CAPÍTULO 05- AGUJERO NEGRO
No mires atrás y vete,
No me busques de nuevo y vive tu vida,
Porque no me arrepiento de amarte,
Toma solo los buenos recuerdos.
De alguna manera yo lo soportaré,
De alguna manera yo resistiré,
Deberías ser feliz incluso si estamos así,
Día a día yo me voy apagando…
HARU HARU- BIGBANG
Su peor pesadilla se hizo realidad. Ese día ELLA lucía un hermoso vestido que acentuaba su figura y le hacía parecer más hermosa… ÉL siempre elegante e impecable, llevaba un traje sastre de diseñador, lucía maduro y… mucho más atractivo. Llegaron tomados de la mano, esbozando una sonrisa radiante, feliz… enamorada.
Él tan caballeroso como un príncipe, sostuvo la silla hasta que ella se acomodó. Eran el centro de atención, las cámaras y reflectores apuntaban sus lugares.
- Muchas gracias por haber venido, por ser parte de esto tan importante para nosotros. –DongWook habló solemne sujetando la mano de ella.- Les llamamos porque siempre fieles a nuestros fans y a nosotros mismos, terminaremos de una vez con todos los rumores mal intencionados. Desmentiremos lo que personas sin un poco de conciencia han esparcido confundiendo a todos.
Hizo una pausa para mirarla, ella sonrió y sus pálidas mejillas se ruborizaron.
- Como bien descubrieron… llevamos 10 años juntos. Sí, fue difícil pero mantuvimos una relación que a pesar de quedar al descubierto y habernos enojado, fortaleció más nuestro lazo. Nuestros corazones se unieron hasta formar uno solo. -Hizo otra pausa, solo amigos cercanos, familiares y las agencias sabían que se trataba del anuncio más importante de sus vidas. La prensa estaba emocionada… tenían sospechas, pero cuando un idol que intenta mantener su vida de bajo perfil de la nada decide realizar una rueda de prensa, siempre despierta curiosidad.
Taeyang no lo pudo evitar… quería verlo, quería escucharlo de sus propios labios para una vez por todas morir de tristeza. JiYong no se la puso fácil, tuvo que mentir y manipular a SeungRi para lograr estar ahí… en ese mismo recinto de conferencias, todos estaban tan sumidos en la pareja del frente que nadie notó su presencia.
- Por eso… queremos anunciarles… que he pedido oficialmente la mano de esta hermosa mujer con quien soy feliz. Somos prometidos…
La besó… ante sus ojos… el anillo de compromiso lucía lujosamente en ese dedo cuya vena guía hasta el corazón. Ella sonríe de felicidad y emoción, las lágrimas se desbordan. La lluvia de flashes, preguntas apresuradas, felicitaciones y más alborotó se armó.
- Estoy enamorado de mi querida prometida. Quiero que lo sepan, estoy agradecido con la vida, pero sobre todo, con ella… por haberme brindado la oportunidad de una vida juntos y con el mundo como mi testigo. Hago la promesa de entregarme en cuerpo y alma por ser felices.
Le pareció la promesa de amor, más hermosa… sintió que su corazón se partía en los pedacitos de los pedacitos en que estaban hechos. Sonrió… si DongWook era feliz… ¿Qué más le quedaba? Nunca lo odiaría… lo amaba tanto. Quería dejar de hacerlo… ya no más sufrimiento.
No se quedó a escuchar el resto de la conferencia de prensa… dio media vuelta entre la muchedumbre. Respiró profundamente a cada paso que daba, mientras dejaba atrás los aplausos y felicitaciones el muro que levantó para protegerse era golpeado fuertemente amenazando con destrozarlo… derrumbar sus fortalezas. Era lo mejor. Así lo había dicho él…
Pero apenas llegó a su vehículo cuando se rompió por completo. Las lágrimas se deslizaron, la esperanza finalmente murió marchita por la cruel realidad… DongWook lo había dejado de amar. Recargó su cabeza en el volante mientras deja fluir todos esos sentimientos de amor moribundo, de corazón necio a aceptar el adiós, liberó su desgracia convertida en sollozos quebrados y ahogados. ¿Hasta cuándo dejaría de sentir dolor…?
