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Cabeza dura por xx serpi

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Disclaimer: Saint Seiya y sus personajes le pertenecen a Kurumada. Yo solo los uso para divertirme sin fines lucrativos.

 

               Cuando llegó, Milo estaba listo, esperándolo con la chaqueta al brazo, listo para la manifestación.

            —¿Estás seguro de venir?

            —Camus, estudio aquí, lo que pase en tu país me afecta. Además, aunque te dejen tonto de un adoquinazo seguiré queriéndote.

            El francés emitió un gruñido de protesta ante el comentario.

            —Es que tienes la cabeza tan dura que dudo que pudiesen hacerte daño— se explico, encogiéndose de hombros.

            Fuera del edificio, ya estaba comenzando el Mayo Francés del Sesenta y ocho.

 

 

__________

 

NOTAS:


(Leerlas no es obligatorio, pero ayuda a conocer a la autora y a hacerla feliz)

Camus y Milo. AU histórico. Este lo escribí para un evento del club de esta pareja en el SSY. De hecho, aún escribí unos cuantos para ese evento, y eso que no tiendo a hacer trabajos que caigan en el AU. Debería hacer más, porque es tremendamente divertido tratar de mantener a unos personajes al tiempo que los cambias completamente de lugar. Este es bastante humorístico, y lo situé antes de salir de la casa para que pudiera serlo. Como comprenderéis, lo iba a tener jodido para ponerme a hacer humor en medio de una manifestación tan importante como fue la del 68.

Tengo por ahí un fic que comencé a escribir para este evento también, pero que jamás terminé a tiempo y que sigue ahí, apartado, a la espera de que vuelva a sentirme con ganas de escribir para este fandom. La verdad es que la idea era genial, pero necesitaba un montón de investigación de fondo y no hubiera sido posible terminar el relato a tiempo de ninguna de las maneras. Daría datos para abrir boca, pero está ese problema de que no sé cuando volveré a escribir relatos dentro del universo de Saint Seiya, ni si volveré a hacerlo en lo absoluto. Espero que sí y que esto solo sea una sequía pasajera de algunos años.

Por último lo de siempre, decir que soy la afitriona del kink meme en español de esta serie, por si alguien está interesado en poner prompts o rellenarlos. El link a mi lj está en mi perfil, y desde ahí pueden llegar al kink-meme, pero si alguien tiene problemas encontrándolo siempre puede preguntarme a mí directamente. No os preocupéis, que no muerdo. Esta parte, como a la vez sirve para hacer publicidad (la ídea es revivir el fandom) y para rellenar las palabras que me faltan para completa las "500 of doom", pues la voy repitiendo en los fanfics que ando colgando hoy en este fandom. Vamos, aquellos que todavía no había colgado por aquí.

 

A partir de aquí, repito el fic dos o tres veces más, porque no tengo mucho que contar acerca de él, de todas formas.

 

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Cuando llegó, Milo estaba listo, esperándolo con la chaqueta al brazo, listo para la manifestación.

            —¿Estás seguro de venir?

 

            —Camus, estudio aquí, lo que pase en tu país me afecta. Además, aunque te dejen tonto de un adoquinazo seguiré queriéndote.

 

            El francés emitió un gruñido de protesta ante el comentario.

 

            —Es que tienes la cabeza tan dura que dudo que pudiesen hacerte daño— se explico, encogiéndose de hombros.

 

            Fuera del edificio, ya estaba comenzando el Mayo Francés del Sesenta y ocho.

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Cuando llegó, Milo estaba listo, esperándolo con la chaqueta al brazo, listo para la manifestación.

            —¿Estás seguro de venir?

            —Camus, estudio aquí, lo que pase en tu país me afecta. Además, aunque te dejen tonto de un adoquinazo seguiré queriéndote.

            El francés emitió un gruñido de protesta ante el comentario.

            —Es que tienes la cabeza tan dura que dudo que pudiesen hacerte daño— se explico, encogiéndose de hombros.

            Fuera del edificio, ya estaba comenzando el Mayo Francés del Sesenta y ocho.

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Cuando llegó, Milo estaba listo, esperándolo con la chaqueta al brazo, listo para la manifestación.

            —¿Estás seguro de venir?

 

            —Camus, estudio aquí, lo que pase en tu país me afecta. Además, aunque te dejen tonto de un adoquinazo seguiré queriéndote.

 

            El francés emitió un gruñido de protesta ante el comentario.

 

            —Es que tienes la cabeza tan dura que dudo que pudiesen hacerte daño— se explico, encogiéndose de hombros.

 

            Fuera del edificio, ya estaba comenzando el Mayo Francés del Sesenta y ocho.

 

 


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