Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

A través del espejo por ShimaAndYuu

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

DISCLAIMER: Los personajes (Tora y Aoi) No me pertenecen. Forman parte de la PS Company.

La historia es 100% mia, cualquier parecido con la realidad, o con personas sean vivas, muertas, alienigenas, mutantes o desaparecidos, es pura y mera coincidencia.

Notas del capitulo:

Para mi bella mejicanita: Mony-san...

Te quiero un montooon... (?)

Lee y abajo te doy un discurso sexoso...

 

A través del espejo.

 

 

 

 

            Ahí estas de nuevo, me encanta verte del otro lado, con tu sonrisa tan perfecta y tus ojos negros iguales a los míos, tu cabello está negro como siempre, y llevas la misma ropa que yo, igual que todos los días, suspiro. Me acercó al espejo, con muchas ganas de verte mejor, siento que hoy será diferente, no será como siempre, no te iras cuando yo tenga que hacerlo, no volverás a tu mundo otra vez, siento que hoy te quedarás conmigo. Esto es extraño, bastante inusual, dirían que estoy loco, pero no es así, eres tan real como yo, no eres un producto de mi imaginación, y eso lo he comprobado. No se que es lo que tiene este espejo, talvez sea el cristal del que está hecho, o quizás esté embrujado o algo; pero gracias a él te conocí, mi otra mitad. Aun no me explico como es que en este vidrio, en vez de ver mi reflejo te veo a ti, no sé como es que existes, ni se de donde vienes, o si eres un fantasma o algo parecido, sea lo que sea me encantas. Se que no eres yo, y que yo no soy tu, pero me complementas y es como si pudiese ver la otra parte de mi que no he dejado salir. Como dicen, “Las mejores cosas de la vida no tienen explicación”. Veo que mueves tu mano hacía adelante, quieres que la tome, pero sabes que no puedo, cuando intente hacerlo el vidrio me va a detener y como siempre no voy a poder tocarte, pero quiero intentarlo una vez más. Lo que ahora sucede es diferente a lo que pasa usualmente, mi mano entra en el espejo, sin llegar a atravesarlo, y entonces puedo tomar tu mano. Es sorprendente, es irreal el hecho de que pueda tocarte, tu piel es tan suave, pero quiero sentirte más, te veo y sigues sonriendo, intento jalarte, y entiendes lo que quiero hacer. Poco a poco vas caminando hacia mi, desde el otro lado; se que tienes miedo de que al llegar al borde, el vidrio no te permita el paso, pero sigues hacia mi. Y lo atraviesas, lo estas traspasando. No creo lo que veo, después de tanto tiempo alfín estas aquí, conmigo.

 

 

 

            Me doy cuenta de que eres más alto que yo, no por eso menos atractivo. Tu tampoco te crees que estemos juntos, y lo se por tu mirada confundida. Te miro de arriba abajo, Dios, que hermoso eres; ahora que me acuerdo nunca he escuchado tu voz, y jamás me has dicho tu nombre, muero de impaciencia por saber como te llamas.

 

 

-                     Hola. – Hablo yo primero, y te sobresaltas al escucharme, que tierno.

-                     Ho-hola – Que voz tan linda, es gruesa y grave. Pero me encanta, me hace estremecerme. Te llevo de la mano hasta la cama, hago que te sientes y yo también a tu lado.

-                     ¿Cómo te llamas? – Sonríes de nuevo, amo tu sonrisa.

-                     No tengo nombre, soy tu reflejo ¿Recuerdas? – Oh, eso no lo sabía. Pero ya tengo el nombre perfecto para ti.

-                     Te llamaras Aoi – Me miras confundido sin dejar de sonreír.

-                     ¿Aoi? ¿Qué significa?

-                     Azul. – Te miro a los ojos, y pude notar un leve sonrojo. Creo que yo también estoy sonrojado.

-                     Me gusta. – Te acercas a mi, espera no te acerques tanto, es inevitable que me beses.

 

 

 

Me siento en la Gloria con tus labios sobre los míos, vaya que se siente bien, pero necesito más de ti. Te agarré de las mejillas e hice un beso más profundo, tu boca es deliciosa, me encanta su sabor, su textura, como me besas. Quiero probarte, lentamente te voy recostando en la cama, sin romper nuestro ardiente beso. Pongo mis piernas a cada lado de tu cuerpo. Tengo la necesidad de tocarte, y que tú me toques también. Siento como intentas acallar tus pequeños jadeos en mi boca, me encanta. Tus manos van hasta mi cabello, me atraes hacia ti. Mis manos van bajando poco a poco, acaricio tu cuerpo sobre la ropa, bajando lentamente por tu pecho, despacio, memorizándote, no dejo de besarte en ningún momento, me atrevo a meter mi lengua entre tus labios, que bien se siente, comenzamos una batalla húmeda sin querer ganar, ni perder. Solo probándonos.

