Agarro el brillo y aplico un poco en su boca para verse que estaban húmedos, hoy seria una noche especial.
Después de tantas peleas, Tom y el habían hablado, se habían dado algo de tiempo que duro un mes aproximadamente para que sus mentes pensaran bien lo que ellos querían.
Ambos eran exitosos en sus carreras, el, Bill Kaulitz era un cantante solista y Tom Trümper era un busca talentos, en pocas palabras un manager y ex guitarrista de una banda que había formado cuando fue mas joven. Se habían conocido en una fiesta y cada uno quedo “enamorado” a primera vista del otro, o al menos eso era lo que pensaba Bill, que estaba enamorado de Tom.
Claro que, en toda relación tenían sus momentos malos, pero para Bill fueron mas momentos malos que buenos, Tom era encantador y muy guapo, pero…eso no quería decir que fuera el tipo de decir frasecitas románticas todo el tiempo, solo las decía en el momento justo, bueno, ¿justo en la cama en pleno orgasmo contaba? para Bill no.
Sin contar el detalle que Tom tenia la costumbre de babear por cuanta falda que había a la vista.
Bill salió del departamento y tomo el ascensor, el taxi ya lo esperaba abajo desde hace 10 minutos.
“No se tomo las molestias de prender la luz, ya sabia con quien estaba, la luz de la ventana iluminaba el cuerpo escultural, tenían una pequeña pero apetecible cintura, piel morena, cabello rubio y pechos grandes, sonrió sin poder evitarlo.”
Después de pagarle al señor del taxi entro al restaurante donde Tom había reservado, frunció el ceño al no ver nadie en la mesa que les toco, aun su novio no había llegado.
“––Eres muy pero muy bueno en esto…
Su cuerpo se arqueo mientras sentía como besaba su cuerpo, el otro no dejo de hacerlo, ¿cuanto tiempo sentía que no estaba con una mujer?
Mucho…pero mucho tiempo…””
Sus manos las junto con gesto preocupado, mientras llegaba el camarero y dejaba su orden, una ensalada.
A el no podía estarle pasando, habían hablado por teléfono hace unos días y había notado el cambio de Tom incluso al hablar.
¿Por qué siempre peleaban?
Por la simple razón de que Tom no era hombre fiel.
“La penetro como si su vida dependiera de ello, mientras escuchaba a su acompañante gritar pidiendo más y más…
––Que zorra…––murmuro el de rastas mientras la ponía en cuatro, entrando nuevamente en ella escuchándola gritar.
––Por favor, no te detengas Tom.
Frunció el ceño, pronto acabaría.”
Hace una hora estaba allí.
¿Por qué estaba esperando tanto?
Algo le decía que tenia que irse, pero no.
Tomo su teléfono llamándolo…de nuevo.
“Gruño cuando por fin acabo, sus respiraciones eran agitadas, la mujer se monto encima de el besándolo.
––Tu teléfono esta sonando...––murmuro la rubia, giro su rostro viendo como su celular vibraba como loco y prendía y apagaba, hasta que vio la foto y nombre –Bill-.”
––¿Dónde diablos estas?––pregunto el pelinegro tratando de mantener la calma.
––Estoy…––la voz de Tom era ronca como si estuviese bebido, pero el conocía ese tono perfectamente.
––¿Quién es cariño?
Bill apretó la mano debajo de la mesa, otra vez…otra vez había sido traicionado, la primera había sido un desliz, la segunda la ignoro…pero la tercera.
Escucho risas por el teléfono y después de la nada Tom colgó.
¿Después de casi dos años nuevamente había caído el ex guitarrista en las andanzas de montarle los cuernos nuevamente?
Bill mordió sus labios, tenia ganas de gritar, de golpear y sobre todo de destruir todo lo que había a su alrededor, pero tenia que mantener la calma, tenia que mantenerla, a pesar de tener incluso testigos, el siempre se negó a ver la realidad de que Tom jamás lo querría como el lo hacia.
