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Unfinished bussiness por olgap_k

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Todo empezó con un Hyde ebrio, que balbuceaba estupideces y llevaba más de media hora discutiendo con Ken sobre una última composición de éste. El vocalista no era alguien muy brillante o elocuente después de haber consumido tantas cervezas, pero eso sí, jamás podrían acusarlo de no tener pasión aún estando borracho.

Vociferaba defendiendo su punto de vista, que a decir verdad, por culpa del mismo alcohol, ni siquiera recordaba cuál era.

Lo único que sabía era que no podía permitir que Ken ganara este argumento, fuera el que fuera.

La mano cerrada en un apretado puño, la alzó en lo alto y sacudió el brazo mientras continuaba gritando, escupiendo y luciendo acalorado y sin la gracia que lo caracterizaba, cuando estaba sobrio.

-¿Qué demonios? -preguntó Ken.

En algún momento, el rumbo de su conversación se había desviado y ya tampoco, al igual que el vocalista, sabía de qué estaban hablando.

Tetsuya estaba del otro lado del estudio de grabación, preguntándose cómo lo habían convencido de "tomar un poco", sabiendo perfectamente que el argumento de "es sólo para distraernos y entrar en calor, no para emborracharnos" era tan falso como que Yuki dijera que se alimentaba bien.

El baterista por su parte continuaba componiendo música, con sus audífonos bloqueando el ruido de los otros dos músicos, que parecían críos peleando por un dulce o por un juguete nuevo.

Y él odiaba que siendo el más joven de los cuatro, así fuera apenas por unos meses, tuviera que ser el más responsable y maduro. Pero no se quejaba demasiado, ya que era su responsabilidad como líder.

Dirigió de nuevo su atención a Hyde, quien se había levantado y su voz, gritando cosas sin sentido, viajaba a los oídos de un muy confundido Ken que sólo le observaba con la boca abierta y los ojos fijos en el rostro rojo del vocalista, preguntándose qué rayos estaba sucediendo y en qué momento él se había perdido.

Soltó un prolongado suspiro, dejó abandonada la única lata de cerveza que había tomado, además ya estaba tibia y así no tenía el mismo sabor, y se dirigió a ellos, para restaurar un poco el orden en el estudio de grabación.

-Doiha, tranquilo -murmuró y sujetó el brazo de Hyde, que seguía sacudiéndolo violentamente-. Tranquilo.

Lo repitió porque el vocalista se volvió hacia él y su rostro mostró una fiera expresión, reclamándole que le hubiera detenido en medio de su momento más feroz, en que estaba a punto de ganarle a Ken. Éste igual estaba tan borracho que cuando se vio libre de Hyde, regresó su atención a su guitarra y continuó componiendo música.

Para Tetsu fue gracioso verlo entregarse de lleno a la canción que había estado componiendo, como si Hyde no acabara de decirle que esa melodía era demasiado depresiva y "por qué demonios me haces escribir canciones tan deprimentes para esas melodías".

Ken había respondido con un discurso sobre el alma de la música y Tetsu por eso había tardado tanto en detener la discusión. Si sus compañeros seguían empeñándose en embriagarse mientras componían la música del nuevo álbum, al menos que tuviera el confort de recibir entretenimiento gratuito por tener que soportarles.

El vocalista cuando reconoció el rostro del líder, cambió de expresión.

Si Ken hubiese olvidado su affair con su guitarra, fiel amante de por vida, se había reído hasta ahogarse por la falta de oxígeno, y quizás hubiera sufrido una trágica muerte, al ver como la expresión de enfado total del enano cambiaba a una de enamoramiento puro que no podía esconder porque gracias a la cerveza, había dejado caer sus murallas y estaba indefenso en ese momento, expuesto.

-Tetchaaan -canturreó y dejó escapar una risilla que hizo al líder esbozar una media sonrisa y le impulsó a alborotar un poco el lacio y sedoso cabello de su vocalista, libre de cualquier producto grasoso y con aroma a frutas exóticas, como la crema que su estilista siempre les ponía.

-Doiha -respondió.

