Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un final feliz por lillian_fate

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 Hola!!!
antes que nada quiero agradecer sus reviews me encantaron todos y tratare d responderlos todos hoy sino para mañana todos estaran respondiditos lo juro.
Corregire algunas cosas, no cambiare la historia solo los leere y rebisare errores de redaccion y cosas asi.

¡Ya era hora por dios! Llevo mandándole a mami nauseas desde hace poco más de una semana y no había captado el mensaje, el pobre lo achacaba a el viaje, que la fiebre de temporada, como no sé qué cosa que estaba echado a perder y le hizo daño, creo que estaba pasando por eso que llaman… Negación, bueno si mi bebé hubiera sido concebido como lo hice yo también pasaría por ese proceso.

Ya ha pasado un mes desde que mi mami conoció a mi papi y no hay ni rastros de él, pregúnteme yo, ¿Lo conoceré algún día? Sé que es muy común que eso pase en esta sociedad, no sería el primer caso ni el único, *suspiro* seria genial tener un papi, no me malentiendan aun no siendo que no conozco a mami ya la amo con todo mi corazón, porque si, ¡Ya tengo corazón!, deberían oírlo latir, es taaan genial, es como un “pucum, pucum” y va rapidísimo, siendo que es lo único que puedo escuchar aquí adentro me parece el sonido más genial del mundo, ya cambiare de idea cuando mis oídos se formen por completo podre oír todo lo de allá afuera, y eso me tiene emocionadísimo.

Bueno como le estaba contento antes, mami por fin se hizo la prueba hoy, ¡Y ya sabe que crezco en su interior! Solo esperemos que no se le ocurra recurrir a un aborto, yo quiero nacer, y sé que él quiere que nazca algo me lo dice, ojala pueda encontrar pronto a mi papi y le dé la noticia, seguro que él también se pondrá muy feliz cuando se entere de que en ocho meses será padre, aunque el asunto sea un royo, me imagino que ha de ser una experiencia positiva, sino desde hace mucho la humanidad se habría extinguido.

*Bostezo* Vaya hablar tanto me ha dejado exhausto, bueno espero poder conversar con ustedes cuando despierte, buenas noches… Si es que son noches allá afuera.


Sentado en el piso del baño adjunto a su habitación, Shuichi Shindou veía sin poder creerlo el resultado de la prueba de embarazo que compro esa misma mañana, dos líneas rosas le decían lo que, aunque trataba de negarlo ya sabía, estaba esperando un bebé, una sensación de pánico se apodero de él.

Tenía ya un par de semanas sufriendo de ascos y nauseas matutinas, que atribuyó a su reciente viaje a Atami o a alguna de las chucherías que compartía con su hermano, pero no era nada de eso, por más que rogó a Kami-sama que fuera algunas de esas las razones de su mal estar, no fue así.

¿Y quién era el padre? Ni más ni menos que el encantador canalla que lo dejó votado solo en la cama hace poco más de un mes. Su recuerdo lo perseguía aun después de que, después de buscarlo siguiendo todas las señas que le dio no pudo encontrarlo, había ido primero al departamento que le dijo tenia rentado en Atami y nadie abrió la puerta, ni al día siguiente, ni al día siguiente, y tuvo que volver a casa.

El castaño le había dicho que su residencia permanente era el Tokio, y por más que busco, ningún directorio o registros locales incluían a un Eiri Uesegui, solo daban señas de un templo en Kioto, donde dijo había nacido, pero en dicho templo un mal humorado monje lo había corrido a gritos diciendo que no volviera a cruzarse por allí, que el bastardo de su hijo tenía años muerto para él. Se moría de ganas por encontrarlo, hasta pensó en contratar un detective privado, pero no estaba tan desesperado como para ello, si Eiri lo pudo olvidar tan pronto, él también podía.

