Your Lips (My Fairy Tale)
La lluvia llegaba a gran velocidad por la ciudad, sin previo aviso. Gota por gota caía rápidamente por aquellas calles. El viento soplaba, las gotas caían, gota por gota, un bao aparecía por las ventanas.
Todo aquello pasaba mientras yo me encontraba sentado en frente de una de las paredes de la sala de aquel apartamento que solíamos compartir. Aquella pared que se encontrá hecha de únicamente de cristal, aquella que daba una hermosa vista hacia la ciudad. Mis piernas se encontraban cruzadas y mis manos tocando aquel cristal esperando el poder ver ingresar al estacionamiento del edificio aquel carro deportivo rojo que tanto te gustaba.
Intento no dejar de decirme que esto no fue mas que una simple pesadilla, Intento pensar que hoy por fin despertare de ella, aquella pesadilla en la cual el destino decidió arrebatarte de mi lado
Aunque creo que soy un tonto al hacer esto, pues se que jamas regresaras. Pues te fuiste para jamas volver.
Aun recuero perfectamente aquel día un año atrás exactamente. Recuerdo como la lluvia caía ferozmente y los truenos no dejaban de estallar por todas partes haciendo que un miedo en mi se apareciera a gran velocidad. Mi cuerpo temblaba y mis pies retrocedían con un gran miedo a cada paso. Me di cuenta instantáneamente de que te habías percatado de mi miedo en cuanto pasaste tus brazos de manera cariñosa por mis caderas. Sin pensarlo dos veces pase mis brazos por tu espalda abrazándote, dejando que me tranquilizaras en lo que me acurrucaba entre tus brazos.
Daría cualquier cosas por volver a estar en aquellos brazos que tanto me gustaban, por volver a sentir aquellos labios rojizos junto a los míos, por volver a sentir como ellos atrapan los míos, por ver tu cara llena de celos al darte cuenta que trato con mas cariño a aquellos peluches que solías regalarme en lugar de a ti. Daría cualquier cosa por volverte a ver una vez mas.
Eh tratado de sobrevivir todo este tiempo sin ti, aunque dudo que lo haya hecho bien pues se bien que en mi interior me encuentro tan frió como el helado que solíamos compartir juntos. Me siento frío, completamente congelado.... es como si ya no me encontrase vio... ya no.
Y me siento como un bobo pues mis lagrimas no han dejado de parar de salir. Corren sin vergüenza por mis mejillas, son traviesas y no pararan de salir. Siento como ellas brotan de mis ojos mientras voy hojeando un álbum de fotografías en donde nos encontramos ambos. Me detengo en una de las paginas viendo una de las mas viejas fotos días después de habernos conocido haciéndome recordar perfectamente el día en el cual nos conocimos.
Flash Back
Era un día soleado de verano. El sol ardía, quemaba, mostraba sus rayos radiantemente.
-Zelo – Escuchaba como me decía una voz dulce, la cual reconocía fácilmente. Y como olvidarla pues aquella voz era la de mi mejor.
-Oye pensé que nunca llegarías – Le reclame haciendo un puchero casi invisible
-Lo siento – Se bofo mientras me jalaba una de mis mejillas de manera infantil
-Ya! Him Chan Hyung – Lo mire intentando mostrar enojo lo cual provoco que saliera una pequeña risa juguetona de su boca
-Ze-Ze debo irme, un imprevisto lo siento – Se disculpo en lo que jalaba del brazo a un chico, posiblemente de su misma edad, tenia el cabello teñodo de rojo– El es Yong Guk, no te preocupes el te ayudara con las asesorías que me pediste – Me dijo con una sonrisa que pasaba de oreja a oreja tras hacer un venia en forma de despedida y salir corriendo
-Mucho gusto soy Zelo – Le dije con una sonrisa en los labios
-Quieres un helado? – Fue lo primero que me dijo cosa que me extraño bastante.
Simplemente asentí con la cabeza tras ver como el mayor se alejaba yendo a una heladería que se encontraba al cruzar la calle. No tomo mas de 10 minutos para que ese regresara con dos helados en sus manos estirándome uno de ellos para que lo tomase, pero antes de que pudiese haber realizado la acción vi como aquel delicioso helado de chocolate caía hacia el piso.
