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La fantasía por GothiCari

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Notas del fanfic:

Para escribir este one-shot me inspire por este articulo http://www.lapatilla.com/site/2011/04/15/como-tener-buen-sexo-oral%E2%80%A6-%C2%A1por-telefono/

El Twitter es mi nuevo ocio xd y mediante el fue que vi el artículo

Notas del capitulo:

Quiero agradecer a tres personas con las cuales estoy contando mucho y casi siempre hablo con ellas.

A mi nueva beta Lilith de Valois la que ahora incluso estando ocupada me betea.

Mi Soulmate Pamm lo cual ahora no puedo vivir sin ella.

Y a Carol, una amiga y sister que siempre escucha mis delirios (?) y cada idea loca que tengo en la cabeza siempre se la digo incluso ella lee (antes de publicar) las cosas que escribo y me anima mucho ;)

Nota: Historia editada el dia 14/08/2013

Lo odiaba, de verdad lo odiaba.

Tom Kaulitz era el macho. Al sólo verlo todas las chicas del colegio tenían orgasmos, y a él también le provocaba orgasmos y eso hacia que lo odiara aún más de lo normal.

Todos los días lo veía en el campo de fútbol, practicando, y para hacerlo más emocionante el muy maldito se quitaba la camisa y se dejaba ver todo su torso marcado.

–– ¡Hey! –– Sam le dio un manotazo a Bill, haciéndolo casi caer de la banca –– Espero que no andes babeando de nuevo por Kaulitz.

–– ¡Claro que no! –– Bill frunció el ceño.

–– ¿Entonces que es eso que baja por la comisura de tus labios?

Bill se quitó el poco de saliva que tenía, era de lo peor y ¡el ni podía evitarlo!

–– Aún no entiendo porque te gusta tanto, si es todo músculos, seguro que ni utiliza esa cabeza que tiene, te apuesto que tiene un maní en ella.

Sam era el mejor amigo de Bill, un rubio de ojos azules, gay hasta la ultima célula de su cuerpo. Él, al igual que Bill, odiaba a Tom y no por el simple hecho de que su compañero de clases estaba buenísimo, si no por que era el idiota que se burlaba de ellos solamente porque les molaba otra cosa que no era una ranura abierta en dos.

–– No es que me guste, solo que hay algo en el que me dice que es gay, ¡lo sé! conozco a los de nuestra especie….y si le descubro algo “raro” en serio que se lo diré a todo el mundo…––comentó Bill mirando fijo a Tom.

El rubio no pudo ampliar su sonrisa.

–– Entonces, te encantará escuchar esto ––Bill miro a su amigo y levanto una ceja–– Ese es más marica que tu y yo juntos –– el pelinegro casi salta al escuchar lo que decía el rubio –– Bill, no te equivocas, la otra vez estaba con Georg, tu sabes…mi novio –– Bill asintió. –– Bueno, él, antes de conocernos, tenia un negocio…. mejor dicho, era un putón…–– Sam frunció el ceño –– Vale, ese no el punto, si no que… él en ocasiones recibía llamadas de un tal “Tom” y es él, Kaulitz… lo reconoció por la voz… tenían sexo por teléfono.

Bill abrió la boca sin emitir palabra alguna, para después chillar casi de forma excitada ocasionando que varias personas se le quedaran mirando, incluso los que practicaban en la cancha de fútbol.

–– ¡Cállate!

El rubio se puso la mano en la cabeza suspirando forzadamente.

––– ¡Lo siento! ¡Lo siento! –– Bill miró hacia los lados y en ese momento pasaban varios chicos que practicaban, silbidos, haciendo fruncir el ceño a los dos amigos.

–– La parejita más famosa de todo el colegio platicando sobre sus próximas folladas –– ambos conocían esa voz odiosa y arrogante.

–– ¿Celoso, Kaulitz? –– Sam miró al rubio de rastas.

–– No, para nada… sólo que ciento curiosidad por saber que le ven de emocionante follar por el culo.

–– ¿Por qué no lo practicas con una de tus noviecitas? –– Bill hizo una mueca.

–– No seria lo mismo ya que ellas no son hombres.

–– ¿No quisieras probarlo conmigo? ––Sam abrió los ojos de sobre manera al escuchar pronunciar eso por Bill causando una sonrisa socarrona en Tom.

–– ¿Y cumplir tu sueño por ser follado por mi? ¿Aún me esperaras como virgen antes de la boda, Trümper?

Algunos chicos que seguían a Tom reían escuchando la pelea.

–– ¡Amor!… –– Natalie tomó del brazo al rastudo, ignorando olímpicamente lo que pasaba.

