CAPITULO LARGO, RECOMPENSA POR EL ANTERIOS
Tony camino despacio, como si le doliera hacerlo, sabiendo que dejaba tras de si a la única persona que habría amado sin condiciones, era doloroso, pero entendía que era lo mejor. Sin embargo cuando se quedo sin fuerzas, se recargo en una de las caballerizas, resbalando poco a poco hacia el suelo mirando hacia arriba, observando como poco a poco el cielo perdía sus matices, desvió su vista hacia un lado, notando como el ocaso se reflejaba en un color naranja rojizo.
-Es momento de seguir adelante, al futuro, Stark…- se dijo poniéndose de pie. Para volver a la casa.
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Andrew se encontraba recargado en el marco de una ventana de la pequeña salita que tenía la habitación que compartía con Anthony, una copa de vino a la que no le había dado ni un trago se movía en su mano, mirando como él color del cielo se tornaba cada vez más oscuro al ser ya pasadas de las nueve de la noche. Sus pensamientos se perdían y vagaban preguntándose si estaba en lo correcto. En ese momento su celular comenzó a sonar, lo saco del bolsillo de su chaqueta para contestar, revisando quien era.
-Ya deberías estar dormido- dijo apenas contesto- tienes clases mañana…- hablo queriendo sonar duro, sin embargo su voz sonaba sin fuerzas.- Estoy bien, es solo… algo que tu aun… no lo entenderías… duerme… si yo estaré bien, solo duerme, no quiero que el director tenga problemas contigo de nuevo… adiós, te quiero…- susurro antes de colgar para luego ver el aparato con cierto cariño. Entonces unos golpes en la puerta lo sorprendieron.
-Adelante…- pronuncio y la puerta se abrió dejando ver a Loki.
-Buenas noches- saludo el de Asgard, cerrando la puerta con cuidado.
-Buenas noches Loki- le sonrió débilmente.
-¿Cómo estas?- pregunto avanzando lentamente a él.
-Bien…- pronuncio como si no le hallara caso a la pregunta.
-Muy bien… Andrew, ¿has visto a Edward?
-No… no desde esta tarde… Que…- sonrió de una manera que parecía dolorosa- Pepper lo mando llamar.- dijo mirando su copa para dejarla en una mesilla.
-¿Y no lo… buscaste?
-No tenemos que estar todo el tiempo juntos.- acoto de forma algo fría.
-No, no dije eso pero… ¿ustedes pelearon?- pregunto levemente.
-No- negó el rubio en un suspiro- Loki, nuestras formas de ser son bastante parecidas, creo que fuimos criados de manera algo similar y se que toda esta cortesía y rodeos, son para llegar a un punto en especifico… así que deja los protocolos y antelaciones…
-Muy bien- afirmo haciendo un leve movimiento de cabeza- Yo sé donde esta Edward y necesito que me acompañes a verlo… ahora….
Andrew le miro, para después acercarse y darle un trago a su copa de vino bebiéndosela toda de una vez, Loki solo observo presintiendo que algo no iba bien.
Un par de minutos después estaban en lo que parecía un sótano, no había gente en la casa, todos se encontraban en el exterior disfrutando de un concierto de música clásica al aire libre, ellos bajaron sin ser vistos.
-La vinoteca- explico Loki al llegar, Andrew intento abrir la puerta pero esta no cedió.- Allí esta… se encerró allí y temo que…
-Este totalmente ebrio…- complemento el rubio.
-Peor que en la despedida, no se exactamente cuantas botellas hay allí adentro.
-¡Anthony!- llamo golpeando un par de veces la puerta- ¡Anthony! Ábrame por favor… Anthony… lo que sea que le haya pasado, sabe que aquí estoy para usted… no me preocupe así y habrá por favor- pedía dulcemente- De verdad me esta preocupando… - en ese momento escucharon algo parecido a metales que chocaban. El rubio miro al ex hechicero y este solo se encogió de hombros.
Andrew volvió a intentar abrir la puerta, pero esta vez si se abrió.
