Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El infierno de un demonio (cielxsebastian) por PinkMarshmallow

[Reviews - 60]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

(LOS PERSONAJES AQUI MENCIONADOS NO ME PERTENECEN LE PERTENECEN A YANA TOBOSO)  :)

Tragedia...

 

Fuego...

 

Muerte...

 

Cenizas...

 

Venganza...

 

Desde la muerte de sus padres, la vida de Ciel Phantomhive se había basado solo en esa palabra, no, solo en ese anhelo. La Venganza. El ángel genocida ya había caído cerrando por completo el contrato que firmó hace 4 años con un demonio a cambio de su alma.

 

-¿D..dónde estamos? -Preguntó Ciel mientras abría sus ojos lentamente- No, no quiero oírlo.

 

-Ya casi llegamos Bocchan -Respondió sonriendo el que hasta ahora había sido su mayordomo.

 

Debe estar muy feliz, -pensó Ciel- después de todo, por fin podrá devorarme, o más bien, a mi alma.

El chico de ojos de zafiro cayó en un profundo sueño, agotado por todo lo que había pasado, no, no solo por eso, agotado de su vida. El mayordomo tomó a Ciel por la cintura y lo cargó hasta una banca de piedra, que parecía extrañamente cómoda para el infante.

 

El mayor acariciaba con dulzura el cabello de su amo mientras retiraba el parche que cubría su ojo.

-Así que aquí es -susurro Ciel- mi última morada... -Dijo con una leve sonrisa en su rostro-  Recuerdos de lo que vivió por tantos años con su mayordomo pasaron por sus ojos color de zafiro , pero en ninguno de los recuerdos que tenía había experimentado una sensación tan cálida como la que ahora sentía. -¿Va a doler mucho?

 

-Me temo que un poco bocchan -le respondió tranquilo el mayor- Pero no se preocupe, lo haré lo menos doloroso posible. Solo cierre sus ojos...

 

El niño de 13 años de edad obedeció a su fiel mayordomo. Y espero...

y espero aun más...

Una sensación de calidez  se apoderó de sus labios...

 

¿Es esto un.. .Un beso? –Se preguntó a sí mismo -. ¿Es parte del ritual?  Dudó en abrir los ojos, pero prefirió no hacerlo y dejarse llevar.

 

Y todo se volvió negro.

 

¿Aun estoy vivo?

 

-¡Sebastián! – gritó agitado Ciel- . Nnnh… mi cabeza… da vueltas…. –dijo tocándose la frente por un momento- .

 

La luz del sol que se filtraba por la ventana lo había despertado. Espera, ¿despertado? ¿luz del Sol? ¿¡Que rayos estaba sucediendo!? ¿No se supone que ya debería estar…

 

-Ah, veo que ya a despertado joven amo –Dijo  el mayordomo mientras abría la puerta y se acercaba a la cama del infante-. He escuchado que gritaba mi nombre ¿qué necesita?

 

-¡No me vengas con eso, idiota! 

 

-¿A qué se refiere bocchan? –Dijo Sebastián con una sonrisa curveada-.

 

-¡No te hagas el inocente que no te queda bastardo! ¿Porqué… porqué estoy vivo aun? ¿No se supone que tu… devorarías mi alma?

 

-¿Eso es lo que realmente quería amo? –Dijo el mayor con una voz insinuadora-.

 

-¡Pues claro que si, idiota! Ese era el trato. –Le gritó  poniéndose de pie rápidamente-. -

La gran habitación se encontró silenciosa por un tiempo, ninguno de los dos decía palabra. Ciel se empezó a cuestionar de si realmente era eso lo que quería ¿en realidad quería ser devorado? O era que el miedo le ganaba sobre su promesa.

 

Sebastián sonrió. –Lo ve bocchan, ni siquiera esta seguro de que es lo que quiere.

 

-¡Cállate! ¿No vez que estas incumpliendo  una parte de tu trato?

 

-Así es bocchan, pero este incumplimiento no le afecta en nada a usted, es más , le hago un favor…

 

-¿Crees que necesito de tu compasión? ¡Te ordeno que tomes mi alma!

 

-Lo siento bocchan, al cumplir mi parte del contrato y darle su venganza el contrato ya expiró, por lo cual ,yo ya no le pertenezco mas.

 

-Tsk…- Ese idiota-. Pensó Ciel dándole la espalda a el hombre de ojos carmesí -. En primer lugar, ¿porqué lo hiciste? –Dijo en voz baja y más bien para sí mismo.

 

Pero aun así, los bien desarrollados oídos del demonio pudieron escucharlo.

 

-Por que ahora soy libre, y esa es la decisión que yo tomé. –Dijo acercándose cada vez más al niño  que aun permanecía de espaldas hacia el-.

 

-Esa no es la respuesta, me refiero a por que tomaste esa decisión. –Dijo en tono serio  el menor -.

 

La verdad, Sebastián deseaba más que nada  en el mundo el consumir el alma de su joven bocchan, el saborear cada gota de su tierno ser, pero más que nada, quería poseerlo completamente. 

No solo su alma, sino también su cuerpo, sus expresiones, sus recuerdos con el… su todo. Algo en el lo había capturado, no era como ningún otro humano que hubiera conocido antes. Era… era interesante.

 

-Pues, bocchan, la decisión que tomé fue  porque…

No pudo continuar, una voz chillona y empalagosa cruzo por la puerta de la habitación de Ciel.

 

-¡Ciiiiel! –Gritó Elizabeth mientras se abalanzaba hacia el  cuello del joven.

 

-¡Lizzy! ¿qué haces aquí? Me… me asfixias… -Apenas podía decir unas simples palabras-.

