Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

One Love por Annis

[Reviews - 58]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola~~~ ^n^v!

Es un placer volver a vernos/leernos.

Muchas gracias por seguir este Fanfic, que inicialmente comenzó como un One-Long, sin embargo mientras intentaba publicarlo en 2 foros me encontré con la sorpresita de que me era imposible hacerle a menos que fueran de 10 hojas... pero gracias a ello decidí hacerlo en diversos capítulos, un fic serial como inicalmente mi sabia Beta me sugirió cuando lo lleyó.

 Aparentemente no he hecho gran cosa, solo lo dividí, agregué fragmentos de canciones y corregí ciertos "errores" hasta que quedé satisfecha.

 Republicarlo, esta vez como un Fic Serial en AY se me hizo una locura y falta de respeto. Pero después de ver las reacciones producidas en el foro donde publiqué hasta los 07 Capítulos me di cuenta que NO ERA JUSTO PARA LOS LECTORES que le recibieron con los brazos abiertos cuendo era One-Long, por ello decidí compensarles.

ESTO ES PARA USTEDES, LECTORES INICIALES, USTEDES QUE SE TOMARON LA MOLESTIA EN LEER EL FIC, SOBRE TODO AQUELLAS PERSONAS QUE DEJARON UN REVIEW en ese entonces...

MUCHAS GRACIAS!!!

Espero que sea de su completo Agrado!

Lo hice con mucho cariño para todos ustedes...

 MUCHAS GRACIAS.

 Este es el primer Capítulo Extra. 

 Enjoy!

 

 

CAPÍTULO 08.-TÚ Y YO, NOSOTROS

 

 Ellos ya vienen,

Vienen lágrimas y separación,

Nos vamos a reunir, lo aseguro,

Un momento que pasará,

Y se olvidará,

Como los recuerdos de la niñez…

THEY ARE COMING- WHEESUNG Feat. AILEE

 

 

Diciembre 2023, Rochester, Minnesotta, Estados Unidos.

 

 

 

Era una mañana muy fría, muy gris y muy triste… algo a lo que estaba habituado. Le ganó al despertador, después de mudarse de ropa se dirigió a su gimnasio personal en ese apartamento que ni era ostentoso ni simple, pero sí muy práctico, porque no debía recorrer grandes distancias para llegar a los lugares que quería ir.

 

 

 

Ese día había descubierto que sus ojos estaban bañados en lágrimas, no era común puesto se había acostumbrado a vivir con la tristeza y melancolía. Pero hoy era diferente… su corazón se acongojaba a pesar de que saliendo por esa puerta intentara aparentar una fortaleza inexistente. Cada día era más pesado, por eso durante su rutina de ejercicio descargó toda su furia, su frustración y su terror. No importó si llegó a lastimarse un músculo, para él era lo mejor. Porque solo así, el verdadero dolor de su pecho dejaba de quemar… se volvía un poco más soportable. Sin embargo durante la ducha se derrumbó, se dejó caer a las baldosas y nunca antes se había sentido más solo en toda su vida.

 

 

 

Al dirigirse a la sala, ya vestido, cambiado y con la compostura debida notó que su ama de llaves llegaba a cubrir su turno. Se trataba de una mujer de edad avanzada, de complexión delgada pero lo suficientemente fuerte como para hacer todo el trabajo de limpieza. Su dulce sonrisa, casi amorosa le enterneció.

 

 

 

 

 

- Muy buenos días, Señor Dong… -Ella siempre paciente, siempre bella con esa sutileza que caracteriza a las mujeres asiáticas, le miró.- Va de salida muy temprano, Señor Dong.

 

- Buenos días, Señora Yang… -Intentó impregnar de alegría y brillo a su sonrisa caída, queriéndole corresponder el gran apoyo no solo laboral, sino emocional que le brindaba cada día desde que le contrató cuando se mudó hace año y medio.- Sí, hoy debo estar más temprano. Por favor, si recibo llamadas de trabajo las atiende, si son personales o de Corea por favor no dude en comunicarse conmigo.

 

- Así será, Señor… pero. -Le examinó con la mirada.- ¿Ha desayunado ya…? –El silencio que obtuvo por parte del hombre le significó un “no”.- Venga, le prepararé algo para el camino, ya que usted es tan terco no querrá tomarse ni cinco minutos para desayunar. Y esa comida es la más importante del día…

 

 

YoungBae se sintió como un niño pequeño otra vez a pesar de ser un hombre de mediana edad. Le siguió sin hacer protesta… la amabilidad de esa mujer a veces lograba engañar la necesidad de tener a alguien especial a su lado. No era que quisiera alguien que le preparase el desayuno, ni tampoco que le cuidase como niño, pero si necesitaba a una persona a la cual aferrarse.

 

En la cocina, su ama de llaves canturreaba mientras preparaba un almuerzo que lucía delicioso pero que al hombre su humor no le permitía deleitar. Apenas fueron cinco minutos cuando le entregó una bolsa de papel algo grande y pesada.

 

 

- He preparado para dos personas… por favor, intente tomar alimento. Deben mantenerse fuertes ahora más que nunca. –Intercambiaron miradas, una amorosa y otra llena de gratitud.- ¡Ah! –Se alejó ruborizada.- Es cierto, me he tomado el atrevimiento de traer un ramo de flores, espero no se molesten… son orquídeas, mi hija tiene un huerto y estás han florecido en estos días, significa que algo muy bueno ocurrirá. -Le entregó un ramo de hermosas flores blancas que de inmediato dejaban una estela de perfume. YoungBae las tomó sonriendo.

 

- Muchas gracias, Señora Yang… -Miró las flores, tomó el paquete del almuerzo.- No se preocupe, es un gran detalle de su parte… estoy seguro que le alegraran. Muchas gracias por todo, cuídese y ya sabe… cualquier emergencia no dude en comunicarse conmigo. Hoy no llegaré al apartamento… si gusta puede quedarse aquí. -Se despidió rápidamente, retomó su camino presurosamente. Bajó por el ascensor que con movimientos letárgicos retaba su paciencia, desactivó la alarma y su Mercedes emitió un sonido que le indicó que seguía aparcado en el mismo lugar de costumbre.

 

 

Cuidadosamente depositó en el asiento del copiloto las flores y el almuerzo que estaba tibio. Encendió el motor y magistralmente giró saliendo de la unidad departamental. Se fue adentrando por las calles de la ciudad, llegando a la zona céntrica, iba a velocidad media respetando las señales de tránsito, hubo un cruce en el que un agente sostenía el letrero “Stop” y entonces vio como un pequeño ejército de niños resguardados por los profesores que les guiaban para cruzar la calle en dirección al colegio.     

 

 

 - ¿Tendrás hijos…? –Dijo a la nada mientras el recuerdo de Se7en llegó a su mente despertando angustia, observaba a cada pequeño intentando encontrar el rostro de su hyung.- Seguro que sí, seguro son versiones miniaturas de ti… me gustaría poder conocerlos, me gustaría poder verte… aunque sea una vez, solo para saber que te encuentras bien, y que eres muy feliz. –Sujetó con fuerzas el volante, el silbato del agente de tránsito le regresó a la realidad, retomó la marcha.

