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In My Dream por SatsukiSakaguchii

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del fanfic:

Lalalaalalala~ este fanfic va dedicado a Misaki por que es el que le prometi xD y el que repeti mil y un veces sdfghjklñ xD y apenas lo termine xD

Por otro lado quise subirlo hoy por que... -tira confeti- HOY CUMPLO UN AÑO COMO ESCRITOTA -a nadie le importa-

Hace un año subi Juuyonsai no Knife *u*  quise celebrarlo hoy con este fanfic xD mate dos pajaros de un tiro wn xDDDD

 

Nah, no soy tu Kitty, no soy gata sin boca, replico y me defiendo xD

Notas del capitulo:

Agradecimeinto especial a Tetsuya y Macabrehaazuu__ por ayudarme a terminarlo *u*

les dejo la imagen de los look de los protagonistas *u* -mal editado, lo siento xD-

"Cuando cierres los ojos, podrás ver el mundo entero."

 

 

 

      Caminaba sin rumbo, o así parecía, caminaba e incluso parecía que estaba caminando en círculos, ya pasó por aquí, ya pasó por allí, y nada, no veía nada, siguió caminando hasta ver por enésima vez esa cueva obscura que evito las primeras veinte veces. A paso decidido entro, pensando que así cambiaría su camino y podría llegar a algún destino, ¿Cual? Quién sabe.

        El lugar era bastante obscuro, un olor a húmedo llegaba hasta sus fosas nasales y esa incomodad de que al dar un paso su pie se estampaba con el lodo. Camino un poco mas sin ver nada, su desesperación iba en aumento, pensó en regresar pero cuando dio vuelta vio que la cueva se había dividido en cinco caminos diferentes, ¿Cuando paso eso? Con miedo dio vuelta y siguió caminando sin rumbo fijo. Sintió que camino unas dos horas sin descanso, pero sin saber cómo, logro salir de la cueva. Al salir esperaba ver un paisaje tenebroso e incluso un poco sucio. Su sorpresa fue ver un paisaje muy al estilo caricaturas de "Rosita Fresita".

      Miro sus pies esperando verlos enlodados y lastimados,  su sorpresa fue ver que estaban impecables y que incluso se veían mas blancos. Extrañado dio un paso hacia delante pisando el verde pasto, este se sentía como algodón, suave y cómodo.

"-Estoy drogado, no hay duda..."-se dijo a sí mismo, viro a la izquierda y vio un frondoso bosque con imagen otoñal, los arboles naranja y las hojas en el suelo lo hicieron tranquilizarse un poco más. A paso apresurado llego hasta el bosque donde comenzó a adentrarse en el, iba admirando la belleza del lugar hasta el campaneo que hace un reloj antiguo lo saco de sus pensamientos.

        Giro para ver de dónde provenía y encontró un reloj enorme color rosa claro con manecillas color negro, con números romanos y desafiando toda ley de física, pues quien sabe cómo estaba sostenido, parecía este flotando. Aun pensando eso, sintió como unos brazos fuertes rodeaban su espalda y lo apegaban al cuerpo de alguien más, su cuerpo se tenso y se asusto, incluso le dieron ganas de ir al baño, su cuerpo se des tenso cuando un "Tranquilo, todo está bien" salió de los labios de su acompañante.

      Poco a poco esos brazos lo fueron soltando y él se dio vuelta hasta quedar frente a frente con él.

-Yuu, ¿Me drogaste?-pregunto asustado el castaño, el otro río y negó con la cabeza.

-¿Entonces?-arqueo una ceja esperando una respuesta, el pelinegro solamente se encogió de hombros. El pelinegro comenzó a caminar alejando se del castaño.

-¿Yuu? Yuu... ¡Yuu, ven acá! ¿A dónde vas? ¡Qué vengas!- desesperado lo iba siguiendo a paso apresurado, al escuchar la orden del otro Yuu se detuvo, lo vio directamente a los ojos y le respondió.

-Nah, no soy tu Kitty...-respondió riendo sonoramente.

-¿Ah?-confundido siguió caminando junto al  pelinegro, un silencio cómodo los envolvía, en un instante Yuu tomo la mano del otro y comenzó a caminar más lento tratando de alargar el momento, el otro se sonrojo sintiendo su corazón latir a mil por segundo y sonrió bajando la mirada al suelo.

      Caminaron por un buen rato sin mediar palabra, pero a pesar de ello estaban a gusto, sentían el calor del otro a través de sus manos, en un instante Yuu jalo de la mano al castaño haciéndolo correr junto con él.