-¿podrías…?- comenzó el ingles.
-Claro, yo tengo que tratar con mi idiota personal- sonrió viéndole con empatía antes de darse la vuelta y marcharse.
Byron abrió lentamente la puerta, haciéndola rechinar entrando para toparse con un Stark pensativo, estaba sentado con los codos apoyados en una mesa situada en medio de la vinoteca, contemplando con gran interés una botella abierta con una copa servida a su lado.
-Anthony ¿Estas bien?- pregunto avanzando hacia él, decidido.
-Si tu pregunta mi querido Andy, hace referencia a mi estado etílico… te puedo decir que no he bebido ni una sola gota…Yo… se que era por eso por lo que tu y Loki estaban preocupados.
-¿Por qué te encerraste aquí entonces?- le interrogo cruzando sus brazos y apoyándose a un lado de él en la mesa.
-Para… olvidar… y pensar.
-¿Embriagándote?
-Esa fue mi idea en un principio- aceptó- Pero no es lo correcto, no es bueno para mí.
-Me agrada que lo aceptes- sonrió.
-Lo razono Andy- dijo poniéndose en pie, enredo sus brazos alrededor del cuello del menor, juntando sus labios, besándole al principio suavemente para luego profundizar más aquel contacto, al sentir como los brazos del rubio se afianzaban a su cintura, sus lenguas danzaron de manera sensual, enredándose, probándose, era un gesto lleno de calor y deseo que solo se rompió por la indispensable necesidad de aire.- Cheval Blanc Vinfolio, San Francisco – pronuncio Tony al separarse.
-Es un experto en vinos señor- declaro con unos titilantes ojos verdes.
-He probado muchos Andy y debo decir que la mejor manera de probarlos es de tus labios- comento.
-¿Y tiene mas sed?- Le pregunto relamiéndose los labios.
Por respuesta recibió un beso más, cargado de pasión, que le aturdió por completo.
-¿Oyes eso?- pregunto Stark separándose un poco.
-Hay una orquesta afuera…- indicó Andy.
-Tengo ganas de ir…
-¿enserio?- preguntó Andrew sin creerlo.
-No, la verdad no, pero necesito aire fresco llevo casi dos horas aquí encerrado.- esto provoco una pequeña risa en el menor que acepto la mano del genio para salir de aquel lugar.
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Steve Rogers se encontraba recostado en su cama, vio por octava vez el reloj de su mesilla de noche que apenas marcaba las doce con uno de la noche.
-En 24 horas me caso…- susurro en un tono lleno de frustración se llevo las manos a la cabeza, se sentía realmente enojado por no poder poner las cosas en su cabeza en orden, el lo quería… tenía que aceptarlo, el quería a ese estúpido millonario. Ese pensamiento llenaba su cabeza. Hasta que escapo de su boca.
-Yo también te amo Tony…- le confesó a la oscuridad y a una persona más que se encontraba detrás de la entrecerrada puerta.
Jane estaba allí, desde un principio ella supo que el capitán quería a Tony, lo había escuchado llamarle en la noche en sus sueños, pero era la primera vez que escuchaba que el rubio dijera eso de manera consiente. Y si había algo que sabía es que odiaba a Tony Stark, casi con la misma intensidad que quería al capitán para ella.
Entro despacio a la habitación de su prometido, vestida solo con un atrevido “babydoll”
-Steve…- le llamo con voz aterciopelada, sentándose en la orilla de la cama, pasando una de sus manos por la mejilla del militar.
-Jane- le correspondió este integrándose lentamente en su lugar, dejando descubierto su torso desnudo.- ¿Qué haces aquí?
-¿Enserio necesitas que te lo explique?- le pregunto de manera insinuante, para luego besarle, sin embargo este no le correspondió.
- Jane… no deberías estar aquí…- le dijo apartándole.
-Por favor Steve… no es la primera vez que dormiríamos juntos.- pronuncio con una risilla nerviosa.