 

 

Otros cinco minutos y pronto se hizo visible ese enorme edificio, de varios pisos, de decenas de ventanas enormes, el jardín impecablemente dejaba ver la fachada cromática sobre el cual un marco circular lleva el nombre del lugar; Mayo Clinic.

 

 

 

Desvió unos segundos la mirada hacia el tablero para buscar su tarjeta de familiar que le habrían entregado tiempo atrás. Obviamente no eran familiares, pero el amor fraternal no impedía esa diferencia genética ni legal.

 

Cuando llegó su turno en la caseta de seguridad, mostró la tarjeta electrónica que fue pasada por el lector y una vez que hubo sido aceptada y firmó el pase de entrada, giró hasta el estacionamiento subterráneo. Aparcó sin problemas el vehículo, suspiró tres veces para darse fuerzas. Salió con sus paquetes en mano. Encendió la alarma de seguridad. Llegó a la recepción con un poco de dificultades cuando un conjunto de personas ingresaba a una persona en camilla, el estado de emergencia se activó y los doctores llegaron para examinarle en la zona de urgencias.

 

 

 

La enfermera que ya le conocía le sonrió amablemente, firmó nuevamente en el registro de visitas antes de continuar con su camino por el extenso pasillo. Llegó al ascensor donde ayudó a un paciente en silla de ruedas a salir, y a una enfermera con un niño a abordar, ellos bajaron tan solo a cuatro pisos de su destino. Salió de la pequeña caja de cristal… ese lugar no le gustaba en lo más mínimo. Porque le inspiraba desesperanza, dolor, enfermedad, y muerte.

 

 

 

Caminó con más premura, sentía que iba retrasado por horas cuando apenas llegaba con quince minutos de anticipación. Paró en seco frente a esa puerta con el código B212. Apretó sus manos estrujando con poca delicadeza la bolsa del almuerzo, respiró profundamente… debía ser fuerte, fuerte. Tocó un par de veces anunciando su llegada y giró el picaporte para  entrar, finalmente había llegado a su destino.

 

 

 

 

 

 

 

Le conmovió hasta casi hacerlo perder la compostura; él, inclinado cantando suavemente mientras acaricia el rostro pálido con una mano y sostiene la mano delgada de ese cuerpo con la otra. Él se vuelve lentamente, reacio a reparar en su existencia, pero siempre ha sido muy orgulloso, no permite ver a nadie su terrible dolor, no deja que le miren con lástima, no permite que nadie se acerque así que a su manera les rechaza… su sonrisa caída, con la sonrisa que ya no era brillante… el ángel está sufriendo por dentro. En esos ojos apenas se dejaba ver un infierno mucho peor que el propio.

 

 

- Perdón por llegar tan tarde… -Sin saber cómo comenzar, como ha sido desde hace dos años.- En verdad, yo…

 

- Tampoco es como si quisiera moverme de aquí. –Regresó a su posición inicial, mirando a esa persona sobre la cama.- Si por mí fuera… me quedaría por siempre.

 

- H-Hemmm… Dae-ah, sabes que puedes contar conmigo.  

 

- Siento las molestias... –Le ignoró, tan solo mirando a esa persona cuyas delgadas hebras ébanos descansaban sobre la almohada.- Solo serán unos días, lo prometo. Volveré…

 

 

YoungBae no está seguro si se dirigió a él o a esa persona que lleva dos años durmiendo.   

 

 

- La Señora Yang envía flores. Creo que son orquídeas, dice que florecieron esta mañana por lo que asegura que significa que algo bueno pasará. –Intentó romper el mutismo que se creó.

 

- Dile a la Señora Yang que muchas gracias. –Respondió suavemente.- Mi vuelo sale en una hora. Perdón por dejarte solo en esto, pero de verdad es necesario. Es urgente ir a Seúl para ver unos detalles con la Agencia y las subsidiarias. Espero no me tome mucho tiempo… regresaré en tres ó cinco días. –Se levantó lentamente y el mayor de los tres pudo apreciar el dolor de su dongsaeng para separarse, desde que hubiese ocurrido aquello no se había separado del maknae por más de dos días.

 

 

 A regañadientes le obligó llevarse el almuerzo, quiso amenazar que bastante tenían con SeungRi como para agregar algo más, pero tenía miedo… miedo que DaeSung planeara seguir al maknae. Se quedó en esa habitación de paredes azul celeste, JiYong decía que el blanco era un color que enfermaba, el azul en cambio traía paz, así que lograron hacer que las paredes adquirieran un color ligeramente alegre, esperanzador. En un jarrón con agua dejó las flores, a lado de la cama. Tomó asiento en ese sofá testigo de sus desvelos, de sus conversaciones mudas con el maknae, y con seguramente el llanto oculto de DaeSung. Estaba mullido de tanto uso.

 

 

 

   

- ¿Sabes Ri-ah…? Hoy de camino al hospital vi a un grupo de niños… -Soltó a la nada, sin mirar a la figura delgada que yacía dormida.- Y… no lo pude evitar… pensar en él. ¿Cómo crees que esté? -Su vista se cristalizó, abrazándose asi mismo.- ¿Será feliz? ¿Me habrá olvidado…? Porque yo no puedo. –Limpió los ojos suavemente, ya no era un adolescente para andar llorando por cualquier cosa.- Lo extraño cada día… este amor que tengo para él crece más y más…

 

 

 

Y así se le fueron pasando las horas a YoungBae, revelando sus más profundos pensamientos y sentimientos. De hecho los cuatro lo hacían, según les dijo una enfermera, los pacientes de coma pueden escuchar y ha habidos casos especiales que eso hace que inclusive despierten. Aferrados a esa esperanza minúscula ponían música, hablaban e inclusive leían en voz alta… el silencio no existía en la habitación B212.

 

 

 

El TOPG hizo comunicación en video llamada. Preguntaban ansiosos sobre el estado del maknae, YoungBae no podía decir mucho, seguía sin cambios. Estos se encargaron de amenizar la conversación, le habrían dicho que las cosas en Seúl estaban tensas pues un paparazzi los habría fotografiado tres veces en los vuelos a EEUU, los rumores sobre el paradero del pequeño panda ya estaban comenzando a rondar. Los acosos estaban iniciando, todos preguntando por SeungRi, ¿Dónde estaba? ¿Por qué ya no venía a Seúl? ¿Por qué no daba señales de vida? La situación estaba llegando al límite. El secreto se sabría… debían estar preparados para responder preguntas. Las excusas eran obsoletas… YG Family inclusive exigía saberlo, sin mencionar la ansiedad de todos lo que conformaban la Agencia del DaeRi. Les parecía realmente sorprendente que hubiesen mantenido el secreto por tanto tiempo considerando lo famosos que eran.

 

 

 

SOL suspiró agotado, otro problema que lidiar. Choi SeungHyun dijo que armarían un escándalo para desviar la atención del público, sonrió cuando sugirió infiltrar un video XXX del TOPG. JiYong lo golpeó advirtiendo que no era gracioso y en lugar de eso, expondrían al ChangTae… ó quizás al 2Park… por unos minutos fue como en los viejos tiempos, cuando planeaban sus “golpes” para salirse con las suyas, pero todo volvió al repentino silencio cuando recordaron que no tenían un maknae quien les delatara ó se vendiera con regalos.