Filosos cristales quedaron incrustados en su corazón, haciéndolo sangrar lenta y dolorosamente. El tiempo sanador quedó en un letargo interminable… y la paz dejó de existir en su alma.
Siempre le habían dicho que su mirada y su sonrisa eran tristes, melancólicas. Ahora, estaban cubiertos bajo el manto de la desdicha y la añoranza que se extendió conforme fue transcurriendo el calendario, la dichosa ceremonia nupcial tenía como fecha fijada al término del servicio militar obligatorio de Se7en.
Después de aquel suceso tan triste, Taeyang regresó al apartamento común cuando sus lágrimas quedaron agotadas y los sollozos fueron débiles murmullos… el líder le estaba esperando con preocupación aunque no le detuvo camino a su habitación, vio que el maknae bajaba la mirada avergonzado, el rapero desde el sofá de la sala negaba suavemente al verle llegar y DaeSung le miró molesto. Al parecer había reprendido al menor por haberse dejado engañar…
- Youngie… ya no te lastimes más. Por favor… -JiYong le susurró cuando pasó a su lado.
- Eso ya lo sabes bien… descuida, ¿Regresé vivo, o no?
- Lo siento… -El maknae le dijo bajito, sin mirarle… en respuesta revolvió los cabellos oscuros.
- No seas tan duro con él, Dae… la ingenuidad es una de las virtudes de Riri-ah… ¿Acaso no fue la que te enamoró…?
- Estaba a cargo de…
- Déjalo ya. Cuida de Riri-ah… últimamente lo abandonas y lo perderás si sigues con esa actitud. –Aconsejó sutilmente mientras toma esa taza de té verde que le ofrecen.- ¿No quieres terminar como yo, verdad?
Con una mano saludó al mayor del grupo, este devolvió el gesto y continuó viendo el programa de TV. SOL no detuvo su andar ondeante. Debía reconsiderar su vida hasta esos momentos para luego enfocarse en el futuro si deseaba continuar o dejarse morir.
En la soledad de su habitación… donde ni las miradas de lástima ni los murmullos herían hundió su rostro en la almohada, esperando que las ideas fluyeran. No quería ser una molestia para DongWook, por eso se prometió asi mismo no buscarlo, aunque se le partiera el alma… no iría tras él, no lucharía contra una mujer que puede ofrecerle una vida plena; sin prejuicios y con hijos, en cambio respetaría su decisión de unir su vida con esa preciosa mujer. Hizo maletas…
- Necesito tiempo. -Fue su única explicación cuando salió ante la mirada atónita de sus compañeros de grupo, llevaba dos maletas. Y en silencio JiYong le dejó ir. Al llegar al aeropuerto abordó el primer vuelo que salió en dirección a EEUU.
De EEUU se trasladó a Canadá, ahí, se quedó una semana entera encerrado. Llorando y gritando por la separación, añorando su cariño, temiendo no ser capaz de continuar en la vida. Lloraba hasta caer inconsciente… se levantaba únicamente para beber agua y recuperar líquidos. Volvía a llorar… y ni con eso, ni con miles de lamentos, el dolor disminuía, mucho menos desaparecía. En cuatro paredes que le encerraban sentía enloquecer… ¿Qué es lo que había hecho mal…? ¿Qué hizo mal…?
¿Por qué lo había dejado de amar? ¿Era acaso su egoísmo…? Necesitaba una explicación razonable que calmara su agonía. Fueron muchos momentos en que pensó arrojarse de la ventana de su piso 15.
Y una oscura ocasión tragó más de 70 tranquilizantes que el doctor les recomendaba cuando no podían conciliar el sueño… solo quería dormir, sin recordar, ni sentir, sin soñar… y sin despertar. Dormir por la eternidad.
Llegó a escuchar el cristal estallando en pedazos, perdió el equilibrio haciéndose heridas, la vista se nubló pero pudo haber sido por las lágrimas infinitas… sintió la opresión en su pecho, sus pulmones comenzaron a colapsar… era el fin.
