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Que el viento sople a tu favor por JimeHyuuga37

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Notas del fanfic:

Junjou romantica no es propiedad de Jime I:

Notas del capitulo:

Aqui Jime con un fic nuevesito recien salido del horno.

No desespereis mis queridas lectoras Jime de ahora en adelante actualizara todas las semanas el día Miercoles... tirandole a Jueves hora de Sonora.

 

Fic inspirado en la canción "que el viento sople a tu favor" de mago de oz, también se hace referencia a otras canciones del grupo a lo largo del fic, que lo disfruten ;D

 

Que el viento sople a tu favor

Capitulo 1: Bienvenido a bordo del Atrapasueños.

Observaba con atención los colores del amanecer sin pensar en nada realmente solo admirando la belleza del hermoso paisaje que tenía frente a él. Siempre le había gustado el mar, admirarlo era uno de los mayores placeres que tenía, se sentía cómodo observando como el agua se movía con elegancia y de vez en cuando un travieso pez saltaba fuera del agua. De pequeño pensaba que saltaban para saludarlo y secretamente todavía lo pensaba sacándole sonrisas cada que veía uno.

Se recargo en el barandal con el codo izquierdo llevándose la mano a la barbilla para estar más cómodo, sus ojos azules veían con atención como las estrellas desaparecían para dar paso a los hermosos colores cálidos que representaban el amanecer.

Había muy pocas personas despiertas a esas horas puesto que eran como las seis de la mañana, la razón por la que estaba tan temprano despierto era que además de querer ver el amanecer en el mar, deseaba un poco de paz antes de tener que abordar el navío.

Se llevó las manos a la cabeza desacomodando sus cabellos azabaches, por una parte estaba emocionado por subir al barco y romper por un día la rutina, el único problema era la gente que estaría en el barco, era el cumpleaños de una persona de la alta sociedad, a él lo había invitado primero Tsumori su superior y jefe y solo había aceptado ir ya que su amigo Misaki también estaría allí puesto que el festejado era el novio de este.

-¿Por qué tan temprano levantado?- escucho una voz familiar a lo que volteo la vista encontrándose con un hombre rubio ligeramente más bajo que él, era difícil encontrar gente de su altura ya que no cualquiera llegaba al 1.96.

-simplemente no tenía sueño- respondió tratando de ser educado pero sinceramente no estaba de humor para soportar a su jefe en esos momentos.

-Ya veo- sonrió acercándose a él y pasándole un brazo por él cuello- ¿Podría acompañarte a ver este hermoso amanecer?- extendió su brazo libre señalando al cielo de manera teatral y ridícula.

-Lamento informarle que en este momento me retiraba a mi casa… olvide algo- mintió mientras se alejaba del rubio y después de una cortes inclinación de respeto y despedida emprendió un ligero viaje hasta su casa colina arriba ya que después de todo ni si quiera estaba cambiado correctamente. Además no era que odiara a Tsumori pero conocía los sentimientos que tenía hacia su persona y como sus sentimientos no eran correspondidos prefería dejar en claro desde el inicio que no estaba interesado en él y ahorrarse las molestias de intentar algo.

-¡Nowaki!- escucho que lo llamaban, no tuvo que voltear para reconocer la voz de su amigo de la infancia.

-¿Tan temprano levantado Misaki?- sonrió al castaño mientras se detenía para que el otro lo alcanzara.

-Sí, desde hace una hora de hecho Keiichi me despertó- menciono con molestia.

-Bueno es su cumpleaños lo celebrara en altamar debe tener todo preparado, además en una hora zarpa el barco ¿no?

-Si- se detuvo un momento observando a su amigo -¿Así iras o te cambiaras de ropa?- pregunto observando a su amigo que tenía la  puesta su ropa de siempre que consistía en su camisa café y pantalón obscuro lleno de hoyos junto con sus botas de segunda mano que milagrosamente seguían teniendo suela.

-Tenía pensado ponerme mi pantalón sin hoyos pero no tengo otra camisa, sinceramente me da un poco de vergüenza ir así ya que en ese lugar habrá gente vestida muy elegantemente- confesó sintiéndose apenado.

-No te preocupes yo iré así como me vez vestido- sonrió para animarlo un poco puesto que él tenía puesta una camisa blanca de manga larga junto con un chaleco negro de piel y al igual que Nowaki tenía pantalones oscuros sujetos con un cinturón con más años de antigüedad que él además de las botas cafés que le llegaban un poco más abajo de la rodilla.