Pero como diablos lo iba a hacer ahora que estaba embarazado de él, ¿Y si le tocaba ser padre soltero? ¡No kami por favor no! ¿Qué demonios iba a saber él de cuidar un bebé? No sabía ni cuidarse bien así mismo, siempre había alguien detrás de él para poder avanzar, no podía creerlo, ¿Cómo pudo ser tan estúpido? Se dejó llevar, la primera vez que se había arriesgado y terminaba así, ¡Que estúpido! Su cabeza procesaba a mil por hora, mil preguntas, dudas, miedos y estaba confundido, tenía algo seguro, amaba a ese bebé, si estaba aterrado, no sabía que le deparaba el futuro, ni si sería capaz de hacer esto solo, pero de algo estaba seguro, daría lo mejor de sí para ser el padre que su bebé merecía…

                                   —.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—

— Te mande a Atami para que descansaras y regresaras más fresco que una lechuga, y mira, lo único que conseguí fue que te obsesionaras con un extraño y contrajeras malaria o no sé qué mierda te pasa.

Hiroki Nakano, el mejor amigo, niñera y confidente que un ser humano pudiera tener, y si no lo conociera desde que llevaban pañales lo podría considerar hasta atractivo, pero no, le encantaba su cabello rojo y esos ojazos castaños pero nunca sintió por el más que una hermandad quizás aún más fuerte de la que sentía por su hermano, sus padres eran socios desde que comenzaron con la compañía y los criaron juntos, no podía recordar un día de su vida que no haya pasado con el peli rojo. Además Hiro ya tenía dueño, compartía su vida desde hacía dos años con el hombre más excéntrico y diferente que haya conocido, K Winchester, había sido su profesor en la universidad de Paris y se había enamorado de él por completo siguiéndolo sin chistar cuando el menor dijo que regresaría a su país natal, dejo su vida, su familia y todo lo que conocía por ir a lado de su amor, le habían hecho tío unos meses atrás, su amigo dio a luz un hermoso niño llamado Michael, una copia fiel a su padre.

— ¡HIROOOO! No tengo malaria, es mas no se ni siquiera que rayos es eso, y no estoy obsesionado.

— Noooooo, me arrastraste hasta Kioto en busca de una dirección que bien pudo ser un burdel de mala muerte solo porque era el único registro que había de un nacido Eiri Uesegui en Kioto. Y no solo eso, sino que un anciano nos corrió con el ataque de las manzanas…

— Ya te pedí disculpas por eso, fue un error ya lo sé, y ya no lo estoy buscando, lo supere, okay… Lo amo. Pero si se pudo olvidar tan fácilmente de mí, yo también me puedo olvidar de él—. Que mentiroso era, como se iba a olvidar de él cuando su bebé crecía dentro de su vientre.

— *Suspiro* No debí recomendarte ese lugar… ¿Cómo amaneciste hoy? ¿Aun con nauseas?

— Si, ya sabes debió ser algo que comí con Ryuichi, se la pasa ingeniando platillos nuevos para su restaurante y no tiene nadie que le ayude y… y… Estoy embarazado— ¡Ya estaba lo dijo!

— ¿Y hasta ahora me lo dices? —le preguntó Hiro.

—Para empezar, no tiene mucho que lo sé, fue hace un par de días, me hice la prueba y lo comprobé en la mañana con el médico. Salgo de un problema para meterme en otro. Los únicos que saben que estoy embarazada son mis padres, los cuales se lo tomaron mejor de lo que pensé y el médico... y bueno recién tú.

— Pero, ¿Cómo, con quién? Del tal Eiri, ¿Verdad?

— No querrás que te responda eso ¿verdad?

— Ya cálmate Shu, y ahm ¿Qué piensas hacer? ¿Vas a tenerlo?

— Shhhhh…— Le callo cerrándole la boca—. Claro que si Hiro, no insinúes algo tan horrible como un aborto, no cerca del bebé.

— Shu, cariño el nene aun no oye, no puede.

— Claro que sí… Voy a tenerlo, sin padre o con él yo lo cuidare.

— Vaya destino le depara a esa pobre criatura.