-Hyung, porque tiro el helado – Pregunte con cierta indigancion viendo tristemente hacia el piso
-Pues veras el me pido que lo matara – Me susurro de la manera mas natural
-Señor Guk por si no sabia los helado no hablan – Comente dejando salir un diminuto puchero de mis labios.
-Oh! Claro que si pueden hablar, el me pido que lo matara, pues el estaba a punto de comerte – Decía naturalmente en lo que comía su helando de vainilla un tanto distraído
-Los helados no comen! – Reproche
-Claro que si! Acaso no sabias que ellos comen los chicos lindos como tu? – Pregunto frunciendo el ceño tras hacer una mueca
-No es cierto!
-Si lo es! Incluso ahora mismo creo que mi helado piensa comerte – Dijo en lo que acercaba aquel helado hacia a mi en lo que me encoja de hombros y sin pensarlo dos veces quite aquel anillo que llevaba puesto en uno de mis dedos colocandolo con rapidez en la mano del mayor.
-En ese caso deberías de protegerme esposo – Dije de la nada escondiéndome en la espalda de el otro viendo como como provocaba una mueca por la parte del mas viejo
-Y desde cuando resulta que soy tu esposo? – Pregunto frunciendo aquellos labios gruesos que poseía en lo que entrecerraba aquellos ojos atrayentes
-Desde ahora – Respondí evitando que notara mi temor
Fin Flash Back
Y aun ahora recordando aquellos recuerdos sigo pensando que todo fue el destino. Pues exactamente aquel día el chico que me gustaba en aquel entonces estuvo a punto de decirme decirme que le gustaba. Pero exactamente aquel día tu te apareciste, revolviste mis pensamientos dentro de poco tiempo descaradamente. Recuerdo como al principio solía decirte todo el tiempo que eras un mal hyung, recuerdo que siempre te reprochaba por aquellas malas miradas que me lanzabas y incluso tu llegaste a prometerme que intentarías ser un buen hyung conmigo. Aquella promesa que sin duda terminaste por cumplirla.
Y aun sigo recordando el día en el cual nos volvimos novios, recuerdo que que unos días antes tu me habías confesado que te gustaba, y como termine por amar aquel día, termine mortificándote diciéndote hasta el final de nuestra conversación, justo cuando estaba apunto de irme te dije “Creo que tu también me gusta Gukkie hyung”. Si, efectivamente aquello había sido lo que había gritado antes de salir corriendo escuchando como me gritabas después “Mocoso hablaremos mañana”. Aquel día había sido uno de los mejores, sentía como mi corazón latía descontroladamente en lo que corría en dirección de mi casa, pues sabia que mis padres en verdad me regañarían si volvía a llegar tarde una vez mas.
Cuanto tiempo ya ah pasado desde aquel entonces? Cuanto tiempo mas podre vivir sin estar a tu lado?
Deje caer mi espalda en el suelo aun con mis ojos húmedos, aun llenos de lagrimas, pues era imposible pararlas. Di un gran suspiro en lo que recordaba aquel día en el cual el destino jugo conmigo.
Flash Back
-T-tengo miedo – Susurre en lo que me encontraba acurrucado entre sus brazos
-No hay de que temer – Me respondió con el tono mas dulce que podía, pues no era el tipo de chico que se le dirá mucho con las palabras dulces
Hizo que diera un pequeño salto y acomodo mis piernas en sus caderas cargándome. Me llevo entre brazos hasta la recamara sentándome en la cama. En lo que yo por mi parte al haber escuchado un trueno caer de manera brutal, fui gateando de manera rápida tras escondiéndome entre las sabanas. Acción que causo una pequeña risa de su parte. Fue por lo cual yo hice un puchero notorio en lo que temblaba entre las sabanas.
-Que tiene el pequeño lindoso? – Pregunto con aquel tono de voz que sabe bien que me encanta. Pude sentir como se sentaba a mi lado
-Nada – Respondí con seguridad, pero esta se esfumo a velocidad luz al escuchar nuevamente un trueno.