-¡Hay algo que quiero mostrarte! ¡Tenemos que llegar antes que el tiempo se acabe!- parecía hablar con sí mismo, pues Kouyou no entendía nada,  ¿Que el tiempo se acabara? ¿Tiempo de qué? Todo pensamiento se esfumo cuando un río grande y transparente se cruzo en su camino, vio en el reflejo del agua como el pelinegro le incitaba a entrar al agua, este negó con la cabeza repetidas veces.

-No, no, no Yuu, no sé nadar y lo sabes.- con nerviosismo le respondió, incluso le temía al agua, sentía que se ahogaría y hasta ahí acabaría se vida, Yuu giro los ojos y lo lanzo al agua.

-¡Yuu! ¡Yuu! ¡Me ahogo! ¡Ayúdame!- desesperado gritaba, Yuu entro con toda la calma del mundo al río y sostuvo de las manos al castaño, lo beso con cautela logrando que el otro se tranquilizara.

-¿Vez? No paso nada.-A pesar de no saber nadar, estaba flotando en el agua, soltó con miedo las manos del pelinegro y se dio cuenta que no pasaba nada.

-Ven, si quieres toma mi mano para sentirte más seguro.-el pelinegro se adentro en lo profundo del río tomando la mano del castaño, Kouyou tomo todo el aire que pudo antes de sumergirse y comenzó a patalear tratando de seguir al otro.

       El aire le escaseaba y los nervios se apoderaban nuevamente de él, jalo de la camisa blanca del pelinegro y este volteo al instante, la hizo una seña de que no podía respirar, Yuu apretó la nariz del castaño y abrió su boca para que no retuviera mas el aire, Kouyou alarmado sintió que moriría pero su sorpresa fue ver que podía respirar perfectamente, como si estuviera en la superficie, vio extrañado al otro y Yuu solo se dedico a acariciar los cabellos que flotaban en el agua del castaño. Después siguieron nadando hasta llegar a una especia de cueva subterránea, al entrar Kouyou quedo embobado con tal belleza.

      Las plantas marinas se movían graciosamente mientras que algunos pececillos del fondo los envolvían,  miraba como si fuera un niño pequeño cada detalle del fondo del río, sin darse cuenta sus pies ya estaban sobre el fondo rocoso, se asustó por un momento, pero al ver al pelinegro caminar como si se tratase de la superficie, corrió a su lado y lo abrazo por atrás besando su mejilla, el otro se giro y lo abrazo por la cintura por igual, aprovechando que podían flotar cuando quisieran, lo giro en peso muerto y lo recostó en una roca plana que había ahí, Yuu le dijo algo, pero no entendió ya que su voz no podía ser escuchada en el fondo del agua, Kouyou hizo un gesto de no entender nada y arqueo la ceja, Yuu le sonrió con ternura y se levanto.

       Se señalo a sí mismo, después golpeo con el puño de lado la palma de su mano y después hizo un corazón con las manos, Kouyou se sonrojo al entender lo que le quería decir. “Te haré el amor…”, Kouyou nervioso señalo la gran roca dando a entender “¿Aquí?” a lo que el pelinegro asintió infantilmente.

       No opuso resistencia, siempre que lo hacia Yuu le ganaba, sintió extraño, como quitaban su ropa y esta quedaba flotando por algún lugar, lo mismo paso con todas las prendas de ambos, Kouyou sentía la calidez del agua y la calidez de las manos de su novio, como esta recorría cada milímetro de su piel y lo estremecía, se retorcía bajo el suave tacto del pelinegro, tal vez el agua lo hacía más sensible pues en un acto así siendo realizado en la comodidad de su cama, sillón, mesa o cualquier objeto que se ocurriese no era así. Yuu llevo su boca a los botoncillos rosado del castaño, los acaricio con sus labios y dio suaves lamiditas a ellos, le encantaba cada parte del cuerpo del castaño, dejo que Kouyou explorara un poco su cuerpo y se dejo tocar por él, cada fibra de su cuerpo temblaba de excitación y de deseo, sin soportarlo un segundo más llevo su miembro a la entrada del castaño, Kouyou lo miro con miedo, pero Yuu siguió con su labor, el agua funcionaria como lubricante, y con facilidad lo penetro.

