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Los enredos de tres corazones enamorados por Paz

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Los enredos de tres corazones enamorados

Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko

SenHana SenRu RuHana

By Paz

Capítulo XIV: Amor o pasión

 

Durante los siguientes días, Rukawa permaneció ajeno a casi todo, excepto el basquetball, podía creerse que había regresado el chico introvertido. Más sus pensamientos no permanecían quietos, su mente repasaba una y otra vez que alternativas tenía.

Pensaba en el pelirrojo que había arrollado su vida a borbotones, deslumbrándolo con su energía, su vivacidad y por no decirlo, las continuas discusiones y peleas que animaban su incolora existencia.

En sus pensamientos también estaba el seductor Akira, que arrastraba tras de si su fama de rompecorazones, como él bien dijo, y aún así su loco corazón le admitió a su lado y poco a poco ese pequeño sentimiento creció.

El amor exaltado de Akira le llenaba por completo, se engañó a si mismo al creer que podía prescindir de él, ahora que sabía que podía perderlo, comprendía que le amaba tanto como a Hanamichi. Los dos eran parte importante en su vida. En que momento de esos días, se había metido tan profundamente en su corazón que la sola idea de olvidarse de él le dolía. No quería elegir, porque los amaba a los dos. Necesitaba ese fuego apasionado y esa dulzura, los dos se complementaban con él.

Le constaba que Hana podía ser apasionado, porque lo era, más como si temiera romperle se contenía y era algo que agradecía y apreciaba en él, el amor que le tenía estaba por encima de cualquier satisfacción personal y luego estaba Akira, cuando se trataba de amar no tenía contención, y entregaba toda su fuerza en unos instantes que les llevaba a alcanzar una plenitud que desbordaba todas las barreras de contención. Solo con pensar en él su cuerpo temblaba ansioso de sentirle. ¿Cómo había llegado a ese extremo? No podía mantener esa dualidad por separado.

¿Cuáles serían los motivos de su ruptura? Lo ideal serían los tres juntos, Hana y Akira se amaron y dicen que donde hubo amor quedan cenizas, ¿podía él avivar de nuevo la llama del amor entre ellos?

 

****************

 

El club ya estaba enterado que los dos jugadores dejaban sus filas y que posiblemente regresaran a su país.

Sendoh retornaba a su equipo en Kanagawa, más nada se sabía acerca de los planes de Rukawa.

Dos días antes de dejar definitivamente el apartamento. Los dos muchachos ya habían embalado todas sus pertenencias y cada uno por su lado habían hecho sus planes.

 

****************

 

-Tenemos que hablar… -murmuró Rukawa- Quieres té? –estaba preparándoselo para él.

Sendoh asintió.

Algunos minutos después se sentaban enfrentados, bebieron en silencio.

-Mi vida solo era el basquetall, no tenía nada, él me dio un motivo para querer seguir viviéndola. Amo su ternura y esa inocencia que asoma en sus ojos, le ame en el mismo instante de conocerle, es pendenciero, amigo leal de sus amigos, sus bromas y sus risas han dado un nuevo sentido a mi vida, por ser como soy se me adelantaron y le perdí, me dije que podía esperar y que cuando le abandonaran yo estaría allí para consolarle, así ha sido y nunca pasó por mi imaginación la idea de dejarle. Le he amado demasiado tiempo para ahora elegir.

-Comprendo… -Akira le escuchaba y su mente divagaba sobre las cualidades de ese muchacho, tenía que ser excepcional, una persona capaz de conseguir el amor de Rukawa y su total fidelidad a él pocas veces se encontraban, él también había tenido la suerte de dar con Hanamichi que despertaba en él esos mismos sentimientos- Entonces no hay más que hablar… -había tristeza en sus palabras, sabía que volvería derrotado y no quería percibir su dolor cuando le viera aparecer solo. Enfrentar la mirada de Hanamichi, aunque no hubiera en ella reproche, le producía una sensación de vacío.