Cayó inconsciente… durmió, pero sus sueños tan solo eran los recuerdos de su primer y único amor. Más dolor a su afligido corazón, aquellas cálidas imágenes de citas; sonrisas, de regalos, sonrisas; de sorpresas; cariño, besos; cariño, abrazos; te amos, sus manos entrelazadas; su amor. Inesperadamente reaccionó, abrió los ojos… la cabeza dolía como si fuese a explotar. Se levantó en dirección al baño… y en el lavabo su organismo expulsó por sí mismo todo el medicamento controlado.
Estaba vivo… quizás no debía morir, quizás su destino era continuar soportando el sufrimiento. Pero para él, ya no había razones... simplemente había acabado, nada quedaba.
A su regreso, Se7en era indiferente con él. En su mirada ya no había amor ni cariño, su voz ya no tenía ese dulce matiz protector… aquello tan solo volvió su vida un infierno. Por eso decidió alejarse lo más posible de él. Levantó murallas y construyó distancias entre ambos… y así, con el paso del tiempo se fueron alejando cada uno al otro extremo…
Se volvieron un par de extraños, ya no coincidían en la agencia; cortesía de GDragon… ya no compartían momentos juntos; solo vivía para atender a su prometida, ya no tenían prácticas en la misma sala; pidió una propia. Se concentró en las actividades del grupo y su carrera solista, que como una vez predijo Se7en…. era un éxito.
Pero eso no quería decir que Taeyang no fuera a sus conciertos en secreto, no quería decir que no lo viera desde lejos, no quería decir que dejara de preocuparse por él, que no escribiera mensajes anónimos en su twitter, tampoco evitaba que escribiera cartas mezcladas con los regalos de fans… que le dedicara subliminalmente sus canciones de amor… mucho menos significaba que había dejado de amarlo.
Porque un corazón enamorado no entiende razones, no conoce reglas ni separaciones, tan solo ama sinceramente… al final, jamás dejaría de amarlo, porque nació y creció solo entregarse a él y solo a él.
Dolían esas sonrisas cómplices pero se alegraba de verlo sonreír, herían aquellos besos y frases de amor pero adoraba esos ojos enamorados, no importaba si él lo había olvidado, tampoco que ignorara su existencia… para YoungBae, DongWook siempre sería su más grande y único amor. Intentaría conformarse con estar en el mismo suelo que él, intentaría ser feliz con nada… porque su corazón latía desbocado al escuchar voz, porque su sonrisa inevitablemente se dibujaba al verlo sonreír con ella, porque le fue imposible deshacerse de todos aquellos obsequios y fotografías que le recordaban que alguna vez… estuvieron juntos y se amaron. Los buenos y malos momentos albergados en su corazón jamás los dejaría ir, de lo contrario moriría y no quería hacerlo antes que él.
Llegó el día en que se fue al servicio militar… todo YG Family le despidió como el gran hermano que era, como el hijo prodigio. Inesperadamente Se7en se negó a que le acompañaran al ingreso, argumentó que le sería difícil la despedida, e inclusive lloraría. Rieron ante esas palabras sin seriedad… pero respetaron su decisión. Ni siquiera su prometida le acompañó.
¿Qué haría en la larga espera? Su pulso dolía al pensar lo lejos y el tiempo que demoraría para verle. 2 años… sería un martirio. Su carrera como solista despuntó y se volvió un cantante de talla mundial, que llenaba estadios es Asia, EEUU y América latina… se habría prometido que Se7en estaría orgulloso de haber continuado con su vida aunque no supiese nunca que su motivación fue y será siempre él. Se concentró tanto en perfeccionar su voz que muchas veces se olvidó de divertirse, de convivir y de descansar, pero nada importaba más que fortalecer su carrera en los escenarios.