— ¡Hiroooo! ¡Grosero!

— Yaaa, estas de un humorcito… Ahhh claro, llevabas días así, ¿Cómo no lo pensé? Me ha pasado igual a mí con Micky.

— ¿Pues porque crees que se me ocurrió a mí? Las náuseas, mareos y el humor.

— Ahmm y a este chico… No lo piensas seguir buscando.

— No, Ya lo busque lo suficiente, suficientes cosas he hecho para encontrarlo, él me dejo, y no le importó y no me quería y… y ¡Puaaaaaaaa! Hiroo… ¡Quiero encontrarlo, pero y si, y si no me quiere, o niega al bebé o!…

— Seria un idiota, empezaremos de nuevo, contrataremos al investigador privado. O tocaremos todas las puertas en Tokio. Pero daremos con él, te doy mi palabra.

— Si tú lo dices Hiro…

                                   —.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—

— ¡Hermanito!

— ¡Y ahora que quieres! ¡Llevas molestándome más de dos horas seguidas! Comprendo que como tú no tienes nada que hacer tu cerebro crea que todos los demás están igual, pero te digo que ¡No todos somos unos zánganos mantenidos como tú!

— Ya claro escribir historias eróticas es la actividad maaas ardua del mundo.

— No son eróticas ¡Baka! Románticas. ¡Y no son cualquier clase de novelas! Son las más vendidas de todo Japón. Tienes un talento increíble para sacarme de mis casillas

— Solo quería que me prestaras el traje negro, ese que tienes años sin usar que está colgado en tu closet.

— ¿Y tú como para que quieres un traje?

— ¡Hoy conozco a los padres de mi Ryuichi! Cenaremos en su restaurante, sería bueno que vieiras, tiene un hermano muy bonito…

— Conociendo a tus ex parejas y sus familias, prefiero mi bienestar mental, muchas gracias. Y si toma lo que quieras solo que me lo regreses.

— Chiko, tu padre es un amargado—. Le dijo al perro que descansaba a los pies de su amo. Y más aún después de tu viajecito… ¿Alguna sirena te robo el corazón?

— ¡Llévate el maldito traje y déjame en paz!

— Solo si prometes venir hoy, vamos hermano, la boda es en nada de tiempo, quiero que conozcas a Ryuichi, es un Ángel y su familia son los Shindou, no le harás un desplante a los Shindou, son casi la familia real de Tokio.

— No puedo creer que alguien como tú se vaya a casar, que alguien quiera casarse contigo.

— Eres un grosero. Además todos tenemos que sentar cabeza ¿No? Vendría siendo la hora de que lo hicieras tú.

Sentar cabeza, si su hermano supiera que ya conocía a alguien con quien quería pasar el resto de su vida y que por miedo lo había echado todo a perder, estaba casi seguro de que Shuichi no querría volver a saber de él, no después de la reverenda estupidez que había hecho.

— Entonces, ¿Paso por ti a las ocho?

— Esta bien, pero lárgate ya y déjame trabajar.

— ¡Genial! No te arrepentidas, mi Ryuichi es un encanto y su hermano te va a caer fenomenal, es una alma creativa como tú, diseñador de interiores, el pequeño Shuichi.
¿Diseñador de interiores? ¿Shuichi? ¿Podría ser tan grande la casualidad o eran la misma persona?

                                —.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—

— Tranquilo Ryu, te ves muy bien, ¡Que emoción, conoceremos a tu prometido!

— Lo se Shu, estoy taaaan emocionado, kumagoro y yo no pudimos dormir en toda la noche, además vendrán su hermana, hermano, ohh y Tohma claro, es el esposo de Mika y nos conocimos por él, ahh y Noriko, kumagoro la invito.

Eso era lo que le llamaba a mucha gente la atención acerca de Ryuichi, la extraña y loca manía de ir a todos lados con el conejo de peluche que tenía desde bebé, lo consideraba un ser pensante y viviente, dormía, comía y caminaba con él, y el peluche se mantenía como nuevo, no tenía ningún defecto, rosa chillante desde que adornaba la cuna del castaño, que a pesar de la edad tenia alma de niño, parecía menor de lo que era.