 

 

 

En la madrugada comenzó a nevar… JiYong cayó rendido, estaba preparando un disco nuevo de larga duración, estaba ocupado con su línea de ropa y por si fuera poco en unas horas saldría porque Teddy le pidió que le ayudara con unas canciones, habían estado en la ciudad de Rochester hace una semana cubriéndolo mientras iba a una entrevista y sesión de fotos. T.O.P hablaba con él, el humor decaído le hacía parecer más grande de lo que era. Terminaron la comunicación cuando comenzó a dormitarse.

 

Se quedó dormido… se acomodó en el lugar de DaeSung, sujetó la débil mano e hizo una corta plática hasta cerrársele los ojos. Su sueño, una vez más le halaba de vuelta al pasado, cuando todo estaba bien. Cuando eran felices los cinco y DongWook estaba a su lado. Las lágrimas rebeldemente se deslizaban por su rostro.

 

 

 

 

 

- DongWook… -Lo llamaba entre sueños, entre susurros escondidos. Como temiendo que se supiera su amor secreto.

 

 

 

 

El ritual se repitió por tres agonizantes días en los que SeungRi continuó durmiendo silenciosamente, en que no correspondía el dulce apretón de manos… su respiración seguía tan calmada como un océano de aguas mansas, en las que se podía reposar una pluma y permanecería imperturbable.

 

 

 

Su ama de llaves insistió mucho sobre una llamada en calidad de Urgente por parte de la Disquera Americana, pero todo lo devolvía a su manager quien debía hacerse cargo de dichos asuntos. Al segundo día su representante le informó sobre unos documentos que envió por vía Fax y que requerían que les revisara, su aprobación era realmente importante… pero no quiso moverse del hospital, así que a través de su móvil dio la autorización para firmar en su lugar.  

 

 

 

 

 

 

 

- Ya puedes ir a descansar, siento las molestias. –Con esas palabras un serio Kang DaeSung llegó a la habitación, tenía los cabellos húmedos y ojeras marcadas, lucía agotado pero en cuanto vio a SeungRi se formó una débil sonrisa, fue directamente hacia él para besar castamente su mano y acariciar sus ahora largos cabellos.- Yo me encargaré a partir de hoy… Gracias por cuidarle.

 

- Apenas han pasado tres días… ¿Todo bien? –En la última llamada de T.O.P, le habían revelado información sobre el asunto que le llevó a Seúl. 

 

- Si, tanta urgencia para cosas sin importancia. –Respondió sin ocultar su fastidio se volvió dirigiéndole una sonrisa tranquila.- Tan solo me hicieron viajar por horas para escuchar tonterías.

 

- ¿De verdad…? Porque T.O.P me dijo que quieren producir tu cuarto disco solista. A mí, en lo personal no me parece una tontería. –Quiso reprenderle pero se arrepintió tan pronto vio el ceño fruncido de su dongsaeng.

 

- SeungRi ha estado aquí desde hace dos malditos años... ¿Tú crees que tengo cabeza para un disco? ¿Es en serio? ¿Es que todo el mundo está enloqueciendo? Te voy a responder como le respondí a WheeSung hyung; No voy a moverme de la habitación B212 del Mayo Clinic Rochester, Minnesotta. Así que ahórrense las estupideces porque mi respuesta es un ROTUNDO NO.   

 

- Dae, yo… -YoungBae estaba casi seguro que si DaeSung estuviese en otro lugar esas palabras habrían salido en gritos furiosos, vio los puños apretados conteniendo la rabia y la impotencia. Comprendió que tenía razón, si él estuviera en su lugar hubiera reaccionado del mismo modo, o peor…

 

- Solo… no intenten animarme ni despegarme de aquí. No necesito lástima de nadie, no quiero su “ayuda”. –Fue relajando los músculos del cuerpo, desvió la mirada hacia esa figura delgada conectada a los aparatos de registro cardiaco.- Por favor… este es mi lugar, a lado de Ri-ah.

 

- Nunca ha sido mi intención ofenderte, ni la de los demás, Dae… solo nos preocupamos por ti. Ri-ah estaría muy triste si algo malo te ocurriera. –Explicó al menor observando en esa misma dirección.

 

- ¡Dejen de preocuparse por mí! ¡Por esas actitudes Ri-ah terminó así! ¡No necesito que se preocupen, sé cuidarme solo! ¡Soy fuerte! ¡Más de lo que piensan! Siempre se los he dicho… inclusive a él… que no se mortificara por mí, ¡Yo me levantaré! –La desesperación escapó de esos labios, la impotencia regresó y esa ira contenida amenazaba con explotar en cualquier momento.- Pero no me entendió, nunca me hace caso… siempre intentaba sobreprotegerme, cuando en realidad… el que necesitaba protección era él, mi SeungHyunnie.

 

- No fue tu culpa. –Remarcó con firmeza.- Lo que ocurrió no es tu culpa.

 

- Vivíamos juntos, compartíamos tiempo uno a lado del otro, nos asociamos y formamos una Agencia Exitosa… cuando él se marchaba a Estados Unidos después de nuestra pelea… Yo vi el boleto de avión, yo vi el pasaporte, lo vi empacar, vi la correspondencia e emails del hospital… ¡Pude haberlo descubierto! ¡Pude haberle acompañado! ¡Y no lo hice! ¡Lo abandoné a su suerte! ¡Dejé que se fuera sin siquiera imaginar todo lo que vivió solo, ocultándome su enfermedad! ¡¿Y dices que no fue mi culpa…?! ¡Él está así por mi culpa! ¡Mi culpa! ¡Porque de haber estado yo a su lado, esto no habría sucedido! ¡Todo sería diferente! –Replicó liberando su frustración oculta, liberando el infierno que llevaba en su alma.- ¡¿De qué me sirvió el maldito orgullo?! ¡Yo le reclamé antes de irse! ¡Le lastimé más porque me abandonaba! ¡En lugar de ponerle atención, en lugar de haberme dado cuenta! ¡Mi maldito orgullo se interpuso como siempre! No intenten engañarme, todo esto es mi culpa… paso cada noche y día pensando ¿Cuánto tiempo sufrió en silencio? ¿Cuántas veces intentó hacerme entender? ¿Cuántas veces me necesitó y no estuve a su lado…? Y yo, creyendo que todo estaba bien, creyendo que lo cuidaba y protegía como nadie más lo haría, dándome baños de gloria presumiendo que soy la persona correcta para él… ¿Cómo pude ser tan frío e indiferente? ¿Por qué no me percaté antes? ¿Por qué…? –Se dejó caer de rodillas a lado de la cama, descansando su frente sobre la mano inerte.    