–– Nat, estaba por llamarte.

Bill sintió su estómago revolverse cuando vio como ambos se besaban, ¡era tan repugnante!, era como ver dos sanguijuelas chupándose mutuamente.

Se fueron, ignorando a Bill y a Sam que solo hicieron muecas de asco.

–– No sé que es lo más asqueroso de todo lo que le rodea: los lame botas de sus “amigos”, su novia o el hecho que está en el closet –– murmuró Bill.

––Eso no es asqueroso, sólo triste.

Bill en verdad le dio la razón al rubio en esa parte, si en realidad era gay no sabía como confirmarlo, a menos que sus amigo haya conseguido de su novio el número, pero al preguntarle supo que las llamadas eran anónimas, no podían verse los números para que no hubiera después algún problema.

Al día siguiente Bill estaba en la biblioteca, su profesor de biología le había dejado una tarea de las leyes de Mendel, lo cual le estaba ocasionando un dolor de cabeza, ¿Para qué demonios tenía que saber de biología si eso no iba en lo que estudiaría en la Universidad? Igual era con Educación física, pura mierda obligatoria.

Cuando se giró se asustó al ver a su amigo Sam.

–– Idiota, me asustaste –– murmuró el pelinegro dejando un libro en la mesa.

–– No soy tan feo como para asustarte –– bromeó el rubio.

–– Ya, ¿que haces aquí? Eres alérgico a los libros.

–– Ja-Ja…–– rió de mala gana el otro. ––Sólo quería decirte que le di tu número a Tom Kaulitz.

–– ¿QUÉ?

Las demás personas que estaban en la biblioteca le chitaron a Bill ocasionando un sonrojo por parte del mismo.

–– Eres un…. ¿Para que carajos se lo diste? ––molesto preguntó en voz baja.

–– Hoy vas a recibir una llamada de él, creo que como a las 12, allí grabaras todo de él y así le arruinamos su vida.

Bill se le quedo mirando al rubio un momento, sí, era verdad que lo odiaba, pero el no quería arruinarle la vida, aunque podría amenazarlo con esa grabación para que los dejara en paz, sería una buena idea quitarse ese “peso” de encima.

–– ¿Como le diste mi número?

––Fácil, sólo agarré uno de sus cuadernos, bueno a decir verdad, el único que trae a clases –Bill rió–– Y puse tu número en él…”El gatito rosa te espera a las 12, llámalo, su número es XXXXXXX servicio gratis”.

Todos los colores se le subieron a la cara a Bill de nuevo.

–– ¡QUE CARAJOS!

Volvieron a chitar.

–– Jovencitos, lo sacaré de la biblioteca si siguen haciendo ruido –– La señora Pencil los miró severamente.

–– Lo siento –– Dijeron al mismo tiempo ambos amigos.

Cuando salieron de la biblioteca Bill le armó un escándalo a Sam, aunque a este poco le importó.

–– Deja de ser mojigato por el amor a Jesús, ¿piensas que el ira a tu casa a tener sexo contigo? –– A Bill no le parecía mala idea pero no quería eso, bueno en realidad sí, pero lo único que quería era escuchar a Tom pidiéndole sexo a él, a un chico. –– Serás tarado… Georg, cuando trabajaba en eso, lo hacía en línea en esas páginas porno de gays, después de pagar, la persona recibía por correo el número de ese chico con el que querías tener sexo telefónico, claro que todo era totalmente anónimo.

–– ¿Era una compañía?–– preguntó Bill curioso.

–– Lo es, el costo es barato, aunque casi todos los días la página funciona, lo cual ya se sabe de sobra que tienen mucho dinero por el tiempo que tiene en línea.

Bill asintió no seguro del todo.

–– Tranquilo, lo único que tienes que hacer es grabarle diciendo que quiere sexo contigo, le cortas y asunto resuelto, el no sabrá que fuiste tú…

–– Lo sabrá si lo amenazamos con ello.

–– Pero ya será demasiado tarde, ya la habrá cagado.

Bill nuevamente asintió, él esperaba no embarrarla.

–– ¡No, espera un momento! –– El rubio lo miró –– ¿y que seguridad hay si me llama?, tú lo dijiste, es el único jodido cuaderno que abre y seguro que para hacer sus estúpidos grafittis…

–– Porque cuando abrí su cuaderno por la parte de atrás había un agenda de números y todos son de chicos, Georg me mostró los “Seudónimos” que tenían sus ex compañeros, El doctor, Masoquista69, Cupido…–– rió al mencionarlo –– son unos morbosos.