      No puedo escuchar los dulces sonidos que provocaban la boca del castaño, pero pudo ver su expresión de profundo placer, el supuso que se vería igual, pues cada embestida que le daba el placer aumentaba, era tan embriagante y asfixiante, sentía que  al momento de correrse se desmayaría de tan placentera sensación, los ojos de ambos se entrecerraban de placer, pero ambos querían escucharse, y como si sus pensamientos hubieran sido escuchados por el otro, se separaron para sí poder salir a la superficie, no necesitaron dar una gran bocada de aire, pero si necesitaban de un beso.

      Se besaron con pasión, tan sincronizados que de hecho en ningún momento se volvió una batalla, recorrieron sus cuerpos con ambas manos deseosos y hambrientos, en un segundo el pelinegro volvió a estar dentro de su amante, para su agrado, ahora si lo pudo escuchar, eran gemidos tan fuertes que sentía que incluso lo podrían escuchar en todo el mundo, a los pocos segundos los gemidos de ambos eran incontrolables, parecían estar ensayados, ya que una vez gemía Kouyou y la otra lo hacia Yuu, no duraron mucho más, ambos se corrieron al mismo tiempo, Yuu tuvo que morder el cuello del castaño tan fuerte para así poder reprimir ese tan vergonzoso gemido pero un “Mmmmmmghhhh” tan prolongado salió de su boca. Por otro lado Kouyou grito, grito como si la vida se le fuera en ello, cerró los ojos con fuerza y retorció su cadera queriendo disfrutar un poco mas de aquella sensación tan placentera. Una vez todo terminado, ambos, aun agotados, salieron del agua.

 -Yuu, la ropa.- Kouyou hablo un poco exaltado.

-No la necesitamos…- respondió simplemente el otro mientras sacudía su cabello.

-¿Y si alguien nos ve? – pregunto un poco más tranquilo.

-Tranquilo, aquí no hay nadie más que tú y yo. – Le sonrió de oreja a oreja.- ven, vamos que se nos va a acabar el tiempo. De nuevo Kouyou no entendió a que se refería con el tiempo.

      El día paso sumamente rápido, se divertía mucho con el pelinegro y en ese lugar tan extraño, había lugares que parecían reales, pero mando toda coherencia a la mierda cuando llegaron detrás de una colina donde todo era dulce, rosado e incluso había uno que otro unicornio. Después de un día tan agotador ambos estaban sentados en el suave y verde pasto frente al gran reloj.

-Yuu, estoy seguro que me drogaste…- hablo Kouyou tratando de romper el repentino silencio que se formo en los dos, no obtuvo respuesta de Yuu y se giro a verlo, este mantenía una expresión preocupada y ¿triste? – Yuu, ¿pasa algo? – le pregunto mientras acariciaba su espalda desnuda. El otro negó.

-¿Me das un beso? – le pidió el pelinegro infantilmente, el otro asintió y lo beso con ternura y delicadeza, pero sobre todo con amor, repentinamente el gran reloj comenzó a sonar con un campaneo repentino, Kouyou se quiso girar para verlo pero los brazos de Yuu lo detuvieron, lo beso un rato más y se separo de él, al verlo su corazón se encogió, estaba llorando, quien sabe por qué.

-Yuu, dime ¿Qué tienes? – el otro volvió a negar.

-Adiós…- dijo en un susurro apenas audible y movió su mano en son de despedida, el otro extendió su mano para tocarlo pero poco a poco todo comenzó a desvanecer hasta que todo quedo en un blanco asfixiante, después de eso, una melodía bastante conocida por él comenzó a sonar.

 

 

 

 

 

“Quisiera ser el champú, fluyendo bajo tu cabello, quiero envolverte con mi fuerte fragancia…” – si alguno de los chicos supiera que ese era su despertado seguro lo joderian de por vida.

       Se giro en su cama para ver dormir a su acompañante, pero al ver el lado vacio cayó en su fuerte realidad, su realidad es que su Yuu estaba en una cama de hospital.

      Con desgano se levantó de la cama y se metió a bañar, salió de la ducha y se arregló como a Yuu le gustaba verle, con esos pantalones rojos que, decía él, “Eran marca – trasero” hizo la cama, desayuno, o al menos trato de, y salió rumbo al hospital, era más cómodo viajar en auto, pero  no quería llegar tan rápido, la verdad es que quería huir de toda su realidad, el sueño de antes lo había dejado confundido, ¿Qué seria eso? ¿Una señal? Caminaba a un paso muy, muy, pero muy lento, pero por más que quiso retrasarlo no pudo, pues ya se encontraba en la puerta del hospital, antes de entrar miro al cielo y lo vio lleno de nubes negras. “Waah~ lloverá y no traigo paraguas…” se dijo mientras trataba de despejar su mente.