Jamás habían echo “el amor” solo era un maldito polvo.
El vino tenía un sabor asqueroso cuando tomo de su copa, no bebería más y ahora menos que estaba caliente.
Sus ojos mieles fueron directo a la puerta cuando vio al de rastas entrar en ella con una sonrisa, se acerco dándole un beso en la mejilla junto con una rosa que dejo a su lado, aunque Bill no respondió los gestos.
––Bill lo siento por llegar muy tarde, estaba en una junta importante y…––sonrió un poco mientras el camarero traía una copa de vino, Bill lo miraba sin expresión alguna––¿Amor?
El cantante alzo el teléfono mostrándose.
––15 llamas…––murmuro––15 malditas llamadas hice toda la noche y ninguna la respondiste.
El de ratas no respondió y Bill siguió.
––Hasta que en el ultima me doy cuenta que ese “junta” importante que tenias era ¡follarte a una maldita puta!––estallo el pelinegro atrayendo las miradas de todos.
––Bill no es lo que tú crees yo…––Tom se levantó cuando Bill le dio un fuerte golpe a la mesa causando que la copa de vino callera.
–¡Eres un maldito bastardo, nada de lo que hago es suficiente para ti!
Tiro el pañuelo a la mesa para irse, no podía aguantarse más la cara de cínico que tenia Tom.
Escucho los flashes de cámaras, lo que faltaba…
––¡Bill!––Tom lo siguió hasta la entrada, todo el mundo estaba mirando lo que pasaba––amor por favor perdóname…yo no quise…––lo abrazo pero lo único que recibió fue el rechazo de Bill empujándolo.
––Ni te atrevas mas a tocarme o a llamarme, esta será la última infidelidad que me darás de tu parte.
El pelinegro salió lo mas rápido que pudo del restaurante dejando a Tom de un lado mientras mas flashes salían incluso habían una cámara.
Había perdido a Bill…
––¡Maldita sea!
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––¿Estas bien Bill?––pregunto con preocupación Andreas viendo a su amigo cambiando de canales, ya eran 3 días desde que estaba junto a el en su departamento.
––Estoy bien Andreas…––murmuro sin mirarlo el pelinegro.
El rubio frunció el ceño, Tom era un bastardo que no merecía las lágrimas del cantante.
––He llorado tanto las ultimas veces que creo que con esta, aunque quisiera no llore…mis ojos se secaron.
Se sentó a su lado mientras dejaba de cambiar los canales, lo había dejado en un canal de entretenimiento y moda.
––Karen ¿cuáles son las nuevas noticias de hoy? ––Oh el último chisme Max, ¡Bill Kaulitz al fin dejo a Tom Trümper! Se escucho una bulla y unos llantos. ––Casualmente el pasado viernes estaba en el mismo restaurante que Bill y bueno…las imágenes hablando por si solas.La pantalla cambio rápidamente situándose donde Bill estaba gritándole a Tom.
“––¡Eres un maldito bastardo, nada de lo que hago es suficiente para ti!”
El rubio miro a Bill que no tenía expresión alguna.
––Bill todo el mundo lo sabía, después de dos infidelidades ¿ya es cuando te das cuenta a la tercera?
––Karen seguro Bill quería mucho a Tom.
––¿Y tu crees que le aguantaría los cuernos a mi novio Max?––La reportera hizo un gesto. ––¡Nunca!
––¿Y cómo te encuentra Tom?
––Nadie lo sabe, no hay ninguna entrevista y cuando alguien se acerca con el tema lo evade fácilmente….que cobarde…al menos Bill lo dejo, ya hay muchas mujeres y hombres que seguro desearan darles el amor que Tom quizás no le dio.
Andreas tomo el mando del televisor apagándolo.
––Bill salgamos…
El pelinegro lo vio y negó con la cabeza.
––¡Vamos!––el rubio se mordió el labio––para mi es suficiente que estés a mi lado.
Bill lo miro sorprendió para después sonreír un poco.
––Para mí también.