Ahora si no había ninguna duda en todos mis compañeros Hibari y yo éramos pareja… si, después de todo ambos habíamos terminado juntos, cuando nos separamos de aquel beso vi la cara de mis camaradas, algunos parecían asombrados otros estaban que reventaban de la felicidad… pero oigan y a mí porque no me preguntan cómo me siento he… aunque creo que no tendría caso preguntarme eso pues estoy seguro de que tengo una cara de idiota enamorado en estos momentos.
El primero en acercarse a felicitarnos fue Yamamoto, no sé por qué pero creo que él tiene algo que ver en todo esto, claro que después le preguntare…
-Vaya chicos, pues muchas felicidades – en su cara había una sonrisa por demás sincera – ves Gokudera te dije que pronto encontrarías a tu media naranja.
Lo mato me cae que lo mato, maldito idiota, solo me contengo porque sé que el muy imbécil este en cinta sino… no se de lo que sería capaz… el siguiente en llegar fue cabeza de césped.
-Ves Takeshi te dije que este par de hoy no pasaban – momento este par de idiotas hicieron una apuesta, y lo más importante estos dos que son los más despistados pudieron ver que Hibari y yo terminaríamos juntos… creo que mi cara debió de haber dicho mucho por sí sola, porque…- cabeza de pulpo la verdad no puedo creer que no te dieras cuenta de que Hibari andaba detrás de ti desde hacía años pero que tu no le hacías caso, enserio esto era muy obvio – okey ahora ya me han dado la explicación que tanto quería… pero momento a dicho AÑOS pero qué DEMONIOS DESDE CUANDO ESE MALDITO CARNÍVORO IDIOTA ANDABA DETRÁS DE MIS HUESOS…
En fin al final del día recibí muchas felicitaciones y también supe cosas que nunca creí llegar a escuchar… TODOS SIN ECEPCION SABIAN QUE HIBARI ME VEIA CON OTROS OJOS… dios mío a donde mandaste mi inteligencia todos estos años… a momento ya sé a dónde primero con el degenerado que tengo por actual novio y después con el idiota de su tutor…
Bueno ahorita en estos momentos toda la familia se encuentra cenando, bueno casi toda porque Giotto-san y el estúpido de Mukuro no han hecho ni una sola aparición en toda la tarde… es curioso pero la maldita lluvia se detuvo apenas unos minutos después de haber llegado a la mansión… en fin ahora me encuentro sentado junto a Hibari, todos charlan, incluso Hibari está hablando con el idiota de mi cuñado, el único que no habla pero para nada soy yo…
-He Gokudera.
-Qué quieres idiota del beisbol – a si a mí otro lado, se me olvido, pero están sentados los futuros padres, así es me refiero a Yamamoto y a cabeza de césped, si no me equivoco faltan como 5 meses para tener a un miembro más en esta familia, todos esperan que sea niña, pues solo hay llegado puros niños, aunque, por lógica, a los padres de la criatura les da lo mismo lo que sea mientras llegue con bien.
-Cuando es la boda – okey su comentario hizo que escupiera el jugo que en ese instante me encontraba tomando, o si muy mal momento para tratar de tomar un poco de jugo de durazno.
-QUE – mí grito y mi llamativa forma de escupir el jugo, hizo que todos los presentes fijaran su mirada en mí, deseaba que la tierra se abriera y me tragara pero nadie escucho mis suplicas.
-Herbívoro estas bien – Hibari fue el primero en romper el silencio que se había creado en el comedor, me tomo de la mano como muestra de apoyo… tarde un poco en recuperarme pero créanme quien en su sano juicio después de tal pregunta reaccionaria como si nada…
-Yamamoto que le dijiste a Gokudera-kun – Oho la pregunta más temida… esperaba que el idiota no dijera nada pero era pedir demasiado y en menos de lo que canta un gallo Yamamoto dijo lo que tenía que decir.
-Ma ma nada de qué preocuparse Tsuna, solo pregunte que para cuando la boda – creí que alguien le diría al idiota de Yamamoto que esa pregunta estaba un poco fuera de lugar, o que le dirían algo pero nada es como a uno le gustaría.