-Quizá no… pero… mira mañana es el último día antes de la boda. Será mejor que…
-Steve…. Vamos…- le animo sentándose encima de él con las piernas abiertas.- No deberías negarle cosas así a tu prometida…- le decía al oído enredando sus manos en el cuello.
-Lo siento Jane… pero… necesito…- suspiro apartándola de si- Aire fresco y tiempo para mí- Atino a decir poniéndose de pie para coger una camisa azul y colocársela.- Hablamos mañana…- le dijo antes de acercarse a ella, dándole de forma dudosa un beso en la frente antes de salir de su habitación.
La castaña enojada comenzó a golpear las almohadas y hacer un desastre en la cama aventando todo al suelo y paredes, para luego levantarse enfadada y marcharse de igual manera.
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Andrew y Anthony caminaban por las caballerizas, el castaño había insistido e insistido, para quedarse hasta tarde en las orillas de los corrales que estaban llenos de pasto verde viendo las estrellas. Andy no entendía del todo esta reacción pero le encantaba la forma de ser tan ligera que el otro manejaba, parecía como si le hubieran quitado un gran peso de encima… aunque por otra parte algo en sus ojos se había apagado…
Estaban paseando por la entrada cuando Tony jalo de la mano de Andrew para besarlo. Byron acepto gustoso este gesto, colocándolo contra la pared de madera, profundizando el contacto.
Los besos se hacían más intensos al igual que las caricias, sus manos se tocaban con anhelo de más, las de Andrew se metieron por debajo de la camisa negra que el otro portaba, mientras que las del genio se aferraban a su cuello.
-Creo… que…- la voz de él Ingles se interceptaba en los besos- Anthony… creo que debemos volver… creo que debemos volver a la habitación- logro decir al final con la voz ronca.
-No…- negó Tony.
-¿No?
-No, tengo una mejor idea…- sonrió con picardía separándose para meter a Andrew en la especie de granero donde se recargaban, tirándole sobre un montón de lo que parecía heno, para luego sentarse sobre el y seguir besándole.
Andrew se sentía en el cielo, sentía los labios y la lengua del Anthony recorriéndole el cuello para luego volver a su boca asaltándolo con pasión, en cuanto a él, sus manos se dedicaban a deshacerse de la camisa de Stark. Logrando por fin aventarla a un lado, cuando logro esto, invirtió posiciones colocándose sobre el castaño, encargándose de subyugarle bajo su peso.
-No es justo Andy…- le susurro Stark al oído, aprovechando que el rubio mordisqueaba su hombro-debemos estar en iguales condiciones.
Byron sonrió separándose un poco de él para quitarse el chaleco negro y sencilla playera gris que portaba para enseguida colocársele de nuevo encima, esta vez lamiendo desde su pecho, sus pezones, mordiéndoles y besando con intensidad, hasta llegar al firme estomago, entreteniéndose en el pequeño ombligo a la vez que sus manos diestras desabrochaban el pantalón, logrando solo eso, ya que cuando procedía a quitárselo, su cabeza fue elevada otra vez hasta los labios del moreno, sus manos se aferraron a los costados resaltando en la piel ligeramente acanelada, Stark le mordía los labios. Ahogando jadeos por la fricción de sus erectos sexos, que rogaban por salir de la ajustada ropa.
-Se mio Anthony… por favor…- rogaba Andrew, bajando sus manos por la espalda hasta el firme trasero del superhéroe haciendo que sus caderas chocaran de forma intensa, compartiendo el calor que ambas desprendían- por favor Anthony…- rogo una vez.
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Steve paseaba intentando despejar su mente, sus manos se aferraban a su cuello, volteaba al cielo una y mil veces, como si este le pudiera dar la respuesta de que hacer. Se paso una mano por el cabello, sus pasos se hacían cada vez más pesados, su andar rayaba en lo lento, intentando con esto quizá que de verdad el tiempo avanzara más lento.