Mis reflejos no hicieron nada mas y nada menos que abrazar aquel cuerpo que conocía bien provocando que su propietario riera nuevamente. Me tomo por los brazos acomodándome en su pecho. Acaricio mi espalda intentando tranquilizarme
-Gukkie... – Susurre con un tono de voz débil
-Que sucede mi chiquillo? – Pregunto en lo que perdía sus dedos por mi cabello
-Prometes que siempre te quedaras a mi lado? – Lo mire con cierto miedo, pues temía escuchar algo que no me fuese de mi agrado Vi como una sonrisa se ilumino en su rostro tras empezar a hablar
-Claro que si, asi sera – Me revolvió el cabello, acción por la cual me encoji de hombros tras sentir como entreenlazaba nuestros dedos meñiques – Lo prometo por pinki – Me sonrió de oreja a oreja viéndome a los ojos pues sabia bien que para mi las promesas no valían si no fueran por pinki
Algunas veces realmente me sorprendía lo bien que me conocía, de cabeza a pies. Sabia bien cuales eran mis puntos débiles y mis puntos fuertes, incluso conocia de memoria mis defectos. Algunas veces incluso llegaba a preguntarme como podía ser que me amara conociendo todo eso de mi, era realmente como un cuento de hadas.
En eso se escucho como sonaba el ringtone de su teléfono celula, no tardo mucho en sacarlo del bolsillo trasero del pantalón que llevaba puesto, miro por unos segundos la pantalla tras contestar la llamada
-Si diga?.... Esta bien no se preocupe no tardo en llegar – Fue lo único que dijo tras colgar la llamada
-Pasa algo malo? – Fue lo primero que pregunte
-Necesito ir al trabajo, paso un inconveniente – Me explico – No te preocupes – Me sonrió en lo que pellizcaba mi nariz – No se si tarde mucho tiempo en regresar así que no me esperes y duerme, entendido? – Me beso tiernamente los labios, de la única forma que solo el sabe hacerlo
Simplemente asentí con la cabeza acomodándome en la cama sintiendo como me acobijaba de manera paternal. Beso mi frente tras levantarse del lugar dirigiéndose hasta la salida apagando la luz de la recamara
-No olvides que te amo – Dije entre puchero antes de ver que se fuera
-No lo are... y tu tampoco lo hagas, entendido?
-Mmm – Asenti con la cabeza tras ver como formaba con ambas manos una pistola simulando que me disparaba
-Listo, ahora es hora de dormir – Me sonrió antes de salir por aquella puerta tras cerrarla
Fin de Flash Back
Mi corazón duele aun mas al recordar aquel día tan desafortunado, el dia en el que te fuiste de mi vida sin previo aviso. Prometiste que te quedarías conmigo siempre... pero, porque ahora no estas conmigo? Porque no me regañas de las niñerías peligrosas que termine por hacer? Porque no estas aquí para decirme lo tanto que te molesta que muestre mas mi cariño con aquellos peluches? Porque no estas aquí para reprenderme haciéndome el amor enfrente de ellos? Porque no estas aquí intentando hacer alguna de tus ideas pervertidas conmigo? Porque te has esfumado sin decir nada? Porque me dejas con mil preguntas pero ninguna respuesta?
Me hago bolita aun en el piso y abrazo mis piernas con fuerza, quiero pensar que sigues aquí, que nada a cambiado. Aunque se que eso jamas sera posible pues tu te has esfumado, el destino decido que ese día me aria una jugada y te quitaría de mi camino. Porque tuviste que haber sido tu y no yo? Porque?
Aun recuerdo como pocas horas después de tu despedida recibí aquella llamada que cambio mi vida por completo. Y tan solo de volver a recordar aquella llamada telefónica mis ojos se llenan nuevamente en un mar de lagrimas.