 

 

Las lágrimas sencillamente se deslizaron por las mejillas de YoungBae, se quedó de pie con enormes ganas de ser abrazado; había soportado hasta esos momentos la carga de velar por los menores en ausencia del TOPG, DaeSung nunca antes había dicho aquello. Siempre había mantenido la compostura frente a todos, inclusive cuando les dijo sobre el estado de SeungRi dos mes después de haber descubierto que su pareja estaba en coma… inclusive cuando el médico les dijo que el paciente llevaba ya varios años enfermo, cuando les dijo que el día en que entró en ese estado Kang había llegado a la ciudad… pero ahora por fin se sinceraba, por fin rompía su coraza de entereza, se había despojado de su mejor defensa que durante muchos años fue su pilar y que le permitió sobreponerse a todo… su orgullo. Salía ese hombre de carne y hueso, ese hombre desesperado, ese hombre que ama intensamente y no deja de culparse por no haber reparado en su ser querido.

 

 

- Dae… y-yo…

 

- Vete.

 

- P-Pero…

 

- Dije, Vete.

 

- Daesungie…

 

- ¡Solo vete y dejen de molestar! ¡Largo! ¡No te quiero aquí! –Aquellos gritos llenos de odio reprimido asustaron a YoungBae que cuando Kang se levantó y se volvió le miró con sus orbes oscuras llenas de ira y frialdad.- ¡Lárgateeee!

 

- Me voy porque estás alterado, pero regresaré… ¡Ri-ah también es mi amigo! ¡Casi un hermano! ¡Yo también sufro por verlo en esa cama! ¡No seas un bastardo egoísta, tú no eres el único que sufre! ¡También estamos nosotros, JiYong, SeungHyun y Yo! ¡No vas a alejarnos de él! ¡También tenemos derecho de verle! -Dong YoungBae se rompió, tembló ligeramente asustado por la reacción de su dongsaeng y por instinto dio media vuelta.

 

- ¡Largo! –Fue la última palabra de Kang que sus oídos escucharon.

 

 

 

Azotó la puerta y sin importarle llamar la atención salió del complejo médico. Con la barbilla levantada, con el orgullo cubriendo su debilidad… y con la arrogancia escondiendo sus lágrimas.

 

 

 

En cuanto llegó a su apartamento le pidió a la señora Yang que fuese a su casa a descansar, él estaría libre por unos días. Esta no muy convencida obedeció silenciosamente… había ciertas líneas que debía respetar, y la privacidad de su jefe era una de ellas. Tomó sus cosas y mientras se preparaba para salir explicó todo lo ocurrido durante su ausencia.

 

 

 

Se quedó solo y entonces YoungBae se terminó de desmoronar, aquellas palabras de DaeSung dolían demasiado, quizás era esa tristeza mitad añoranza mitad dolor que adjuntados al recuerdo de Se7en le tenían tan susceptible. Sabía que su amigo no decía esas palabras porque en verdad lo sintiera, tan solo eran el reflejo del rencor que se tenía hacia sí mismo y no podía expresar… pero de alguna manera su corazón se sentía lastimado, sentía esa maldita soledad, y la necesidad de un abrazo.

 

Sacó una botella de vino y en ella ahogó sus penas, sus lágrimas se liberaron en cada trago amargo que bajaba por su garganta. Terminó en su cama abrazandose asi mismo y como siempre, repitiendo ese nombre prohibido, ese nombre que juraba cada mañana no volver a pronunciar pero que al anochecer salía en un susurro débil que enviaba al viento…

 

 

 

- DongWook…

 

 

El sonido de una llamada entrante le despertó de sus dulcemente dolorosos sueños, le alejó del mundo donde todo estaba bien, donde los brazos de DongWook le brindaban un refugio seguro, donde los labios cálidos transmitían consuelo y donde esa voz profunda le repetía que todo saldría bien.

 

 

 

Nuevamente al despertar sus ojos estaban bañados en lágrimas, con su almohada las limpió, torpemente buscó su móvil que ruidosamente martilleaba su cabeza producto de la resaca de ese día. Cuando por fin lo tuvo en sus manos se giró un poco para ver la persona que osaba en despertarle, el nombre de su representante le hizo girar los ojos, pero recordando un asunto que tanto decía urgir decidió atender la llamada, eran las 07:35AM.

 

 

 

 

 

- Siento mucho en molestarte, solo te llamé para recordarte que la reunión es a las 08:00AM… en Los Ángeles.

 

- ¿L-Los… Ángeles? ¿Para qué…? Oh, Dios… mi cabeza.

 

- ¡¿CÓMO QUE PARA QUÉ?! ¿ACASO TU AMA DE LLAVES NO TE LO DIJO? ¡HAY UNA REUNIÓN MUY IMPORTANTE CON LOS DUEÑOS DE LA DISQUERA! AHORA QUE EL FUNDADOR FALLECIÓ SE TUVIERON QUE HACER NUEVOS ARREGLOS A TU CONTRATO… ¡TIENES QUE ESTAR AQUÍ PARA MAÑANA A PRIMERA HORA!

 

- A-Ahhh… si, si… lo siento. Mañana estaré puntual, lo prometo.

 

- Seguro… es en serio. La última vez me dejaste tomar las decisiones, pero está ocasión debes reunirte con los nuevos miembros directivos para confirmar tu aprobación de contrato… TIENES QUE ASISTIR.

 

- Sí, no te preocupes… es más, a medio día tomaré un vuelo para allá. –Se excusó mientras lentamente dejaba la cama y se dirigía al baño a tomar una ducha.

 

 

Y así, de emergencia salió a un vuelo que gracias a un soborno logró asegurar un lugar en primera clase en dirección a Los Ángeles California. Dejó un mensaje para DaeSung anunciado su viaje de emergencia, así como avisar al TOPG. Llegó casi corriendo al aeropuerto, apenas si empacó lo necesario, no se preocupaba por eso, en su mansión en California estaba la otra mitad de su guardarropa… a través de la ventanilla observaba como poco a poco dejaban ese lugar lleno de tristeza y se dirigía a otro lleno de sol, ajeno al dolor que mitigaba su alegría.

 

 

 

 Llegó al anochecer, la brisa fresca le dio la bienvenida, pidió de la central de autos rentados un taxi que le llevara a su casa, ese lugar que desde que había dejado atrás su vida y pasado en Seúl le diera fuerzas para continuar. Durante el trayecto volvió a enviar mensajes a sus amigos, pero Kang no respondió a ninguno… al parecer seguía enojado por sus palabras.

 

 

 

En la zona más exclusiva de Los Ángeles se encontraba su mansión de cristal, mármol y acero. Parecía que el tiempo no había transcurrido allí, apenas bajó el taxi se fue dejándolo en el portal, entró impaciente por tocar cama. Estaba muy agotado física y emocionalmente, después de anunciar a su manager sobre su llegada, tiró su maleta en algún lugar lejano, tomó una larga ducha y se tendió sobre la suave cama de sabanas blancas sumergiéndose rápidamente en el mundo de los sueños, de las ilusiones perdidas… del amor renacido.

 

 

 

 

 

Desde muy temprano despertó, fue a su gimnasio para ejercitarse un poco, tomó un baño corto pero meticuloso, se vistió y peinó. Salió del apartamento en busca de un ligero desayuno antes de ir a la disquera… encendió el motor de su deportivo que llevaba meses sin usar, pasó a cargar combustible y se detuvo en una pequeña cafetería.