Paso enfrente de las caballerizas y los graneros y escucho unos ruidos inusuales, cavilo entre si ir o no, quizá un animal se había soltado o solo un invitado ebrio, pero deseando no pensar más en Anthony avanzo dentro, igual de lento, sin decidirse muy bien a entrar o no, entonces se detuvo en seco. Despacio como eran en ese momento todos sus movimientos y de manera silenciosa se apoyo en un poste. Desde ese punto pudo observar a la perfección lo que sucedía dentro de uno de los pequeños apartados de madera de lugar. Anthony se encontraba besando a un hombre, lo supo, al instante y cuando escucho su voz, las sospechas se confirmaron, y no tenia que ser un genio para saber a quien pertenecía el otro cuerpo y la risada cabellera rubia.
Cerro los ojos y se dio media vuelta de la misma manera silenciosa, cuando llego a un lugar suficientemente alejado se dejo caer al suelo, estaba en uno de los jardines frente a la casa.
Estaba sentado, sus rodillas levemente flexionadas servían de apoyo a sus brazos, mientras que su cabeza se encontraba sumida entre estos. Se sentía… se sentía el mayor idiota del mundo, sentía unos celos enormes, un dolor terrible, pero sobre todo se sentía traicionado, hasta en esos momentos nunca se había puesto bien a pensar que por supuesto al ser ellos parejas tendría sexo, era algo más que obvio, pero las palabras de Anthony seguían resonando en su mente, castigándole por no haber respondido un yo también.
No quería… no podía sopórtalo… ¿Qué iba a hacer?
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Tony no respondía los pedidos del rubio, ¿Podría…? ¿Y por que demonios en esos momentos la cara del capitán se le presentaba en ese momento?, Sentía ardor por los besos del Andrew que le llenaban la piel, se sentía tremendamente excitado, no lo podía negar pero había algo que le impedía ceder… algo que le asustaba y no podía adivinar muy bien por que.
En un impulso empujo a Andy, y este sorprendido no pudo reaccionar cuando Stark le libero de la prisión que eran sus pantalones, apartándolos lo suficiente junto con su ropa interior para que su miembro fuera liberado.
-Anthony…- jadeo al sentir la mano del castaño sobre su miembro.
-Un regalo Andy…- respondió antes de agacharse y darle una lengüetada a la punta de la firme erección, las manos del rubio se enterraron recogiendo un montón de paja, al sentir una experta lengua recorriendo la extensión de su sexo, deteniéndose a momentos en la punta para chuparla y succionarla, sintiendo también unas manos hábiles jugando con sus endurecidos testículos, después de unas chupadas mas Stark se metió todo aquel miembro a su boca sacándole una ronca exhalación al rubio, después empezó a marcar un ritmo suave y lento, enloqueciéndole, hasta que sintió una mano apresar sus cabellos con fuerza, logrando que se moviera de manera más rápida.
Andrew no le salían las palabras, solo podía desvivirse observando esa escena de su miembro desapareciendo en la boca del que había sido su amor platónico desde que era un adolescente, soltando suspiros y jadeos acompañados de palabras inconclusas, hasta que lo sintió venir, sentía el orgasmo cerca y un escozor en su bajo abdomen.
Al final con una exclamación profunda de placer, se vino por completo dentro de la boca del castaño, este se aparto manchándose un poco en el proceso, limpiándose la cara y las conmiseras de la boca con una mano. Para después sentarse enfrente del Ingles viéndolo a los ojos.
Andrew tenía cerrados los ojos, cuando los abrió agacho la vista abrochándose de nuevo el pantalón.
-Esto es todo lo que puedo obtener de ti ¿no? Debí saberlo.... - ¿Estaba diciéndolo? Si lo estaba haciendo, pero es que no podía soportarlo, había sentido a Tony dudoso, ¿Con miedo? Estaba seguro que la mente del genio era ocupada por alguien mas en esos momentos, y fue algo que enserio le dolió.
-¿De que hablas Andy?- le cuestiono confuso- Oye después de que he hecho algo así me han dicho muchas cosas, y enserio muchas cosas, pero nunca algo así Andy.
