––No te preocupes…–– Su madre se despidió para bajar a la cocina dejando solos a ambos hermanos.      

 ––Creo que fuese sido bastante excitante que nos viera...–– Bill sonrió besándolo.      

 ––Eso... No es normal...–– Dijo Tom con voz entrecortada, otra vez quería llorar.

 ––No hablemos de eso...–– Bill soltó a su gemelo para así salir de la ducha.      

 ––Bill... esto... no esta bien...–– Tom pensó en como sería de horrible su vida si alguien se enterara del incesto que se cometía allí. ––Si mamá se enterara.

 Sintió un gélido viento contra su espalda... Escalofríos.

 ––No me importa mucho... ¿Sabes? –– Se terminó de vestir y miró a Tom. Clavó aquellos almendrados ojos sobre los otros tan idénticos a los suyos. ––Yo solo te quiero a ti Tom, solo a ti. Quiero que me ames. Que seas mío. Que nadie más te toque y te posea. El único que puede hacerlo soy yo. Porque... Tu renunciaste a tu libre albedrío.. Por mi perdón, ¿Era eso lo que querías no?. Mío, mío, mío –– Se acercó a Tom y susurró en su oído­­––Mi esclavo.

 Era cierto, no tenía derecho a replicar, ambos de pudrirían en el infierno cuando murieran, aunque en el que estaba viviendo con Bill de forma silenciosa era el peor de todos, cuando Bill le dejó un beso en la comisura de los labios para después irse sonriendo perversamente, Tom se quedó por unos minutos viendo la puerta, no sabía que era peor... El vivir siendo torturado por su hermano o ahora en la forma que lo trataba... Tan cariñoso, tan posesivo, le daba asco...

 Terminó de ducharse sintiéndose excitado, Bill estaba dejando marcas imborrables en él.

Su cuerpo en cada momento sin pensarlo deseaba que Bill lo tocara, incluso sus dedos le picaban con el deseo de tocarlo, recorrer toda su piel y así después escucharlo gemir, negó con la cabeza rápidamente poniéndose la bata de baño yendo a su habitación. 

Bill jugó con el lápiz, estaba escribiendo una canción, mordió la goma de borrar que tenía la punta del lápiz mientras a su lado su madre veía la televisión y en otro sillón estaba Tom.

El pelinegro lamio el lápiz mirando disimuladamente, Tom no pudo evitar sentir una corriente de aire en su espalda.

Giró a ver a su hermano que lo veía pasando el lápiz por la boca, el de rastas de puso tenso, para después de unos segundos de contacto con los ojos de su gemelo este bajó la mirada escribiendo algo. Bill se levantó dejando al cuaderno tirado en un lado, su madre apagó la televisión para irse a acostar y Tom se quedaba unos segundos solo después de despedirse de su madre deseándole buenas noches, cogió la libreta y vio las últimas canciones y en una de ellas tenía una nota "ven a las 12".      

Tragó en seco, era una orden no una sugerencia de Bill.      

A las 11:50 Tom salió de su habitación y camina silenciosamente en el pasillo hasta llegar a la habitación de Bill para entrar en ella, estaba oscuro, cerró la puerta para sentir unas manos a su espalda aprisionándole, y después como tapaban sus ojos con una venda y unos segundos después era lanzado a la cama de Bill...

El corazón de Tom latió a mil por segundo, pero sabía que era Bill quien estaba empezando a jugar con él, el de rastas de acomodó en la cama sentado en ella, después sentía como Bill se ponía  a horcadas sobre él.

––Tan obediente...–– No podía leer sus labios pero su escasa conexión estaba aun allí, en su mente.

––Bill no creo.

––Shhh...–– Lo había escuchado, ese ‘Shito’ de los labios de Bill, la boca de Tom se abrió sorprendido.