Una nueva risilla y Hyde dejándose caer sobre el confundido líder quien agradecía su sentido común y sobriedad, y atrapó al hermoso hombre, sujetándolo de los hombros. Se rió cuando lo escuchó hacer lo mismo, pero se tensó cuando lo sintió girarse y llevar su nariz a la curvatura de su cuello, donde aspiró y después dejó escapar una risa soplada que envió un escalofrío por todo su cuerpo.

¿Qué estaba pensando Hyde?

Le dio un ligero empujón, apartándolo de él.

Hyde estaba borracho y no pensaba coherentemente, así que era su deber como líder no aprovecharse de esa situación. Aunque el otro pareciera restregarse en él como gatito urgido de afecto.

Lo que ellos tenían iba más allá de fidelidades a sus esposas. Tanto Ayana como Megumi sabían de la relación entre ellos dos, de ese sentimiento que no podía ser apagado tan fácilmente y que cuando estaban de gira o grabando música nueva, ardía intensamente, consumiéndolos y robándoles el poco sentido común que aún poseían.

-Doiha, estás borracho -quiso hacerle entrar en razón cuando lo sintió regresar a su lado, colgarse a su alrededor como una enredadera, fuertemente.

Suspiró y se mordió la lengua, dejó que el otro hiciera con él lo que quería, después de todo, Hyde estaba tan borracho que no pasaría de esto.

Y aunque era inapropiado permitir que el vocalista se restregara contra él con tanta desesperación y manteniéndose tan firme y estoico, en medio de una habitación con sus otros dos compañeros de banda, intentar detener a Hyde sería como intentar razonar con una pared.

Además, le quedaba el confort que Ken estaba ensimismado con su guitarra y Yuki siempre ignoraba ese tipo de cosas, era como si tuviera una especie de radar integrado y eso le libraba del tipo de escenas como la que ahora estaba protagonizando con su hermoso vocalista.

Hermoso y muy ebrio vocalista.

-¿Estás molesto? -escuchó contra la piel de su cuello y se permitió una sonrisa antes de responder.

El tono de voz del otro había sido tan suave, pausado y aunque sonaba aún bastante borracho, porque lo estaba, no era tan obvio como cuando había estado gritándole a Ken.

-No, pero tú estás borracho y no podemos hacer esto aquí -le estabilizó cuando sintió que el otro empezaba a deslizarse por su cuerpo, como si sus piernas se rehusaran a seguir sosteniéndole

Hyde no era muy pesado, era alguien bastante ligero, pero en ese momento, como peso muerto, casi lo llevaba consigo al suelo, pero consiguió sostenerlo lo suficiente para arrastrarlo a donde él había estado sentado y lanzarlo nada gentilmente sobre el sillón.

Escuchó una especie de maullido abandonar la boca del vocalista y se rió, vio como era observado con ojos entrecerrados y se sintió demasiado consciente de su apariencia en ese momento. Se pasó una mano por el cabello castaño y arrugó la nariz.

-¿Por qué me miras tanto? -preguntó, sin esperanza de recibir una respuesta coherente por el estado del otro.

Le sorprendió la sonrisa coqueta que se dibujó en el rostro de Doiha, quien tenía la cara parcialmente cubierto por su oscuro cabello.

-Quiero sexo -murmuró y se lamió el labio inferior-, por eso te miro tanto, porque quiero que tú me lo des.

Tetsu miró a su alrededor.

Ken estaba demasiado ensimismado en lo suyo, su guitarra como que le transportaba a otro mundo, y sin un vocalista violento gritándole obscenidades, estaba avanzando más rápido en completar su canción.

Yuki se había levantado y salido de la habitación en que estaban. Esa habilidad para desaparecer de repente, cuando estaban por ocurrir cosas que requerían privacidad, era algo que sorprendía aún al líder.

Nunca había preguntado nada, pero probablemente, después de lidiar con su vocalista urgido de sexo, le preguntaría.

Para quitarse esa duda.

Acarició la mejilla de Hyde con suavidad y le apartó el cabello del rostro, lentamente, disfrutando como se sentía ese cabello deslizándose por sus dedos. La piel tibia de Hyde, sus mejillas sonrosadas por el alcohol, esos ojos oscuros que brillaban por el deseo y que parecían enfocados por completo en él.