 

 

 

Llegó justo a la hora, en cuanto entró al edificio le hicieron pasar a la sala de juntas, su manager tan solo le apuró a tomar asiento mientras los principales managers y personal ejecutivo se acomodaban.

 

 

- Como ustedes sabrán, con la lamentable muerte del fundador de la disquera, que ocurrió hace un mes surgieron tantas circunstancias insostenibles que cambiaron por completo la estabilidad de esta familia… hasta hace poco se descubrió una deuda monumental que superaba por mucho los activos que se poseía la compañía… -Comenzó a hablar el representante legal.- Ni siquiera declarándonos en banca rota y liquidando se lograría cubrir la cantidad a pagar, por tanto… como se les informó hace varios días los hijos del finado fundador tomaron una decisión muy difícil, se vendería la compañía en vez de disolverse. Anteriormente algunos inversionistas mostraron interés en adquirir ciertas acciones pero el Dueño se abstuvo de dicha idea. Con la crisis presente se fueron localizando a cada uno de los interesados y discretamente se ha anunciado el traspaso ó venta de la disquera… es cuestión de tiempo antes de que la prensa se entere… -YoungBae al escuchar aquello se mortificó maldiciéndose por haber descuidado su trabajo, en el peor de los casos se podría quedar sin una disquera que le respaldara en USA, miró a su manager que le se acercó sigilosamente para poder susurrarle cómodamente.

 

- Era el asunto que insistí con tu ama de llaves… habrá importantes cambios en la disquera. Te lo dije, pero descuida, cuando me diste tu aprobación para tomar decisiones por ti, velé por nuestros intereses. No te quedarás sin firma. –El cantante suspiró un tanto aliviado, porque su representante se hiciera cargo del asunto, pero también le molestaba… el desconocer por completo las condiciones del nuevo contrato.

 

- De los antiguos socios… el 70% retiró sus beneficios y vendieron sus acciones. En pocas palabras la disquera fue abandonada por los co-fundadores. Pero entonces un magnate saldó la cuenta, salvando de esta manera a la compañía además de comprar las acciones al doble del precio ofrecido. Esta persona en realidad no quiere hacer tantos cambios, respecto al giro y a la plantilla laboral… sin embargo, al adquirir el 70% de las acciones ha puesto una sola condición y esa es que se reactive la carrera de uno de los nuestros -Continuó el abogado principal del grupo legal.- Él apuesta al cantante... Dong YoungBae…

 

Al escuchar su nombre no pudo evitar sorprenderse… a su edad, la disquera que una vez le llevara a la cima del éxito le fue relegando. Era cierto que el pop no conocía edad, pero sí de preferencias volátiles y mientras la ola halllyu se extendió en todo su esplendor disfrutó de las mieles de la gloria, después, cuando el furor pasó… simplemente TaeYang ó SOL, como también le llamaban, dejó de vender millones de discos. Fue historia.

 

Como aprovechó cada uno de esos momentos tan luminosos, el ir siendo olvidado no le dolió tanto, artísticamente se sentía a medio fracaso porque aunque su tiempo hubiese pasado, él aun podía producir y componer… le estaba yendo bien en Seúl donde gracias a SeungRi sus producciones fueron lanzadas al mercado asiático a través de ciertos trabajos para los artistas de la Academia convertida en Agencia de Talentos. Seguramente el saber que el ex maknae del Bigbang estaba en coma fue el impulso que debilitó el dolor. Por eso, ahora que le decían que su carrera iba a resurgir no pudo evitar esbozar una sonrisa, quizás no todo fuera desesperanza.

 

- Dong YoungBae… confiamos mucho en ti. El nuevo socio mayoritario desea representarte personalmente como CEO. Así que… ¿Estás de acuerdo con ello? –Otro abogado intervino y pronto el ex vocalista de Bigbang fue el centro de las miradas curiosas.- La decisión final es tuya, pero cuando nos condicionó para salvar la disquera, no pensamos realmente en tu opinión. Aunque no creo que te niegues… la oportunidad es única. ¿Qué dices?

 

- Obviamente tu contrato se dio por terminado y se hizo otro siguiendo el marco legal bajo el consentimiento de tu manager. Los beneficios, derechos y obligaciones están estipulados en la copia que se te envío vía fax. –Un tercero agregó mostrando el nuevo contrato cuidadosamente guardado en la carpeta.  

 

 

 

Su mente hizo “clic” recordando esos documentos que tanto insistió su manager y ama de llaves, se maldijo porque no les puso atención. Bajó la mirada antes de levantarla y mirar suplicante a su representante, este asintió tan lento que para muchos pasó desapercibido, pero YoungBae lo entendió, todo estaría bien. Una rápida mirada y se percató de que todos le observaban expectantes, desde los hijos del fallecido dueño, los conocidos directivos y los abogados. Soltó un suspiro imperceptible, debía tomar una decisión y todos le presionaban silenciosamente.

 

 

 

- H-Hemm… yo… -Avanzó hasta la mesa rodeada por los prestigiosos abogados, a cada paso que daba sentía que se hundía en arena movediza que magnéticamente le halaba hacia el oscuro y desconocido fondo. Era su culpa, por dejar todo abandonado ¿Hasta dónde había llegado? Se olvidó de sí mismo, de su vida personal, de su vida laboral. ¿Qué debía hacer…? No estaba seguro.- ¿Dónde firmo? –Cuestionó inclinado sobre la mesa y tomando la pluma tipo fuente, cuando su manager de confianza le señaló, sin dudar trazó las líneas de su firma sobre los espacios… cerró su destino incierto. Una vez terminado el trámite, una suave palma se posó amistosamente sobre su hombro izquierdo.

 

 - Lo has hecho excelente… no te preocupes, de ahora en adelante todo cambiará, será diferente y para bien. –Su manager alentó al verle inseguro y un tanto mortificado.- Tendrás tiempo para poder ir a Rochester, hemos estado juntos estos años, conozco tus necesidades así que no te preocupes. Te aseguré correctamente. No te fallaré… lo prometo. –YoungBae sonrió complacido por dichas palabras, luego el ambiente tenso se disolvió cuando la lluvia de aplausos y frases de festejo resonaron. Ese hombre maduro fue lo más cercano a un confidente, lo habría conocido en LA en su tiempo como miembro de Bigbang gracias a Chris Brown y Teddy. Se hicieron grandes amigos… ahora, él se encargaba de lo que dejaba botado.

 

 

 

El festejo no se hizo esperar, los brindis y felicitaciones crearon un ambiente de alivio que desde hacía mucho tiempo no sentía. Era tan extraña esa sensación de bienestar acompañada de seguridad, que por un momento se aterró ¿Así se sentía la felicidad…? Más por compromiso que por otra cosa imitó a los demás colaboradores.

 

 

 

- Por cierto… mañana a primera hora te presentarás al Socio Mayoritario, es hora de ponerse a trabajar. –El manager le recordó. Taeyang asintió con una leve sonrisa de alegría.