 

-Lady Elizabeth, le ruego que suelte un momento a el joven bocchan, tal me parece que lo esta ahogando.- Dijo de una mala gana muy bien disfrazada el mayordomo-.

 

-Uuh… lo siento, estaba muy preocupada por ti Ciel.

 

-Ya puedes ver que estoy bien Lizzy, no hay de que preocuparse. –Dijo Ciel sacudiéndose su  bata. ¡Aghhh! Sebastián aun estoy en bata!

 

-Lady Elizabeth, si me permite un momento con el joven bocchan, es necesario para cambiar su vestimenta.

 

-¡Buuuu! ¿No me puedo quedar a ver?- Dijo en voz burlona-.

 

Sebastián sintió por un momento que su sangre hervía. –Esta niña obstinada-. Pensó

 

-Me temó que no my lady. –Dijo el mayor intentando sonreír. Así que por favor, si nos disculpa un momento… -Dijo mientras abría la puerta-.

 

-Mmmm… ok –Se quejó la rubia de ojos verde esmeralda mientras salía de la habitación-. ¡Te espero afuera Ciiieel!

 

Sebastián cerró la puerta de un golpe.

 

Ciel miraba por la ventana de su habitación.

 

-Han reconstruido muy bien la mansión-. Dijo sin mirar a su acompañante.

 

-Si, hicimos nuestro mayor esfuerzo. –Sonreía el mayor mientras se acercaba a él-.  Joven bocchan, permítame.- Dijo agachándose hasta quedar a la misma altura-.

 

Sebastián empezó a desabotonar su camisón y lo retiró muy lenta y cuidadosamente hasta que solo quedo en sus pantaloncillos. Como mayordomo de la mansión Phantomhive el ya había realizad esta tarea muchas veces, pero ahora era diferente ¿la razón? Ni el mismo demonio la conocía. Recorría su cuerpo con sus ojos del color del vino, su piel blanca y tersa, desde sus hombros hasta sus tobillos delgados. Empezó a bajar sus pantaloncillos para reemplazarlos con unos limpios y no pudo soportarlo más, una expresión  lasciva invadió su rostro y Ciel no tardó en darse cuenta.

 

-¿Qué estas observando, depravado?- Le dijo de la manera mas amarga que podía-. Apúrate y vísteme.

-Mis disculpas Bocchan.

 

-¿Por qué sigues llamándome así? Después de todo, tu ya eres libre, ya no eres más mi mayordomo.

 

-Porque, joven bocchan, ¿Qué haría usted sin mi?- Dijo Sebastián sonriendo arrogantemente-.

 

-¡No te quieras pasar conmigo! – Grito el joven de ojos azules, levantando su mano listo para propinarle una buena bofetada.

 

Sebastián tomó su mano firmemente antes de que lo llegara a golpear.

 

-¡Id..idiota… me lastimas!

 

Los ojos del demonio se afilaron y se tornaron a un rojo aun mas profundo y brillante, mirando fijamente a cierto conde que tenía enfrente.

 

-Joven bocchan… recuerde que yo ya no le pertenezco más, si estoy con usted es porque así lo quiero yo, así que soy libre de hacer lo que quiera y con quien yo quiera. Esas ultimas tres palabras resonaron en los oídos de Ciel en un tono agresivo y a la vez seductor. El  demonio con mirada carmesí empezó a avanzar hacia el joven y a arrastrarlo hacia su  cama.

 

Ciel lo observaba sorprendido, con los ojos abiertos exageradamente.

 

-¡Seb..Sebastián! ¿qué haces? ¡me lastimas! - Grito el joven con el demonio encima de el.

 

Sebastián se iba acercando mas y mas  hacia el rostro de su antes amo, sin intención de detenerse y con una mirada que nunca antes había visto Ciel.

 

-¡SEBASTIAN! ¡Te estoy hablando! –Grito en oji-azul-.

 

La mirada del mayor regresó a su color original e inmediatamente se separó del cuerpo del joven.

 

-Mis disculpas joven bocchan…. Yo…. –Salió  rápidamente de la habitación, dejando al niño recostado en la enorme cama.

 

-¿Qué rayos sucede con el? ¿Qué pensaba hacer? ¿besarme o… a caso violarme? Al pasar esta idea por su mente hizo que se sonrojara. ¿En qué estoy pensando? Me sonrojo al imaginarlo otra vez encima de mí.

 

Fuera de la habitación, en medio del pasillo, se encontraba Sebastián recargado en la pared.

Se llevó la mano a la frente mientras cubría sus ojos y suspiraba.

 

-Hmmm… es increíble que por causa de un humano haya sacado a relucir mis instintos más salvajes y lascivos y peor aun, por un niño. Un niño con el que llevo  viviendo y sirviéndole por mas de cuatro años y hasta ahora, nunca había tenido esa sensación de… -El demonio dejo ver su lengua por sobre las comisuras de sus labios mientras los relamía.  Sus ojos empezaban a volverse a tornar afilados y brillantes. Mientras que recordaba lo que hace poco había ocurrido en la habitación. 

-¿Qué me sucede? –se preguntaba a sí mismo-. 

Cuando una voz (demasiado aguda como para ser de un chico)  se dirigía a Sebastián

 

-¿Pasa algo, Sebastián-san? –Dijo el rubio con  una expresión de preocupación en su rostro.

 

-No, en verdad no es nada Finny. Hay que empezar con los preparativos para la cena.

 

-¡Si! –Gritó enérgico el chico  de no mas de 16 años mientras regresaba corriendo a la cocina-.

 

Sebastián caminó lentamente detrás de el, quería repasar de nuevo lo que había sucedido, para después soltar una risita burlona –Hmm… creo que esto será interesante…

 

 

Notas finales:

Que les parecio? dejejn sus dudas y comentarios Arigatou!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).