–– ¿Y porqué yo el Gatito Rosa?

–– No lo sé, por lo delicado que eres, lo engañoso que a veces puedes ser –– Bill frunció el ceño –– Y no de mala manera… aparte de eso, por el ‘rosa’ ya se entiende que eres gay, más claro no puede ser.

Cabeceó, escuchando a su amigo, algo le decía que las cosas no irían bien, pero ya estaba hecho y tenían que esperar la llamada.

Cuando sonó su celular a las 12, Bill estaba a punto de tener un desmayo por el nerviosismo, estaba con una camiseta y bóxer en su cuarto, su madre no estaba (¿era casualidad?). Se sentó en la cama escuchando su celular repicar como loco, con insistencia, tenía que darle con todo.

Cuando lo tomó y le dio a “Aceptar llamada” escuchó sólo el sonido de una respiración, debía ser Tom claro.

Tenia que poner su voz menos carrasposa y mas sensual para que no fuera reconocido.

–– Gatito rosa...–– pronunció Tom lentamente, causando que todos los vellos de la nuca de Bill se le erizaran, ¿ya estaba duro? Joder, no perdía el tiempo.

–– ¿S-Si? –– tartamudeó Bill no del todo seguro.

–– Tu voz es exactamente como decía el anuncio debajo de tu número –– Bill no supo que responder –– Delicada como el maullido de un gato, me recuerda a alguien…–– el pelinegro maldijo a Sam por poner eso.

–– También soy suave como uno –– Comenzó Bill. –– Me gusta mucho jugar con mi amo.

Se sentía nervioso pero eso no quería decir que no sabría como manejar la situación, sentía su corazón latir.

–– ¿Estas desnudo, pequeño gatito? –– mierda, la voz de Tom era tan jodidamente sexy que Bill casi se derrite.

–– Mmmm… no, estoy con un gran camisón y un bóxer.

–– ¿Ajustados a tu cintura?

Bill asintió pero después supo que no podía verlo.

–– Si –– pronunció casi de forma ronroneante.

–– ¿Puedes maullar?

–– También gemir y gritar sobre todo cuando siento toda la “leche” en mi interior –– escuchó un gruñido de Tom.

–– ¿Dónde tienes tus manos?

–– Encima de mi…

En ese momento Bill se dio cuenta de que una de sus manos estaba en su entrepierna, habían empezado no hace 3 minutos y estaba tocándose, no era mala la sensación que sentía.

–– ¿De mi? –– la voz de Tom hizo que volviese nuevamente a la realidad.

–– De mi entrepierna –– dijo con voz sensual mientras se acariciaba poco a poco –– ¿Y tú?

–– Igual, quisiera saber si eres tan suave como dices….también saber cómo es todo tu cuerpo.

¡Mierda, mierda, mierda!

Los movimientos de Bill eran un poco más rápidos haciendo que brotaran gemidos, que estaban poniendo más a Tom.

–– Con esa voz, seguro eres todo un guapo…–– dijo entrecortadamente Bill, no estaba lejos de la realidad –– Pasaría toda mi lengua por tu cuerpo, hasta llegar a tu polla y así hacerla brotar de leche, el gatito quiere leche.

Bill maulló, había puesto el manos libre así no tenia que tener el celular en mano, tenia el audífono donde escuchaba a Tom y el también podía escucharlo por el pequeño micrófono que tenia cerca de la boca.

–– Pequeño gatito no me digas eso, te la voy a meter hasta el fondo después de acabar en ti…joder.

Se escucharon más jadeos y gemidos entrecortados, las palabras fluían en ambos de forma natural, diciendo lo que querían, lo que el otro deseaba que le hicieran, hasta llevarlos al éxtasis.

Bill se arqueó y gimió ruidosamente, por el otro lado de la línea se escuchó un gruñido muy bestial. Para el pelinegro había sido una buena corrida.

–– ¿Porque… haces esto? –– preguntó Bill después de unos segundos de haber terminado.

–– Porque… –– la voz de Tom sonó más tranquila ––esta es mi única forma de imaginar a la persona que quiero –– El pelinegro se quedo callado, sin entender aún lo que quería decir exactamente el rubio –– Es prohibida, vivimos en mundos diferentes… no puede ser, pero no puedo evitarlo, me vuelve loco todo el gatito, por eso llamo, me imagino que es él, es frustrante pajearse sólo pensando como sería sentirlo a él… prefiero hacerlo en compañía, el anonimato es más excitante y más si te imaginas que es esa persona, sobre todo escuchar su voz…pensar que esa es su voz.

La boca de Bill se abrió, vio el teléfono estaba grabando todo, no podía ser que a Tom le gustara un chico.