 

 

Entusiasmado regresó a su departamento al caer noche, quería compartir las nuevas noticias ¡Volvería a Cantar! ¡Volvería a escribir y componer! ¡Volvería a los escenarios! ¡Su carrera artística resucitaría! ¡Qué mejor que la música para curar la tristeza y la desdicha! Intentó comunicarse con sus amigos pero nuevamente Kang no respondió y el TOPG no estaba disponible, el primero estaba en Alemania rodando otra cinta mientras su mejor amigo estaba a punto de hacer Comeback. Toda su alegría se tornó desconsuelo y abandono, las lágrimas regresaron adornando su soledad.  Esa noche durmió solo, abrazándose asimismo, llorando silenciosamente y extrañando con el alma rota a DongWook.

 

 

 

Al amanecer repitió su rutina una vez más. Al dirigirse a la disquera se prometió pasar al supermercado a hacer la compras, no le apetecía comer fuera, no tenía humor más que para encerrarse en un 4x4. Llegó temprano, los guardias apenas bebían su primera taza de café, el personal de limpieza casi terminaba su labor matutina y las secretarias pasaban a firmar su hora de llegada entre risitas y susurros. Al verle tan temprano se sorprendieron pero él les saludó como si nada. Media hora después su manager apareció, también se sorprendió por verle pero rió en aprobación a su cambio de actitud. En una sala de juntas conversaron examinando minuciosamente las cláusulas del contrato y cómo afectaban su carrera. Todo parecía en orden y solo cuando la secretaria ejecutiva fue a ellos, aparecieron los nervios de novato que llevaba largos años sin sentir. Era como si fuera a debutar por primera vez.

 

 

- Ve tú primero… -El manager le condujo hasta la oficina del CEO.- No te preocupes, yo iré en unos momentos, debo imprimir la nueva agenda. Además, ayer mientras tuve una llamada telefónica con el nuevo CEO me dijo que les diera privacidad durante unos minutos… creo que quiere presentarse formalmente. De todas maneras yo iré… así que ve, enfréntalo como la estrella de talla mundial que eres y demuéstrale que no se arrepentirá de haber invertido en ti. –Un YoungBae indeciso y sumamente nervioso suplicaba con los ojos no ser abandonado, pero al terminar de oír aquellas palabras tomó fuerzas.

 

 

Suspiró y bajo la frase “Pase que le está esperando” dicha armoniosamente por la bella secretaria ejecutiva, tocó levemente antes de girar el picaporte. Su manager se retiró cuando finalmente decidió ingresar y cerró la puerta detrás de él.

 

 

Era una oficina amplia y exquisita. Lujosa, como la recordaba… invadido por la ansiedad dio un rápido vistazo al interior amueblado. Luego, dejándose de juegos decidió enfrentarse valientemente.

 

 

- B-Bueno días… -Se golpeó mentalmente por su torpeza, aclaró la garganta antes de continuar.- Soy Dong YoungBae, mucho gusto en conocerle… -Hiso una reverencia de noventa grados. Ni por error quiso mirar al sillón de ese majestuoso escritorio de caoba negra.    

 

- Buenos días… –Esa persona respondió suavemente.- Mi YoungBae…

 

- ¡¿P-P-Pero…?! –Rápidamente se incorporó reconociendo terriblemente esa voz. ¡¿Era él…?! ¡No era posible! ¡No era posible! Pero cuando sus ojos se posaron sobre la figura masculina detrás del escritorio no le quedó dudas sobre el dueño de la voz. Era él… su DongWook, los años no habían pasado en vano, pero las raíces blancas lucían soberbiamente y el atractivo de su rostro en nada había decaído. Parecía como los buenos vinos, entre más añejados saben mejor. Porque ese hombre era una figura elegante y vigorosa, su mirada oscura dejaba ver la vasta experiencia que conlleva una vida, enigmáticamente atrayente.

 

 

Su expresión debió ser realmente impactante ya que ese hombre se levantó de su lugar preocupado. El olor a colonia de caballero inundó sus fosas nasales embriagándolo. De repente YoungBae se sintió drogado.

 

 

- Tranquilo… no pasa nada. –Cuidadosamente se fue acercando. Pero cada paso avanzado era un paso que SOL retrocedía. Esa presencia le intimidaba, era incapaz de desviar la mirada… ¡Era él! ¡Era él!

 

- ¡T-T-TÚ…! ¡Han…Byul! ¡¿Qué haces aquí?! –Retrocedió hasta que su espalda suavemente chocó con la puerta. Una sensación de asfixia y fuerte mareo se apoderó de su cuerpo sintiendo desfallecer por la impresión.

 

 - Mi lugar es dónde tú estés… -Choi DongWook respondió casi en un dulce susurro. ¡Era él! ¡Era él! ¡Era él! ¡¿Qué hacía ahí?! ¡¿Por qué le buscaba?! ¡¿Por qué ahora?! Una mano se extendió hasta acariciar su rostro. La descarga eléctrica de antaño se  apoderó de su cuerpo sacudiéndolo… cómo su piel lo estaba añorando.

 

- ¡¿Qué haces aquí…?! –Negándose y con muchos fantasmas en su corazón rechazó la caricia. La desesperación y las ganas de abrazarlo se entrelazaron torturándolo. Choi DongWook estaba prohibido.

 

- Estás muy delgado. Has descuidado tu salud. –Ignorando al menor siguió recorriendo con cariño las facciones de ese rostro.- Cada día he pensado en ti.

 

- ¡¿Qué haces aquí…?! –Repitió con fuerzas. Cerró los ojos negándose a verle, además sentía que lloraría pues en su corazón las emociones y sentimientos explotaban amenazando con matarlo. Tantos miedos, tantas dudas, tantos recuerdos… ahora él estaba ahí… frente a frente ¡No era un sueño! ¡No era una alucinación! ¡Era real! ¡Podía sentir su calor! ¡Su tacto! ¡Su respiración! ¡Su voz!- ¡Hyung está con noona! ¡Hyung está con noona y sus hijos! ¡Yo vine a ver al nuevo CEO! ¡No estás aquí! ¡No estás aquí! –Angustiado y temiendo romperse, cayó en la negación.

 

- Yo soy la persona que buscas… yo soy el Nuevo CEO, Socio Mayoritario que compró el 70% de acciones y rescató a la disquera de su deuda. –Aclaró gentilmente comprendiendo el shock que tenía el más joven.- Soy yo, Choi DongWook… tu CEO.

 

- ¡No es cierto! ¡No es cierto! –Se alejó velozmente huyendo de la presencia ajena. El corazón palpitaba acelerado provocando dolor… y sufrimiento.- ¡Tú no estás aquí, no estás aquí!

 

- Mírame, YoungBae. Mírame… soy real, estoy aquí… dónde debo estar. A tu lado. –Diplomáticamente aclaró.- Te he buscado. Te he seguido y ahora, por fin te tengo frente a mí. Soy muy feliz. 

 

- ¡No digas eso! ¡Por favor no lo hagas! ¡Estás casado! ¡Estás casado! ¡Tú me dejaste de amar! ¡Tú…! –No pudo terminar, unos labios se sobrepusieron a los suyos callándolo.