––No puedo hablar pero si hacer esos sonidos... Y otros también...–– Bill comenzó a besarlo aunque Tom no le respondía de todo ––No sé por qué coño no te resignas, estás atado a mí por tu culpa...Ríndete de una vez y fóllame, tócame... ¡Bésame! o ¿Acaso tengo que ser una mujer? ––Era evidente la rabia en las palabras de Bill. –– ¡FÓLLAME! ¡OBEDÉCEME!–– Empezó a desnudar a Tom de forma frenética–– ¡Te quiero, te quiero!

Bill empezó a tocar y acariciar posesivamente el pecho de Tom. Lamiendo su tersa piel y chupando sus dos tetillas. Estaba demasiado cachondo como para ver el rostro de Tom que se retorcía en evidente placer. No se permitía gemir. Era tan peligroso.

––No puedes quererme... De esta forma... Soy tu hermano.

–– ¡Cállate, cállate, cállate! Si puedo y eso haré.

Bill lamió el cuello de su gemelo para después guiar sus manos al miembro del de rastas.      

––Por favor... ¡Tom! –– Bill con sus dos manos agarró el rostro de Tom tratando de besarlo–– ¿Que tengo que hacer para que me ames?... Tienes que amarme... ¡Te lo ordeno!

––Eso es imposible... No puedes forzarme a eso... Snif... No puedes... Por más que quiera complacerte...–– Tom comenzó a llorar dolido. ––No puedo... amarte.

––Sí... Sí... ¡Tienes que hacerlo! ––Si Tom pudiera ver el rostro de Bill sabría que estaba lleno de tristeza, cuando el odio y la rabia han pasado solo queda un amargo sabor lleno de dolor––Eres el único que puede amarme...Tomi.

––No es verdad... Muchos te quieren Bill.

––Yo solo te quiero a ti... Eres tan inalcanzable...–– Varias lágrimas cayeron de los ojos avellanas de Bill, Tom se mantuvo callado un momento mientras escuchaba los silenciosos sollozos de su hermano.

Después de unos segundos Bill se recuperó volviendo a comportarse como antes.

––Pero... ¡No importa! –– Tom podía sentir la cercanía de sus labios––Te mataré con mi amor...–– Cogió ambas manos de su hermano mayor para ponerlas en su cintura guiándolo a que tocara su piel que era muy suave al tacto. ––Esta es mi única forma de tenerte, no me importa si me calcino en el infierno...––Bill pasó el percing de su lengua por los labios de Tom. ––Tengo tantos pensamientos de tu persona que incluso te asustaría... Desearías no tener mi sangre.

Eso puso más nervioso a Tom que seguía derramando lágrimas que cursaban sus mejillas para llegar a su delgado cuello.

Luego sintió como esas lágrimas eran recogidas por los dedos de Bill.   

––Hummmm–– Siguió temblando. Bill estaba realmente mal. ––Incluso aquel fluido salino que expende tu cuerpo es tan delicioso...–– Besó a Tom con dulzura, una vez más...Una y otra vez.

––Bill... Snif.

––Nada de rodeos. Quiero... Que me folles aquí y ahora.

Tom apretó las sábanas mientras respondía lentamente los besos de Bill, en cada minuto se volvían más y más húmedos. Bill le quitó la venda desapareciendo las últimas lágrimas a Tom, se acercó hasta su oreja, el de rastas se estremeció un poco al sentir los labios de Bill.

­­–– ¿Qué pasó con ese Tom de antes? –– Bill moviendo su cuerpo sensualmente rozando el de Tom. ––Ese Tom que no le temía a nada... Que no se dejaba dominar por su hermanito... Con tus simples palabras de antes... Me fueses mandado a la mierda... Me fueses golpeado he insultado...––Lamió la oreja de Tom escuchando un gemido muy quedo, aunque sabía que Tom lo escuchaba. ––Quizás una parte de ti deseó que esto pasara.

Tom abrió los ojos como platos y cayó en la cuenta. Jodido Bill, el pez había muerto por su propia boca. ¡Era verdad! ¿Porque simplemente no lo mandaba a la mierda y ya?

Sería tan fácil joder...Casi sentía que su boca se retorcía en una sonrisita de suficiencia cuando...Vio el triste rostro de su hermano. Se veía tan cansado.