Notó levemente que a su alrededor las cosas cambiaban… el TOPG entre sus arrebatos de celos y demostraciones de amor desmedido se volvió fuerte. Los envidiaba, pero nunca les deseó males… había pactado consigo mismo no amar a nadie más que a DongWook, sin embargo, tuvo un “desliz” en esos dos años que transcurrieron, su amor sufrió la sacudida de un sismo… hubo una única vez que pisó en falso y se derrumbó casi por completo… su corazón llegó a latir por otra persona. ¿Era el momento de olvidar a Se7en y darse otra oportunidad…? ¿Sería correcto hacerlo con ESA persona?
Los menores demostraron tener una relación mucho más retorcida que los mayores, eso descubrió Taeyang. DaeSung podría ser el miembro más atento, simpático y alegre, pero era la pareja más posesiva, fría y hasta insegura que existiera. SeungRi podría ser el maknae irreverente, seguro de sí mismo y carismático, pero era la pareja más sensible, ingenua y tierna. Siempre habían sido como el agua y el aceite, como el cielo y la tierra… no encontraron un punto de equilibrio que contra restara sus diferencias notables. Entonces, comenzaron a herirse, en realidad… DaeSung comenzó a herir a SeungRi creyendo que éste no le tomaba importancia, pero cuando escuchaba esas discusiones en las que su dongsaeng fríamente les decía a todos que no se metieran en sus asuntos, palabras de filosa crueldad lastimaban tanto como para matar el cariño. Fue testigo de cómo el maknae se fue marchitando a causa de las inseguridades del mayor, testigo involuntario de aquellas lágrimas derramadas y esos cientos “perdóname” que suplicaran un poco de amor. Sin pensarlo traspasó la línea de la privacidad y se involucró en la relación, odiaba la forma de ser de Dae… él que tenía el privilegio de tener a su ser amado correspondiéndole, en lugar de disfrutar de poseerla a su lado tan solo lastimaba… tan solo destruía. Aquello no solo era injusto… sino horrible.
- Muchos dicen que SeungRi es el más afortunado por tenerte. –Espetó una noche cuando vio que el maknae salió con lágrimas deslizándose, una vez que llegó al apartamento.- Aseguran que eres el mejor partido que pudo haber conseguido y no te merece… pero sabemos la verdad. Eres el más afortunado. Hay mucho mejores partidos que tú y lo sabes… mejores personas que esperan la menor estupidez que cometas para tomar una oportunidad… nadie más que Riri-ah es capaz de no juzgarte por ser como eres y aceptarte con todos tus defectos… podría jurar que los ama… aquí el que no merece lo que tiene eres tú.
Se involucró demasiado que terminó confundido… terminó añorando ese amor profesado y que terminaba casi siempre herido. Se aferró al menor en busca de esa calidez que no se le negó, pero… pronto se percató que nunca obtendría el amor completo de Seungri… ni tampoco sería capaz de compensarlo. Era una fortuna que la ingenuidad del maknae jamás lo sospechó… aunque DaeSung sufrió al casi perderlo, y todo por no entregarse completamente al amor, por temor a salir herido.
Tan solo fue esa ocasión suficiente para darse cuenta que solo existiría Se7en en su corazón.
Un día llegó ella, robándolo de las prácticas nocturnas… la sensación que recorrió su cuerpo fue desagradable y desconcertante ¿Qué es lo que quería?
- Durante muchos años fuiste un amigo muy cercano a DongWook, de hecho eran hermanos de pila… siempre supe de su gran amistad y cariño, parece ser que esos sentimientos quedaron mermados. Todos se dieron cuenta de ello pero hasta ahora nadie se ha atrevido a decir algo. Bien. Sé que estás preguntándote a qué punto quiero llegar… mañana él regresa a casa, es libre al fin… nos casaremos en un mes, las invitaciones ya fueron entregadas… y yo…
No quería seguir escuchando, la tristeza afloró en su pecho… ya no más…
- Yo… quería… pedirte… -La vio dudar mucho, eso despertó su curiosidad.- Yo quería pedirte… que me dieras tu bendición.
La última frase descuadró todo. Se quedó mirándola fijamente sin comprender nada.
- Así es, quiero la bendición de la persona más importante para DongWook. Porque si recibo eso, estoy segura que mi vida a lado de ese hombre será completa. Por favor, por favor Taeyang-sshi dame tu bendición para que seamos felices.