 

 

El reencuentro no era dulce ni tierno… apenas se tocaron, los labios rápidamente confesaron su ansiedad, su emoción de volverse a tener juntos. DongWook sujetó con fuerza de hierro al menor que besaba con desesperación, no le dejaría huir. YoungBae sintió un fuego cruzado subiendo por sus pies hasta envolverle por completo. Al principio luchó contra esos labios, pero después, no se negó a esa retorcida oportunidad de la vida. Se entregó totalmente, dejó que le invadieran, que exploraran, que tocaran y mordisquearan su boca… soltó suspiros y pequeños gemidos.

 

 

 

- Ahahh… no sabes lo mucho que te extrañé todos estos años… -Finalizó el beso pegando sus frentes, con los ojos cerrados y las respiraciones agitadas.- Ahh… ahora somos libres, libres al fin… mi YoungBae regresé por ti, por ti. Tú que te llevaste mi alma y mi corazón… Te Amo y siempre lo he hecho.

 

- ¡N-Nooo! –Intentó alejarlo inútilmente.- ¡Tú te casaste! ¡Te Casaste! ¡¿Por qué vienes ahora?!

 

- ¡Te Amo! ¡Te Amo! ¡Te Amo! ¿Cuántas veces necesitas que lo diga para que lo entiendas? –Exclamó desesperado el otro.

 

- No se trata de que no crea los sentimientos de hyung, pero ahora comprendo que Tú y yo… no podemos estar juntos. Es imposible… –Las lagrimas comenzaron a salir.- Yo también amo a Hyung, con toda mi alma y mi vida, pero no podemos estar juntos… no podemos… no debemos…

 

- ¡Escúchame bien! –Le sujetó de las mejillas obligándolo a que le mirase.- ¡TÚ Y YO NOS AMAMOS! ¡TÚ Y YO ESTAREMOS JUNTOS! ¡PORQUE NO SACRIFIQUÉ ESTOS MALDITOS AÑOS EN VANO! ¡PORQUE TÚ Y YO MERECEMOS SER FELICES! ¡PORQUE TE AMO Y TÚ ME AMAS! No necesitamos de la aprobación de nadie… yo cuidaré de ti.

 

- ¡No! ¡Regresa con tu esposa e hijos! ¡Regresa a tu hogar! ¡Vete y olvídame! –Rogó llorando amargamente.- No me hagas esto, no abandones tu hogar por mí…

 

- Mi hogar es y siempre has sido tú. No tengo ningún lugar al cual regresar… HanByul pidió el divorcio hace un año. –Reveló estrechándolo con fuerzas, negándose a dejarlo ir.- Ella, lo sabe Youngie… lo supo y se encargó de decirle al CEO Yang Hyun Suk… ellos lo sabían. Yo no podía permitir que te destruyeran, por eso, por eso acepté un contrato matrimonial. ¡Por eso me casé con ella! ¡Jamás te dejé de amar! ¡Jamás olvidé estos sentimientos! Pero no podía concebir la idea de que arruinaran tu carrera, tu vida, tu talento y tus sueños… ¡Tú tenías que triunfar, tenías que ser feliz lejos del infierno! –Una calidez se deslizó por el hombro de SOL que tembló impactado por la revelación.- Yo quiero lo mejor para ti… aunque eso implique separarte de mí.

 

- Ella no podía haberlo sabido, no pudo porque siempre fuimos cuidadosos, no había manera… nosotros… -Muchas cosas comenzaron a encajar.- No es cierto… tú… tú…

 

- Ella vio el medallón, Youngie… el que me obsequiaste en nuestro aniversario, ya lo venía sospechando…

 

 

Su mente y su corazón estaban librando la peor de las batallas… por una parte, la consciencia insistía en que todo se trataba de una tetra para lastimarle. Sin embargo el corazón férreamente se defendía… ¿Y si todo era cierto… 

 

- FLASH BACK #1 –

- Riri-ah… no me pidas que me vaya… yo también sufro por esto, más de lo que pueden comprender. YoungBae es una persona muy importante para mí.

 

Fueron los momentos más angustiantes… su amistad y lo correcto, ó el amor de su vida que no le parece corresponder… ¿Qué debía elegir? ¿Qué estaba bien? Y esa voz tan sedosa, tan suplicante… ¿Una persona muy importante para él? Lo dudaba… porque de haber sido real, no lo habría abandonado.

 

- Por eso hyung… ¿No le gustaría verlo feliz? Haga lo mejor para él. -SeungRi siempre tan sensible… ¿Quién lo habría creído? Debajo de su irreverencia hay un alma noble.

- ¡SIEMPRE HE HECHO LO MEJOR PARA ÉL…! ¡SIEMPRE ME HE PREOCUPADO POR ÉL…! ¡TODO LO HAGO POR YOUNGBAE, SIEMPRE HA SIDO ASÍ…! ¡USTEDES NO SABEN NADA!

- FIN DEL FLASH BACK #1 –

 

El corazón dio el primer golpe mortal a la mente incitándolo a pensar detenidamente y no dejarse llevar por lo superficial.

 

- FLASH BACK #2 –

- Yo quiero lo mejor para ti… eres una persona muy importante...

- Hyung, no es correcto decir esas palabras, podrían confundirse…

- Yo… Mi pequeño Youngie, yo…

- No diga más, por favor. Soy muy inmaduro, me podría confundir rápidamente y no quiero causarle serios problemas con su prometida. Así que por favor, váyase… haga como si nunca nos hubiéramos conocido. Un par de extraños… eso es lo mejor para usted y para mí.  

- ¿Algún día me perdonarás…? ¿Dejarás de odiarme?

- Nunca, jamás… sería capaz de odiarle… hyung, me brindó mucha felicidad… solo le deseo bienestar.

- FIN DEL FLASH BACK #2 –

 

El segundo y tercer golpe atestaron sin piedad… tal vez había estado viviendo en una horrible y cruel mentira. Pero aun así, su mente se negaba a aceptar lo hechos.

 

 - FLASH BACK #3 –

Entregó el brazalete de su prometida y cuando sus manos tuvieron contacto inevitablemente las lágrimas terminaron por deslizarse… no borró su sonrisa… el mayor lo abrazó fuertemente…

 

- Perdóname, ¡Perdóname por no haber sido más fuerte! Perdóname por todo el sufrimiento que te estoy provocando… no te merezco… no soy digno de ti y por eso aceptaré todo lo que tu decidas… me alejaré para evitar que tengas que marcharte lejos. Desapareceré de tu vida mi pequeño Youngie… mi estrella, mi luz, mi música… no me pidas que te olvide, no sé cómo hacerlo y no pretendo aprender a hacerlo. Te llevaré en mi corazón el resto de mi vida. Si alguna vez llegamos a cruzarnos ignórame tú, yo no podré… por favor encuentra tu felicidad. Por favor vive por ti mismo… y sonríe nuevamente. Te pido perdón por haber sido un cobarde… solo quiero lo mejor para ti.