Se sintió... Mal, Recordó que el solito se había ofrecido con moño y metido en aquel peligroso juego. Jugando con fuego. Con su propio cuerpo. No estaba bien. Pero... ¿Quien dijo que estaba mal?

Lo había hecho para conseguir el ansiado perdón de Bill. Aunque... Estaba seguro de haber escuchado un “Te quiero” de la boca de Bill. Pero... ¿Lo había perdonado? ¿Era verdad? 

Siguió observándolo. Tan tranquilo pero en su interior sufriendo como nunca.

Bill levantó la mirada para ver a Tom, algo había cambiado, en sus ojos había otro tipo de reflejo. El mismo reflejo que hace mucho tiempo le había gustado, el cual había querido solo para él y egoístamente lo tenía en esos momentos.      

Dio un último intento de besar los labios de su hermano, para sorpresa de Bill ser respondido con mucha pasión, siendo devorado completamente, el cuerpo de Tom se levantó un poco para empujarlo en la cama mientras el beso se hacía mucho más profundo y húmedo, el pelinegro gimió cuando ambas lenguas se encontraron jugando.

Tom dejó de pensar, de razonar y de juzgar. La razón paso a segundo plano cuando la lujuria que lo asfixiaba paso al primero. Simplemente besó a Bill con deseo sin importar nada ni nadie.

Sus manos se posaron sobre la cintura del moreno y este se estremeció. Ahora era diferente. Tom había tomado el control, así, sin más.

Y a Bill eso le producía cosquillas en la boca del estómago.

––Será lo que tu voluntad desee. ––Y mi polla... Ya me has calentado.

Mordió sus labios con saña y en un siseo, lo posicionó debajo de su cuerpo. Se removió y sonrió estupefacto cuando oyó la cama chirriar contra el suelo cuando movió sus caderas embistiendo a Bill.

––Mmmph...–– Eso lo oyó claro. Los mugidos de Bill era lo único que podría disfrutar. Y era suficientemente excitante. ––Tom fóllame... O me correré–– Dijo Bill totalmente ruborizado. Embistió más duro, restregando la ropa sobre sus miembros. ––Ah, no... Hagas eso... Tomi... Te deseo tanto.

Tom jugó con su percing, se sentía tan bien el dominar, y Bill no parecía molestarle del todo, lo embistió escuchando un quejido de su gemelo, un calor bastante conocido le recorría toda su polla.

––Estas haciendo una carita tan sensual...–– Comentó Tom quitándole la camisa a Bill molestando sus pezones.

––Mmmhhmmm...–– El cuerpo de Bill se arqueo para después sentir como el de rastas lamía su pecho mordiéndolo a su vez.      

––Tom... Te quiero.

Tom bajó su mano acariciando el torso de Bill. La deslizo por debajo de los pantalones y rodeó el miembro de su hermano.

––Hummmm–– Ronroneó Bill. Luego siguió lamiendo su pecho, mientras aceleraba el movimiento de su mano. Mordió uno de los pezones de Bill, con mucha saña, y lo llenó de morbo. Bill se arqueó una vez más. Tom sintió que su mano se llenaba de pre-semen.

––No... No…–– Los movimientos de Tom era fuertes y rápidos. ––Me correré... Detente...–– Pero su hermano no se detuvo; empero aumentó más los movimientos, Bill hizo puño su mano junto con las sábanas, su boca de abrió gimiendo de forma sicalíptica, Tom lo vio, era lo más... Caliente que había visto... Y eso que estaban empezando...

Besó al menor para después sentir como su mano se llenaba del semen de Bill y este ronroneaba sintiéndose satisfecho.

–– ¿Te gusta lo que ves?–– Bill vio a Tom que lo detallaba.

––Me encanta...–– Y terminó de desnudar a Bill. Pudo ver el brillo en los ojos de Tom, aún en la oscuridad. ––Te voy a follar pequeño, te la voy a meter tan profundo que necesitarás andar en silla de ruedas al menos una semana...–– El corazón de Bill empezó a latir totalmente alocado.