-Vaya eso es muy cierto y para cuando la boda Kyoya – si incluso el estúpido de Dino se unía.
-Hum… la verdad no había pensado en eso – okey ahora sí que todos están dementes, nos acabamos de confesar y empezar una relación de pareja hace, no sé, qué les gusta unas dos o tres horas y ESTA BOLA DE IDIOTAS YA PIENSA EN BODA… - Hum aunque si es lo más pronto posible por mi mejor – perfecto la cereza del pastel Hibari también ya está pensando en matrimonio… y a todo esto mi opinión no cuenta o qué demonios les pasa.- Porque ya me imagino a un par de carnívoros corriendo por la casa…- perfecto la gota que derramo el vaso. Me levanto, me giro y agarro al maldito bastardo de Hibari por la camisa obligándolo a pararse para poder decirle un par de cosas…
-HABER IMBECIL ESCUCHAME BIEN, NO SOY MUJER, ESO ES EN PRIMER LUGAR, EN SEGUNDO LUGAR APENAS LLEBAMOS CINCO MINUTOS DE NOVIASGO Y TU YA PIENSAS EN CASAMIENTO… - todo lo dije mientras lo jaloneaba de la camisa… sé que mis actos no son los más maduros pero es que el bastardo sigue sacándome de quicio.
-Hum Rokudo Mukuro y Vongola Primo apenas llevan cinco horas siendo pareja y ya hasta han hecho….
-NI SE TE OCURRA DECIRLO IMBECIL AUN HAY NIÑOS PRESENTES AQUÍ IDIOTA… - tenía toda la razón al decir eso, pues aún quedaban Hiroshi, mi aun, inocente sobrino, Hotaru el hijo del décimo, un niño que al estar aprendiendo a hablar era muy posible que repitiera todo lo que oía y no quería estar escuchándolo repetir las tonterías de Hibari.
-Vamos Gokudera no tienes de que preocuparte Lambo y yo hacemos cosas peores en la noche – pero qué demonios…. Incluso Reborn-san se pone a decir esas tonterías enfrente de dos pequeños…
-MALDITA SEA QUE NADIE VA A PEDIR MI OPINION, SI TANTAS GANAS TINEN DE UNA BODA DIGANLE A EL ESTUPIDO DE MUKURO Y A GIOTTO-SAN QUE SE CASEN – creo que acabe por explotar, pero se quejaban de que no actuaba como la tormenta no, pues adivinen que he vuelto y ahora me las voy a cobrar…
-Gokudera-kun tranquilízate solo era una pregunta no te alteres – me tranquilice un poco pero aún no del todo, Hibari se sentó en cuento sintió que mi agarre se había aflojado. Todo volvió a la tranquilidad solo yo seguía parado como un idiota, perdido en mis pensamientos los cuales me estaban torturando un poco… había herido a Hibari y lo sabía, porque se había sentado sin decir una sola palabra.
Me senté momentos después, aunque una pared invisible se había interpuesto entre los dos… que irónico apenas llevábamos poco tiempo siendo pareja y nuestra relación se estaba tambaleando si esto era lo primeros días, no quería imaginarme como seria en unos cuantos años más.
-Chicos por favor no nos gusta que en su primer día de pareja ya estén así las cosas. – el que nos dio la linda sugerencia fue Lambo. Quién lo diría, estoy recibiendo consejos maritales o de relación de un muchacho de 17 o 16 años y aparte con un hijo de no más de cuatro meses.
Aun después de esa sugerencia las cosas no mejoraron, Hibari y yo seguíamos cada uno en nuestro propio mundo. Los demás comenzaban a preocuparse por el futuro de nuestra reciente relación, si es que aún había un futuro para ella.