-Nunca serás mio- declaro, viéndole seriamente- Es que… yo te amo, pero no se si pueda soportar tenerte solo a medias.
-¿A medias?
-Creí… de verdad creí que ya lo habías superado.
-Andrew- llamo fuerte- No se por que dices eso… mira si es por que nosotros aun no…
-No es solo por eso… - negó quitándose el sudor que perlaba su frente con una mano – vi la confusión en tus ojos, no es por que no estés preparado… es que nunca lo vas a estar… tu lo amas a estas alturas puedo notar que nunca lo vas a olvidar…
-Estas diciendo tonterías Andy- negó simplemente jalando su camisa para ponérsela.
-Los vi…
-¿Qué?- se detuvo en seco cuando se abrochaba la camisa negra.
-No te llamaba Virginia, lo sé…- murmuro- Vi como lo besabas y la cara que pusiste después de eso…
-Pero… ¿Cómo?
-¿Recuerdas el kiosco tras el árbol?
-Es de mala educación espiar Andy.
-Perdón por ello, no los espiaba, solo vi tu mirada después de besarlo…
-Eso no tiene nada que…
Andrew también tomo su ropa acomodándosela y parándose.
-Te amo Anthony…- le dijo acercándose a él y colocando una mano en su mejilla- … Solo necesito pensar si puedo vivir con la pequeña parte de tu corazón que me ofreces…y…- hablo pues el otro parecía querer hablar- hace rato cuando te tenia en mis brazos estabas pensando en él… es algo que también tengo que pensar si podre con ello….- Stark pensaba contrariarle pero en vez de eso esbozo una pequeña y melancólica sonrisa.
-Odio lo bien que me conoces.- murmuro, causando también una sonrisa igual en el otro.
-Iré a caminar señor… lo veo mañana…- le dio un beso en la mejilla y se dirigió a la salida de aquel lugar.
Andrew camino hasta llegar hasta sentarse en las gradas del lugar donde se llevaba acabo el rodeo. Saco su celular y sin pensarlo marco.
-Se que son las seis o menos de la mañana donde estas y que tienes clases… pero cuéntame de tu día, ¿ok?- dijo apenas escucho la voz del otro lado.
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Tony paseaba en su habitación después de haberse dado una ducha, no podía apartar la mirada triste de Andrew de su mente, pero también el beso de Steve le rondaba la cabeza, acompañado de las palabras de Andy. ¿Qué no podía olvidar al Capi-museo?, ¿Cómo estaba tan seguro de eso? Encendió su celular intentando checar algunas graficas y documentos, pero se dio por vencido, no podía concentrarse.
Suspiro poniéndose de pie, se coloco sobre el pantalón de pijama y la playera negra una bata roja, decidido a incursionar de nuevo en la vinoteca para esta vez si probar algo, antes de salir observo el reloj que marcaba las dos de la mañana con tres, dictaminando así que Andy no llegaría.
-Aunque si llegara dudo que quiera verte Stark- se dijo abriendo la puerta.
Camino por los pasillos del enorme lugar para llegar de nuevo al cuarto en el sótano, entonces un estruendo le sorprendió… luego siguió otro…
-¿Qué todos tienen el maldito sueño pesado?- Hablo en voz alta y regreso sus pasos, hasta estar frente a la puerta de donde venia los ruidos- No… no creo que este bien irrumpir en una habitación así- dijo y se giro- Como si alguna vez hicieras las cosas bien. – Así volvió a estar de frente a la puerta y la abrió ligeramente.
Dentro se topo con el querido Capitán de frente a una pared, con las dos palmas pegadas a ella al igual que la cabeza, una de las lámparas que estaban a cada lado de la cama se encontraba tirada en el suelo, rota. Las sabanas de la cama igual se encontraban tiradas y parecía que alguien le había dado un buen golpe al closet.
-Vaya fiesta Capitán, ¿Y no invitas?- pregunto recargándose con un hombro en la puerta, de donde había sacado esa frase y el valor para hablarle no lo sabía. Quizá, simplemente era Tony Stark y era inútil luchar contra su naturaleza.