¿Era en serio…? ¿Le estaba pidiendo una bendición que debería darle la familia para que fueran felices? Al parecer su rostro fue muy obvio, se quedó callado intentando comprender aquella petición.
- No sé que pasó, pero Dongie no ha sido el mismo desde hace mucho tiempo… hay ocasiones en las que se queda mirando a la nada por largos minutos o se distrae. Tengo mucho miedo Taeyang-sshi, esto no se lo he dicho a nadie… pero tengo terror que me diga que lo nuestro debe acabar y se suspenda la boda. Estoy desesperada… ya no sé que hacer, intenté hablar con su familia pero me acobardé y no lo hice. Por eso vengo ante ti, sumamente avergonzada… acomodando las cosas de nuestro departamento vi fotos de ustedes dos, desde cuando eran traineers hasta hace dos años… sonreían y eran muy unidos. Por eso vine corriendo esta noche, interrumpiendo tus deberes… lo siento mucho, pero… tú siempre fuiste una persona importante en su vida ¿recuerdas? Él siempre me hablaba de ti, siempre marcaba una diferencia entre tú y los demás amigos… eres la clave de esto, lo sé. Por eso… por favor, por favor apiádate de una mujer enamorada y desesperada… por favor dame tu bendición para que seamos felices. Tú que llegaste a ser alguien indispensable en su vida… dame tus buenos deseos y quizás con eso todo cambie.
Las lagrimas de esa hermosa mujer lo conmovieron, pero las propias, las que estaba tragándose en esos momentos. Cuando escuchaba esa petición con sabor a crueldad… esas, amenazaban con escapar. Soltó un suspiro intentando controlarse…
- Noona, yo… yo… no…
- ¡Por favor! Por favor… -Rogó con esos ojos llorosos.
Que le pidiera todo menos eso… todo menos eso… todo menos eso…
- No creo que…
- ¿Acaso ya no te importa su felicidad?
Esa pregunta le tomó de sorpresa… ofendiéndolo. ¿Cómo se atrevía a juzgarlo sin conocerlo?
- ¿Acaso lo odias…? ¿Qué fue lo pasó entre ustedes?
En esos momentos tenía tantas ganas de gritarle la verdad… gritarle que se amaron a sus espaldas tantos años, que se hicieron miles de promesas… que lo ama y no como un hermano. Pero entonces la lucidez llegó, tarde pero segura. Lo suyo fue lo más hermoso que pasó… sin embargo, terminó.
Tenía muchas cosas que agradecerle… le enseñó a amar… él había decidido terminar, el que se negara a dejarlo ir era su problema privado. Su corazón estaba tan lleno de maravillosos momentos que no era necesario otra persona. No podía ser egoísta… ¿Acaso no merecía ser feliz a lado de ella?
- Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era antes, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. –Hizo la cruz posando al final sus dedos sobre los labios de esa mujer, quien los besó.- Yo, te doy mis bendiciones y mejores deseos, esperando sinceramente que en su vida de casados sean inmensamente felices, que Dios los colme de bendiciones y mucho amor. Noona, no estés triste… si él te prometió dedicar su vida entera en su felicidad, lo hará… hyung cumple sus promesas. Es un hombre de palabra y muy confiable. Por favor, ámelo, cuide de él… es una persona muy buena, siempre pensando en los demás, por eso se descuida mucho. Es una persona realmente buena… y no se enoje con él. La culpa de nuestra separación es mía.
Aquella mujer sonrió de alegría infinita… esa expresión le partió el alma a Taeyang… sonrió también, pero supo que su expresión fue melancólica. Sintió como le estaban comenzando a traicionar sus emociones y se contuvo con el resto de sus fuerzas.
- ¡Muchas gracias! ¡Muchas gracias! Taeyang-sshi… en verdad. Tenía razón Dongie cuando dijo que eras una persona muy amable y cálida. ¡Muchas gracias! –Se arrojó a sus brazos y entonces nunca antes la felicidad le hizo sentir sufrimiento.- ¡Nunca voy a olvidar esto que hizo por mí!