Su resistencia siempre había sido muy débil cuando se trataba de Hyde, pero aún así, estaba en un lugar público, donde cualquiera podía entrar, y Ken estaba ahí, componiendo una canción, luciendo como si no se encontrara ahí, pero aún así, estaba presente.

-Tetchan -esa voz de seda que acariciaba su ego y sus sentidos y le hacía perder la razón, y aunque aún arrastraba un poco las palabras porque, oh, sí, Hyde estaba borracho, no perdía jamás esa cualidad seductora que le había llevado a acosar al vocalista hasta que aceptó estar en su banda-, te necesito dentro de mí.

Estaba tocándose a sí mismo, su mano descendiendo por su pecho, dejando caricias superficiales sobre su piel extra sensible, hasta que llegó al cinturón y empezó a quitárselo y después desabotonó sus jeans e introdujo su mano.

Gimió bajo, roncamente y cerró los ojos mientras se acariciaba de forma restringida por el poco espacio libre que tenía, pero su entusiasmo era tanto que ondulaba todo su cuerpo, queriendo hacer que el placer lo recorriera por completo y no sólo se concentrara en la zona que estaba trabajando.

Tetsu miró hacia Ken, quien de repente se había quedado dormido en el sillón en el que estaba, una línea de saliva deslizándose por la comisura de su boca hacia su barbilla.

Pasó saliva y volvió a regresar su atención al pequeño demonio que estaba dándose placer a sí mismo con ojos entrecerrados, murmurando su nombre una y otra vez, como si eso fuera a hacer que se despegara de su posición en el suelo y fuera a ayudarle.

Lo haría si no estuviera tan sorprendido por lo que estaba haciendo Hyde, sin saber que ya se encontraban solos. Ese exhibicionismo dentro de él que sólo salía a flote en el escenario o estando ebrio, era causa de muchos problemas para Tetsu.

No era la primera vez que Hyde había pedido sexo en un lugar donde había más gente.

Sin embargo, sí era la primera vez que a pesar de no recibir la respuesta esperada, él había considerado que podía hacer una fiesta individual y darse un poco de placer a sí mismo. Después de todo, tenía una audiencia que complacer.

Su admirador número uno.

Vio como apretaba los ojos fuertemente, volvía a gemir y siguió el movimiento de su cadera, como iba incrementando su ritmo, de forma gradual, hasta que empezó a casi convulsionar de forma desesperada sobre el sillón en que lo había depositado.

Unos movimientos más de su muñeca, un gemido más largo y menos discreto y alzó la vista para observar todo a su alrededor y verificar que sólo siguieran ellos dos conscientes en la habitación (o tan consciente como un Hyde masturbándose ebrio pudiera estar).

Supo que estaba a punto de alcanzar su orgasmo cuando vio como arqueaba la espalda y abría la boca en un grito silencioso y luego lo vio dejarse caer como muñeco de trapo, inmóvil sobre el sillón, respirando agitadamente.

Se llevó la mano a la boca y se limpió con la lengua.

Tetsuya se empezó a sentir incómodo, el pantalón empezaba a apretarle, y mientras pensaba en que si se llevaba a Hyde a otro lado, quizás podrían continuar con esa sesión inconclusa, cuando un sonido en particular le reventó aquella burbuja de esperanza que él mismo había creado.

Hyde estaba roncando.

Ni siquiera tuvo tiempo de sentirse decepcionado, permitió que una carcajada abandonara su cuerpo y se acercó más a Hyde, para acomodarle la camisa, cerrar su pantalón y dejarlo en una posición que no fuera tan incómoda.

Le dio un beso en la frente, seguía sonriendo.

Se dirigió al refrigerador que había en una esquina, tomó una lata de cerveza y regresó a su rincón del estudio, a continuar componiendo música.

Ahora, sin las distracciones de Hyde, podría trabajar un rato más.


 

Notas finales:

Alguien debería prohibirme escribir más haitsus, lol.

Bueno, disfrútenlo, si es que hay algo que disfrutar, y coméntenlo, si es que hay algo que comentar ;)


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