-Stark…- dijo el otro dándose media vuelta, para verle. –Aquí estas…
-No que va… soy parte de tu imaginación- hablo caminando hasta sentarse en la cama.
-¿Qué haces aquí Tony?- pregunto cansado, no pudiendo con la idea de verle allí tan fresco después de venir de… el solo pensamiento le quemo la cabeza.
-Bueno escuche problemas, y que puedo decir… soy tu padrino, me corresponde ayudarte anciano.
-Creí que después de lo de esta tarde…
-No lo sería mas…- completo la frase- que poco me conoces Capi-paleta, un Stark siempre haya la manera de cumplir sus promesas… aunque sea de una forma poco convencional…
-¿Así que vienes a ayudarme?- pregunto viéndole allí sentado tranquilamente en su cama, con esa actitud arrogante que tanto detestaba y admiraba a la par.
-Justamente…- afirmo, viendo como el otro caminaba hasta sentarse a su lado, con las manos apoyadas en la cama y la cabeza gacha.
-A ver… padrino- suspiro el capitán- ¿Cómo me ayudarías si te digo que un día antes de mi boda he descubierto que estoy enamorado de otra persona?
-Que tanto tiempo congelado te enfrío el cerebro, lo cual mato tus neuronas, por lo tanto no piensas, lo cual nos lleva a la demencia eventual que tienes ahora…- dijo finalizando con una sonrisa al mas puro estilo Stark.
-Y pensar que también amo eso de ti…- rio el rubio sin levantar la vista, mirando sus pies como si fueran lo más interesante del mundo.
-Anciano, las bromas no son lo tuyo, te lo advierto.
-Bueno Stark, a diferencia de ti, no todos bromeamos cuando hablamos… - soltó una gran exhalación dejándose caer de espaldas en la cama- Enserio… Tony, vete con Andy de una vez… no me arruines la vida, más de lo que ya lo has hecho.
-¿Qué….? ¿Qué yo te arruine la vida?- se quejo girándose para verlo- Perdona, pero yo no fui el estúpido que arruino mi declaración.
-¿De que hablas Tony?- le interrogo.
-Yo pensaba decirte lo que te dije hoy, el día que llegaste, pero fuiste tan bobo para llegar con esa Arpía colgada del brazo.
-¿Arpía?
-Ideas de Loki… en fin, el que arruina aquí la vida eres tú… y solo tú- le señalo acusador-… como te dije, debiste quedarte congelado….
-Tony….
-…. debiste quedarte congelado en ese maldito Iceberg hasta que yo muriera….
-Tony….
-…. muy posiblemente yo muera allí gritándole a ese trozo de hielo, el por que no te oculto por más tiempo…
-Tony, lo siento… lo siento y te amo… y siento no habértelo dicho antes, siento haberte perdido, siento haber aceptado esta tonta boda, siento haberte visto acostarte con Andrew, siento que mis prejuicios me segaran…
-Espera, espera, vuelve…. ¿Sientes que?
-Que mis pre…
-No, no, antes de eso…
El rubio trastabillo un poco, desviando su vista hacia la pared.
-Hace rato, caminaba, necesitaba pensar bien en lo que sentía por ti, y los vi… mira se que no tengo ningún derecho a enojarme, ni siquiera me enojaría si ahora me dices que lo que me dijiste fue una broma y que lo quieres a el, por que he visto como se tratan parece…
-Capitán- Le detuvo, sabía que lo que iba a decir y hacer a continuación era idiota, falta de auto respeto y dignidad quizá pero….- ¿Esta dispuesto a hacerse responsable de sus palabras?- le pregunto Tony viéndolo con una ligera sonrisa, era un orgulloso idiota, era Tony Stark, pero estaba enamorado.
-¿Hacerme responsable?