— Faltando tan poco para que se casen ya era hora de conocer a la familia.

— Su hermano el escritor anduvo lejos mucho tiempo, buscando inspiración según él, y pues ya sabes que Tohma y Mika siempre están viajando, así que pues no hemos tenido tiempo.

— ¿Escritor? No sabía eso…

— Si, de seguro has oído hablar de él, Yuki Eiri, es geniaaal, muy famoso.

— ¿Y—Yuki Eiri? ¿El gran Yuki Eiri? Pero si amo sus libros,

— Yo diría que son muy aburridos, muchas letras y son pequeñísimas…

— ¡Es mi escritor favorito! Llevare un par de sus novelas para que las autografié, espero que no le moleste.

— No creo, Tatsuha dice que finge ser duro y malo, pero que no lo es, por dentro es más dulce que un pan y amable.

— Sera un placer conocer al creador de mis historias favoritas…

                               —.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—

La noche era tan agradable, perfecta para los reencuentros, empezaba a enfriar un poco por la entrada del otoño pero era justamente ese el clima que más le gustaba a Yuki Eiri, estaba acostumbrado a él, había sido agradable su estancia en Atami pero no hay hogar como el hogar dicen por ahí y vivía con la contante esperanza de ir por la calle y que en la acera de enfrente se encontrara con él, el Ángel que después de tanto tiempo no había podido salir de su cabeza, pero nada llevaba más de un mes en Tokio y con cada persona peli rosa que veía en la calle se llevaba una pequeña desilusión.

— Bien aquí es, puedes estacionarte aquí, Ryuichi dijo que nos apartaría ese lugar.

— Muy bonito, ventajas de ser hijo de millonarios, tu primer negocio y ya es todo un éxito.

— Eiri tus padres también son millonarios.

— No corrección tu padre es millonario…

— Ya no hablemos de cosas feas que hoy conocerás al amor de mi vida y no quiero que nada nuble eso.

— Vaya, hasta empezaste a hablar como un casado ya, te estamos perdiendo baka.

—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—

— ¡Que emoción! Conoceré a Yuki Eiri, espero que sea más guapo que en sus libros.

— Pareces una adolescente hormonal.

— ¡HIRO! Mira, mira allá vienen.

— Chicos compórtense que pensara el señor Eiri de verlos actuar así, hijo cariño dale una buena imagen a tu hermano.

— Si mamá.

— ¡Amorcito!—. Grito el moreno mientras Ryuichi corrió a sus brazos.

— ¡Kumagoro y yo pensamos que nos dejarías plantados!

— Como crees bebé. Nunca les haría eso a las dos personas que más amo en la vida.

— ¿Y te quejabas de mi actitud?

— Bueno de tu hermano ya no me sorprende nada.

— Ohh suegrito y suegrita, cuñadin, les presento a mi hermano, lamento que Mika se presentara sola pero la puntualidad siempre ha sido lo suyo, él es Yuki Eiri, que bueno ya conocerán—. El rubio que desde que llego no había dicho absolutamente nada no apartaba su mirada de la del hermano de su cuñado, ¡Era él! ¡Su peli rosa!

Shuichi no podía creerlo, el pelo era diferente pero sus ojos, eran inconfundibles, únicos, la misma forma gatuna, el mismo brillo. Pero no podía ser, él no era su Eiri, el mundo no podía ser tan pequeño…

— ¿Qué pasa? ¿Sucede algo malo Shu-chan?— Pregunto su hermano al notar que el menor notando lo pálido que se había puesto el menor—. Te sientes mal.

— ¡Shuichi!— Escuchó gritar al rubio, y de pronto todo se volvió oscuro.

Notas finales:

Un beso les dejo con la historia
muchas gracias por los comentarios que me hacer mejorar :)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).