–– ¿Cómo se llama? –– preguntó automáticamente Bill.

–– Bill Trümper.

–– ¿¡Qué!? –– Bill casi saltó en la cama, había olvidado que estaba todo lleno de su semen, las palabras de Tom lo había dejado tan sorprendido que olvidó que su voz no era suave como hace unos minutos.

–– ¿Bill? –– La voz de Tom sonó a pregunta y el nombrado casi quiso darse un tiro y rápidamente colgó.

No podía estarle pasando eso a él, ¡precisamente a él no!

Le dio al botón de su teléfono de “terminar de grabar” y todo quedo allí, estaba casi traumado, NO, estaba completamente traumado, no por el echo de que Tom fuera gay, si no porque gustaba de él.

–– ¿Mañana como lo veré a la cara? –– murmuró para sí.

Podía cambiarse de colegio, ciudad, cambiar su nombre… pero eso no quitaba el hecho de que Tom, seguramente lo buscaría tarde o temprano, porque….sabía su secreto.

Durmió sintiendo las ganas inmensas de pegarse contra la pared por ser tan estúpido, pero lo hecho, hecho estaba y no podía cambiar.

Cautelosamente, cuando llegó el colegio, buscaba de todas las formas de que nadie lo viera, sobre todo los del equipo de fútbol, no había hablando con Sam, de él también se escondía, porque sabría que si le dijera todo eso se cagaría de la risa el desgraciado y él sería el que publicaría todo eso.

Caminó hacia al aula de informática y antes de entrar fue jalado hacia el aula continua, de física, haciéndolo poner nervioso.

–– Así que el gatito rosa… –– era la voz de Tom, Bill pensaba que iba a golpearlo, pero el rubio sólo lo estaba mirando –– No sabia que ahora eras prostituta.

–– No lo soy. –– Dijo de forma ofendida el pelinegro.

–– Da igual, ya me daba mala espina ese número en color rosa en mi cuaderno. Dime ¿lo dejaste tú? ¿te estabas burlando de mi?  –– Bill no respondió –– Lo sabía. Pero cuidadito Trümper, si revelas eso, tus días serán verdaderamente oscuros…–– y lo empujó contra la puerta, lastimándolo –– En realidad no sé de qué me preocupo, nadie te creerá.

–– Me creerán, por esto…–– sacó su teléfono iniciando la conversación que tuvieron ayer, Tom enrojeció –– Y si la rompes no me importa, tengo miles de esas.

–– ¿Dime lo que quieres?

Bill se asusto, Tom lo tenia acorralado a la puerta, no quería que lo lastimara. Lamió sus labios y agarró una de las rastas de Tom, el rubio siempre le pareció atractivo…tanto como para…

–– Tu también me gustas –– comentó Bill haciendo un silencio bastante largo, la campana había sonado del comienzo de las clases y se escuchaban ruidos de los estudiantes riendo y hablando, en ese momento Tom captó.

Sonó el silbato, el partido había terminado y los de su escuela habían ganado.

–– Te estuve buscando toda el puto día, pensaba que no habías venido –– Sam se sentó al lado de Bill mientras lo veía con el celular en mano. –– Cuéntame ¿Tom llamó?

Bill negó.

–– Seguro pensó al verlo, que era una puta, Sam.

–– No le veo mucha diferencia con las que se acuesta.

–– ¡Oye! –– golpeó el hombro de su amigo. –– No me llamó, quizás nos quedemos con esa duda.

Sam suspiro.

–– Que mierda.

En ese momento sonó el celular de Bill, había recibido un mensaje.

–– ¿Quién es? –– Pregunto el rubio viendo a Bill sonreír, respondiendo.

–– Dog Unleashed.

–– ¿Y quien es ese? –– Sam espero una respuesta que nunca llegó –– Oh, ya capté, un enamorado.

Bill siguió sin responder mientras seguía enviando mensajes.

––  Tom, aún no entiendo como terminaste con Natalie…–– dijo uno de los amigos de Tom mientras se cambiaban, el de rastas ya se había bañado pero enviaba mensajes, parecía casi hipnotizado por el teléfono –– No me digas que tienes a otra.

Tom no respondió.

–– ¡Joder Tom!... ¿A quien le envías mensajes?

–– Gatito rosa.

El chico gruño.

–– Pensé que habías dejado…eso.

Tom siguió sin responder y su amigo dejó de insistir, mientras el rastudo leía lo que Bill le decía, su gatito rosa.

“A la salida, en el parque, nos vemos mi Dog Unleashed”

Notas finales:

 


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