-Lamento ser la causa de tu dolor –veía en sus ojos tristeza y algo más que no supo interpretar- No te vayas, aún no he terminado.

-Disculpa. –le miró preguntándose que más quedaba por decir, para él todo estaba dicho.

-Luego apareciste con tu arrolladora personalidad y acabaste con mi tranquila existencia. Tengo el convencimiento que te propusiste desde un principio conquistarme. Esa fue tu táctica, no se como  conseguiste introducirte en el equipo, luego en este apartamento y finalmente en mi vida. Si creíste que podías tomarme y tirarme, me alegro de habértelo puesto difícil.

-Nunca fue esa mi intención. –estaba asombrado de oírle hablar tanto y tan fluido.

-Me alegro, aunque todavía sigues complicando mi vida.

-No entiendo por que, ya has elegido.

-¿Lo crees realmente así? Me enamoras y luego me dejas tirado.

-¡¡Eh, que has dicho!?! ¿Qué pretendes?

-Nada.

-Dijiste que me amabas, sin embargo te irás con el otro.

-Si. –nuevamente estaba ahí el dolor en su mirada.

-Nunca me tomaste en serio. Para ti siempre fui el amante, quien tira ahora a quien?

-Alguna vez tenías que saber lo que sentían todos tus… novios? –sonrisa apenada por su parte- Si, es muy triste sentirse despechado o con el corazón roto, jugaste con los sentimientos de todos y luego… adiós.

-¿Es esta tu revancha? Castigarme por lo que hice a otros.

-¿Debería? No, no es un castigo. Solo me estaba entreteniendo para saber que sentías.

-Ahora ya lo sabes –nuevamente hizo ademán de levantarse e irse.

-Te amo… y me siento destrozado porque yo nunca te tomé en serio. Pensé, solo es pasión, no amor, solo serán unos meses, luego me iré y todo termina.

-Siempre supe que era así. –dijo Akira sorprendido de su sinceridad.

-¿Por qué continuaste conmigo?

-Ocurrió lo inesperado, me enamore como un idiota.

-Entonces, ya somos dos.

-¿Que pretendes entonces?

-Ven conmigo, estaríamos los tres juntos. Sé que él te podría amar. –Propuso Rukawa- No tenemos porque separarnos. Por favor, Akira, dime que si. –se exaltó- Idiota, te amo, no quiero prescindir de ti eres amable, me soportas a pesar de mis desplantes y me gusta como me haces el amor –susurró más bajo, como temeroso de hacer esa confesión.

Sendoh le miró sorprendido. Esperaba cualquier cosa de él, excepto eso.

-Lo siento, dentro de dos días estaré en Kanagawa, allí me están esperando.

-A mi también me esperan allí.

-¡Qué!! Tú novio vive en Kanagawa?

-Si.

-Yo creí que… -se interrumpió- todos esos viajes los hacías a Kanagawa?

-Si… -un brillo deslumbrador asomó en sus ojos, y la expresión de su rostro se suavizo iluminada con un rayo de esperanza- ¿Por qué?

Y entonces Sendoh lo vió todo claro, estaban los enamorados del mismo chico. Una sonrisa lleno sus labios llegando hasta sus ojos luminosos. La felicidad que sintió al escuchar sus palabras le devolvió el sosiego. ¿Cómo pudo ser tan idiota? ¿Cómo no se dió cuenta que esos dos estaban destinados a encontrarse y enamorarse?

Se levantó y fue a su lado, sentándose en sus rodillas.

-Te amo, Kaede.

-Te amo, Akira. Esto quiere decir que vienes conmigo?

-Digamos que viajaremos juntos. ¿Confías en mi?

-Si, compl…. -Su boca se vió invadida por una lengua ansiosa, llevaban muchos días separados y se entregó por entero a él.

-No te arrepentirás. –murmuró unas horas después, los dos juntos recostados en su lecho.

Kaede se preguntaba como habían acabado allí. Solo recordaba su cuerpo junto al suyo y lo mucho que le había extrañado esos días.

Continúa…

 

 


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