La cena termino y yo me fui, no soportaba más esa situación, todos gritaron mi nombre pero los ignore, tome un rumbo muy distinto al de mi habitación, pues ese sería al primer lugar al que irían a buscarme, camine sin rumbo hasta que llegue a uno de los jardines de la mansión en el centro había una fuente… no pude más, me acerque a ella y me derrumbe, llore, de nuevo lo hice, llore por mi propia estupidez, llore porque mi corazón sufría al no estar con su complemento, al no sentir al idiota de Hibari a mi lado, y llore porque Hibari en ningún momento me detuvo para poder hablar. Si fuera por mí hubiera llorado hasta que el sueño me venciera, no me importaba si esa noche dormía al aire libre, lo único que quería era no tener que afrontar a Hibari.
La idea de la boda no me parecía tan mala, pero se me hacía demasiado pronto como para eso. Primero quería que disfrutáramos de nuestro noviazgo y luego ya pensar en lo demás, pero todo en esta noche se había ido a la basura, mis lágrimas eran inútiles, pues con ellas no conseguiría nada, solo desahogarme.
De la nada sentí como unos brazos rodeaban mi cuerpo al instante sentí como todo mi cuerpo se tensaba, con todas mis fuerzas logre soltarme del agarre de aquel desgraciado, no sabía quién era, pero cuando pose mi mirada sobre él, vi a Hibari… sus ojos se veían acuosos, no sabía si por las lágrimas que el también trataba de evitar o si por que minutos antes se había encontrado llorando, aunque esto último era un tanto descabellado.
Nos abrazamos sin decir una sola palabra, su calor pronto recorrió a mi cuerpo helado por el frio que provocaban unas grises nubes que de ante mano anunciaban una fuerte lluvia, con amenaza de convertirse en tormenta. Del abrazo pasamos a besarnos, en ese beso depositamos todo lo que sentíamos, sabia agridulce, pero así había sido nuestra vida tan solo unos instantes atrás.
El beso termino, pero nunca deshicimos el abrazo que nos brindaba el calor que necesitábamos, pronto sentimos como una silenciosa lluvia nos iba empapando poco a poquito, no nos importó, al regresar a la mansión nos meteríamos a bañar y al día siguiente como si nada.
-Hibari yo lo siento – pronto sentí una de los dedos de Hibari sobre mis labios, indicando, silenciosamente que me callara, aunque me disgusto un poco la interrupción lo deje pasar y deje que él se expresara.
-Herbívoro lo siento, pero en verdad me gustaría que nos casarnos y en un futuro próximo empezáramos a formar nuestra propia familia.
-Hibari yo no digo que no pero, por favor primero disfrutemos el tiempo que tenemos, ya después nos podremos casar – con lo siguiente me ruborice un poco – y también podremos tener la familia que tanto deseas.
La lluvia pasó a ser tormenta, las gotas de agua nos golpeaban con fuerza, pero eso era lo que menos nos importaba en estos momentos, el abrazo en ningún momento se vio roto. El calor que emanaban nuestros cuerpos era suficiente para mantener la temperatura normal.
-Herbívoro creo que deberíamos volver al interior de la mansión, no quiero que terminemos resfriados o con temperatura.
-No importa quiero seguir así unos momentos más… - y no mentía en este momento el estar a su lado era todo lo que necesitaba, mi cabeza descansaba en su hombro y el con sus brazos rodeaba mi cintura.
Momentos después nos dirigimos al interior de la mansión, ambos íbamos escurriendo, la fría lluvia continuaba cayendo afuera. Conforme íbamos avanzando, íbamos dejando un rastro de agua, el lugar estaba vacío creo que los demás estaban ya dormidos, así que con mucho cuidado y tratando de hacer el menor ruido posible nos adentramos al lugar.
Pasamos por las habitaciones de los demás todo estaba en completa calma, hasta que pasamos por una habitación en particular…
-Ahhhh! Reborn donde…. Ahhhh crees que estas…. Ahhhh! Tocando…
Esto me dejo helado y creo que a Hibari le pasó lo mismo porque nos alejamos lo más pronto posible de esa habitación en particular. Gracias al cielo logramos llegar a nuestra habitación sin ningún otro inconveniente.
-Herbívoro lo mejor será que tomes una ducha antes de que empieces a estornudar – y tenía toda la razón al decir eso, pero ¿Y él? Que pensaba hacer esperar hasta que yo saliera, arriesgándose a contraer un resfriado.