Tom se sentó a horcadas de Bill y se quitó la camiseta, luego desabrochó sus pantalones. -Quiero estar dentro de ti... Mierda. –– Bill se estremeció al ver como Tom bajaba sus bóxers, muy serio.

––Coño... es enorme...––Pensó Bill. Pero eso lo hacía desearlo más.

Bill lamió sus labios se sentía algo asustado pero eso no quitaba lo excitado que estaba, abrió sus piernas ofreciéndole su virginidad en bandeja de plata cuando Tom empezó a tocar sus muslos, el de rastas parecía fascinado por lo suave que era su hermanito.

–– ¿Porque el cambio tan repentino? ––mPreguntó Bill interesado, el conocía a Tom y sabía que había algo en su cabeza. ––Me haces cosquillas Tomi–– Pero se sonrojó de inmediato dejándose ver como una criatura de porcelana, con las mejillas ruborizadas en un tentador rosa.

Como para darle un buen mordisco.

Tom abrió más las piernas de su hermano, poniendo las manos sobre ellas. Haciendo algo de presión. ––Bill tú eres el que quería esto... Por favor colabora––.

Bill vio a su hermano para después reír mudamente, haciendo que Tom frunciera el ceño molesto.

––Cierto... Lo quiero... Pero...–– Hizo una mueca con la cara. –– ¿Por qué tan... amable conmigo?, si te doy asco Tom. No soy idiota para no darme cuenta que tienes algo en mente. ––Bill se levantó un poco quedando cerca del rostro de Tom, la mano del pelinegro acarició el pecho del de rastas. ––Quizás debes estar tan… "Enfermo" como yo para ceder.

–– ¡Cállate! ¡Cállate! –– Tom dejo de acariciar la suave piel de Bill. Y frunció el ceño poniendo sus manos en su cabeza. ––Cállate no estoy enfermo.

––Tom... Yo no puedo hablar...–– Su excitación bajo de repente.

––Sal de mi cabeza… ¡Hazlo! –– Empezó a desesperarse y su voz estaba a punto de convertirse en gritos. ––Así como haces para que sepa lo que quieres decir... SAL DE MI MENT...–– No pudo terminar la frase.

Bill se levantó y rodeó a Tom con sus brazos. Introduciendo su húmeda lengua dentro de él.

Lamió sus dientes, debajo y el paladar de su hermano. Era tan delicioso. Tom seguía nervioso, pero respondió aquel beso húmedo.

––No... Tú no estás enfermo... Tomi...–– Bill con sus manos acarició los hombros de Tom. ––Yo sí lo estoy...–– Poco a poco el de rastas empezó a tranquilizarse por esa caricia de Bill––Pero... Debo ensuciarte para que nunca me dejes...–– Solo el sonido húmedo del beso se escuchaba en la habitación, ambos se comían con muchas ganas, hasta que rompieron el beso respirando entrecortadamente, sus aires se mezclaron el uno al otro, Bill se tiró en la cama. ––Soy todo tuyo... Tómame... Devora cada parte de mi sucio cuerpo... Y no dejes nada  de  mí... Embárrate de mí... Y así... Podré estar por siempre junto a ti.

Tom lo miró, tenía miedo, mucho miedo que después de tocar a Bill se perdiera todo lo "normal" que podía tener, ser adicto a cada partícula de su cuerpo como una droga sin cura que lo llevaría a la locura. Besó el cuello de Bill escuchando suspiritos ahogados, tenía suerte que su madre tuviera el sueño profundo y pesado, si no ya los fuese descubierto y así todo terminaría en una tragedia.

––Más...–– Pidió Bill mientras Tom guiaba sus manos a la entrada de su hermanito metiendo un dedo suavemente. ––Haz... Lo que quieras conmigo Tomi... Quiero que me uses, me manipules como quieras, hoy... Seré tu esclavo...–– Tom abrió los ojos como platos y en un abrir y cerrar de ojos introdujo toda la longitud de su largo dedo en el trasero de Bill. Sus miembros volvían a endurecerse.