-Eso justamente…- dijo Stark antes de acercase y besarlo, eso era lo que quería, eso era con lo que había soñado, él, pese a todo lo que había sufrido, Steve era el único hombre al que amaba. Cuando comenzaron esa platica ni siquiera había pensando en sus palabras, solo había contestado como su mente iba avanzando ante lo que el rubio decía. Y ahora sentía que su beso era correspondido de una manera diferente, las manos del capitán presionaban delicadamente su cintura, y sus labios eran igual de tiernos como lo habían sido aquella tarde.
La manera en que se tocaban era como si no quisieran romperse el uno al otro, sus labios se escuchaban chasquear por los entrecortados besos, las manos de Tony se deslizaron por los amplios pectorales del rubio hasta sus hombros, al tiempo que sentía como era empujado hasta quedar con la mitad del cuerpo del capitán sobre su persona, sus labios se separaba cortos lapsos solo para tomar el aire necesario y luego volver a entrelazarse, involucrando esta vez sus lenguas, en suaves caricias en las que el capitán exploro la cavidad ajena con ansias, para luego dar ingreso a la suya, disfrutando así mutuas invasiones que les hacían sentir torrentes de lavas en su sangre. Cuando por fin decidieron separarse el suficiente tiempo para mirarse lo hicieron con escrutinio, buscando en los ojos del otro la verdad de sus sentimientos. Y entonces sus bocas volvieron a encontrarse, pero esta vez con más intensidad. Las manos se dedicaron a desnudarse, y cada retazo de piel que quedaba expuesta era acariciado con una sensualidad inusitada.
Cuando el cuerpo del genio quedo solo con la ropa interior y el capitán tenía solo unos viejos vaqueros, el castaño le hizo quedar de espaldas contra la cama, para con lentitud, bajar su lengua desde el cuello, dejando chupetones que al día siguiente serian visibles, pasando por el marcado pecho hasta el abdomen, delineando las líneas de los músculos con su lengua, logrando escuchar jadeos por parte del Capitán que eran como música a sus oídos. En el momento en el que consiguió deshacerse de los pantalones del capitán, fue jalado de nuevo hacia arriba, quedando con el cuerpo completamente extendido sobre el mayor. Las manos de Steve pegaban su cuerpo al de él con una mano en la cintura y la otra sujetando una parte de su rostro.
-No sabes cuanto me vuelves loco Stark…- le susurro con voz ronca antes de morderle el labio inferior.
-No tanto como tu a mi capitán…- le correspondió, colocando sus piernas al lado de las caderas del capitán dejando sus marcadas erecciones frotarse sobre la ropa interior.
El rubio se incorporo levemente tomando a Tony de las caderas mientras este se movía sobre su ingle, simulando penetraciones, causando que su piel fuera marcada por mordidas en los hombros y unas manos que se aferraban con fuerza a su cintura.
-Te amo Steve… de verdad que lo hago….- declaraba entre suspiros, enterrando sus manos en el cabello rubio, besando frente, parpados y mejillas.
Tony sin soportarlo se separo de Rogers dejando de lado su ropa interior, cosa en la que el rubio rápido le imito. Volviendo a acariciarse con pasión, frotándose.
Esta vez fue Steve quien puso contra la cama al millonario, gimiendo al sentir la mano de este apretando su miembro, a lo que le devolvió el favor enseguida, y si bien al principio sintió algo de inseguridad, esta enseguida fue disipada por la excitación que le consumía por entero.
-Tony…- jadeo el rubio, parándose un poco para ver al otro a la cara.
-Se exactamente lo que quiere Capitán Rogers…- sonrió Stark deslizando sus manos por la espalda hasta llegar a los firmes glúteos del capitán los cuales apretó con posesividad- ¿Quieres poseerme no es cierto?- le pregunto al oído.
-Quiero que seas todo mio Stark…- le respondió con intensidad. A muchos les parecía impersonal llamarse por sus apellidos en esas circunstancias, pero para ellos era algo que aparte de excitarles, les hacia sentir dueños del otro.