Correspondió al gesto débilmente, soltó una ligera risita nerviosa. Quería huir para llorar… quería huir y no saber nada más. Cuando finalmente lo liberó ella sacó un pañuelo para limpiar sus lágrimas…
- ¡Muchas gracias…! Yo… además… quería… pedirle otro favor… sé que estoy abusando de usted. Verá… yo… quería…
Regresó a la sala de entrenamiento serio. JiYong le abordó rápidamente intentando sacar la verdad, sonrió lo mejor que pudo y regresó a su práctica. Un peso atormentaba su alma, pero no lo habló con nadie más… fue su secreto.
Se7en regresó… y él desde un pequeño rincón al final de las multitudes lo recibió. No pudo evitar una sonrisa de amor cuando le vio saludar a sus fans y amigos cercanos que fueron a verle. Estaba más alto, había ganado musculo pero estaba en forma, sonreía dulcemente… los flashes acapararon pronto. Ya no lo pudo ver bien, dio media vuelta y regresó al apartamento.
La noticia de la fecha de la boda que fue revelada en una rueda de prensa por la pareja removió la industria. Sin pensarlo se volvió el evento más esperado del año. Robaron cámara y mucha atención, las fans estaban ya conscientes de que su “príncipe” había encontrado a su princesa.
Le pareció que su hyung intentaba acercarse a él, pero con la agenda ocupada no prestó atención. Un día en su locker encontró un paquete que resultó ser bonito gorro de diseñador, tenía incrustaciones de brillantes… tenía su nombre bordado al estilo callejero. No venía tarjeta ni dedicatoria… pero le encantó tanto que se lo quedó. No necesitaba nada para saber que había sido él… sin embargo, se negó a buscarle para agradecer el gesto y pedir explicaciones. Lo atesoró más que a nada en el mundo.
- Hola, pequeño YoungBae… mucho tiempo sin verte. -Por primera vez en más de dos años… finalmente Se7en le buscó. Estaba solo en aquella mesa esquinada de esa cafetería, Junho de 2PM le había dicho que quería verle, pero al parecer… todo había sido un plan.
La emoción fue la misma que de antaño cuando comenzaron su relación. Intentó controlarse…
- ¿H-Hyung…? ¡Ah, yo…! -Sí, la misma torpeza y timidez regresó. Su interior era una revolución de emociones mezclados con tristeza.
- Perdóname… yo… lo siento tanto. ¿Cómo has estado?
Quiso aventarse a sus brazos, quiso contarle toda esa tortura y agonía que vive sin su amor, quiso decirle que los días eran tristes y las noches tenebrosas… quiso decirle que lo amaba tanto o más que en el pasado.
- Estoy bien, hyung… muchas gracias.
- Qué bueno.
- ¿Usted es feliz… hyung?
- Ahora sí… -Le miró con esos ojos indescifrables. Luego le sonrió.- Mucho…
Guardaron silencio y era obvio la avalancha de cosas que se querían decir, pero… ¿Cómo…? Ahora no había nada que los uniera.
- Las invitaciones de su boda son bonitas. A JiYong le fascinaron tanto que ahora piensa hacer festejo de su matrimonio con T.O.P… intentaremos que no sean tan extravagantes pero es JiYong, será imposible contenerlo. Por cierto, dígale a noona que dejó un brazalete cuando vino a visitarme la vez pasada, si lo busca lo tengo en el apartamento podría enviarlo después, pero que no se preocupe.
Estaba tan ansioso que comenzó a hablar sin pensar, no fue sino hasta que la mirada del mayor que se puso rígida al decir lo último cuando supo que cometió una indiscreción muy grave.
- ¿Han Byul te buscó…?
- No se vaya a enojar con noona… yo. Estaba muy nerviosa por la boda, por usted… entonces…
- Ella no tenía NADA que hablar contigo. ¿Qué te dijo?
La frialdad impregnada en esas palabras le asustó. No era común ese comportamiento en él.