 

 

 

            Bajo mi mano un poco más, siento el gran bulto que tienes entre los pantalones, gimes, tu respiración se acelera. Aprieto esa gran erección, te gusta, lo se, te gusta tanto que nos vemos obligados a romper el beso, pero está bien porque me gustó escucharte gemir. Me dedico a besar tu cuello, sin dejar de acariciar tu virilidad. Desabrocho el pantalón y bajo el cierre, Dios, si que es enorme. Metí la mano entre los pantalones y veo como empiezas a tener pequeños espasmos, como te retuerces de placer bajo mi cuerpo, como cierras lo ojos y aprietas las sábanas en un puño. Debo detenerme, y no porque quiera, si no porque tengo algo mejor para ti. Meto mi mano bajo tu camisa…

 

 

 

…Se sentía tan bien todo lo que me hacia, me sentía como un verdadero idiota al no saber que hacer, es mi primera vez, y vaya que lo estaba disfrutando, tantos siglos atrapado en ese estúpido espejo, ahora que por fin Tora, si Tora, se su nombre porque él mismo se presentó aunque yo no pude responder nada, pero ahora que me liberó, quiero estar con él el resto de mi vida. Ya me convertí en parte de él, así que estaré a su lado todos los días. Aunque no puedo. Mis pensamientos se ven interrumpidos cuando mete su mano cálida bajo mi camisa, me hace delirar, quiero que me siga tocando así, y lo hace, sigue subiendo hasta mis pezones, los lamió, de mi boca no salían más que gemidos y jadeos, con su lengua hacia maravillas en ambos, turnándolos, mi erección crecía, sentía que iba a explotar por estar presa y asfixiada. Necesitaba que hiciera algo rápido, Tora me quitó la camisa y me bajó los pantalones, repartía besos por mi pecho y abdomen mientras iba bajando lentamente mis boxers de color blanco, que hasta ahora se encontraban más que húmedos. Fue bajando, besando cada parte de mí, haciéndome casi gritar de pura anticipación. Con una mano agarró mi basta virilidad, pero no la movía, me volvía loco, me torturaba, solo la tenía entre sus mano, mientras besaba los muslos, dejando de vez en vez mordiscos que dejaban mi piel roja, como si me estuviese marcando, como si estuviese dejando su firma en mí. De pronto empezó a mover su mano de arriba abajo. Pero no era suficiente.

 

 

-                     Ahh, Tora, más onegai. Ahh… Mnn. – Me retorcía de placer, quería que me tocara por todas partes y entregarme totalmente a él.

-                     ¿Estás ansioso? - ¿Qué clase de pregunta es esa? Me tiene suplicando por más y me pregunta eso. Lo único que pude hacer fue asentir.

 

 

Estaba mareado de tanto que sentía. Tora se metió todo mi miembro a la boca, lo que me hizo soltar un grito gutural, empezó a lamerlo por todas partes, Dios, de verdad que se sentía bien, lo hacía muy bien, llevé una de mis piernas a su hombro, y él seguía lamiéndome por todos lados, succionando todo ahí abajo, su boca era tan calientita y hacia unas maravillas con la lengua, hacía círculos en mi glande y presionaba contra la pequeña abertura de la punta, luego dejaba escurrir salvia por su boca hasta que caía en toda mi extensión, era una sensación delirante. Deliciosa. Con su otra mano acariciaba mis piernas, rasguñándome la piel, no dolía, solo incrementaba las sensaciones, estaba más que sensible. Pasó sus manos por mis nalgas, estrujándolas un poco, uno de sus gruesos dedos rozó mi entrada, sabía lo que venía y sentía el orgasmo cercano nada más de imaginarlo…

 

 

 

…Me encantó el sabor de Aoi, como se sentía de suave su piel, su aroma tan dulce, no quería que este momento se acabara nunca, no sabía si después tendría que regresar al espejo o se podía quedar conmigo, por eso estaba aprovechando de tenerlo así, sumiso ante mí. Me sorprendí de lo mucho que me estaba conteniendo, si fuese con otra persona ya la hubiese partido en dos de lo duro que le hubiese dado, pero él es diferente, es débil, es indefenso, y no quiero hacerle daño, además se que es su primera vez, porque su entrada es tan estrechita. Solo con pasar uno de mis dedos por esa zona, lo pude notar, pero tenía que detenerme, no quería que terminara de una vez. Oí que soltó un suspiro en forma de queja cuando me separé de su hombría. Bajo su atenta mirada me deshice de la camisa que llevaba puesta, la cual era la misma que él tenía hace poco. Después de todo es mi reflejo. Igual de los pantalones, y mis boxers salieron volando a quien sabe donde. Aoi levantó una de sus piernas, la pasó con lentitud por mi hombro y fue bajando hasta mi pecho, luego más abajo, incitándome sin llegar a tocar mi miembro. Me fui sobre él, acomodándome entre sus piernas lo que provocó un roce considerable de nuestras entrepiernas que nos hizo gemir estruendosamente a ambos, besé su cuello lamiéndolo, succionando su piel, dejando marcas, su piel era delirante, fui besando todo su rostro, sus orejitas pequeñitas, lamiéndolas también y mordiéndolas, lo que lo hacia estremecerse. Para luego besar sus labios, volviendo a adentrar mi lengua en esa linda cavidad.  Me abrazó con las piernas por la cintura y con sus brazos por debajo de las axilas, entendí lo que quería, así que comencé a moverme haciendo el roce más intenso y la fricción más delirante. Escondió su rostro en mi pecho, gimiendo sin control, mientras seguía besándolo por donde pudiese, estaba a punto de correrme entre ese exquisito vaivén, pero no quería hacerlo, no todavía. Me detuve y de nuevo se quejó…