––Mmm–– Sonrió un poco al escuchar los gemidos sordos de Bill. Empezó a hacer círculos dentro de él hasta que penetró con dos dedos la entrada rosada de Bill. Vio como las facciones del pelinegro se retorcían y cambiaban a cada metida que Tom hacía.

El cuerpo de Bill estaba bañado en una fina capa de sudor haciendo que su piel pareciera que tuviera pequeños diamantes incrustado, esa visión dejó completamente a Tom sorprendido y más excitado aún, movió sus dedos como tijeras dentro de Bill, se sentía caliente y apretado, gimió cuando los músculos internos de Bill se contraían, pero siguió estimulándolo hasta meter un tercer dedo escuchando el largo gemido de su gemelo que dio al sentirse profanado de una forma bastante placentera.

––Por favor... Métemelo... Necesito sentirlo...–– La voz de Bill en su mente era de súplica. ––Necesito ser uno... Contigo... Con mi alma gemela.

––Alma... Gemela–– Suspiró Tom, estaba tan  abochornado que no podía articular bien las palabras. Así que metió otros dos dedos en la caliente entrada de Bill, sin más. Éste casi suelta un grito de muerte al sentir toma la extensión de la mano de Tom dentro de él movimientos tan exhaustivamente. –– ¡Mmmmggghh!–– Así que metió su propia mano en su boca para callar los mugidos. Tom seguía penetrando su trasero con saña, su hermanito cerró los ojos y comenzó a llorar... Dolía tanto pero... El dolor era bañado en un fluido de placer extremo. Se sentía tan bien que Tom metiese su mano e hiciera suyo aquel lugar nunca antes mancillado. Que lo ultrajara, sí, que lo hiciera cuantas veces le diera la puta gana meterle mano. Tom torció su mano dentro de las paredes de Bill, y se le tensaron las piernas. Y en segundos se le adormecieron...De puro placer.

Empezó a moverlas con desesperación. En ese momento Bill deseó tener su voz. Para gritarle a Tom lo mucho que lo deseaba. Y también que oyera los gemidos que su limitación reprimía.

––Creo... Que, ya estás–– Suficientemente abierto, sonrió de lado mientras veía a Bill con la mano en su boca totalmente babeado y retorciéndose entre las sábanas. Era una imagen totalmente morbosa y fetiche. Bajó su mirada y sintió un fogonazo de placer cuando vio el miembro de Bill totalmente erecto como caballo. Le pulsó al ver de nuevo su carita que lo ponía intensamente cachondo. Con ese rubor típico de Bill... Que hacía que perdiese la cordura.

Sacó sus manos de dentro de Bill, para ponerse mejor y así dirigir su polla hasta su entrada que poco a poco empezó a penetrar escuchando como la respiración de su gemelo se volvía más rápida, incluso podía escuchar los latidos de su corazón. Los brazos de Bill abrazaron a Tom, era doloroso, mucho, pero sentía como si Tom había tocado cierta parte dentro de él que hacía que sus piernas temblaran de puro gozo, no tuvo que esperar mucho a que su gemelo empezara a moverse, la cama dio un chirrido molesto aunque en ese momento se dio cuenta que los movimientos ya era rápidos y profundos dentro de él.

Las piernas de Bill se enroscaron en la cintura de Tom, escuchando los sonidos que hacía el mayor completamente entregado al placer. Sí... A Bill le gustaba ver esa carita que estaba haciendo su hermano.

––Más... duro...–– Tom sacó su miembro para meterlo nuevamente escuchando el mugido de Bill, era algo frustrante no escucharlo gritar y gemir, aunque sabía que lo estaba disfrutando. ––Tom... He deseado toda mi vida esto... Te he deseado tanto–– Sintió como Tom se volvía más grande aún dentro de su cuerpo y cerró los ojos. Dejándose llevar por aquella sensación para disfrutarla, sentirla y atesorarla.