- Nada importante. –Mintió.- Solo de la boda, los preparativos… de la boda y esas cosas…
La mirada de DongWook se enterneció… le acarició las mejillas con dulzura.
- Siempre me ha gustado que no puedas mentirme. Eres tan transparente para mí… me duele que me ocultes cosas, pero… no te obligaré a nada. -Sus emociones estallaron… todas aquellas palabras, frases y reclamos atorados en su garganta por fin salieron.
- ¡Tú me obligaste a dejarte! ¡Me abandonaste! ¡Rompiste tus promesas! ¡Me dejaste solo aquella noche de tormenta! ¡No me buscaste! ¡Estuve muy grave en el hospital ¿Acaso te importó?! ¡Te fuiste! ¡Dejaste de hablarme! ¡Ignoraste mi existencia igual que la basura ante los ojos de Dios! ¡Eres tú el que se va a casar con otra persona! ¡¿Cómo puedes ser tan cínico en venir ante mí y pretender que no pasa nada?! ¿Cómo…? ¿Por qué…? –Fue tarde cuando se percató de sus lágrimas recorriendo sus mejillas y se le quebró la voz.- ¿Por qué me lastimas?
Comenzó a llorar profundamente, sus sollozos intentaron ser acallados… se cubrió el rostro. Ya no podía más… era demasiado para él.
- Lágrimas, no… por favor. Menos por mí… no vale la pena… -Eso le rompió el corazón… ¿Qué no valía la pena…? ¡Lo amaba con toda su alma! ¡Seguía adorándolo! ¡Claro que las lágrimas valen cuando el ser amado te abandona, es la respuesta a la ruptura cuando ese cariño no desaparece!
Se estremeció cuando unos brazos lo atraparon. Se sintió cobijado… se sintió protegido.
- Nunca quise hacerte sufrir, nunca fue mi intención lastimarte… Yo…
- ¡Pero lo hiciste! ¡Me rompiste en miles de fragmentos! ¡Me lastimaste! ¡Dejaste de amarte y me abandonaste! ¡¿Por qué…?! ¡¿Por qué…?! ¡¿Qué hice mal?! ¡¿En qué te fallé?! -Lloraba tan amargamente que creyó que moriría de tanto dolor contenido y que escapaba por su fuerza reprimida.
- Lo siento… yo solo quiero lo mejor para ti.
- ¡¿Y tú crees que casándote con otra persona será lo mejor?! ¡Dime ¿Cómo hago para dejar de amarte?! ¡¿Qué hago para dejar de sufrir?! ¡¿Cómo le hago entender a este tonto corazón que ya no te ame?! ¡Dímelo!
Comenzó a forcejear, pero esos brazos fuertes tan solo se aferraron más.
- Lo siento… lo siento. Tienes todo el derecho de odiarme… pero nunca olvides que siempre serás las persona más importante para mí… yo…
- ¡Déjame! ¡Vete! ¡No te vuelvas a acercar más a mí! ¡Ve con tu prometida! ¡Ámala más de lo que me amaste y sé feliz! ¡Sé muy feliz! Olvídate de mí.
Usó todas sus fuerzas y rompió el abrazo… corrió… obligó a sus piernas a trotar con endemoniada fuerza… inmediatamente tuvo un “deja vu” recordando la vez en que le rompieron. Pero en esos momentos ya no quería que le siguieran… había roto sus promesas de nunca volver decirle “te amo”, se vieron botadas al infierno.
Nuevamente la lluvia golpea su cuerpo producto de la tormenta. No le toma importancia… sigue corriendo, solo quiere huir, desaparecer y borrarlo todo.
Nuevamente cae, ésta vez al asfalto de la calle. Se pone de pie tan rápido como puede, al ver al frente sabe que llegó su final, un auto viene a toda velocidad hacia él, escucha los neumáticos rechinar en su vano intento por detenerse… se queda inmóvil, cierra los ojos aceptando su destino macabro. Quizás ahora dejará de sentir dolor y conocerá la paz. Un fuerte golpe lo derriba… pierde el conocimiento.
... Continuará ...