-Creí que usarías la ropa que te dio Sumi.

-Me sentía incomodo con ella- respondió simplemente.

o-o-o

Todo el mundo estaba en la borda por la fiesta que se estaba llevando a cabo, Misaki y Nowaki estaban más que aburridos en ese lugar a ninguno de los dos le gustaba estar rodeados de tanta gente con ropas elegantes remarcando el hecho de que ellos no tenían el dinero suficiente para tener esas prendas. Estaban recargados en la baranda del barco observando a la gente bailando el vals mientras la música sonaba, Keiichi el cumpleañero, había insistido innumerables veces a Misaki para que bailara con él pero el de ojos verdes se había negado totalmente a poner un pie en la pista de baile a pesar de ser el prometido de este así que harto se fue a platicar con las mujeres que estaban a bordo.

Misaki estaba comprometido con Sumi desde literalmente antes de nacer, era un matrimonio arreglado y solo esperaban a que ambos cumplieran la mayoría de edad para casarse, ese día los cumplía Sumi solo faltaba Misaki.

-¿No es mal augurio que haya mujeres al bordo de un barco?-pregunto Nowaki a lo que el castaño solo se encogió de hombros.

Ambos amigos se dieron la vuelta para observar el océano y el cielo nublado que estaba ante ellos además de una leve neblina que no parecía importarle a nadie a bordo del navío. Después de observar un rato por la proa decidieron mejor dirigirse a la popa para cambiar la perspectiva aunque no podían ver ni la estela que dejaba el barco ya que estaba anclado, preferían cambiar el paisaje por un rato, aunque de seguro verían exactamente lo mismo.

Caminaron pegados a estribor sin intención de despegar su vista ni un minuto del mar y cuando llegaron a la parte trasera pudieron observar una figura que se acercaba. La neblina no dejaba ver muy bien pero lo que alcanzaban a ver pudieron apreciar que era un barco pero después de unos segundos se dieron cuenta de que no era cualquier barco, era un barco pirata.

Un gran navío de madera con velas negras y en la parte más alta una bandera negra con el estampado de un cráneo que tenía debajo dos espadas

-Tenemos que avisar- dijo Nowaki al momento de darse la vuelta y rápidamente ir hacia donde estaba el timón para buscar al piloto y que comenzara a avanzar la nave para poder huir de los piratas.

Llegaron y no vieron a nadie, claro ¿Qué iba a estar haciendo alguien allí cuando la fiesta estaba buenísima abajo? - ¿Ahora qué? - susurro para sí mismo Nowaki.

-¡Sumi!- exclamó Misaki mientras bajaba de un salto hasta donde estaba su novio. –Hay piratas, se acercan al barco- informo alarmado.

-¿No estás muy grande para jugar a los piratas?- dijo con gracia.

-No es broma, ven acá a comprobarlo- exclamó desde arriba Nowaki a lo que se dirigió donde estaba él oji azul.

Abrió los ojos en sorpresa al ver el navío que estaba a pocos metros de distancia. Se apresuro rápidamente al timón y comenzó a gritar -¡Levanten el ancla! ¡Icen las velas! ¡Hay piratas!- La gente se empezó a alterar y gritar, los marinos que trabajaban en el barco fueron rápidamente a levantar el áncora y unos otros comenzaron a soltar y asegurar las velas.

Nowaki volteo para tras notando que el barco pirata estaba técnicamente pisándoles los talones puesto que faltaba pocos metros para que se colocara a su costado y los piratas comenzaran a abordarlos ya no habría escapatoria. Tomo a Misaki del brazo y comenzó a prácticamente arrastrarlo por el barco bajando hasta la cocina donde abrió un barril y metió dentro al castaño.

-¿Qué haces?- pregunto ya que estaba dentro del barril.

-Te escondo, no vayas a salir por ningún motivo yo me esconderé en otro lugar- aviso al tiempo que metía la cabeza del oji verde más adentro y colocaba la tapa del barril asegurándola para que no la fueran a abrir.