-Entonces… necesitare esto…- dijo tomando una de las manos del capitán que se encontraba cual tatuaje pegada a sus costados para comenzar a lamer y chupar aquellos dedos, causando que los ojos del súper soldado se oscurecieran por el deseo y la pasión que parecía llenar cada poro de su cuerpo.
Por instinto el capitán entendió lo que seguía y aprovechando como el castaño separaba sus piernas completamente entregado, se dedico a meter primero un dedo, moviéndolo despacio quizá demasiado ya que no quería lastimarlo, bien sabia dios que lo que menos quería en el mundo el capitán era que Tony sufriera más por su causa.
-El otro… Capi- paleta- le pidió ansioso Stark, el rubio le obedeció metiendo el segundo y posteriormente el tercero, los movía esta vez con más fluidez, pues no sabía exactamente cuando estaría listo el castaño. Pero este por si solo le detuvo la mano, para luego incorporarse y tumbarlo boca arriba.
-Stark…- pronuncio algo confuso.
-Yo no seré el de abajo anciano….- le hizo saber antes de agacharse hasta el miembro del rubio para lamberlo cual paleta, desde la base hasta la punta, llenándolo por completo de su saliva. Para que luego apoyándose en el firme abdomen del rubio, y ganando ayuda con las manos del otro sujetando su cintura, se fue empalando poco a poco, mordiéndose los labios, para no gritar por el dolor y placer que se mezclaban por aquel acto.
Al estar completamente dentro el capitán no pudo evitar soltar un ronco gemido de satisfacción, comenzando luego a repetir varias veces el nombre de “Tony”, al sentir como este se empezaba a mover, siendo correspondido por su nombre en los labios ajenos, intercalados con jadeos.
Las embestidas se fueron acelerando, hasta el punto que el rubio ya no lo aguanto más y puso a Stark contra la cama, comenzando a embestirlo con fuerza, con los dedos de Tony encajados en su ancha espalda, con premura al sentirse cerca del orgasmo, llevo una de sus manos al sexo del menor, comenzando a masturbarle con la misma intensidad con la que se movía.
Tony veía estrellas al sentir aquellos movimientos tan certeros dentro de si, y cuando le empezó a masturbar, no pudo más que echar la cabeza hacia atrás, entonces, lo sintió, el orgasmo le embargo por completo, una sensación que no tenia precedentes, logro la liberación completa, al sentir su semen, manchando los estómagos de ambos, y luego ante sus contracciones, sentirse lleno por el rubio que se vino gritando su apellido.
Steve se retiro poco, colocándose a un lado del castaño a lo que este aprovecho para acurrucarse junto a él, ambos estaban totalmente exhaustos, Steve lo apretó contra su pecho, sintiendo una enorme calidez llenándole por completo.
-Esto es lo que siempre soñé…- logro decir cuando su respiración se tranquilizo.
-¿Y que es eso exactamente capitán?- le cuestiono el empresario, levantando su rostro solo un poco para verle.
-Que fueras solo mio, que solo repitieras mi nombre Tony, creí que por… tu forma de ser… nunca podría tener algo así…
- Yo desde hace mucho solo soy tuyo…- le confeso con la voz algo ronca y cansada- Por eso no me pude acostar con Andy…
-¿Enserio?
-¿Mentiría?- cuestiono, subiéndose un poco más encima del capitán.
-Pues…- el rubio torció la boca.
-Que gracioso…
-Stark… tu pecho esta brillando mucho- comento el capitán- Hasta ahora lo noto, ¿tanto hago que se te acelere el corazón?
-Cállate, anciano…. Quiero dormir… y te lo repito, el humor no es lo tuyo, déjamelo a mi- le dijo acostándose abrazando la cintura del soldado. Este extendió su mano al suelo, jalando una de las cobijas que estaba tirada, y los cubrió con ella.
Pasó un buen rato observando el semblante tranquilo que tenia el “playboy” al dormir. Para luego poco a poco el también caer en los brazos de Morfeo, con el sabor y escancia del castaño embriagándole y llenándole.