Flash Back
-Disculpe es usted el joven Zelo? De casualidad no es usted algún familiar o amigo del joven Bang Yong Guk? – Escuchaba como una voz grave me preguntaba por la otra linea telefónica, cosa que hizo que me alarmara por completo, pues aquella llamada provenia de su numero telefonico
-Así es – Respondí en seco
-Disculpe necesitamos que venga al Hospital central de Seoul pues el joven sufrió de un accidente automovilístico debido a la tormenta, se encuentra en un estado grave y necesitamos la firma de alguien para que puedan hacerle la cirugía – En aquel momento sentí como si mi vida se fuera derrumbando en un par de segundos, sentí como si en aquellos segundos estuviese muriendo
-No se preocupe estaré ahí enseguida – respondí intentando no derrumbarme en lagrimas tras colgare la llamada
No lo dude dos veces y sin importar que estuviese en pijama tome un par de tenis y salí a gran velocidad de aquel lugar, velocidad que jamas supe de donde salio, supongo que se debió al impacto. Llevaba el teléfono en manos. Corrí por las calles en busca de un taxi, la desesperación me mataba, mis lagrimas brotaban, caían suplicaban por salir. Querían expresar todo el dolor que se encontraba en mi.
Cuando al fin pude encontrar un taxi torpemente me subí sin pensarlo dos veces, le pedí al conductor que me llevara al lugar en el cual necesitaba estar. Le pedí que se apresurara sin poder guardar la clama aun teniendo mis ojos en un mar de lagrimas. Intentaba calmarme intentando llamarle a Him Chan, pero su teléfono no contestaba. Sabia que no me dejarían firmar los papeles pues aun no era mayor de edad, sin pensarlo dos veces ni en las consecuencias que vendrían con ello, llame a mis padres suplicándoles que vinieran pronto al hospital.
En cuanto llegue al lugar le di un billete sin importarme el cambio al taxista, salí corriendo hasta la puerta principal del hospital en lo que limpiaba de mi rostro aquellas lagrimas traviesas que habían decidido salir. Me dirigí inmediatamente hacia el mostrador preguntando con rapidez por mi novio. Una amable enfermera respondido explicándome donde se encontraba su habitación, le agradecí infinitamente, hice una corta venia tras salir corriendo hacia la dirección que me había dado.
No fue necesario que abriera la puerta pues para mi sorpresa mis padres ya habían llegado, posiblemente se debía a que su casa se encontraba mas cerca. Los médicos se encontraban sacándolo de la habitación en la camilla, las vendas rodeaban su cráneo, aquellas vendas que se encontraban llenas de la sangre que había derramado sin cesar. Varios raspones se encontraban en sus mejillas y una cortadura por aquellos labios rojos. Sus brazos se encontraban con unas cuantas cortaduras y llenos de sangre, su ropa se encontraba completamente rasgada, llenas de sangre, aquella sangre que jamas debió de haber sido derramada. Por el cuello llevaba un collarín y posiblemente tuviese unas costillas rotas, al igual que una de las piernas pues esta tenia un estabilizador. Mientras le daban respiración mediante a una mascarilla
Al verlo en aquel estado llore, llore como nunca. Estalle y empece a gritar viendo como se llevaban en tal estado al ser que amaba. Sentía como unos señores me tomaban impidiendo que pasara a aquella zona en la cual se encontraba el quirofano. Yo simplemente gritaba, rogaba que todo saliera bien.
-SALVENLO! DEVEN DE SALVARLO – Gritaba descontroladamente en un mar de lagrimas, pataleaba y intentaba que me dejasen ir – DEVEN DE SALVAR A MI NOVIO, DEBEN DE HACERLO! - Volví a gritar en lo que caía sin fuerzas al piso sin poder controlarme. Tras sentir como un par de segundos después una mano pegar con fuerza en mi mejilla, dándome una cachetada provocando que mi mejilla quedara completamente roja.
-Que dijiste jovencito? - Escuche como una voz grave me decia en un tono elevado.
Me sobe la mejilla en lo que levantaba mi mirada sabiendo perfectamente de quien provenía aquella voz en lo que intentaba eliminar aquellas lagrimas de mis ojos lo cual logre sin éxito. Pues ellas eran tercas y posiblemente tardarían un gran rato en parar de salir, lo mas seguro era de que se secaran y ya no hubiese ninguna gota que pudiese salir de aquel lugar.