 

 

 

…Con una seña me hizo entender que me diera la vuelta, así lo hice, estaba que moría de tanto deleite. Me dio una nalgadita, suavecita, solo para que levantara el trasero. Prácticamente estaba en cuatro patas, solo que tenía el pecho aun recostado contra el colchón. Tora comenzó a acariciar mis glúteos, con calma.

 

 

-                     Te va a doler un poquito, pero te prometo que pasará. – Me advirtió. Metió uno de sus dedos en mi entrada que estaba humedecida. No lo niego, me dolió un poco, Dios si que dolía.

-                     ¡Agh!, espera. – Le dije, y se detuvo sin sacar su dedo ni moverlo. Se dedicó a besarme por la espalda y los hombros. Lo que me tranquilizó un poco. Pero sin mi consentimiento introdujo otro dedo más, eso me dolió horrores. – To-Tora, no, espera.

 

 

No me hizo caso y comenzó a moverlos dentro de mí, separándolos y arqueándolos, con la otra mano, tomó de nuevo mi miembro y lo masturbaba con rapidez, ya no dolía tanto, me estaba acostumbrando, y me estaba gustando. Peo dejó de hacerlo y sacó sus dedos de mi interior. Supe lo que venía, sin decirme nada, sin avisarme y sin que me diera cuenta se adentró en mí, poco a poco, con miedo a lastimarme, esto dolía más, además del tamaño considerable que se cargaba Tora. Se apoyó sobre mi espalda, giré el rostro para besarlo, así me calme un poco, pero hizo un pequeño movimiento, que hizo que me doliera un poquito, y le mordiera el labio. Gimió por el acto, y yo también, había dado en un punto en mi interior, que hizo que me diera un escalofrío por todo el cuerpo, yo mismo comencé a moverme de atrás hacia delante. Y él pronto se acostumbró al ritmo y fue aumentándolo.

 

 

 

 

            Los sonidos eróticos de ambos se mezclaban en la habitación, Tora entraba y salía de mí, arremetía como un animal, era increíble la fuerza con la que me penetraba y daba de lleno en ese punto interior…

 

 

 

            …Sentí el orgasmo cercano. No quería detenerme, no quería, lo prolongué lo más que pude, pero se sentía tan bien el interior caliente y estrecho de Aoi, no quería parar y él me rogaba porque no lo hiciera. Inevitablemente tuve que hacerlo, me corrí  en su interior con la mayor intensidad con la que me he corrido en mi vida. Y él también en el colchón. Nos acostamos abrazados, no quería escuchar lo que seguro tenía que decirme, seguro me iba a decir que debía irse por alguna extraña y loca razón. Estaba enamorado de Aoi y no quería perderlo o que se alejara de mí.

 

 

-                     ¿Tienes que irte? – Temí a la respuesta, no quería escucharlo. Solo asintió y se me cayó el alma al verlo. Me abrazó y yo correspondí ese lindo abrazo. - ¿Qué pasaría si te quedas? – Pregunté contra sus labios.

-                     Moriríamos. Soy tu otra mitad, lo sabes. – Después de eso hubo un silencio, nada incómodo. – Pero puedo venir de vez en cuando. – Eso me hizo sonreír.

-                     Te estaré esperando. – Besé sus labios una vez más, disfrutándolos, preguntándome cuando sería la próxima vez que los probaría.

-                     Te amo. Tora.

-                     Amano Shinji, es mi nombre real. – Aoi sonrió y me dio un pequeño beso. – También te Amo Aoi.

-                     Tengo que irme. – Otra vez, me sentí devastado al escucharlo.

-                     Nos veremos pronto…

-                     A través del espejo…

 

 

 

 

Fin…

 

Notas finales:

*Se afina la garganta*

A ver, espero que te haya gustado, quiero decirte que eres muy especial para mi, porque has sido una gran inspiracion, y un motivo en mi vida. Espero que sigas cumpliendo MUCHOS años mas y que nos sigas complaciendo a todos con tus historias, que nos hagas reir, llorar, amar y odiar con cada una de ellas. Te aprecio y te llevo en el kokoro, te amo mejicanita, y QUE VIVA MEXICO <3

Besos y cuidate~!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).