      Caminaba a paso lento por los pasillos de aquel blanco y pulcro hospital, iba a tomar el elevador pero después de pensarlo un momento decidió usar las escaleras, cada pasillo tenía pacientes diferentes, uno era de niños, otro de adultos mayores, otro de embarazadas hasta que llego al quinto piso, enfermedades terminales.

      Yuu había heredado desgraciadamente de sus tátara-abuelos distrofia muscular, aunque no se reflejaba en su cuerpo esta afecto a su musculo cardiaco, al inicio era algo que no le preocupaba, aseguraba que pasaría, pero entre tanto tiempo descubrieron que el ya no podría vivir mucho tiempo más, pero a pesar de ello Kouyou siempre vio ese “no podrá vivir mucho tiempo” como algo muy lejano.

       Pasaba una a una las puertas del gran hospital, a lo lejos vio un grupo de personas reunidas, sus manos comenzaron a sudar y sus piernas comenzaron a temblar, el tiempo pareció detenerse , pero desgraciadamente no fue así, cuando menso cuenta se dio, ya estaba al lado de sus otros tres amigos de la infancia mientras dos de ellos lloraban, y uno retenía las lagrimas, asomo su cabeza por el marco de la puerta y vio como un medico desconectaba ese aparato que mantenía a Yuu entre la vida y la muerte.

        Estaba shockeado, su cuerpo no respondía, incluso ni sus lagrimas querían derramarse, era… era algo que no esperaba, estaba seguro que Yuu viviría siempre a su lado, y si no siempre a su lado si pensaba que viviría un largo tiempo, que esto sería como si le hubiera dado un resfriado y pronto se recuperara, pero no fue así.

     Se giro sobre su propio eje y vio a los padres de Yuu y a sus hermanos llorando por él, automáticamente se acerco a ellos y los abrazo uno a uno susurrando un “Lo siento”. Pero aun así, no sentía nada, nada, su mente estaba en blanco. ¿Qué pasó?

        

 

 

 

 

 

 

 

       Giraba la perilla de la entrada de su hogar, encendió la luz ya estando dentro y sin quitarse los zapatos se recostó en su colchón, con el control remoto de al lado apago la luz sumiéndose en la oscuridad, en todo el día no derramo ni una sola lagrima, el pensamiento de “Pronto todos vamos al mismo destino” se repetía una y otra vez. Ese mismo día habían ido a misa para velar unos minutos su cuerpo y después enterrarlo junto a los demás miembros de la familia Shiroyama ya fallecidos, incluso hecho un puño de tierra al ataúd de su ex novio, incluso lo vio ya pálido sin vida en aquella caja de madera fina. Pero las lágrimas nunca cayeron.  De repente muchos recueros llegaron a  su memoria.

“-¿Serias mi novia?

-Soy hombre…

-lo sé, pero yo sería el hombre en la relación.” – una sonrisa se dibujo en su rostro.

“-Anda, vamos, ¿sí?

-No Yuu, no.

-Por favor~

-No, ese carrito ya no es para ti, tu cuerpo de hombresote ya no cabe ahí…

-¿M e dijiste gordo?

-No, te digo que madures.

-Los hombres maduros le hacen el amor a sus novias.

-Imbécil…” – pero pronto su sonrisa se fue transformando en una mueca melancólica, aun recostado cerró los ojos sintiendo su respiración agitarse.

“-Entonces… te cambio un wiwi por un wawa…

-Yuu, ¿eres estúpido o te haces?

-No, soy estúpido…” –sentía en su pecho un nudo enorme que incluso no lo dejaba respirar y tenía que dar grandes bocadas de aire para poder hacerlo.

“-¿Nadie te ha dicho que tienes el despertador mas homosexual del mundo?

-Pero darle por el culo a u hombre es tan heterosexual…

-No, pero por lo menos no soy el que se deja.” – incluso estaba recordando aquellas peleas sin sentido que tenían.

“-¡Soy el único que parece entrado en esta relación!

-¡¿El único?! ¡¿Quién es quién se la vive cumpliendo todos y cada uno de tus caprichos Kouyou?! ¡Es increíble que no quieras gastar un poquito de tu tiempo en acompañarme al hospital, eres un egoísta de primera!

-¡Pues si te murieras o no, no habría diferencia…!” –Malos recuerdos, muy malos, comenzó a recordar todas esas veces que lo trato mal.

