Capitulo 1: Día a día
Para su corta edad ya sabia más de lo que debía y había experimentado aun más. Con tan solo 16 años en el cuerpo aparentaba ser mayor, sus actitudes, su forma de hablar y de comunicar no pertenecían su edad, pero ¿Cómo podría ser? Con todo lo que ha sufrido llegar a ser obvio, aun así, ninguno de su clase lo sabia, casi no pertenecía a ese grupo curso. Aun con sus altas calificaciones, un as para los deportes y para que mencionar lo atractivo, guapo y sexy que es y para rematar su aspecto rudo que deja a mas de una de sus compañeras suspirando por el en clases, aun así con los chicos de su grado no hablaba y en mas de una ocasión a terminado en inspectoría por una “pequeña” discusión la cual siempre llegaba a los golpes con sus compañeros, aunque ellos hiciesen mil y un intentos por conquistar a una de las chicas diciéndoles mentiras sobre él, a solo unos pocos les funciono pero al resto, mi pensarlo, los rechazaban a pesar de sus méritos. Esto y muchas cosas más hacia que fuese el más odiado entre sus compañeros. Se sentaba en el último puesto al lado de la ventana y aun estando desocupado el puesto junto a él, nadie se sentaba allí ya que cada persona que aparecía allí él la o lo echaba o simple y sencillamente se iban por su propia cuenta al aburrirse porque por más que le hablasen no les respondía. Así pasaron los dos primeros meses de clases, prácticamente ya era una rutina levantarse, bañarse, vestirse, desayunar ir a la escuela, las dos primeras horas de clases, recreo, en el cual siempre estaba solo en uno de los rincones mas apartados del lugar sea escuchando música, leyendo un buen libro o simplemente pensando en su vid, ya sea en el pasado o en su presente, luego las otras dos clases, nuevamente recreo, en el cual hacia lo mismo, después la quinta y sexta hora, el almuerzo y finalmente las ultimas dos clases para irse a su vivienda, en fin, lo único que cambiaba de su rutina eran las clases y por supuesto los días
Ya era domingo en la tarde y no tenia absolutamente nada que hacer, los trabajos y tareas estaban hechos y además es uno de los días en que no tiene presentarse a trabajar. Se levanto del sofá en el que estaba sentado, apago el televisor, tomo su chaqueta, dinero y las llaves para salir lo más rápido posible, sin avisarle a absolutamente nadie, bajo las escaleras a una velocidad impresionante, no tardo ni cinco minutos a pesar de estar en el sexto piso.
Salió tranquilamente del condominio caminando sin rumbo alguno hasta que se encontró con una plaza que nunca antes había visto, o tal vez si pero nunca se había dado el tiempo de observarla con precisión, visualizo una banca y comenzaba a acercarse pero a tan solo unos pocos pasos de llegar una extraña persona choco de frente con él golpeándole en el pecho, logro escuchar un perdón entre sollozos, paralizándolo instantáneamente, abrió los ojos pestañando varias veces consecutivas, pudo ver una cabellera rubia separándose de el, pero aquella persona solo pudo dar un par de pasos ya que el castaño oscuro se giro tomándolo del brazo impidiendo así que siguiese su camino.