Después de cerrar el barril y moverlo junto a otros para que se disimulara se hinco en el piso de madera y movió un par de tablas dejando al descubierto un escondite secreto donde se metió rápidamente.

o-o-o

-¡Derecho el timón!- se acerco a la piloto enderezando sus manos para que no se saliera de rumbo -¡Arribad las velas!- les rito a las dos niñas que corrían sujetando cuerdas y amarrándolas por aquí y por allá. –Los demás preparase, estamos por abordar- Su voz sonaba segura mientras observaba el barco ligeramente más grande que el suyo. Se acomodó su sombrero negro con adorno de pluma que tiene todo buen capitán pirata. Desabrocho su saco color escarlata para tener más libertad de movimiento a la hora de pelear, si es que tenían que pelear.

Sujeto con fuerza la espada enfundada que tenía atada a su improvisado cinturón que consistía en una tela azul amarrada a la cintura, sus ojos color chocolate brillaban de emoción esperando la ansiada hora.

El barco se acercaba más y de pronto el otro comenzó a avanzar lentamente, aun así podían abordarlo Aikawa se las ingeniaría para mantenerlos al margen.

-¡Prepárense!- gritó mientras el barco se acercaba más y más al costado del otro, solo un poco más… -¡Ahora!- exclamó y de esa manera los hombres que estaban en estribor junto a él lanzaron sus ganchos para que se aferraran a las cuerdas del otro navío y así saltar hasta allí y comenzar a abordarlo.

-¡Ya saben que hacer!- sonrió con satisfacción viendo como toda la gente vestida elegantemente gritaba  del susto al ver como sus hombres saltaban y arruinaban su fiesta.

Algunos hombres se resistían pero después de unos minutos ya todos estaban reunidos en medio de la pista de baile desde los trabajadores hasta los invitados.

Puso una tabla de madera entre los dos navíos y cruzo a paso pausado hasta llegar al más grande donde se fue directo a los tripulantes. – ¡Guarden silencio!- Exclamo un hombre de cabello plateado y ojos violetas, el primer oficial Akihiko. Que se identificaba por llevar pantalones rojos y la camisa blanca como todos allí pero a excepción que él tenía un chaleco negro desabotonado.

Todos guardaron silencio y voltearon a ver en dirección al capitán –Mi nombre es Hiroki Kamijou, más conocido como “El demonio Kamijou” de seguro muchos ya habrán escuchado hablar de mi- comento mientras caminaba dando vueltas alrededor de la gente como asechándolos.

-¿Qué es lo que desea? ¿Oro?- preguntó Sumi armándose de valor para hablar.

-No, no quiero su oro ya tengo suficiente por el momento, les parecerá extraño este saqueo ya que lo que necesito es alimento y agua- todos miraron incrédulos al capitán –Si se quedan quitecitos y dejan a mis hombres trabajar no les hare nada, de lo contrario….- su mirada se torno sádica y desenfundó su espada para apuntar directo al cuello de Keiichi –Morirán a merced de mi espada ¿Capisci? *- todos asintieron. –Bien, ya saben que hacer ¡A trabajar!- exclamó palmeando las manos.

El capitán se dirigió al timón para poder tener ambos navíos a la misma velocidad y distancia prudente mientras el que se quedaba vigilado a los “prisioneros” era un joven rubio con ojos grises y el ceño fruncido.

Una chica de cabello castaño, corto arriba de la oreja saltó de un barco a otro y fue corriendo a estabilizar las velas del navío recién abordado para que pudiera viajar a la misma velocidad que “El Atrapasueños” que era el nombre del barco pirata.

Akihiko seguido de cinco hombres y una mujer se dirigieron en dirección a la cocina, no había que ser un genio para encontrarla siempre era la primera habitación bajando las escaleras. Ya en la cocina el alvino comenzó a ordenar a movilizar a todos para que llevaran lo necesario y con lo que podían cargar.

-Haruko y Hotaka tomen vegetales… si ven repollo quémenlo, Yuki y Kasuki encárguense de alimentos enlatados y especias, Abel. Miyagi y yo llevaremos barriles al barco, Ahora si ¡Muévanse!- todos comenzaron a movilizarse.

Misaki observaba muerto de miedo por un pequeño hoyo del barril como se acercaban a su escondite y era levantado sin ninguna delicadeza por un hombre enorme de anchas espaldas y cabeza calva cubierta por una bandana roja, tenía unos pantalones que le quedaban cortos en sus regordetas y fuertes piernas y unos zapatos de lastre que fácilmente sería dos veces el pie del castaño, a juzgar por lo que alcanzaba a ver ese hombre “Abel” era tan alto como Nowaki solo que se vería más grande por su físico.