-Lo are pero tú no puedes quedarte aquí corriendo el riesgo de enfermarte
-Hum me estas proponiendo que nos duchemos los dos juntos herbívoro.
Maldita sea aquí vamos de nuevo, pero eso era lo que quería, aunque debo de admitir que poquito a poquito la espinita de la vergüenza empezaba a hacer de las suyas.
Al final los dos terminamos en el baño, Hibari sin pudor alguno se desnudó, por otro lado… yo seguía en donde mismo y sin mover un solo musculo.
-Vamos herbívoro date prisa no quiero que te resfríes – pero yo permanecí en la misma posición – Gokudera que esperas acaso quieres que yo vaya y te quite la ropa – su comentario hizo que mí, ya de por sí, rostro sonrojado se pusiera más rojo.
-Claro que no bastardo, yo puedo solo – mis manos temblaban mientras me iba quitando la playera y el short, solo traía una cosa puesta… mi ropa interior… y ya no pude continuar. El maldito de Hibari me miraba divertido, él ya se encontraba sin una sola prenda en el cuerpo. Con esto mis nervios aumentaban más, temía ver algo que mmm… no fuera lo más indicado, pero por dios con ese hombre tan… mmm… bueno ustedes entienden tan mmm…. ¿Sexy? O como sea, eso era un poco imposible.
Hibari se dirijo a la regadera para regular el agua, al final no teniendo de otra y con toda la vergüenza del mundo quede completamente desnudo. Como deseaba que todo fuera un sueño pero eso era imposible.
-Vamos herbívoro entra a la regadera.
Al final los dos terminamos compartiendo la ducha, gracias al cielo no pasó nada… de nada, nos bañamos y al terminar salimos para secarnos y ponernos algo de ropa cómoda para dormir.
El silencio había formado una barrera, y aun sentía a la vergüenza corriendo por mis venas, enserio que no podía creer que él y yo hubiéramos terminado compartiendo la ducha.
-Herbívoro – sentí como Hibari me abrazaba por la espalda, al instante mi cuerpo se tensó – tranquilo no are nada que tu no quieras – me relaje un poco pero solo un poco.
-Está bien – la tensión se fue pero aún estaba a la defensiva, por si las dudas – que quieres Hibari.
-Hum… herbívoro – no decía nada, sentí que su cabeza se apoyaba en mi hombro y que su agarre se volvía más posesivo – hum herbívoro…
Perfecto mi paciencia ya se fue a la basura.
-Qué demonios quieres si no me dices no lo sabré nunca.
-Hum herbívoro, sabes algo… - aquí va espero que esta vez diga algo mas y no solo me diga herbívoro – te amo herbívoro.
Sus palabras me llegaron a lo más profundo y me desarmaron por completo.
-Hibari eres un idiota, pero sabes algo eres mi idiota, yo también te amo – me gire y lo bese en los labios. El beso se volvió más apasionado, sabía que de seguir así no podríamos detenernos y tenía ese temor, pero no podía hacer nada, el sabor de sus labios era adictivo, ese sabor no sabía describirlo, pero era único y no podía separarme de él.
La pasión se iba apoderando de mí y mi conciencia hacia mucho que se había ido a otro lugar, ahora lo que importaba era el placer y la lujuria. Pero Hibari se detuvo y me separo lentamente.
-Herbívoro lo mejor será que nos vayamos a dormir ya es un poco tarde – y vaya que tenía razón ya era tarde y justo en esos momentos era cuando mi conciencia volvía a funcionar y ahí es cuando caigo en la cuenta de la locura que estuve a punto de cometer…
No dijimos más y los dos nos fuimos a la cama, pero esta vez no dormiríamos como compañeros, si no como pareja, el sueño muy pronto llego…
*********************************************Bueno ahora es momento de ver qué sucede en las otras habitaciones*******************
*Habitación de Tsuna y Kyoko*
Ambos estaban descansando en su cama y al lado de esta había una pequeña cama en la cual descansaba el pequeño Hotaru, un niño de cabellera castaña como su padre y piel tan blanca y suave como la de su madre.