––Ahh... Jummm–– Tom trataba de controlarse pero no podía acallar los gemidos traicioneros que dejaba salir bajito. Tomó a Bill de la cintura, y cuando estuvo pegado a él, restregó su polla dentro de su hermano.

––Tomi... Me corro... ¡Me corro! –– No, no podía hacerlo, Tom aún podía durar unos minutos más.

Tomó el miembro de Bill que se zarandeaba con cada dura embestida, y puso su dedo presionando sobre el prepucio.

––¡TOM! –– Parecía que estuviese gritando, mientras se retorcía de forma inhumana. No le importó mucho. Tres embestidas más y todo pasó tan rápido.

Bill se arqueó mugiendo exponiendo su brillante y níveo pecho.

Tom dejó su esencia dentro de Bill con un sonoro gemido.

Sintió calidez en su mano... Bill se había corrido.

Bill cerró los ojos sintiendo como todo ese placer le recorría el cuerpo, soltó a Tom sintiendo su frente mojada por el sudor, llamó a Tom con un dedo para besarlo, tenía tanta hambre de la boca de Tom que no dejó de recorrerla.

Las manos de Bill recorrieron el pecho de Tom, aún estaba dentro de él, había dejado toda su semilla en el cuerpo de Bill. Sonrío, sintiéndose pleno… y lleno…

Después de unos minutos lo sacó, viendo como el semen se escurría en las piernas del pelinegro.

––Otra vez...–– Escuchó Tom a Bill pero éste parecía agotado.

El de rastas le quitó los mechones mojados de su cara para después ponerse a un lado, y sintiendo esa sensación de que todo lo que había hecho estaba muy mal.

Pero se sintió tan bien...pensó Tom viendo a Bill medio dormido, parecía muy inocente estando así.

Tom cerró los ojos, y caviló un poco. Sintió los brazos de Bill rodearlo, su abrazo era tibio. Luego enredó sus piernas en la cintura de Tom, como un koala. Éste suspiró. Lo que es prohibido excita mucho, simplemente había caído en la tentación. Pero... ¿Debería arrepentirse? ¿Por qué? Solo era SEXO.

–– ¿Tom? –– Se oyó una voz como desde una habitación. Tom abrió los ojos y un escalofrió tétrico recorrió la piel del rastudo. ––Simone.

Bill se mantuvo en la misma posición, sintió a su hermano moverse pero no permitió que se levantara.

–– ¿Bill estás loco? Pueden descubrirnos...–– Susurró preocupado.

Al pelinegro le importaba muy poco.

––Calladitos somos más bonitos...–– Escuchó al menor viendo al expresión sorprendida de Tom.

––Shhht...––Lo chitó besándolo. ––Ella no entrara... Aquí no... Está cerrada.

Escucharon los pasos de su madre, Simone pasó justo en el cuarto de Bill, Tom casi sintió que su corazón se salía.

––Me pone tan caliente esto––.

El de rastas vio a su hermano con mala leche y decidió levantarse.

––No te irás.

–– ¿Porque no? –– Preguntó Tom.

––No deseo que me dejes solo... Duerme conmigo.

La boca de Tom se secó por eso, no... Solo era sexo.

––Mamá nos puede descubrir Bill.

Su gemelo se encogió de hombros.

––Quiero hacerlo otra vez.

––No debemos... Mamá está cerca.

–– ¿Si no lo estuviera lo haríamos?–– La sonrisa de Bill se ensanchó. Tom no respondió.

––El que calla otorgaSoy tu esclavo... Por esta noche, aprovéchate de mi tonto… Tómame, úsame, fóllame, penétrame… ¿Quieres una mamada? Me lo tragaré todo.

Tom se tensó al escucharlo. Por primera vez dejo de ser siempre tan cauteloso y obediente. Tan cándido y tranquilo Como siempre había sido. Así que olvidó que estaban en la habitación de Bill. Desnudos. Simone estaba buscando a Tom. Y lo más importante que estaba acostado con su hermano gemelo.

Y... tomó el rostro de Bill y lo besó con locura.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).