Nowaki sintió como la sangre se le iba a los pies al ver como se llevaban a su amigo, tenía que ir por él y traerlo de regreso sano y salvo,  espero a que todos salieran de la cocina para salir de su escondite. ¿Ahora qué hacía? No podía salir  así o lo verían, recorrió con los ojos la habitación y vio una ventana pequeña pero lo suficientemente ancha para que pasara por allí, sin pensarlo dos veces se tiro al mar.

Sintió como el agua fría le calaba los huesos, de verdad que en alta mar el agua era mucho más gélida pero no podía perder tiempo. Nado como pudo hasta el barco pirata y con dificultad comenzó a trepar. Después de varios minutos trepando llegó hasta arriba, asomo con cautela la cabeza y vio que había una chica morena con el cabello negro, largo que tenía sujeto gracias a una bandana naranja, estaba  tirando de todas las cuerdas que podía, amarrándolas de un lado y de otro, aflojando unas y tensando otras. No podía subir por allí  la chica lo vería además de que los hombres que estaban saqueando el barco del que acababa de saltar estaban dejando todas las cosas en la borda.

Paseo la vista y vio los cañones, sonrío podía entrar por allí. Bajo con cuidado de no resbalarse llegando por fin donde los cañones, empujo uno para atrás agradeciendo con toda su alma el hecho de que les ponían ruedas para poder movilizarlos mejor y entró por fin.

Volteo para todos lados buscando la puerta pero no estaba en ninguna de las cuatro paredes, levanto la vista y allí estaba la puerta, en el techo, de seguro llevaba directo a la borda. Levanto con delicadeza la puerta de madera teniendo que pararse de puntillas para alcanzar a ver bien, en ese momento no podía estar más agradecido de ser alto.

Su campo de visión era limitado pero al menos podía tener una buena percepción de su alrededor. La Bosun's mate* seguía moviéndose haciendo su trabajo, era peligroso además los piratas no dejaban de moverse dejando cajas con alimento y barriles llenos de licor y agua. Noto que los barriles los dejaban cerca de él lo que era un alivio pero no sabría cual era donde estaba Misaki.

Espero pacientemente unos minutos tratando de calcular el tiempo en el que tardaban los hombres en ir y venir que era dos minutos y medio aproximadamente. Su plan era malo, pero era lo único que podía funcionar. Iría rápido en busca del barril donde estaba Misaki y con la chica no había tanto problema la podía mantener alejada de seguro no tendría la fuerza suficiente para detenerlo que era más grande en altura y edad. Después de sacar a Misaki del barril se lanzarían al mar y después podrían ir a recogerlos. No los dejarían tirados allí tarde o temprano se darían cuenta de su ausencia.

Se armo de valor y espero a que el último de los hombres se retirara, dio un brinco y salió de su escondite.

o-o-o

No solo estaba mojado y golpeado, estaba mojado, golpeado y era un prisionero. Había subestimado la fuerza de la chica y la velocidad de los hombres.

Había sido lanzado con fuerza a una de las celdas que había al final de las escaleras. Había una sola ventana pequeña por donde pasaba una muy tenue luz que le hacía casi imposible ver más allá de su nariz. Se sentó y se acaricio la mejilla inflamada, tremendo golpe le había dado la niña al verlo y al escuchar todo el ajetreo el muchacho que vigilaba a las personas a bordo del otro barco fue a ayudarle siendo él y otro hombre de cabello negro los que lo encerraron allí.

-¿Nowaki?- escucho una voz familiar, era…

-¡Misaki!- exclamo acercándose a él y abrazándolo con fuerza -¿Qué haces aquí? ¿No estabas en el barril?- pregunto preocupado viéndolo a los ojos.

-El barril se abrió, me encontraron y me trajeron aquí- explico mientras temblaba muerto de miedo. -¿Qué haremos?

-Rezar y esperar lo peor.