-COMO ESCUCHASTE PADRE! QUIERO QUE SALVEN A MI NOVIO – Dije aun gritando
-Tu QUE? – Esta vez elevo un poco mas la voz mirándome de la forma mas espantosa que un padre pudiese ver a su hijo
-MI NOVIO!... Y NO ME IMPORTA LO QUE PIENSES PUES ME QUEDARE A SU LADO SIN IMPORTAR LO QUE PASE... NO ME IMPORTA QUE TENGAS TU IGLESIA, QUE SEAS UN PADRE Y QUE TE JUZGUEN POR QUE TU HIJO ES GAY! – Grite con bastante furia en mis palabras – NO TE PREOCUPES POR ESO, DESAPARECERE DE TU VIDA... NO SERE TU HIJO... ME QUEDARE CON BANG EN EL APARTAMENTO QUE COMPARTIMOS... PORQUE SI, CUANDO TE DIJE QUE ME COMPARTIRIA EL APARTAMENTO CON UN AMIGO PARA PODER LLEGAR PRONTAMENTE AL COLGIO NO ME REFREIA A UN SIMPLE AMIGO... SI NO A EL!... A MI NOVIO... Y POR SI TE INTEREZA LLEVO SALIENDO CON EL DOS AÑOS.... - termine de decir volviendo a llorar, a desahogarme derrumbandome en el suelo dejando que los sentamientos se apoderaran de mi como nunca
Pude percatarme de la rabia que se encontraba en la mirada de mi padre el cual no hizo mas que intentar abofetearme nuevamente, siendo mi madre quien interviniera diciendo que era suficiente. No tardaron mucho tiempo en que ambos se marcharan dejándome llorando como nunca en aquel piso frió. No supe cuanto tempo exactamente me quede en aquel lugar de esa forma hasta por fin quedarme dormido.
Unas manos frías se posaron por mis hombros haciendo que me despertara inmediatamente.
-Channie – susurre en cuanto vi el rostro de aquella persona, era sin duda Him Chan. No dude dos veces y lo abrace con fuerza mordiéndome los labios intentando no llorar nuevamente.
-Estas bien? – Escuchaba como me preguntaba en lo que acariciaba mi cabello, nege con la cabeza escondiéndola en su hombro – Lo siento mi teléfono estaba muerto, pude ver tu mensaje hasta que llegue a casa... Dime como esta Guk?
-S-sigue en el quirofano – no supe de donde saque las fuerzas para poder articular.
Pocos segundos después llegamos el cirujano saliendo de la habitación en la cual se encontraba el ser que mas amaba y sigo amando en este mundo. El señor de semblante joven llego enfrente de nosotros
-Son familiares de Bang Yong Guk? – Fue lo primero que pregunto a lo cual ambos negamos siendo Him Chan quien respondiese.
-Amigos... Sus padres o familiares no se encuentran
Yo bien conocía el porque... pues nunca llego a conocer a su padre, debido a que este había abandonado a su madre en pleno embarazo. Y ella quien había sido la única persona que había tenido de familia en toda su vida cayo en una seria enfermedad, enfermedad que la llevo a la muerte. Cuando Yong Guk tan solo era un niño. Por aquel tiempo el ya conocía a Him Chan pues ambas madres eran buenas amigas. Ella crio bien a Guk. Años después nos conocimos tras el comprar un apartamento para ambos con los ahorros de toda su vida juntandolo con los ahorros que le había dejado su madre para el futuro de su amado hijo.
-Bueno en ese caso creo que debería de decirles que hicimos todo lo posible para salvarlo – en eso negó con la cabeza haciéndome sentir como mi corazón se encogía y era estrujado – pero no pudimos pueden ir a verlo para despedirlo – concluyo diciendo en lo que se alejaba de nosotros
En eso volvía a hacer un mar de lagrimas cayéndome al piso pataleando rogándole a los cielos que no fuese cierto, que tan solo fuese una vil mentira lo que acababa de escuchar decir. En todo ese tiempo Him Chan me detuvo, me tomo entre brazos abrazándome con fuerza intentando tranquilizarme, queriendo volverse un refugio para mi, queriéndose volverse fuerte. Pero el era igual de débil que yo así que empezó a llorar, lloramos como nunca antes.