*Habitación de Yamamoto y Ryohei*
Bueno aquí solo se encontraba Yamamoto, el cual estaba sentado sobre la cama con una mirada que reflejaba impaciencia. Momentos después llego Ryohei con un pedazo de pastel en las manos.
-Yamamoto aquí tienes – le dio el pastel a Yamamoto y luego se acostó en la cama a descansar de una vez por todas.
-Gracias – Yamamoto tomo el pastel y empezó a comerlo, pero antes, como muestra de agradecimiento le dio un beso a su amado.
Bueno por lo visto los antojos empiezan a hacer de la suya…
*Habitación de Giotto-san*
Aquí, bueno como muchos suponen, Mukuro descansaba sobre el pecho de Giotto, y este mas dormido que nada, rodeaba la cintura del ilusionista sobreprotectoramente. Ambos solo estaban cubiertos por una sabana, la cual dejaba ver que ambos se encontraban tal cual habían llegado al mundo.
*Habitación de Mukuro*
Bueno… este lugar estaba más vacío que el mismo desierto…
*Habitación de Haru, I-pin y Chrome*
Las tres estaban más que dormidas. En la habitación había tres camas individuales así que las tres podían dormir cómodamente.
*Habitación de Bianchi y Dino*
Bueno la escena en esta habitación era un poco cómica. Dino-san se encontraba sentado en la cama y de brazos cruzados con una expresión que reflejaba enojo total. A su lado se encontraban Bianchi y el pequeño Hiroshi.
-Dino cálmate es tu hijo así que no empieces – todo esto lo dijo lo más bajo posible pues el pequeño se aferraba con fuerza a la blusa de su madre, aun estando profundamente dormido.
-Pero cielo se suponía que hoy era la noche en la saldríamos a divertirnos y…
-Y nada es tu hijo así que compórtate.
Bueno la explicación a todo esto era sencilla, la pareja estaba a punto de ir al pueblo a divertirse, pero Hiroshi había despertado diciendo que tenía miedo y sus planes se habían visto obstaculizados…
*Habitación de Futa*
Bueno aquí la habitación estaba por demás vacía (o.O) y no había rastro del joven que la ocupaba…
*Habitación de Giannini*
Bueno aquí se encontraba el joven inventor mas dormido que despierto y con una aparato en mano… (Si ni dormido deja de inventar cosas)
*Habitación de Lambo y Reborn*
Bueno en la habitación solo se ve a Lambo con el pequeño Tetsuya en brazos…
Y todos se preguntaran donde esta nuestro Hitman o.O, bueno esto es sencillo se encuentra en la sala de la mansión…
*Momentos antes*
Se ve a Lambo recostado boca abajo, con Reborn sobre él…
-Ahhhh! Reborn sigue – así es nuestro amado bovino se encontraba disfrutando de lo lindo…
-Bien vaca estúpida, pero aun no entiendo cómo fue que te hiciste tantos nudos en los músculos de la espalda – esto lo decía mientras seguía con el masaje.
-Pues sabes algo no es fácil tener que lidiar contigo y con nuestro hijo noche tras noche.
-Hum mejor deja de quejarte, que cuando estamos en nuestros momentos no escucho ninguna queja – poco a poco Lambo sintió como una mano iba bajando lentamente por su espalda hasta llegar a un lugar… que solo el Hitman conocía a la perfección.
-A donde crees que esa mano se dirige
-Vamos por favor hace tiempo que nada de nada…
-No, dije que no, así que quita esa mano de ese lugar.
-Pero – como todos sabemos a Reborn le valió un pepino lo que dijo Lambo y siguió con lo suyo.
De repente Lambo se giró y empujo a Reborn con todas sus fuerzas provocando que esta saltara tratando de esquivarlo y termino en el suelo.
-Bien ahora largo no te quiero ver aquí.
-Pero Lambo, vamos no seas así.
-Dije que no así que lárgate de aquí – Lambo agarro una cobija y una almohada y se la dio a su querida pareja y de buenas a primeras lo saco del cuarto y le cerró la puerta en la cara…