Una hora había pasado hasta que por fin se abrió la puerta y por las escaleras bajaron unos hombres con una lámpara de aceite uno tenía el cabello rubio corto y ojos azules apagados y otro de cabello negro semi-largo y mirada felina ambos eran delgados pero fuertes. El rubio no llevaba camisa por lo que se veía su abdomen marcado además de que parecía estar presumiendo sus bíceps al estar cruzado de brazos. En cambio el otro no se veía tan fuerte como el anterior además de ser un poco más bajo pero sin embargo parecía que si tenía bastante fuerza en especial en los brazos. …l llevaba la lámpara en la mano izquierda y un revólver en la derecha.

-¿A cuál matamos primero?- pregunto el rubio.

-Al que quieras, solo procura no derramar tanta sangre yo soy el que tiene que limpiar.

Los dos amigos se pusieron rígidos ¿Los iban a matar?

-¿Y si jugamos a la ruleta rusa con ellos?- exclamó feliz el rubio.

-No me importa lo que hagas Kasuki solo mátalos rápido- le extendió la pistola a lo que el otro la tomó dando un resoplido y diciendo en voz baja pero perfectamente audible “amargado”

-Muy bien tu el bajito- apunto con el arma a Misaki –Quédate quietecito solo tengo  dos tiros y no los quiero desperdiciar.

Misaki comenzó a temblar fuertemente mirando con temor el revólver que apuntaba directamente hacía él. Y Nowaki tampoco sabía qué hacer ni que decir estaba en shock ante las palabras del rubio que al parecer se llamaba Kasuki.

El sonido del arma siendo cargada lo devolvió a la realidad y las palabras salieron sin pensarlo de su boca -¡Parley!

Los dos hombres se miraron entre sí para después regresar su vista a Nowaki. -¿Qué dijiste?- pregunto el de mirada felina.

-Parley, según el código de los piratas cuando se aplica el Parley se deben escoltar a los prisioneros sin hacerles ningún daño hasta donde está el capitán- hablo con firmeza poniéndose frente a Misaki para protegerlo con su cuerpo. –Exijo que nos lleven con el capitán.

El de pelo negro soltó un quejido como niño que no quiere hacer su tarea. –Está bien wankers* los llevaremos con el capitán- dijo mientras tomaba de una de las paredes las llaves y abría la celda dejándolos salir.

-Al capitán no le gustará nada esto- suspiro el de ojos azules mientras subía por las escaleras siendo seguido por Misaki, Nowaki y el otro joven.

Salieron y sintieron como la luz del sol les escocía los ojos por lo que tardaron unos segundos en enfocar la vista. No era un barco muy grande además parecía estar muy gastado, había rasgaduras por todo el suelo y astas que parecían haber sido hechas con espadas, hachas y flechas.

-¿Qué hacen con los prisioneros aquí? ¿Los tiraran por la borda?- preguntó la chica de cabello negro que había golpeado a Nowaki.

-Parley- Dijeron al unisonó los piratas.

-¿Es en serio?- preguntó la otra chica de cabello castaño que había estado a bordo del otro barco trabajando con las sogas. Observo de arriba abajo a los dos amigos haciéndolos sentir incómodos. Las dos mujercitas no parecían ser mayores de los 16 años.

-Como sea –Se escucho otra voz femenina pero se escuchaba más madura –Kamijou está en su habitación dormido ¿Quién va por él?- la voz provenía de una mujer de cabello muy largo color rojo claro casi anaranjado, sostenido con una bandana rojo fuego que se combinaba elegantemente con su cabello. Su camisa blanca le quedaba pegada al cuerpo además que tenía amarrado al abdomen una cinta de tela color negro haciendo resaltar su figura. Los pantalones oscuros también le quedaban entallados y las botas también negras le llegaban a las rodillas.

-Zafo- dijeron ambas niñas retrocediendo dos pasos al mismo tiempo.

-Tú fuiste el que no se apuro, tu ve- se defendió el de cabello negó.

Kasuki trago en seco, paseo la vista por todo el barco hasta detenerse en la proa -¡Haruko, Hotaka! ¿¡Quieren ganarse tres doblones de oro cada uno?¡- exclamo-pregunto con nerviosismo.

-¡Ni por 100 doblones despertaría al demonio de su siesta!- exclamó uno el hombre provocando la risa de la chica. Eran gemelos idénticos, ambos tenían el cabello rubio, largo y maltratado. La chica se lo echaba todo al lado derecho y el chico al lado izquierdo para así ser diferenciados.

-Ve tú, ahora- ordenó el de cabello negro.