-Vamos – me susurro en lo que entre enlazaba nuestras manos, se mordió sus labios, sabia que le dolía, posiblemente lo mismo que a mi solo que de diferente forma, el perdía a uno de sus mejores amigos mientras yo perdía al amor de mi vida.
Me jalo de la mano haciendo que nos dirigiéndoles hasta la habitación la cual ya había sido desocupad por los médicos. Vimos aquel cuerpo, el cual se encontraba cubierto completamente por una manta. Me acerque torpemente casi cayendo ante el impacto sintiendo como Chan me sostenía para no caer intentando transmitirme que fuera fuerte. Pero eso era como pedirle a un conejo que no dejase que lo cazaran. Di una gran suspiro antes de continuar, hice un puño con mis manos acercándome nuevamente, destape aquel rostro que tan bien reconocía, acaricie aquellas mejillas tras sentir como nuevamente mis ojos se humedecían.
-Porque fuiste un tonto y saliste de casa con terrible tormenton? Porque no fui capaz de impedírtelo? Porque? Dímelo! - dije la ultima frase casi gritando desesperado- No me dejes... LO PROMETISTE!... dijiste que siempre te quedarías conmigo. P-porque me mentiste? Porque me dejas ahora solo? Levantate de ahí y responderme – empece a pegarle en el pecho bastante frustrado – RESPONDE! - grite tras juntar nuestras frentes.
Vi aquellos labios rojizos, al igual que las frezas. Sabiendo que ellos siempre serian míos, pero tan solo quería sentirlos una vez mas... una ultima vez... aquellos labios que tanto amaba, aquellos que me hablaban, que me besaban fugazmente, aquellos que me besaban de manera apasionada, aquellos que me besaban desde la forma mas dulce y pura que se pudiese encontrar en este mundo hasta la manera mas macabra y lujuriosa que haya. Aquellos labios que por las noches me susurraban al odio que aquella persona que se encontraba justo enfrente mio, me amaba.
Lo tome de la barbilla acercando nuestros labios besándolo una ultima vez. Quedándome con aquel dulce sabor en la boca con aquellos labios que tan bien conocía. Aquellos labios irreemplazables. Esos que una vez marque como de mi propiedad mordiéndolos una y otra vez. Aquellos labios que recorrieron completamente mi cuerpo sin vergüenza alguna, aquellos labios quienes sabían el recorrido de mis puntos débiles y aficiones. Aquellos dulces labios que con tan solo sentirlos contaban mas de mil historias nuestras. Aquellos labios inolvidables. Aquellos quienes siempre habían dejado salir palabras calurosas de tu boca. Los mismos que habían marcado mi cuerpo como tuyo, esa boca, esos labios. Tuyos... Tu... el ser que amaba endemoniadamente... el ser que se alejaba de mi.
Fin de Flash Back
Tome entre brazos a aquel peluche de nombre Gukkie, aquel conejo que me habías regalado en el primer cumpleaños que había pasado a tu lado. Lo abrase fuertemente volviendo a hundirme en mis pensamientos. Recordando todo lo que había pasado hasta ahora. Estalle en llanto de la misma forma que lo había hecho aquel día.
Desde aquel día no había vuelto a ver a mi padre, mi madre venia una vez al mes a verme a escondidas de mi padre, venia a ver como estaba, me traía comida y un poco de dinero, suficiente para mis gastos. Pero aunque no necesitara mas dinero decidí trabajar de medio tiempo para distraerme. Him Chan continuo siendo mi buen amigo... pero yo me quede en el pasado. Meo de hadas quede en el cuento de hadas en el cual vivía, queriendo que mi príncipe rojo viniera nuevamente a rescatarme cosa que jamas pasaría pues una fiera, aquel dragón lo había matado y jamas regresaría.
Me inunde en llanto nuevamente hasta caer dormido. No sin antes de que sucediese eso prometerme a mi mismo que cuando despertase volvería a ser aquel Zelo que solía ser hace cuatro años, aquel Zelo cariñoso del cual te enamoraste pues estoy seguro de que ese seria tu deseo mas preciado. Aunque el mio tan simplemente seria el volver a encontrar aquellos labios mágicos... aquellos labios fresa.
Fin