“-Yuu, eres estúpido, nunca lo vas a logar.”

“-¡Deja de ver por ti nada más!”

“¡Detesto tu actitud…” –Entonces la conciencia comenzó a comerlo vivo, cuna mal lo trato, y el siempre lo trato de bien, y hasta entonces las lagrimas comenzaron a ceder, para morir le faltaba mucho, mucho tiempo sin Yuu, no lo aprovecho cuando lo tuvo, y ahora pensar que nunca más estará a s u lado, no lo concebía, cayó en cuenta de que pasaba, jamás volvería dormir a su lado, jamás lo volvería a abrazar, jamás le haría el amor, jamás le besaría, jamás lo vería haciendo ridiculeces en lugares públicos… jamás lo vería caminando aunque sea por la calle, nunca más.

       No podía controlar su llanto, todo ese sentimiento lo dejo escapar, hipeaba como un verdadero chiquillo, aun sentía ese nudo en su pecho que no lo dejaba respirar, desesperado golpeo la almohada con sus puños.

-¡¿POR QUE?! ¡¿POR QUE TU YUU?!- la misma frase la repetía en breves lapsus, apretó su pecho con fuerza donde estaba su corazón y siguió llorando. –Me duele aquí Yuu, me duele…- susurro al aire, entonces comenzó a inspeccionar toda la habitación, el closet estaba abierto y dejaba ver la mitad de la ropa suya y la mitad de la ropa del pelinegro, sus zapatos, esas corbatas que nunca usó, su loción, todo le recordaba a él, se recostó de nuevo quedando de lado viendo su mesita de noche, ahí estaba el iPhone de Yuu, lo desbloqueo ya sabiendo el código, y comenzó a ver todas su fotos juntos, las lagrimas seguían cayendo tan lastimosamente, y desde su celular puso en reproducción canciones lentas y tranquilas que le gustaban a Yuu.

        Esa canción que siempre le dedicaba “More Than Words” se llamaba, y con esa melodía y aun llorando se quedo dormido, profundamente dormido.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

          Un olor dulce llego hasta su nariz, sentía sus mejillas húmedas y también sentía como unos suaves dedos limpiaban cada una de sus lágrimas, abrió los ojos con lentitud y se encontró a su amado pelinegro viéndolo de frente, cuando abrió por completo los ojos Yuu beso su frente y susurro a su oído.

-Fuiste la mejor novia que pude tener en mi vida… No te arrepientas de nada.- y de nuevo lo besó, pero ahora en los labios, Kouyou se levanto con pesadez y descubrió que estaba sentado en el verde pasto en el que la otra vez estaban, alzo la vista y vio ese enrome reloj.

-Vamos, el tiempo se acaba…- Yuu tomo su mano y lo levanto del pasto pero antes de comenzar a correr Kouyou lo abrazo con fuerza.

-Yuu, ¿Qué paso? Dime que no estás muerto, por favor, lo siento, jamás quise mal tratarte, esa vez que desee que murieras no era cierto yo…- un beso callo todas su disculpas.

-Hey, tranquilo, cuando estés aquí conmigo no quiero que te preocupes por nada, nada que no seamos tu y yo, porque aun así no esté en tu vida real siempre estaré en tus sueños… mi amor.

 

 

 

         El reloj avanzaba, los limitaba de verse día a día pero con ello era suficiente, suficiente para seguir amándose, porque ni la muerte puede separar a un amor sincero. Ni siquiera la muerte.

 

 

"Cuando cierres los ojos, podrás ver el mundo entero. El mundo que no quieres descubrir. El mundo de los sueños perfectos"

 

 

 

 

[FIN]

Notas finales:

Pinches drogas lo que hacen no?xD gente, consuma drogas, alcohol, panditas, azucar, leche light bajo supervision (?) o terminara como yo xD

Es lo MAS emo que pude hacerlo xD

La cancion que me inspiro y despertador de Uru es "Shampoo" de After Schoool, la letra no tiene nada que ver pero el tonito me inspiro xD

Aparte su juego de iPhone esta genial 8?)

BTW~ comenten plisssssss D:

mi meta son los 15 rws en un one shot, me ayudan a alcanzarlo? andenle, por mi añito en A-Y *hace ojitos, la ignoran*

Muchas gracias a todos por el apoyo hasta ahora en ste año.

Misaki, Tetsuya, Macabrehaazuu_ espero les guste *u* <3

 

 

 

 

-se va volando-


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