 

¿Intentó besarle…? Se sorprendió cuando aquel rostro buscaba su boca ¿Qué era todo eso…? Su corazón dejó de latir… lo detuvo a tiempo. Si sus labios volvían a tocarse no sería capaz de continuar la vida sin él. Lo alejó suavemente… sintiendo el frío de la separación…

- FIN DEL FLASH BACK #3 -

 

¡Knock Out! La Victoria fue para su corazón, ese instrumento que a pesar de estar destrozado continuó latiendo, continuó albergando esperanzas, continuó atesorando migajitas de amor. ¡Él siempre le amó! ¡Él siempre correspondió sus sentimientos! ¡Él también sufrió mucho! ¡Él se casó con ella para protegerlo!

 

 

Cuando finalmente su orgullo y su mente se convencieron de todo… su llanto fue mucho más profundo. Se aferró a esos brazos, sollozó inconteniblemente… Su DongWook, su DongWook.  

 

 

- ¿P-Por… q-qué… lo… hi-cis…te? –El llanto le impedía hablar claramente.- ¿P-Por… qué… n-no… me… lo d-dijiste…?

 

- Perdóname, ¡Perdóname por no haber sido más fuerte! Perdóname por todo el sufrimiento que te provoqué… ¡No pensé en esos momentos! ¡Cuándo estaba frente al CEO solo quería protegerte a costa de lo que fuera!

 

 

TaeYang comenzó a golpearlo débilmente, porque cada lágrima que derramó se pudo haber evitado y se angustió más sabiendo que su ser amado también sufrió lo mismo o peor. ¡Tuvo que fingir que no le amaba! ¡Le dijo palabras muy crueles! ¡Él le lastimó profundamente!

 

 

- ¡Pudimos haberlo afrontado juntos! ¡Pudimos haber planeado algo! ¡No tenías por qué haber hecho lo que hiciste! ¡¿Con qué derecho tomaste las decisiones por mí?! ¡¿Por qué me lo ocultaste?! ¡No soy tan ingenuo! ¡No me subestimes! ¡Yo también puedo luchar por lo que quiero! ¡Eres un egoísta! -Comenzó a reclamar.- ¡¿Tú crees que con un simple “Perdón” mis heridas sanarán?! ¡¿Crees que el dolor desaparecerá?! ¡Las noches que lloré! ¡Qué casi enloquezco intentando saber por qué me dejaste! ¡¿Crees que el dolor y el sufrimiento desaparecerán así como así?! ¡Me arrebataste la oportunidad de enamorarme otra vez!  -Se cansó de golpear el pecho, se dejó caer sin fuerzas…

 

- Entonces… ¿Quieres que me vaya? –La suave voz acarició su oído.- Dímelo, mi Sol… yo haré lo que tú digas.

 

- ¡¿Ahora sí te importa mi opinión, mis sentimientos y mis pensamientos?! –Continuó replicando.- ¡Eres un egoísta! ¡Egoísta!

 

- Lo comprendo… no pienso comprar tu perdón. Tú tienes el derecho de dar la última palabra… es mi manera de compensar minúsculamente el daño que te provoqué.

 

 

Su estúpido corazón se detuvo de golpe cuando lo vio alejarse… el terror se apoderó nuevamente de él. Y entonces… su mente cometió una locura normalmente propia del corazón. Se levantó rápidamente para atraparlo entre sus brazos y forzar un beso angustiado, lleno de miedo… mezclado con el inmenso amor guardado. No se arrepentía en lo más mínimo. Lo atrajo a su cuerpo con todas sus fuerzas… su alma jubilosa vibra al sentir las manos sobre su cintura y esos labios correspondiendo con la misma vehemencia. No lo dejaría ir ésta vez, lo atraparía para obligarlo a permanecer a su lado por siempre.

 

 

- Te amo… ¡Hazte responsable de mis sentimientos! ¡Y maldita sea, sé un hombre de palabra! ¡Porque si me vuelves a dejar te juro que te mataré y me suicidaré después! –Exclamó entre lágrimas.

 

- Con gusto moriré en tus manos. –Respondió el mayor limpiando dulcemente las mejillas.

 

- No estoy jugando, Choi DongWook… -Enojado advirtió.

 

- Yo tampoco. –La sonrisa débil derritió la coraza de hielo. YoungBae no volvió a sentirse solo… la soledad, el sufrimiento y los malos recuerdos iban desapareciendo poco a poco opacados por la felicidad de estar su ser amado.

 

 

Abrazados se fueron cayendo al suelo, los sollozos fueron paulatinamente calmándose, entre esa calidez embriagante, qué importaba lo demás, tan solo ese momento único… que valía más que cualquier otro. Porque es cuando sus corazones laten profunda y pasivamente, como una muestra real de que todo irá bien, que lo malo ya pasó, los recuerdos insufribles pasaran al archivo muerto del olvido y la llegada del incierto futuro, pero prometedor… TaeYang se aferró más y descansando su mejilla sobre ese pecho donde podía escuchar sin problemas el latir de ese corazón, la paz invadió sus sentidos… fue feliz cuando DongWook le correspondió estrechándolo un poco más.  

 

 

- No me vuelvas a dejar… No lo soportaré… me moriré.

 

- No habrá más secretos, y solo muerto lograrán separarme de ti. –Lo arrulló tiernamente.

 

- ¿Sabes…? –Se sentía tan bien, tan reconfortante… era como en los viejos tiempos, solo que esta vez sería lo correcto, no más mentiras, no más secretos, DongWook estaba con él.- Son momentos muy duros, especialmente para DaeSung-ah… nuestro Panda… se muere poco a poco. No soy capaz de imaginar siquiera un poco del tormento por el que está pasando él. Ver morir impotentemente a tu ser amado sabiendo que no hay nada qué puedas hacer. –Dijo con voz apagada.- No quiero verlo sufrir más…

 

- Lo sé… sé lo que se siente… pero estaremos para apoyarlo, no está solo… ni tú. Ya no más. –Susurró.

 

- Te Amo.

 

- Yo Te Amo más… Mi estrella, mi luz, mi música… Te Amo, mi pequeño YoungBae.

 

 

 

FIN DE CAPÍTULO.

Notas finales:

Gracias nuevamente por haberlo leído!

¿Qué les pareció...?

¿Les gustó? Y Este es solo el comienzo ^n^

 

Por favor, por favor... no olviden dejar un review, aunque sea chiquitito que nada les cuesta y harán sonreír a una persona.

 

*AVISO:

Por vía Twitter y Facebook estaré dando avisos de actualizaciones ^n^! Por favor estén pendientes pues los avisos abarcan TODOS MIS FICS... ^n^ Siento mucho la molestia U////U (se inclina)

https://twitter.com/88Annis Mi Cuenta de Twitter.

http://www.facebook.com/annis.torres.7 Cuenta de Facebook

 

Lamento los inconvenientes... (se inclina una vez más)

Muchas gracias por tomarse su tiempo en leer mis Fics, sé que aun tengo muchas fallas, pero con la experiencia y los comentarios de ustedes los lectores podré mejorar. 

Contribuyan a la Causa "Annis Torres"  ^n^ jejeje.

Cuidense mucho!

 

Ja Né!

^n^V.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).