-No lo presiones Yuki, yo también tardaría si estuviera en su lugar- dijo la morena. Kasuki solo camino con pasos mecánicos a una puerta que estaba junto a la que acababan de salir.

Misaki y Nowaki solo se observaron extrañados por el ambiente tan familiar que parecía haber entre los piratas.

-¿Qué planeas?- susurró el castaño.

-Salvarnos la vida- respondió esperando poder cumplir esas palabras.

Unos ruidos se escucharon de la parte de abajo y de pronto tres hombres salieron corriendo por la puerta donde acababa de entrar el rubio.

Los tres recién llegados solo miraron a los amigos con curiosidad y antes que pudieran decir cualquier cosa el capitán apareció en cubierta.

Se puso su extravagante sobrero, tenía el ceño fruncido y despacio se acercó a Misaki y Nowaki.

-¿En qué puedo ayudarles?- preguntó con extraña cortesía pero su tono de voz se escuchaba molesto.

-Emm… - dudo un poco el de cabellos azabache –Mi amigo y yo estamos aquí por error, le pedimos que por favor nos deje ir- su voz sonaba suplicante pero ante la mirada de ojos castaños del capitán parecía no tener efecto.

-¿Por error están aquí? ¿Cuándo abordaron mi barco?- preguntó poniendo una mano en la cintura y la otra llevándosela a la oreja para acariciar lostres pircings dorados que colgaban de su oreja izquierda.

-Hace como una hora y media- respondió bajito Misaki haciendo que se asombrara el castaño mayor.

-Entonces estaban en el navío de antes- dedujo el capitán –Shinobu tú estabas vigilando a los tripulantes ¿no?- preguntó a un chico con ojos grises y cabello rubio cenizo que era uno de los hombres que habían salido por la puerta. Este solo asintió. –Entonces vete al carajo* y no bajes hasta que yo diga- sentenció.

-¿¡Qué?!- No es mi culpa que hayan abordado- se defendió.

-Tú estabas vigilando por lo que es tu culpa ahora sube a la canasta.- Shinobu solo se acercó al asta mayor refunfuñando cosas como “siempre me mandan a mí al carajo” y “malditos me la pagaran”

-Entonces volviendo al tema- retomo la conversación inicial –No los puedo dejar ir, me costaría un bote y no estoy dispuesto a entregarlo, los podría arrojar por la borda pero de igual manera morirán ¿Ven las nubes negras?- apunto al cielo –Es señal de tormenta, morirán ahogados si están en el mar flotando a la deriva así que les propongo un trato- Ambos amigos se miraron entre si y después asintieron regresando su atención a Hiroki –A cambio de su vida ustedes trabajaran de ahora en adelante en mi barco ¿Capisci?- extendió la mano esperando una respuesta.

Volvieron a intercambiar miradas, volverse pirata no era lo que ninguno de los dos tenía en mente para su futuro pero si a cambio de eso tenían el privilegio de vivir, no tenían otra opción que aceptar.

Misaki devolvió el apretón de manos primero y después de meditarlo unos segundos más lo hizo Nowaki. Sintió una suave sensación de calor al estrechar la mano callosa y seca del pirata.

-Akihiko se encargara de ustedes dos por el momento, el es el primer oficial- volteo su vista hacia donde estaba el peli plateado –Explícales todo, desde el funcionamiento del barco hasta nuestro lema y en dos horas has que baje Shinobu… Y alguien encargase de Kasuki- después de decir esto se retiro por donde vino.

El de ojos violetas se acercó a los “nuevos piratas” y con voz suave y divertida dijo –Bienvenidos al Atrapasueños.

Notas finales:

Aclaraciones:

Capisci: Es italiano significa ¿Entendiste? o ¿Captaste?

Bosun's mate: Son personas que ayudan en los barcos de vela con las sogas y las velas, su principal función es ayudar a contramastre.

wankers En ingles britanico su significado vedría siendo "idiota" o "estupido" pero su significado literal vendría siendo "masturbador" pero no usan la palabra con ese fin.

Vete al carajo: En los barcos españoles e le conocía como "carajo" a la canastilla que estaba en lo más alto del asta mayor. Servía como metodo de vigilancia y también de castigo puesto que allí arriba se sentía mucho los movimientos del barco provocando un fuerte mareo a quien estuviera allí.

Muchas gracias por leer y nos vemos la proxima semana si no es qeu antes. 

Saludos :D!


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